De poco vale hablar meramente de creatividad, sólo la creatividad aplicada, la creatividad puesta a prueba posee un auténtico e indiscutido valor. La cuestión fundamental hoy día es llevar la creatividad a la empresa, a los procesos y a todos y cada uno de los sectores de la organización.
Es hora de capacitar y entrenar para la creatividad individual y colectiva, para aplicarla tanto a los productos y servicios, como a los procesos y actividades. La creatividad es algo continuo, dejar de crear, matar la creatividad es embalsamar la empresa, sus procesos y productos.
Muchos matan la creatividad normalizándola, generando métodos y sistemas para generar más ideas. De lo que realmente se trata es de alentar la creatividad, y destruir los frenos y muros que impiden su evolución y generación.
Para ser creativos se debe tener y disponer de la libertad, y sobre todo de una muy importante libertad que es la libertad de equivocarse. Si se teme a la equivocación, si se espera el castigo, la reprimenda por el error, la falencia o la falta de resultados, estamos obligando y motivando a la gente a quedarse en el quietismo, a no estar dispuesta a probar, investigar, imaginar.
La creatividad siempre fue importante y esencial, pero nunca tanto como ahora. La creatividad representa en estos tiempos de ultra competitividad distinguirse de los competidores, ser diferentes, lograr un diferencia que le dé nombre y prestancia a sus productos, servicios y marcas.
La generación de ideas innovadoras, la imaginación puesta al servicio de las operaciones productivas, comerciales y financieras de la entidad, son la base sobre la que se yerguen los nuevos negocios. Yahoo, Google, eBay, Microsoft no son el producto del congelamiento de las ideas, ni de la reproducción de viejos paradigmas. Son el resultado de una nueva forma de ver el mundo y los negocios, representan una nueva forma de percibir las oportunidades y de acomodarse rápidamente a ellas.
Jonas Ridderstrále y Kjell Nordström lo expresan así: “Nuestras sociedades están configuradas por el trío glorioso de las tecnologías, las instituciones y los valores. Los cambios han hecho ahora que lo anormal sea lo nuevo normal”.
Si las empresas se copian sus procesos y productos, debido a las prácticas expandidas de las escuelas de negocios, el benchmarking y la retroingeniería, lo ideal es desmarcarse mediante el genio creativo.
En un mundo donde todos se copian a todos, los que generen nuevas ideas con mayor rapidez y calidad serán los vencedores. Ser creativo y al mismo tiempo veloz es la nueva consigna. Ser rápido en copiar es una forma de hacer negocios, agregarle creatividad a la velocidad es ser insuperables.