
La actitud autotransformadora, la inteligencia espiritual puesta en acción (Zohar,
Marshall, 2001), no concibe ninguna actividad, personal o grupal, que no se
considere intimamente integrada al medio ambiente y que no sea sustentable.
Percibirnos integrados personal, social y ambientalmente destaca la visión
sistémica que debe imperar en los objetivos vitales de personas y organizaciones.
En tal sentido es muy aplicable el modelo Integral de Ken Wilber (2000) con sus
cuatro cuadrantes: el yo interior, el yo exterior, el nosotros interior, el ello exterior.
El alineamiento de los cuatro cuadrantes nos coloca en inmejorable posición para
desarrollar toda nuestra potencialidad humana en pos de comprender desde una
perspectiva más holística la organización del futuro y sobretodo la humanidad del
futuro y nuestro “futuro” planeta.
Si tal como lo define Michel Godet (1987), la prospectiva es “la anticipación al
servicio de la acción”, lo importante desde nuestro punto de vista es trabajar sobre
la calidad de dicha anticipación, para obtener la mejor interpretación posible de la
realidad anticipada. El nivel de profundidad, complejidad e incertidumbre que
estemos en condiciones de percibir-presenciar-interpretar en nuestra realidad
presente, condicionará, enmarcará, contextualizará el resultado que obtengamos
de la aplicación de la caja de herramientas en el proceso prospectivo (sobretodo
escenarios de segunda generación, siguiendo a Pierre Wack (1985); y la posterior
estrategia futura de la organización.
El Equipo de Innovación y Aprendizaje diseña, organiza y conduce el proceso
prospectivo en sus fases: pre-prospectiva (preparación y focalización), prospectiva
(consulta de futuros) y post-prospectiva (promoción y monitoreo) (Miles, Keenan,
2004); repitiendo el ciclo, haciendo los reajustes correspondientes y enriqueciendo
la Estructura Paralela de Innovación y Aprendizaje (Medina, Ortegon, 2004).
Prospectar la Organización Sustentable del Futuro es generar las condiciones de
posibilidad para en el presente “des-cubrir”, quitar el velo, iluminar las zonas
oscuras de nuestra experiencia, y ver el futuro sistémico, caórdico, reticular y
sustentable “implicado” en el presente. No es lo mismo imaginar un futuro ajeno a
nuestro presente en tanto lugar distante al que llegar; que “presenciar”, al decir de
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