La gran parte de las pérdidas que se producen en un grupo de trabajo se deben a que no reciben una motivación estratégica y correcta por parte de la empresa. Las personas sin que apenas se note, van perdiendo motivación por el proyecto en común y su rendimiento individual y colectivo disminuye.
Salvo por el sueldo, las funciones en sí no les atraen mucho, porque son monótonas, porque ya no les aportan nada nuevo, no encuentran retos atractivos que despierten su interés, su gratificación material y emocional es baja. Trabajan en un ambiente poco estimulante y en general, no están satisfechas.
Les preguntas: ¿Qué tal te va? y te dicen: “Bueno, podía ir mejor” o “Bueno… hay que trabajar ¿no?”. Ante esta situación y en estas condiciones, su motivación es deficitaria y repercute negativamente en su rendimiento. Cumplen pero no rinden.
¿Por qué se da la holgazanería?
En definitiva porque hay más personas presente.
Cuando se trabaja en grupo, las pérdidas de la motivación se deben, a que se dispersa la responsabilidad individual, o sea la persona percibe que no hay compromiso con ella, o tiene la sensación de que “no se es importante”. Y cuanto más grande es el grupo, más se da esta situación.
Por ejemplo, si además apenas cuentan en el equipo de la empresa, si no tienen objetivos individuales relacionados con el rendimiento colectivo, si carecen de roles definidos etc…entonces ya, no tendrás una persona que trabaje y menos que produzca.
La holgazanería se manifiesta más en las tareas menos gratificantes, por ejemplo, si hay que revisar en la empresa unos documentos y poner al día los papeles, o cuando hay que ordenar un armario que comparten varios, y ninguno se decide a hacerlo esperando que lo haga el otro.
¿Cómo puede el directivo solucionar esto? ¿Pierde o gana?
Por supuesto ganas. Siempre que esa persona sea un profesional y lo que ocurra sea debido a la falta de estimulación, y no un vago por naturaleza.
Es muy fácil darte cuenta si has seguido un poco el recorrido de esa persona desde su inicio. Si entró siendo un emprendedor, si tenía ganas, si era feliz…la culpa entonces será probablemente de la gestión de la empresa.
Emplea algo de interés y algo de tiempo en preocuparte por la actividad de los tuyos, por su puesto de trabajo, por su rol o estarás perdiendo dinero. Invierte algo de interés en esto, verás como ha sido una gran inversión. No lo dudes.
Es sencillo entender que inviertes en tu familia laboral… Cuando veo estos desastres en organizaciones, la falta de información entre ellos mismos y en cuanto a su propio cargo, las llamadas de teléfono por “hacer algo”, además de la angustia psicológica que esto crea, que hace ser y responder de la forma menos apropiada, y que sencillamente como cliente da ganas de decir… ¡Dónde está el director o encargado! ¡Hoja de reclamaciones!.
Tú como director o encargado de un grupo, debes asumir la responsabilidad de desarrollar un ambiente estimulante y encontrar la forma de motivarlas. De no hacerlo, tendrás personas que simplemente cumplirán con el mínimo esfuerzo.
La holgazanería se puede neutralizar tomando las siguientes medidas…
– Asignando responsabilidades individuales muy concretas.
– Diferenciando claramente la responsabilidad de cada miembro del grupo.
– Anticipando y solucionando las situaciones ambiguas (quien debe hacer esto, aquello).
– Evaluando directamente cada contribución individual, dando reconocimiento de ello, sobre todo de las que se ven menos.
– Favoreciendo que las personas perciban que sus aportaciones individuales son esenciales para la productividad del grupo.
– Propiciando que cada aportación individual sea apreciadas por los restantes miembros del equipo.
Es decir, se puede controlar este problema cuando se tienen en cuentan aspectos que tienen que ver con el aumento de la motivación individual, apoyando la importancia de la interacción entre lo individual y lo colectivo.
Otra explicación de la holgazanería…
Los miembros de un equipo disminuyen su esfuerzo ante la expectativa de que los demás no van a esforzarse tanto. Una explicación a esto se da por las siguientes circunstancias:
– Cuando las personas no terminan de entender o no han aceptado que cada miembro del equipo tiene un rol diferente.
– No han asumido su propio rol, estableciendo comparaciones desventajosas respecto al rol de los demás, especialmente, cuando tienen que realizar los roles más duros y menos reconocidos.
– No entienden la importancia de su cometido o no la aceptan, y consideran privilegiada e injusta la posición de otros compañeros con roles más atractivos.
En definitiva, existen explicaciones que dan cuenta de la holgazanería como mecanismo de inhibición del esfuerzo individual que repercuten negativamente en el rendimiento dele quipo.
El directivo, responsable de liderar, debe tomar las medidas para paliar este problema. De lo contrario, se producirá una importante pérdida que repercutirá en la productividad del grupo en la empresa.