Código de ética del administrador de empresas

Objetivos del Código de Ética:

Procurarle una herramienta al egresado que lo oriente y guíe durante sus funciones como Administrador, recordándole cual es su origen y función dentro de la sociedad, y que su honor será solo el reflejo de su lealtad hacia éste Código.

Este código será fuente de fortaleza moral al momento de tomar las decisiones que hacen a un hombre de negocios, un ser humano integro y respetable.

Comentarios de autor:

Es necesario explicar que en la República Argentina la Administración de Empresas no es una carrera oficial, el egresado no puede matricularse o colegiarse, por tal motivo no hay legislación y no se introdujeron los capítulos de faltas y sanciones.

Sería grato que el egresado, realmente interprete el contenido de éste código, y colabore con la ingeniería de éste, ya que está abierto a la experiencia, es decir, que a través de los actos del administrador a lo largo de su carrera pueden surgir nuevos tópicos que podrán ser debatidos para su inclusión.

Hola!, mi nombre es Tomás, tengo 28 años y soy administrador de empresas, sin embargo trabajo como director de arte en NAIBO publicidad, esto es en Córdoba Argentina. Estoy estudiando actualmente la lic. en RR.HH., que es realmente lo que me gusta, he realizado un trabajo práctico sobre una materia llamada ética y deontología que me gustaría compartir…

CONCEPTOS SOBRE LA ÉTICA

Origen

El sentido más antiguo de la ética (de origen griego) residía en el concepto de la morada o lugar donde se habita; luego referido al hombre o pueblos se aplicó en el sentido de su país, tomando especial prestigio la definición utilizada por Heidegger: «es el pensar que afirma la morada del hombre», es decir su referencia original, construida al interior de la íntima complicidad del alma. En otras palabras ya no se trataba de un lugar exterior, sino del lugar que el hombre porta a sí mismo. «El éthos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos».

El vocablo éthos sin embargo, tiene un sentido mucho más amplio que el que se da a la palabra ética. Lo ético comprende la disposición del hombre en la vida, su carácter, costumbre y moral. Podríamos traducirla como «el modo o forma de vida» en el sentido profundo de su significado.

Ethos significa carácter, pero no en el sentido de talante sino en el sentido «del modo adquirido por hábito». Ethos deriva de éthos lo que significa que el carácter se logra mediante el hábito y no por naturaleza. Dichos hábitos nacen «por repetición de actos iguales», en otras palabras, los hábitos son el principio intrínseco de los actos.

En el ámbito conceptual de la ética, tenemos un círculo correlacionado entre éthos – hábitos – actos. En efecto si éthos es el carácter adquirido por hábito, y hábito, nace por repetición de los actos iguales, éthos es a través del hábito «fuente de los actos» ya que será el carácter, obtenido (o que llegamos a poseer) por la repetición de actos iguales.

Por esto, el hombre a través de su vida va realizando actos. La repetición de los actos y hábitos determinan las actitudes. El hombre de este modo, viviendo se va haciendo a sí mismo. El carácter como personalidad es obra del hombre, es su tarea moral, es el cómo resultará su carácter moral para toda su vida.

Podemos aproximarnos a la conceptualización de la palabra moral (origen del latín) como la adquisición de «Modo de Ser logrado por apropiación», o por niveles de apropiación, donde se encuentran los sentimientos, las costumbres y el carácter.

El carácter o personalidad moral, como resultado de actos que uno a uno el hombre ha elegido, es lo que el hombre ha hecho por sí mismo o por los demás. «El hombre en este contexto se hace y a la vez es hecho por los demás, tanto positiva como negativamente».

La Ética, es la «realidad y el saber que se relaciona con el comportamiento responsable donde entra en juego el concepto del bien o del mal del hombre».

Normalmente la ética se emplea respecto a aproximaciones de tipo filosóficas y de tipo racional como tal. El término moral por su parte, se utiliza más en consideraciones de tipo religioso. Frente a la justificación de las normas de comportamiento utilizamos ética como concepto. Moral en cambio, es referido a «códigos concretos de comportamiento».

CONCEPTOS SOBRE PROFESIÓN

La sociedad, al evolucionar y dividir el trabajo, produce diversos tipos de profesionales; esto es, especialistas en resolver determinados tipos de problemas de carácter general y particular, y por lo tanto, social; es decir que, mediante el trabajo y los conocimientos propios, buscan solucionar problemas humanos particulares.

La profesión es la actividad personal ejercida de manera estable y honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la propia vocación, y con la dignidad que corresponde a la persona humana.

Necesidad y Fundamento de los Códigos de Ética Profesional

Tomando el vocablo en el sentido estricto, llamamos profesión a una actividad ejercida por el ser humano, caracterizada por tres cosas: – Un gran volumen de conocimientos especializados que se adquieren generalmente en una Universidad, – Un entrenamiento práctico en aplicar dichos conocimientos, y – El reconocimiento de responsabilidades ante la sociedad y el medio ambiente, ante los usuarios de los servicios profesionales y ante otros miembros del gremio correspondiente.

Los códigos de ética profesionales son una derivación práctica de algún sistema filosófico axiológico, en donde valores tales como: honradez, justicia, igualdad, salud, seguridad, bienestar público y respeto a la naturaleza son la base de los actuales códigos.

Se puede decir que todos ellos están basados en una ética deontológica, principios, normas y regla.

La decisión ética, todo comportamiento moral comienza con una decisión (que también es el primer acto voluntario). Dicha decisión genera una acción donde el hombre se hace causa, se identifica y se compromete. Por medio de la intención motivada inaugura una camino de acción sobre un proyecto futuro. En su decisión se enfrentan instintivamente todos los valores y que por medio del consentimiento dan origen al surgimiento de algo nuevo.

De acuerdo con todo lo anterior, la ética profesional es una rama de la filosofía moral, encaminada a establecer las normas que deben regir el comportamiento de las personas que practican una profesión, dentro del propio ejercicio de la misma.

Citando a Fernando Sodi Pallares, «La acción que no revela la luz de la razón, es ciega; la razón, sin acción, es estéril». Si los códigos de ética profesional tienden a ser conjuntos de reglas establecidas por los gremios para normar las acciones de las personas que ejercen una profesión, es válido preguntarse cuál es la luz de la razón que los ilumina o, lo que es lo mismo, cuál es el sistema filosófico que les da origen y sustento.

De una manera general, los distintos sistemas éticos elaborados por los mejores pensadores de la humanidad, pueden clasificarse en tres grandes grupos: Las llamadas éticas de bienes o de fines, Los sistemas denominados éticas formales y Las éticas materiales axiológicas.

Mucha gente rige su vida diaria por un comportamiento que cae dentro del sistema Hedonístico, correspondiente a una ética de bienes en la que se considera el placer como el bien máximo al que tiende la naturaleza humana. Otras personas atienden más bien a un eudomonismo , que considera que el fin último del hombre es la felicidad (Aristóteles); el sistema ético de Santo Tomás de Aquino es un eudomonismo teocéntrico, que postula para el hombre, como fin último, el Bien Supremo, el Bien Absoluto, cuya posesión será la felicidad a la que tiende el ser humano. Creo que la ética profesional, tal como la conocemos y la manejamos, no procede propiamente de ninguno de estos sistemas filosóficos.

Hablando ahora de los sistemas éticos formales, el más representativo y, más importante, es el debido a Emmanuel Kant, contenido en su «Crítica de la Razón Práctica». La ética kantiana considera al deber fundado en el deber mismo, en la pura obligación; el deber es autónomo e independiente de cualquier bien que pudiera ser el inspirador de la norma reguladora del comportamiento. Los códigos de ética profesional tampoco parecen tener como fundamento una filosofía con ésta, que se resume en la expresión de Kant: «actúa siempre de tal manera que tu acción pueda ser mirada como Ley Universal aplicable a todos los casos semejantes».

Al investigar sobre los contenidos de los diversos códigos de comportamiento profesional, se observa que de una manera más o menos implícita se hace referencia a algunos «valores», en el sentido filosófico del término. Max Scheler ha postulado todo un mundo axiológico (referente a los valores) que rige al mundo de la conciencia moral. Los valores son cualidades puras, que tienen existencia propia, y que se ofrecen al ser humano a través de su percepción emotiva, de una manera jerarquizada. Scheler propone la siguiente jerarquización:

• Lo santo

• Lo espiritual

• Lo noble

• Lo agradable

Los valores referentes al desarrollo de la personalidad, al conocimiento, a la belleza, y a los valores sociales tales como la solidaridad, la prosperidad de la nación, la cohesión social, etc. caerían dentro de los valores de lo noble, según la terminología sheleriana.

«La honradez, la justicia y la cortesía forman una filosofía moral que, asociada con el mutuo interés entre los hombres, constituye el fundamento de la ética. El administrador debe reconocer esto como norma, no para su observancia pasiva, sino como un conjunto de principios dinámicos que guíen su conducta y su forma de vida. Es su obligación practicar su profesión de acuerdo con estas normas de ética».

Cánones fundamentales del código de ética para Administradores

El administrador en el cumplimiento de sus deberes profesionales deberá:

– Tener como lo más importante la seguridad, la salud, la prosperidad de la nación, y el bienestar público en el desempeño de sus deberes profesionales.

– Realizar servicios solamente en las áreas de su competencia.

– Emitir declaraciones públicas únicamente de manera objetiva y verdadera.

– Actuar profesionalmente para cada cliente o empleado, ser como sus fieles agentes o consejeros.

– Evitar el engaño en los procesos de solicitud de empleo.

LA ÉTICA Y LA EMPRESA – IMPACTO SOCIAL

El sentido de la ética empresarial

En el mundo empresarial, o particularmente en la realización de un negocio, la aplicación de una estrategia, la omisión de información relevante o la desinformación, puede ser beneficiosa económicamente. En efecto, se podría decir que un negocio ha sido bueno no solo porque se han beneficiado ambas partes sino porque uno ha sacado mayor provecho (desde el punto de vista de éste último). Se podría establecer que un negocio bueno en el sentido moral, es un mal negocio en el sentido económico, ya que en el sentido moral se busca un acuerdo beneficioso sincero para ambas partes, y en el sentido económico se busca sacar una ventaja desde el punto de vista de la expectativa (ó a veces directamente a costa de la ingenuidad o ignorancia de la otra parte). Se plantea que la ética no es un ingrediente para triunfar en los negocios, pero equivocadamente, ya que los negocios se hacen a través de personas (el factor humano),y por lo mismo sería un error llevar la interacción estrictamente al enfoque del beneficio provechoso para el más fuerte (en este caso la negociación se trata como el campo de batalla). Se recuerda que la fórmula de éxito se da en aquellos negocios realizados por conveniencia mutua basada en complementos beneficiosos para ambos. De lo contrario, se encontraría latente el ánimo de sacar ventajas favorables personales. En estos casos se verificaría que el comportamiento inmoral convertido en norma (aceptación general) se hace un elemento de difusión. El hacer honradamente el propio trabajo es una de las exigencias radicales del hombre en cualquier cultura. En el campo de la competencia en la cual la empresa se encuentra inserto, tampoco aplica la estricta visión ética. Por el contrario, la competencia es cruda y para lograr éxito se construyen sofisticadas estrategias de impacto. Esto es una actuación de guerra, donde la mente del consumidor es el campo de batalla. Para muchos, esta batalla no podría ser sobrellevada bajo un sentido ético, sin embargo, es imposible separar los negocios y los valores, como si ambos permanecieran en mundos diferentes, porque la ética pertenece a la misma realidad por cuanto es una dimensión de toda actividad humana.

Una buena actuación ética es simultáneamente una buena actuación profesional. La ética descubre en los hombres algo de más valor que la simple actuación. Para el cristiano es el reflejo, en las actuaciones humanas, de la voluntad de Dios, con el que se mantiene una relación personal, que es la oración.

La ética empresarial es una exigencia de la persona, cualquiera sea su trabajo. La ética empresarial, supone que sus principios son los mismos de la moral general. Si genuinamente se mantiene una preocupación por los empleados (calidad y ambiente, remuneración, sentido de familia, incentivos, seguridad) proporcionándoles «dignidad y respeto», el trabajador estará feliz y motivado por producir calidad. Este estado de ánimo, sentido de felicidad, es en sí una cuestión ética. En muchas empresas inmersas en la competitividad y falta de tiempo para todo, los trabajadores son el «recurso humano». Esto puede al menos interpretarse como sujetos que no son personas sino recursos (con todas las implicaciones éticas que esto signifique). Estos recursos son atractivos en la medida que cumplan con juventud, dedicación, resultados, identificación con la empresa, esfuerzo que vaya más alla de la estricta responsabilidad, ser capaz de trabajar en equipo, ser agradables, saber de computación y tener un idioma alternativo. Mejor aun si su costo es «bajo». Una vez que este recurso se ha desgastado –y luego de haber entregado la vida a la empresa (sin olvidar que la familia también vive este proceso)–, puede ser fríamente reemplazado por otro recurso joven, que sepa computación, de bajo precio, etc., etc. Este es el comportamiento de las empresas hacia los recursos humanos (personas con familias que dependen de ellos, aspiraciones, necesidades, sentido de dignidad, sueños de justicia) en la mayoría de las empresas que interactúan en un ambiente de competencia, y sin embargo existen empresas que no dudan en mencionar que las personas son uno de sus principales activos. La ética empresarial, en cuanto a tal, sin embargo, significa actuar en un ambiente que no solo procura el más alto respeto y dignidad de sus empleados (personas y nunca recurso), sino que procura que la empresa se presente frente a la sociedad de manera honrada, veraz y honesta, más idealmente en la procuración del bien social.

¿Supone la ética un límite para los negocios?

La búsqueda de la rentabilidad no consiste en oponerse a la ética, pues existes cualidades gracias a las que se trabaja más y mejor; y porque hay varias otras dimensiones de la vida que suponen límites a la rentabilidad, ej.: «las normas son buenas para todos, aunque en un momento particular no me favorezcan». Es decir, la respuesta a esta pregunta podría ser «ni solo, ni siempre». Las consideraciones éticas suponen el elemento de racionalidad en los análisis empresariales. La ética resulta ser una dimensión inexorable de la actividad humana y empresarial.

1. Analizar y ejecutar, demostrar y convencer En la toma de decisiones, los ejecutivos buscan minimizar el riesgo por medio de la obtención de exhaustivos análisis, demostraciones y proyecciones empíricas. Sin embargo, pocas veces se considera que elemento adicional, el sexto sentido, el sentido común y el sentido ético. Hay ámbitos del saber a los que pedimos demostraciones; y otros a los que pedimos persuasiones. Las decisiones éticas pertenecen a este segundo ámbito de conocimiento. Los datos empíricos son siempre necesarios, pero no son el último factor determinante a la hora de decidir. Hay un sexto sentido que nos insinúa si un buen negocio es o no bueno.

En el lenguaje ético, la dificultad para saber cuándo una acción humana es buena o mala, es similar a la de preguntarse si un negocio será bueno o malo: no tenemos seguridad, pero tenemos una idea suficiente para saber si una decisión es razonable (la experiencia como referencia juega un papel determinante). Toda decisión conlleva implícito un riesgo, que no sabremos con certeza hasta ejecutar la acción, hasta intentarlo. No basta con contar con las mejores herramientas, para pasar del análisis a la ejecución hay que estar convencidos, hay que prever las consecuencias y responsabilidades. Hay que asumir el riesgo. El paso del ser al deber ser conlleva riesgos. Esto es lo que básicamente tiene en común la ética y los negocios.

2. El esfuerzo y el éxito Los conceptos que normalmente se manejan en el mundo empresarial tienen connotaciones intangibles y diversas según el concepto que cada uno tiene (el éxito puede ser entendido por unos como la obtención de mejores participaciones de mercados, o de mayor rentabilidad o de prestigio, etc.), por lo tanto no se pueden juzgar como verdaderos o convenientes desde la perspectiva de lo cuantificable. Muchas veces connotamos al éxito en forma excluyente del que no lo tiene. Se podría decir que su obtención logra significado en cuanto otros no lo logran. En materia ética dentro del mercado empresarial, no se debe buscar el éxito impidiendo o buscando que otros lo logren también.

3. Trabajo y empleo no son lo mismo En la medida que consideremos la realidad laboral desde el punto de vista de una necesidad dignificante del ser humano, miraremos al trabajo bajo un profundo sentido de solidaridad.

Trabajo y empleo no es lo mismo. El empleo es bien escaso, y el trabajo es una necesidad natural. El trabajo es la principal fuente de la realización personal. Otorga dignidad al hombre, sentido de pertenencia, de responsabilidad; sentido de ser útil. Solo bajo perspectiva de la dignidad de la necesidad de trabajar se puede enfocar la solidaridad.

4. La ética empresarial no es un valor añadido la ética es un valor intrínseco de toda actividad económica y empresarial, ya que cualquier actividad empresarial incluye al ser humano. La ética es una exigencia que se hace más significativa mientras mayor es la complejidad social. Si la ética se encuentra inserta en toda actividad empresarial, no puede ser considerada como un Valor Agregado sino como un Valor Componente.

LOS VALORES

Los valores éticos se sustentan en el campo de lo moral; en la vida de alteridad y en el encuentro con los demás, con sigo mismo y con lo que nos rodea. Los valores éticos realzan la libertad del ser humano; nos ayudan a guiar nuestras acciones y elecciones individuales. Los gerentes buscan manejar el clima ético en las organizaciones buscando la manera en cómo dichos valores pueden participar en sus negocios.

Algunos valores éticos en el marco empresarial:

Las empresas debieran ser conformadas por propósitos responsables dirigidos a la consecución de valores éticos para con la comunidad y los empleados. La actividad empresarial de una organización afecta a muchos grupos constituyentes o Stakeholders (proveedores, accionistas, clientes, consumidores, competencia, comunidad general, etc.). Se exige de ella una actitud responsable para con dicha comunidad, ya que su comportamiento le repercute directa o indirectamente. Ser responsable significa dirigir la empresa midiendo el impacto de su actuación en estos grupos, respetando sus derechos e intereses legítimos. Se requiere evitar el engaño y la desinformación. La honestidad requiere de la rectitud y sinceridad con la información demandada por la comunidad. Las señales que entrega una empresa afectan muchas personas, que confiando en la información, toman decisiones que a su vez afectan a otros. La comunidad confiará en estas señales en la medida que sean honestas.

Además, la confianza necesita del reconocimiento de compromisos implícitos en las promesas. La competencia leal y la consecución por la calidad real son parte de la confianza. Su quebrantamiento perjudica directamente a las personas.

Se debe poner especial atención en tratar de actuar justamente tanto en el otorgamiento de oportunidades al interior de la empresa, como frente a todos aquellos grupos que tienen relación directa o indirecta con el quehacer de la organización.

Se debe también evitar someterse a influencias impropias, favoritismos basados en intereses personales o presentar conductas que afecten la integridad de los ejecutivos. Los gerentes deben tratar de asegurar que sus empleados no caigan en este tipo de influencias. Actuar con integridad supone un comportamiento leal frente a las obligaciones y tareas que se deben emprender, en el marco de la confianza depositada al empleado. En su más completo sentido, se debe actuar conforme a las convicciones a los requerimientos morales, aunque presuponga un costo.

El respeto, significa reconocer que los individuos sostienen relaciones fuera de la empresa, poseen autonomía, privacidad, dignidad, derechos y necesidades.

Por otra parte, los ejecutivos deben procurar el respeto a la propiedad intelectual y privada, poniendo especial cuidado cuando la actividad comercial involucra la propiedad ajena (pública o propia de la naturaleza).

En suma, el comportamiento basado en estos valores beneficia a toda la sociedad, a la empresa y a la economía en la cual se encuentra inserta la empresa. Los principios forman la base de la confianza y cooperación; también contribuyen a la moral de los empleados. Es especialmente importante el sentido de orgullo por parte de los empleados en su productividad y actitud general, cuando visualizan pertenecer a una organización que define los valores éticos como un estilo de vida.

DESARROLLO

CODIGO DE ÉTICA del ¨TECNICO EN ADMINISTRACION DE EMPRESAS¨ del INSTITUTO SABER, Disposición ministerial 0263/96

En general

• Las normas de Ética que establece el presente Código, no contradicen otras no expresadas y que pueden resultar del ejercicio profesional en forma consistente, integra y digna.

• Para la correcta interpretación de las presentes normas, no debe entenderse que todo cuanto no está prohibido expresamente, estará permitido pues dichas normas son generales y tienden a evitar fallas contra la ética profesional.

• Las normas expresadas en el presente Código de Ética deben entenderse como la fijación de principios y reglas que deben gobernar a la profesión de Administración de Empresas.

• Además de los deberes contemplados expresamente en los siguientes artículos, será fundamental de todo Administrador de Empresas tener presente en el ejercicio de su profesión que su actividad no sólo está encaminada a los aspectos técnicos y financieros, sino que deberá cumplir con una función socialmente responsable y respetuosa de la dignidad humana.

• Ejercerá la profesión y las actividades que de ella se deriven, con decoro, dignidad e integridad, manteniendo los principios éticos por encima de sus intereses personales y los de su empresa.

• Dará el crédito a quien encuentre o cree ideas, hallazgos o inventos, que el Administrador use en escritorios o en investigaciones propias.

• Respetará la dignidad de la profesión, rechazando y denunciando las actuaciones que se supongan ilegales de la profesión, cualquier negocio que sea deshonesto, corrupto o impropio y en general todo hecho que represente inhabilidad, incapacidad y deshonra para la profesión.

• No permitirá que al amparo de su nombre, otras personas realicen actividades impropias del ejercicio profesional, ni participará en negocios incompatibles con la profesión y con Ley.

• No avalará con su firma a título oneroso ni gratuito, documentación inherente a la profesión que no haya sido estudiada, ejecutada o controlada personalmente, o que sea falsa o no tenga un soporte cierto.

• Considerará como meta importante, la generación de empleo eficiente como contribución y aporte a la prosperidad de la Nación.

• Tomará parte activa en las decisiones y problemática de la localidad donde trabaja y de la nación en general, buscando soluciones cívicas y de servicio comunitario.

• El Técnico en Administración de Empresas deberá ser conciente que capacitarse en forma regular, garantiza el desempeño óptimo en las actividades que realice.

De su ejercicio profesional como Servidor Público

• El Técnico en Administración tendrá siempre en mente que los intereses de la sociedad en la cual sirve están por encima de cualquier interés particular y por consiguiente no actuará en perjuicio de aquella.

• Orientará toda su capacidad y esfuerzos en beneficio de la sociedad antes que a sus intereses personales o intereses de capitales privados, representándola y honrándola en cada acto de vida que realice.

• Desempeñará aquellos cargos para los cuales cuente con los conocimientos adecuados y procurará que los resultados de su eficiente administración se traduzcan en beneficios para las clases más desprotegidas.

• Siempre dará a la administración de los recursos públicos una orientación de servicio a la comunidad, recordando que del adecuado manejo de éstos depende el bienestar social.

• Usando las técnicas más adecuadas que le recomienda su profesión, obtendrá el mayor provecho para la sociedad a la cual sirve, de los recursos humanos, materiales financieros cuya coordinación y/o administración se le hayan encomendado.

• Buscará incrementar el beneficio social reduciendo su costo hasta donde sus conocimientos le permitan, y nunca tomará una decisión que perjudique a la comunidad en aras de obtener un beneficio personal.

• Pondrá siempre su mejor empeño para lograr los objetivos y metas que la comunidad, a través de los órganos de gobierno, le hayan dado.

• Tomando en cuenta la sociedad a la que sirve, hará el mejor uso racional de los recursos renovables y no renovables previendo para el futuro el bienestar social.

• Será consciente del papel que como servidor público tiene ante la sociedad civil y el Estado.

De su ejercicio profesional en el Sector Privado

• Se abstendrá de prestar servicios profesionales a personas o entidades cuyas prácticas u honorabilidad estén en contra de los principios éticos o fuera de la Ley.

• Ofrecerá al consumidor, servicios y productos de buena calidad, acatando las normas técnicas de calidad, evitando en todo momento lesionar a la comunidad.

• Acatará toda la legislación que regule su empresa sometiéndose a las inspecciones y a la vigilancia que el Estado establezca.

• Procurará la inversión en tecnología que signifique un aporte al desarrollo y al autoabastecimiento nacional, fomentando además el progreso científico y al mismo tiempo, impedirá que por sus aplicaciones prácticas, se conviertan en una amenaza para la especie humana.

• Entregará a la empresa a la cual presta sus servicios toda su capacidad y conocimientos, buscando obtener los mejores resultados. No utilizará los recursos de la empresa en ningún caso para su propio beneficio.

• Como Administrador del recurso humano, respetará el trabajo y a quien lo ejerza, ya sea en forma material o intelectual, pues este dignifica a toda persona y se constituye en el medio de proveer sus necesidades.

• Tendrá presente siempre que el trabajador, es el más valioso recurso de la empresa, propendiendo por el mejoramiento de su nivel intelectual, la elevación de su nivel de vida y de su núcleo familiar.

• El Técnico en Administración antepondrá los intereses de la empresa a sus intereses particulares siempre y cuando aquellos no vayan en contra de la comunidad a la cual la institución debe servir.

• Aplicará en forma leal, recta y digna las filosofías, teorías, técnicas y principios administrativos objeto de su profesión, realizando su actividad profesional con la mayor diligencia, veracidad, buena fe y sentido de la responsabilidad.

• Mantendrá el secreto profesional como norma de conducta de todas sus actuaciones relacionadas con su ejercicio profesional, a no ser que haya autorización de las partes involucradas para divulgar información.

• Ocupará aquellos puestos para los cuales posea la preparación adecuada y procurará que los resultados de su eficaz administración se traduzcan en beneficio al organismo en el que presta sus servicios y que dicho beneficio repercuta a la sociedad en la que vive.

• Empleando las técnicas más indicadas que le sugiere la profesión, tratará de obtener el mayor provecho para la empresa y sociedad de los recursos que administre.

• Nunca proporcionará información incorrecta en beneficio de la empresa y en perjuicio del fisco, ya que de esta forma está privando al Estado de un ingreso que repercute en el bienestar social.

• No se prestará a arreglos o componendas en los cuales la institución perjudique a las clases desprotegidas para obtener una ventaja económica o de mercado.

• Se preocupará por que el personal del organismo al que presta sus servicios sea tratado en forma justa, de tal manera que se encuentre motivado en el trabajo y se realice en él.

• Se opondrá a las políticas o acciones de la institución que atenten a la comunidad, ya sea contaminando el medio ambiente, agotando irracionalmente los recursos no renovables, no renovando los que deban renovarse, o no retribuyendo a la fuerza de trabajo lo que en justicia y legalmente le corresponde.

• Denunciará ante las autoridades competentes, los malos manejos que perjudiquen gravemente la empresa o al país, aun a costa de perder el empleo, pero poniendo muy en alto la integridad profesional.

• Tendrá como una norma que es el coordinador entre los factores de la producción y que no está ligado al capital, ni la fuerza humana de trabajo, sino que precisamente por su formación humanística, será conciliar, con un sentido de justicia plena, entre ambos factores.

De su ejercicio profesional Independiente

• El Técnico en Administración guardará el secreto profesional y no revelará por ningún motivo los hechos, datos o circunstancias de que tenga conocimiento en el ejercicio de su profesión a menos de que lo autoricen él o los interesados, y salvo los informes que obligatoriamente establezcan las leyes respectivas.

• Sin embargo, podrá consultar o cambiar impresiones con otros colegas en cuestiones de criterio o de doctrina, sin identificar a las personas o negocios de que se trate y podrá recomendar la implantación de métodos, procedimientos o sistemas establecidos o estudiados por él en otra empresa, siempre y cuando ello no tenga carácter de secreto profesional y no se identifique a la institución de que se trate.

• Sólo se podrá hacer cargo de un asunto cuando tenga capacidad para atenderlo e indicará claramente a sus contratantes los alcances de su trabajo y limitaciones inherentes.

• Deberá tener presente, como objetivo básico de su ejercicio profesional, la satisfacción de los intereses de la sociedad a la cual sirve. Considerará que la retribución por sus servicios no constituye el objeto principal del ejercicio de su profesión. El monto de esta retribución ha de estar de acuerdo, tanto con la importancia de las labores a desarrollar, como con el tiempo que el propio Técnico en Administración y los que le ayuden, destinen a esa labor, el grado de especialización que se requiera para sus servicios sean satisfactorios.

• Sólo podrá conceder, directa o indirectamente, comisiones por la obtención de un trabajo profesional derivadas de su trabajo, a personas o firmas que sean sus colaboradores en el ejercicio profesional.

• Podrá garantizar resultados, derivados de sus esfuerzos.

• Actuará en todo tiempo con la máxima imparcialidad de criterio.

• No deberá solicitar comisiones o cualquier otra remuneración de compañías, fabricantes o distribuidores de equipos, máquinas, formas, sistemas, agencias de publicidad o de empleos, o en general de cualquier otra empresa de la que pudiera generarse algún ingreso como resultado de su recomendación.

• En los casos en que el Técnico en Administración participe en la administración o propiedad de alguna institución que pueda prestar un servicio auxiliar o complementario a su cliente, y que pueda verse favorecida por su recomendación, ineludiblemente deberá hacer del conocimiento de su cliente tal situación.

• Cuando el Técnico en Administración emita un dictamen, opinión o cualquier otra información para fines públicos, o que terceras personas hayan de considerar como referencia para tomar decisiones, deberá mantener una absoluta independencia de criterio, aun en aquellas cuestiones que puedan resultar perjudiciales a su cliente.

De su ejercicio profesional en la Docencia

• El Técnico en Administración tratará de infundir en sus educandos los valores éticos que este código recomienda, para lograr su mejor comprensión y disposición a cumplirlos.

• Orientará a los alumnos en los puntos que deseen aclarar o complementar referentes al ejercicio de la profesión.

• Pondrá su mayor empeño en preparar al futuro colega profesional, lo mejor posible para contar cada día con mejores profesionales en Administración.

• Propugnará por que sus conocimientos profesionales sean puestos al servicio del país.

• Insistirá a los alumnos la importancia que en la actualidad tiene el ejercicio de la administración en el desarrollo social.

De su ejercicio profesional en la Investigación y el Desarrollo

• El técnico en Administración dedicado a la investigación comprenderá la importancia que la investigación científica tiene en el desarrollo del país.

• Desarrollará la investigación buscando las innovaciones necesarias para su adecuación a las exigencias del desarrollo social.

• Comprenderá la importancia de la investigación interdisciplinaria que permita entender mejor los problemas actuales, así como facilitar la aplicación del conocimiento a la resolución de los mismos.

De la difusión de sus Servicios

• Por considerar que cualquier divulgación de los servicios profesionales del Administrador hecha en forma exagerada, poco seria, o basada en auto elogios redundaría en desprestigio de la profesión, el Administrador podrá divulgar, sin alterar los datos, el carácter de sus servicios y las características de su firma, siempre que ello no implique elogios de tipo personal.

De Las relaciones entre Profesionales

• El licenciado en administración no usará información, material técnico o procedimientos aún no públicos de otros colegas, sin obtener su consentimiento por escrito.

• En los casos en que utilice la información, el material técnico o procedimientos de otros colegas que se hayan hecho públicos, tendrá la obligación de darle el crédito a la fuente de información.

• Se abstendrá de emitir públicamente juicios adversos sobre la actuación de sus colegas o señalar errores profesionales excepto que sea indispensables por razones ineludibles de interés profesional y no atentará contra la reputación de otros profesionales.

• Se abstendrá de ejecutar actos de competencia desleal con sus colegas de profesión.

BIBLIOGRAFÍA: IVAN NORIEGA, J. J. RODRÍGUEZ, RAY COTTON.

CON BASES EN: CODIGOS DE ÉTICA DE: INGENIERIA, ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

Y CIENCIAS ECONOMICAS; DE LOS PAISES DE ESPAÑA, MÉXICO, COLOMBIA Y NORUEGA.

 

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Jiménez Tomás. (2002, agosto 26). Código de ética del administrador de empresas. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/codigo-de-etica-del-administrador-de-empresas/
Jiménez Tomás. "Código de ética del administrador de empresas". gestiopolis. 26 agosto 2002. Web. <https://www.gestiopolis.com/codigo-de-etica-del-administrador-de-empresas/>.
Jiménez Tomás. "Código de ética del administrador de empresas". gestiopolis. agosto 26, 2002. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/codigo-de-etica-del-administrador-de-empresas/.
Jiménez Tomás. Código de ética del administrador de empresas [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/codigo-de-etica-del-administrador-de-empresas/> [Citado el ].
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