El coaching empresarial y laboral no sólo genera mayores ganancias a la empresa sino también enormes ganancias al empleado con condiciones de líder ya que no las tiene, yal que genera un espacio de trabajo óptimo para todos, que fructifica en felicidad vital.
Los años 90 privilegiaron la formación académica y el brillo intelectual de los líderes, y, como en épocas anteriores de él dependían las ideas geniales y el éxito y ascenso de la empresa.
Pero poco a poco se constató la falta de habilidades para relacionarse con personas de este tipo de líder y hoy, además de los conocimientos duros las habilidades emocionales y sociales son la clave del éxito en la gestión de un líder, que tiene que saber manejar el personal, influyendo positivamente en equipos de trabajo, generando climas de interacción positivos, alentando el compromiso y el buen desempeño.
Tanto el clima de trabajo como el aporte del conjunto de los cerebros que forman un equipo son fundamentales para el éxito, y esto lo maneja el nuevo líder, es así que se valora hoy más la competencia emocional para los altos cargos.
Un coach empresarial puede ser un buen líder o ayudar a seleccionar el líder de un área determinada en una empresa, marcando directivas de trabajo, conduciendo el proceso y brindando herramientas de formación a las personas emocionalmente capacitadas para ejercer el liderazgo.
La gran necesidad de integrar la parte intelectual con la emocional ha llegado al mundo de los negocios finalmente, requiriendo hoy de la avanzada técnica del coaching para solventar espacios de reflexión y lograr los procesos que evolucionen en trabajos de conjunto óptimos.
Se valora entonces el coeficiente emocional a la par que el intelectual, integrando la dimensión social del ser humano sin olvidar tampoco la parte espiritual.
Para poder desarrollarse exitosamente de manera conductiva es necesario un equilibrio entre todos estos factores, y las herramientas del coaching lo hacen posible.
Cada vez más las empresas recurren a coach para optimizar el trato de sus empleados, generar grupos de trabajo y enriquecer de conocimientos técnicos a sus líderes, posibilitando el cambio de las ideas preconcebidas, el manejo adecuado de las emociones, el control o aprovechamiento de impulsos e intuiciones, modificando estados emocionales, etc.
Algunos ejercicios para el buen liderazgo consisten en varios minutos diarios de introspección, técnica que se emplea para ayudar a pensar antes de responder, evitando estallidos, conflictos y reacciones adversas.
Evitar las reacciones impulsivas y el stress merece varios tipos de ejercicios, tanto físicos como emocionales y mentales. Aprender a conectarse con las propias emociones es tarea de todos, aprender a conectarse con las emociones ajenas es tarea del líder, y equilibrio emocional del líder, se sabe, es vital. Porque «La angustia es una emoción contagiosa, igual que la alegría».
El día de hoy en las empresas altamente competitivas el estímulo económico es bienvenido pero no basta, el clima en el trabajo es muy importante para cambiar el resultado de la empresa en general, y depende del líder fomentar este estado general, siendo cuidadoso cuando critica y eufórico cuando elogia.
Pero la mayor gratificación emocional viene de la mano de hacer un trabajo que entusiasma, que puedes amar y que disfrutas realizar.
Todo lo que viene de la mano de la vocación y el reconocimiento interno es fuente de las mayores emociones positivas, refuerza la confianza y conduce por el camino de las buenas realizaciones.
El coaching empresarial y laboral no sólo genera mayores ganancias a la empresa sino también enormes ganancias al empleado con condiciones de líder yal que no las tiene, ya que genera un espacio de trabajo óptimo para todos, que fructifica en felicidad vital.