Al refrescar nuestra memoria sobre el concepto de la motivación, sabemos que es un aspecto psicológico que nos mantiene interesados en conseguir nuestras metas, alinea nuestros comportamientos con este deseo e invertimos toda nuestra energía en tener la satisfacción de lograr lo propuesto. Con el concepto general ya claro, revisaremos las principales teorías planteadas para el estudio de este constructo.
Varias décadas atrás se planteó la Teoría X – Y (MgGregor), esta teoría nos clasificaría como X: Cómodos (ociosos) o como Y: Activos (llenos de energía), específicamente su clasificación en el ámbito laboral, resultaría algo problemática, no podemos referirnos a una persona como ociosa o llena de energía, afectaríamos tremendamente el clima en la empresa, algunos aún usan esta clasificación para referirse a las actitudes asumidas frente a determinadas situaciones. Ahora, es normal que concentremos nuestra energía en lograr algo, pero debemos detenernos a pensar en el motivo, ¿qué es lo que en realidad estoy buscando?, según la Teoría de las necesidades (McClelland) nos dedicamos a conseguir algo porque es un reto para nosotros mismos, o quizás deseamos tener compañía en el entorno en el que nos desenvolvemos u obtener poder social. Sin embargo, la Teoría de la equidad (Adams), nos hace referencia a una balanza interna por la que damos mucho esfuerzo y deseamos vernos retribuidos, esta propuesta nos muestra menos vanidosos y más egoístas, pues si doy algo espero recibir lo mismo o más y además esperamos que suceda lo mismo con nuestros pares, en el entorno laboral se manifestaría con los celos entre compañeros, “¿por qué él sí y no?”; una de las teorías que más me llamo la atención es una que mezcla nuestra autoconfianza, nuestros deseos y en cómo clasificamos lo cotidiano como útil o no útil, y según esto identificamos situaciones motivadoras, esta es la Teoría de las expectativas (Vroom), me agrada esta teoría pues refiere que evaluamos situaciones según la expectativa que deseamos cumplir, esto ya nos va haciendo más “independientes”.
Algo que esperamos es cumplir nuestros objetivos y la Teoría de los objetivos (Locke), nos hace la invitación a motivarnos siempre y cuando estos objetivos representen un reto o tengan un grado de dificultad, además se debe en cierto modo poner los puntos claros siendo específicos con el paso a paso que haremos y lo más llamativo: invitarnos a ser “parte de…”, si no estamos involucrados poco nos va a interesar un tema y analizando las nuevas estrategias de enseñanza, veo que las clases para los niños son mucho más participativas, estoy segura que están buscando involucrarlos, esto ya se va viendo más actual; la teoría antes planteada difiere muchísimo con la Teoría de la reducción de pulsiones (Hull), que propone que principalmente estamos gobernados por nuestro cuerpo y que respondemos inmediatamente a nuestras necesidades biológicas; no considero que actuemos así, al contrario creo que priorizamos lo que pensamos y sentimos; y para lograr esto desplegamos muchas estrategias cognoscitivas.
Otra teoría importante acerca de la motivación es la Teoría ERC (Alderfer) que utiliza componentes similares a la clásica Teoría de las necesidades (Maslow), en ambos casos nuestra meta principal es obtener nuestra Autorrealización, para ello antes vamos a ir satisfaciendo necesidades básicas hasta llegar a nuestra cúspide, a diferencia de las pulsiones estas teorías resaltan más el objeto de nuestro esfuerzo y lo orgullosos que nos sentiríamos por ello; comparando la Autorrealización con la libertad, puedo hacer referencia a la Teoría de la autodeterminación (Deci), que nos plantea la importancia de automotivarnos y ya por fin dejar de lado lo extrínseco, que en algún momento se agota y agotará la motivación que podamos tener; en cambio, si somos capaces de mantenernos automotivados seremos creativos y felices y ¿cómo logramos sentirnos así?, pues Deci plantea que lo lograremos manteniéndonos en un entorno adecuado donde encontremos autonomía, competencias y un agradable ambiente; finalmente, haré mención a la Teoría flow (Csikszentmihalyi), una teoría moderna sobre motivación en donde debe haber concordancia entre el desafío y las habilidades, tiene que existir un punto de equilibrio: a mayores habilidades, mayores desafíos y así mantendremos el interés por algo, se debe ser muy cuidadoso al poner en práctica esta teoría, pues si encargamos a alguien un gran desafío debemos tener plena seguridad de que cuente con las habilidades necesarias, sino generaríamos frustración.
Todas las teorías mencionadas son importantes, cada una tiene sus particularidades y seguramente sus propias técnicas de aplicación, sólo hay que analizar cuál es la que se adecua a nuestra organización.