A pesar de una serie de incertezas, el gobierno brasileño, ante la crisis energética que cunde en la región, apuesta al biodiesel como combustible alternativo.
La política del presidente Lula da Silva tiende a preparar a Brasil para ser un destacado protagonista en la producción y en el comercio mundial de dicho combustible, aunque en términos generales, los grandes mercados consumidores aun se muestra escépticos en cuanto a las posibilidades de que el mismo resulte ser una alternativa viable al petróleo.
Brasil goza de una variedad de materias primas para la producción de biodiesel, comprobado exitosamente en cultivos menores, como amenedoim y girasol. Brasil es el único país del planeta que tiene enormes extensiones de tierras para plantar y cosechar estos productos agrícolas. Simultáneamente, plantaciones de larga escala, como coja y algodón -de cuyo carozo se extrae el aceite para producir biodiesel- también actualmente están en las miras para ese mercado.
Es indudable y sin objeciones a hacer, que en cuanto a infraestructura y potencial de crecimiento Brasil tiene un gran alcance. Sin embargo, en nuestros días la industria del biodiesel brasileña debe tener en cuenta que el tema, en primer término respecto a que esta fuente de alternativa energética debe convencer que el producto l brasileño es solución sin que el mismo pueda presentar una fuente de problemas ; y, en segundo término, en los aspectos internos, que la integración efectiva de los pequeños productores, por medio del “Programa Nacional de Producción y Uso del Biodiesel (PNPB) , comenzado a fines del 2004, es positiva.
Oportunidad pública y privada
A nivel técnico y político, se comenta en Brasil que el “boom” de los agrocombustbles puede ser explicado merced a la variedad de proyectos que se concretaron en las áreas pública y privada. Esto llevó a que el propio presidente Luiz Inácio Lula da Silva, “puso el proyecto bajo su brazo” -como él mismo expresa y ha viajado a diversos países del mundo para “vender” el agrocombustible brasileño.
El actual plan del gobierno del Planalto es estimular el cultivo de oleaginosas adecuado a una agricultura familiar. La meta indicada es vincular 200.000 familias de pequeños agricultores al PNPB. El gobierno federal promete elevar ese número con la ayuda de “Petrobrás Biocombustibles” , empresa que inauguró el año pasado dos usinas de biodiesel en los municipios de Candeias y Quixadá y en marcha está una tercera localizada en Montes Claros en el Estado de Minas Gerais. Las tres tienen una capacidad total de producción de 170 millones de litros por año, lo que llevaría a que aproximadamente unos 55.000 agricultores familiares planten los insumos necesarios en esas regiones.
Si bien el gasoil es el producto más consumido en Brasil, a partir del 2013, los distribuidores tendrán que incluir un 5 % de biodiesel. Tal decisión significa que, si actualmente la agricultura familiar representa el 80 % de los empleos rurales de Brasil , según Armoldo de Campos -coordinador del programa biodiesel. con dicha resolución unas 60.000 familias de agricultores se beneficiarán de la producción de producción de oleaginosas para la producción de biodiesel.
Del producto que es recogido actualmente en las tres plantas citadas, Petrobrás vende el biodiesel en las 229 distribuidoras existentes en todo Brasil. Cuando el mercado del producto se priorice en el país, el gobierno ha anunciado en setiembre 2008, que permitirá que las distribuidoras compren el biodiesel directamente a las usinas productoras, desligándose de la actual obligación que las mismas tienen en adquirirlo directa y exclusivamente de Petrobrás.
La planta productores de biodiesel más grande de Brasil está ubicada en Crateús (Estado de Ceará, en el nordeste del país) que conjuntamente con la plata de Iraqyuara (Estado de Bahía) pertenecen a la emnpresa Brasil Ecodiesel , que vienen operando desde el año 2006, utilizando el uso de la mamona (ricinos communis L.) como materia prima, utilizando además soja y girasol.
Expresan Antonio Biondi y su grupo de científicos,. (Problemas brasileiros) , que la mamona ya fue una cultura importante para Brasil, llegando a ser Brasil el mayor productor del mundo de esa oleaginosa y principal exportador de su aceite. A partir de 1960, los cultivos brasileños fueron superados por los de Inida y por los de China en 1990, todo ello debido a la falta de inversiones que no permitieron adoptar nuevas tecnologías.
Una “ruleta rusa”
El tema de los biocombustibles provoca un debate a nivel internacional, en cuanto al cultivo de ciertas oleaginosas para la producción de los mismos. Países de Asia como de África y en América del Sur Bolivia, están apostando al “piñón manso” o “piñón botija” , un arbusto conocido en nuestro continente y que según algunos estudios, surge como una de las mejores alternativas para la producción de biodisesel. Para el científico Nelson Furtado .coordinador del programa biosiesel del Estado de Río de Janeiro.- el piñón manso es “la nueva estrella por ser el más beneficioso y por carecer de defectos”.
El “piñón manso” arroja 1.500 litros de aceite por hectárea, contra 500 de la soja, 600 del girasol y 5.000 de la palma aceitera o africana, lo que lleva a considerar que la rentabilidad del biodiesel, su costo de producción y la competitividad frente al diesel del petróleo depende de la oleaginosa que se utiliza en su fabricación.
La “palma aceitera” ha comenzado a cultivarse en la Amazonia. -según informe de la ONG Repórte Brasil- al igual que el algodón en las áreas del Cerrado de las regiones Centro-Oeste y Noreste brasileño., cultivos que no cuentan con sistemas de monitoramiento por satélite, con excepción de algunas áreas amazónicas. El hecho es que corporaciones extranjeras comenzaron a implementar proyectos en la Amazonia.
En relación a la creciente demanda internacional por agrocombustibles, el cultivo de la soja tomó un impulso calificado como indirecto pues el aumento de la demanda en los Estados Unidos por el etanol -producido con maíz, incentivó la implantación de dicho grano que, además tiene una importante demanda para forraje animal., lo que provocara al principio una baja en el precio de los granos para luego caer el precio de la soja (Argentina tiene un grave conflicto político-económico al respecto, aun sin resolver Tal situación lleva a que el escenario futuro para los cultivadores de soja se presente como un mercado caliente.
El lado oscuro
En opinión del citado Antonio Biondi del “Centro de monitoreo de combustibles” a los efectos de poder producir biodiesel, productores de regiones áridas de Brasil hacen fuertes inversiones en la resistente oleaginosa “mamona”, dada su seca resistencia, la buena productividad y el conocimiento empírico del cultivo. La entrada de Petrobrás en el mercado del biodiesel concuerda co el plan estratégico 2009/2013, recientemente divulgado.
Un reporter del “Centro de Monitoreo de combustibles” señala que de los 174,4 billones de dólares en inversiones previstas para ese período, U$S 2.8 billones serán aplicados en agrocombustibles destacando que una de las metas de dicha empresa es alcanzar en el año 2013 luna producción de 640 millones de libros de biodiesel en todo el país.
Si bien hay cultivos con enorme potencial para conformar sociedades entre pequeños agricultores, la predominancia de la cultura extensiva de la soja, según opinión de Greenpeace, -realizada hace dos años- este cultivo se viene caracterizando como la mayor amenaza de la Amazonia. En caso que en este vasto territorio norteño se repitieran los ejemplos del sudeste asiático, la monocultura de la palmera africana significaría otro vector de devastación.. El desmantelamiento para ese plantío realizado en Indonesia y Malasia, han atraído la atención de organizaciones ambientalistas y de la propia Naciones Unidas.
Expertos brasileños en la materia de plantíos para lograr biocombustibles consideran que lo sucedido en esos países asiáticos se pueda reproducir en la Amazonia. El avance de cultura volcadas a la producción de biodiesel sobre tierras indígenas y de poblaciones tradicionales, actualmente es motivo de preocupación en cuatro Estados: Mato Grosso, Mato Grosso del Sur , Maranhào y Paraná en el sur de Brasil, donde la empresa “Biopalma” está incentivando la venta de lotes para la explotación de la “palmera africana”.
Äreas cercanas a las fronteras de Paraguay, Bolivia y Noeste argentino.