La metodología de los programas de investigación científica de Imre Lakatos. Análisis

“La ciencia llegó a ser la clase de conocimiento más respetable” hay diferentes clases de conocimiento – mítico, dogmático, técnico, empírico, artístico- “¿qué distingue al conocimiento de la superstición, la ideología o la pseudociencia?”

La respuesta es compleja pues tiene una importancia social y política vital.

Una propuesta de respuesta posible a éste  interrogante es: “un enunciado constituye conocimiento si cree en él, con suficiente convicción un número suficientemente elevado de personas”, pero la historia demuestra que los hombres creen y han creído en ideas absurdas.

“Realmente lo que caracteriza a la conducta científica es un cierto escepticismo incluso con relación a nuestras teorías más estimadas. La profesión de fe ciega en una teoría no es una virtud intelectual, sino un crimen intelectual”

Un enunciado puede ser científicamente valioso aunque nadie lo acepte, ni crean en él, o ser pseudocientífico independiente de su alto grado de aceptación.

Si suponemos que las teorías son confrontadas por los hechos ¿ de qué forma precisa pueden los hechos apoyar una teoría? “Pues hoy es posible demostrar con facilidad que no se puede derivar validamente una ley de la naturaleza a partir de un número finito de hechos”.

“Los “lógicos inductivos” trataron de definir las probabilidades de diferentes teorías según la evidencia total disponible. Si la probabilidad matemática es alta se cualifica como científica, si la probabilidad es baja cero es no científica”.

Karl Popper en 1934 “defendió que la probabilidad matemática de todas las teorías científicas o pseudocientíficas es, para cualquier magnitud de evidencia es cero”.

Popper propuso un nuevo criterio de demarcación “una teoría puede ser científica si no cuenta con la sombra de una evidencia favorable y puede ser pseudocientífica aunque  toda la evidencia disponible le sea favorable” es decir el carácter científico o no científico es independiente de los hechos.

“Una teoría es científica si podemos especificar por adelantado un experimento crucial (o una observación) que puede falsarla, y es pseudocientífica si nos negamos a especificar tal falsador potencial”.

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“¿Es el criterio de falsabilidad de Popper la solución del problema de la demarcación entre la ciencia y la pseudociencia?”,  Lakatos responde que NO; porque Popper “ignora” la notable tenacidad de las teorías científicas[1], los científicos tienen la piel gruesa, no abandonan una teoría simplemente porque los hechos la contradigan.[2]

“¿Tenemos que capitular y convenir que una revolución científica sólo es un cambio irracional de convicciones, una conversión religiosa?” Ésta es la conclusión de Kuhn tras descubrir la ingenuidad del falsacionismo popperiano.

En los últimos años –dice Lakatos- “he defendido la metodología de los Programas de Investigación Científica [de ahora en adelante P.I.C.] que soluciona algunos de los problemas que ni Popper, ni Kuhn consiguieron solucionar”

“En primer lugar defiendo que la unidad descriptiva típica de los grandes logros científicos no es una hipótesis aislada sino más bien un programa de investigación. La ciencia no es sólo ensayos y errores, una serie de conjeturas y refutaciones”[3]

La ciencia newtoniana, no es sólo un conjunto de cuatro conjeturas (tres leyes de la dinámica y la ley de la gravitación). Esas cuatro leyes sólo constituyen el “núcleo firme” del programa newtoniano.[4]

Pero este núcleo firme está tenazmente protegido contra las refutaciones mediante un gran “cinturón protector” de hipótesis auxiliares y lo más importante, el programa de investigación tiene también una heurística, esto es, una poderosa maquinaria para la solución de problemas, que, con la ayuda de técnicas matemáticas sofisticadas, asimila las anomalías e incluso las convierte en evidencia positiva.

“¿Cómo podemos distinguir un programa científico o progresivo de otro pseudocientífico o regresivo?”[5]

“Los programas de investigación que admiro tienen una característica común. Todos ellos predicen hechos nuevos, hechos que previamente ni siquiera habían sido soñados o que incluso habían sido contradichos por programas previos rivales”.

“De este modo, en un programa de investigación progresivo, la teoría conduce a descubrir hechos nuevos, hasta entonces desconocidos” “en los programas regresivos las teorías son fabricadas sólo para acomodar los hechos ya conocidos”.[6] “Lo que realmente importa son las predicciones dramáticas, inesperadas, grandiosas, unas pocas de éstas son suficientes para decidir el desenlace; si la teoría se retrasa con relación a los hechos, ello significa que estamos en presencia de P.I.C. pobres y regresivos”[7]

“En contra de Popper, la metodología de los P.I.C. no ofrece una racionalidad instantánea, hay que tratar con benevolencia a los programas en desarrollo: pueden transcurrir décadas… para que se hagan empíricamente progresivos… Kuhn se equivoca al pensar que las revoluciones científicas son un cambio repentino e irracional de punto de vista. La historia de la ciencia refuta tanto a Popper como a Kuhn… tanto los experimentos cruciales popperianos como las revoluciones de Kuhn son mitos; lo que sucede normalmente es que los P.I.C. progresivos sustituyen a los regresivos”

“… el problema de la demarcación entre ciencia y pseudociencia no es un seudoproblema para filósofos de salón, sino que tiene serias implicaciones éticas y política”.[8]

Capítulo 1 

LA FALSACION Y LA METODOLOGÍA DE LOS PROGRAMAS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA.

Ciencia: razón o religión.

Durante siglos el conocimiento hacia referencia sólo al conocimiento probado ya sea por el poder del intelecto o por la evidencia de los sentidos, pues bien era conocimiento empírico para unos y racional para los otros.[9] Aunque el poder probatorio de los sentidos y del intelecto ya había sido puesto en duda por los escépticos hace más de dos mil años, pero la ciencia de newton que se considero absoluto, creó nuevamente la confusión de la certeza probatoria.[10]

Kuhn y Popper comparten que la ciencia no crece por acumulación de verdades eternas, ambos se inspiran en la destrucción de la física newtoniana realizada por Einstein, el principal problemas que comparten son las “revoluciones científicas”; una de las principales diferencias radica en que mientras para Popper la ciencia está en una “revolución permanente”, para Kuhn las revoluciones son excepcionales y en realidad extracientíficas, en tiempos de ciencia normal la crítica es un anatema.[11]

Kuhn al reconocer el fracaso tanto del justificacionismo como del falsacionismo parece retroceder al irracionalismo; pues para Popper el cambio científico es racional o al menos reconstruible racionalmente y pertenece al campo de la Lógica de la investigación, para Kuhn el cambio científico pertenece a la Sicología (social) de la investigación, es una clase de cambio religioso.

En la lógica de la investigación científica de Popper hay dos puntos en conflicto de los cuales Kuhn sólo vio uno, el falsacionismo ingenuo que llamare “falsacionismo metodológico ingenuo”, Kuhn no comprende una posición más sofisticada que presentare –expone Lakatos- y que fortalece el enfoque popperiano y puede ser inmune a las críticas presentadas inicialmente (Kuhn).

“De igual forma presentare las revoluciones científicas como casos de progreso racional y no de conversiones religiosas.” Se debe por tanto mirar la situación de la filosofía de la ciencia tras el hundimiento del justificacionismo.

Justificacionismo: el conocimiento consiste en proposiciones probadas si tiene la pretensión de ser científico. Para los intelectualistas clásicos o “racionalistas” hay varias clases de pruebas – la revelación, la intuición intelectual, la experiencia- estas con la ayuda de la lógica probaban cualquier proposición científica. Los empiristas sólo aceptan un conjunto pequeño de axiomas que responden a “hechos sólidos” la experiencia constituye el valor de verdad, y es la “base empírica” de la ciencia, y proponen la “lógica inductiva”; así todos los justificacionistas fueron o empiristas o intelectualistas. Para todos ellos se exigía que no se afirmara nada carente de pruebas, en aras de la honestidad científica. Resulto que ninguna teoría puede ser probada, así se refuto a Kant con la física no newtoniana y con la geometría no euclidiana y a los empiristas con la imposibilidad de establecer una “base empírica”.

Como consecuencia surge el probabilismo, la honestidad científica requiere menos de lo que se pensaba: consiste en expresar solamente teorías muy probables, o incluso, en especificar para cada teoría científica, la evidencia y la probabilidad de la teoría a la luz de la evidencia.[12] Pero fue Popper quien sometió a crítica esta apreciación del probabilismo, “no sólo todas las teorías son igualmente imposibles de probar, sino que también son improbables”.

a-  El falsacionismo dogmático o naturalista; La base empírica.

Es la variedad más débil del falsacionismo, admite la falibilidad de todas las teorías científicas, sin cualificaciones, pero retiene una base empírica infalible, es empirista sin ser inductivista; la honestidad científica consiste en especificar por adelantado un experimento tal que si el resultado contradice la teoría, ésta debe ser abandonada. A las proposiciones no falsables, “el falsacionismo las despacha de un plumazo: las considera metafísicas y les niega rango científico”

Según la lógica del falsacionismo dogmático la ciencia crece mediante reiteradas eliminaciones de teorías con la ayuda de los hechos sólidos, éste falsacionismo dogmático es insostenible porque descansa en dos supuestos falsos y un criterio de demarcación entre la ciencia y la no-ciencia muy restringido.

  • El primer supuesto: es que existe una frontera natural, psicológica, entre proposiciones teóricas y especulativas, por una parte y las proposiciones fácticas u observacionales o básicas por la otra.- parte del enfoque naturalista del método científico-.
  • El segundo supuesto: es que si una proposición satisface el criterio psicológico de ser fáctica u observacional, entonces es cierta, se puede decir que ha sido probada por los hechos. – tesis de la doctrina de la prueba observacional-.

Ambos supuestos son falsos; la psicología testimonia contra el primero y la lógica contra el segundo y la opinión metodológica testifica contra el criterio de demarcación. Así:

  • No fueron las observaciones puras y ateóricas de Galileo las que se enfrentaban con la teoría de Aristóteles, sino que las observaciones de Galileo, interpretadas mediante su teoría óptica, se enfrentaban con las observaciones de los aristotélicos, interpretadas según su teoría de los cielos.  De igual forma que todos los justificacionistas que reconocen los sentidos como fuente del conocimiento se ven obligados a incorporar una sicología de la observación.
  • La lógica destruye el segundo supuesto, ninguna proposición fáctica puede nunca ser probada mediante un experimento; las proposiciones sólo pueden ser derivadas a partir de otras proposiciones y no a partir de los hechos, esto lleva a que los conflictos entre las teorías y las proposiciones fácticas no son falsaciones, sino simples inconsistencias.
  • Las teorías más admiradas no prohíben ningún acontecimiento observable, si aceptamos que los hechos pueden probar las proposiciones fácticas, debemos aceptar que las teorías más importantes en la historia de la física, son entonces metafísicas.

En resumen, los justificacionistas clásicos sólo admiten teorías probadas, los neoclásicos teorías probables y los falsacionistas dogmáticos las refutables. Pero Lakatos dice: no sólo son las teorías científicas igualmente incapaces de ser probadas e igualmente improbables, sino que también son irrefutables. El reconocimiento de que todas las proposiciones de la ciencia son falibles implica el colapso de todas las formas de justificacionismo dogmático.

El falsacionismo metodológico. La “base empírica”.

Si todos los enunciados científicos son teorías falibles sólo podemos criticarlos en razón de su inconsistencia. El falsacionismo metodológico es una clase de convencionalismo, por lo que para entenderlo debemos discutir en primer lugar el convencionalismo en general.

Hay teorías del conocimiento: activas y pasivas

Pasivas: mantienen que el conocimiento auténtico es la impresión de la naturaleza en una mente completamente inerte.

Activas: (conservadores) sostienen que nacemos con nuestras expectativas básicas, y convertimos el mundo en nuestro mundo, un buen desarrollo lo planteo Kant, los Kantianos pesimistas pensaron que el mundo real era incognoscible, y los activistas revolucionarios entendieron que los marcos conceptuales pueden ser desarrollados y sustituidos por mejores. De este convencionalismo revolucionario surgieron dos escuelas, el Simplismo de Duhem y el Falsacionismo metodológico de Popper.

Duhem acepta la posición convencionalista de que ninguna teoría física se derrumba nunca por el peso de las refutaciones, pero puede hundirse por el peso de las reparaciones constantes y complejos refuerzos. Entonces la falsación depende de gustos subjetivos y de la moda científica.

El falsacionista metodológico comprende que en las “técnicas experimentales” del científico hay implicadas teorías falibles con las que interpreta los hechos. A pesar de ello, aplica tales teorías; en el contexto dado, las considera no como teorías bajo contrastación, sino como conocimiento fundamental carente de problemas, que aceptamos como no problemático mientras estamos contrastando la teoría. Ej. Cuando aceptamos instrumentos de experimentación.

Los falsacionistas metodológicos también señalan que, de hecho, estas convenciones son institucionalizadas y aceptadas por la comunidad científica: el veredicto de los científicos experimentales suministra la lista de falsadores aceptados.

Así establece el falsacionista metodológico su “base empírica” esta “base” no esta de acuerdo con los criterios justificacionistas pues no tiene nada probado, se trata de unos “cimientos de arena”. El falsacionista metodológico sostiene que si queremos que funcione el método de selección por eliminación y asegurarnos que sólo sobrevivan las teorías más aptas, entonces es necesario que su lucha por la supervivencia sea severa. En general “consideramos como decisiva una falsación intersubjetivamente contrastable”.

Propone un nuevo criterio de demarcación: “sólo son científicas aquellas teorías (proposición no “observacional”) que prohíben ciertos acontecimientos observables y que por ello pueden ser falsadas y rechazadas;  es decir, una teoría es científica o aceptable, si tiene una “base empírica”- este criterio pone de relieve la diferencia entre el falsacionismo dogmático y metodológico.

Hasta este momento hemos visto tres decisiones que debe asumir el falsacionismo metodológico que las podemos mencionar así:[13]

  1. Selección de enunciado “básico” u “observacional”, no sólo por carácter psicológico.
  2. Separación del conjunto de enunciados aceptados de los otros.
  3. Especificar ciertas reglas para el rechazo que convierten a la evidencia, estadística interpretada, en “inconsistente” con la teoría probabilística.

Pero ni siquiera estas tres decisiones son suficientes para que podamos “falsar” una teoría incapaz de explicar nada “observable” sin la ayuda de una cláusula ceteris  paribus.  Aquí el falsacionista metodológico adopta una decisión ulterior – cuarta decisión- cuando contrasta una teoría junto con una cláusula ceteris paribus y descubre que esta conjunción ha sido refutada, decide sí,

  1. Interpreta la refutación como una refutación de la teoría específica o como una refutación de la cláusula, o la conjunción.

Una quinta decisión sería,

  1. Eliminar incluso teorías “sintacticamente metafísicas” que no pueden tener falsadores potenciales espaciotemporales singulares, debido a su forma lógica – cuando utilizan todos algunos (cuantificadores)-.

Resumiendo: el falsacionista metodológico ofrece una interesante solución al problema al combinar la crítica incisiva con el falibilismo.

Los riesgos de este falsacionismo son muy grandes; las decisiones desempeñan un papel crucial en esta metodología, las cuales nos pueden extraviar de forma catastrófica, el falsacionista reconoce este problema pero insiste en que hay que optar entre alguna clase de falsacionismo metodológico y el irracionalismo.

Dos características cruciales que son comunes al falsacionista dogmático y al  falsacionista metodológico y que claramente están en contradicción con la historia real de la ciencia son:

  1. una contrastación es, o se debe hacer que sea, una confrontación bilateral entre teoría y experimento, de modo que en el enfrentamiento final ellos son los únicos actores
  2. Que el único resultado interesante de tal confrontación es la falsación -concluyente- los únicos descubrimientos auténticos son refutaciones de hipótesis científicas.

Pero la historia de la ciencia sugiere que

  1. las contrastaciones son como mínimo enfrentamientos trilaterales entre teorías rivales y experimentos
  2. Algunos de los experimentos más interesantes originan, prima facie, una confirmación en lugar de una falsación.

Si como parece, la historia de la ciencia no confirma nuestra teoría de la racionalidad científica, entonces tenemos dos alternativas, la primera es abandonar los intentos de explicación racional del éxito de la ciencia; y explicar los cambios de “paradigmas” en términos de la sicología social;  La otra alternativa es tratar de reducir como mínimo el elemento convencional del falsacionismo y sustituir las verdades ingenuas del falsacionismo metodológico y proponer una versión sofisticada de mayor fuerza racional y que recupere la metodología y la idea de progreso científico. “Tal es el camino adoptado por Popper y el que yo intento seguir”[14]

El falsacionismo metodológico ingenuo y el sofisticado, cambios progresivos y regresivos de las problemáticas.

 El falsacionismo sofisticado difiere tanto del ingenuo tanto en sus reglas de aceptación o criterio de demarcación como en sus reglas de falsación o eliminación.

Para el falsacionismo sofisticado una teoría es “aceptable” o “científica” sólo si tiene un exceso de contenido empírico corroborado con relación a su predecesora (o rival); esto es, sólo si conduce al descubrimiento de hechos nuevos, esta  condición tiene dos apartados.

Aceptabilidad1: que la nueva teoría tenga exceso de contenido empírico.

Aceptabilidad2: que una parte de ese exceso de contenido resulte verificado.

El primer requisito se confirma inmediatamente mediante un análisis  lógico a priori, el segundo es empírico y puede requerir tiempo indefinido.

Para el falsacionista sofisticado una teoría científica T queda falsada si y sólo si, otra teoría T’ ha sido propuesta y tiene las siguientes características:

  1. T’ tiene un exceso de contenido empírico con relación con relación a T, esto es, predice hechos nuevos, improbables o incluso excluidos por T.
  2. T’ explica el éxito previo de T; esto es, todo el contenido no refutado de T está incluido en el contenido T’.
  3. Una parte del exceso de contenido de T’ resulta corroborado.

Según Popper las teorías y las proposiciones fácticas siempre pueden ser reconciliadas con la ayuda de hipótesis auxiliares, el salvar a una teoría con ayuda de hipótesis auxiliares que satisfagan ciertas condiciones bien definidas, representa un progreso científico; pero hacerlo con hipótesis que no las satisfacen, representan una degeneración. Estas últimas hipótesis son denominadas las inadmisibles “hipótesis ad hoc” “estratagemas convencionalistas”. Cualquier teoría es debe ser evaluada en conjunción con sus hipótesis auxiliares, así lo que evaluamos no son las teorías aisladas, sino una serie de teorías.[15]Aplicar el término científica a una teoría única equivale a equivocar las categorías. [16]

El falsacionismo sofisticado expone que no hay falsación sin la emergencia de una teoría mejor,[17] entonces la falsación es una relación múltiple entre teorías rivales y la “base empírica” original, es decir, la falsación tiene un carácter histórico, en comparación decimos que:

  1. Los falsacionistas ingenuos insistían en los ejemplos “refutadores”.
  2. Para los falsacionistas metodológicos sofisticados, son los casos corroboradores,  -bastantes casos- del exceso de información los que resultan cruciales.

La ciencia puede crecer sin que ninguna refutación indique el camino, lo que suscita la actividad científica febril es la proliferación de teorías en lugar de los contraejemplos o anomalías; la consigna “proliferación de teorías” es mucho más importante para el falsacionista sofisticado que para el ingenuo. El falsacionismo sofisticado ofrece nuevos criterios de honestidad intelectual, en comparación con  el falsacionismo ingenuo y con los jusficacionistas así:

  1. Los justificacionistas exigían la aceptación exclusiva de lo que había sido probado y el rechazo de todo aquello carente de pruebas.
  2. Los neojustificacionistas pedían que se especificara la probabilidad de cualquier hipótesis teniendo en cuenta la evidencia empírica disponible.
  3. El falsacionismo ingenuo requería la contrastación de lo falsable y el rechazo de lo no falsable o lo falseado.
  4. El falsacionismo sofisticado pide que se vean las cosas desde diferentes puntos de vista y que se rechacen teorías que han sido superadas por otras teorías más poderosas.

Para el falsacionismo sofisticado aprender acerca de una teoría es fundamentalmente aprender qué nuevos hechos anticipó; la única evidencia relevante es la evidencia anticipada de una teoría, donde el carácter empírico y el progreso teórico están inseparablemente relacionados.

Este falsacionismo sofisticado a diferencia del ingenuo (metodológico), requieren un número menor de decisiones metodológicas; la cuarta decisión del falsacionismo ingenuo ahora se hace redundante. Por tanto el sofisticado es un falsacionismo con un procedimiento más lento pero más seguro; la quinta decisión tampoco es necesaria, la solución sofisticada es obvia, retenemos una teoría sintácticamente metafísica  mientras los casos problemáticos puedan explicarse mediante cambios acrecentadores de contenido en las hipótesis auxiliares.

Las decisiones de primera, segunda y tercera clase del falsacionismo ingenuo no pueden ser evitadas, pero se puede reducir ligeramente el elemento convencional en las decisiones de segunda y tercera clase; no podemos evitar las decisiones sobre el valor de verdad de algunas “proposiciones observacionales”, ni las decisiones sobre qué clase de proposiciones son “observacionales” o “teóricas”[18]; el falsacionismo sofisticado puede mitigar la arbitrariedad de esta segunda decisión, aceptando un procedimiento de apelación.

Pero ni siquiera este procedimiento de apelación puede hacer otra cosa que no sea posponer la decisión convencional, porque el veredicto del tribunal de apelación tampoco es infalible. Las dificultades relativas a la “base empírica” que confrontaba el falsacionismo ingenuo tampoco pueden ser evitadas por el falsacionismo sofisticado.

Existe una objeción aplicable incluso a la versión sofisticada, es la llamada “paradoja de la adición”, si añadimos a una teoría algunas hipótesis de bajo nivel enteramente desprovistas de relación, ello puede constituir un cambio progresivo de problemática. Estos enunciados están conectados con los enunciados originales de una forma más intensa que la simple conjunción. Este es un requisito análogo al de la simplicidad (Duhem) que garantiza la continuidad de las series de teorías de las que se puede  decir que constituyen una problemática.

Una metodología de los programas de investigación científica.[19]

“He analizado el problema de la evaluación objetiva del crecimiento científico en términos de cambios progresivos y regresivos de problemáticas para series de teorías científicas”. Estos cambios se dan en los P.I.C. el programa consiste en reglas metodológicas: algunas nos dicen las rutas de investigación que deben ser evitadas (heurística negativa), y otras, los caminos que deben seguirse (heurística positiva). Incluso como conjunto la ciencia puede ser considerada como un enorme programa de investigación dotado de la suprema regla heurística de Popper “diseña conjeturas que tengan más contenido empírico que sus predecesoras”.

  • La heurística negativa: el “centro firme” del programa.

Todos los programas de investigación  científica pueden ser caracterizados por su centro firme. La heurística negativa del programa impide que apliquemos el Modus Tollens[20] a este “centro firme”; por el contrario, debemos utilizar nuestra inteligencia para incorporar e incluso inventar las hipótesis auxiliares que formen un cinturón protector en torno a ese centro, y contra ellas debemos dirigir el Modus Tollens. El cinturón protector de hipótesis auxiliares debe recibir los impactos de las contrastaciones y para defender al centro firme, será ajustado y reajustado e incluso completamente sustituido.

En un programa de investigación podemos vernos frustrados por una larga serie de “refutaciones” antes de que alguna hipótesis auxiliar ingeniosa, afortunada y de superior contenido empírico, convierta a una cadena de derrotas en lo que luego se considerará como una resonante historia de éxitos, bien mediante la revisión de algunos hechos falsos o mediante la adición de nuevas hipótesis auxiliares. Por tanto hay que exigir que cada etapa de un P.I.C. incremente el contenido de forma consistente, que constituya un “cambio de problemática teórica consistentemente progresivo”

  • La heurística positiva: la construcción del “cinturón protector” y la autonomía relativa de la ciencia teórica.

La heurística positiva consiste en un conjunto parcialmente estructurado, de sugerencias o pistas sobre cómo cambiar y desarrollar las “versiones refutables” del programa de investigación, sobre cómo modificar y complicar el cinturón protector refutable.  La heurística positiva del programa impide que el científico se pierda en le océano de anomalías. La heurística positiva establece un programa que enumera una secuencia de modelos crecientemente complicados simuladores de la realidad.

En los programas de investigación se habla de modelos, un modelo es un conjunto de condiciones iniciales (posiblemente en conjunción con algunas teorías observacionales) del que se sabe que debe ser sustituido en el desarrollo ulterior del programa, e incluso cómo debe ser sustituido (en mayor o menor medida).

La heurística positiva es más flexible que la heurística negativa; esta avanza casi sin tener en cuenta las refutaciones, así, podemos además evaluar a los programas incluso después de haber sido eliminados, en razón de su poder heurístico, la metodología de los P.I.C. explica la autonomía relativa de la ciencia teórica,  esto no es aceptado por los falsacionistas ingenuos que mantienen que siempre que una teoría quede refutada por un experimento es irracional y deshonesto continuar desarrollándola, “la vieja teoría refutada debe ser sustituida por una nueva no refutada.

  • Dos ilustraciones: Prout y Bohr. [21]

Presenta el ejemplo de Prout, como un programa que de investigación que progresa a través de un océano de anomalías y el programa de Bohr que progresa sobre fundamentos inconsistentes.

Algunos de los P.I.C. más importantes de la historia de la ciencia estaban injertados en programas más antiguos con relación a los cuales eran claramente inconsistentes. Pero la consistencia debe continuar siendo un principio regulador importante, si la ciencia busca la verdad, debe buscar la consistencia; si renuncia a la consistencia, renuncia a la verdad. Pretender que debemos ser modestos en nuestras exigencias, que debemos resignarnos a las inconsistencias continuas sigue siendo un vicio metodológico. Esto no significa que el descubrimiento de una inconsistencia debe frenar inmediatamente el P.I.C.,  puede ser racional poner en programa en una “cuarentena temporal”.

Con relación a un programa existen dos posiciones extremas e irracionales:

  1. La posición conservadora: consiste en frenar el nuevo programa hasta que se solucione de algún modo la inconsistencia básica con relación al programa antiguo: pues es irracional trabajar sobre fundamentos inconsistentes.
  2. La posición anarquista: con respecto a los programas injertados consiste en exaltar la anarquía de los fundamentos como una virtud y en considerar la inconsistencia débil, bien como una propiedad básica de la naturaleza o como una limitación última del conocimiento humano.

Pero Lakatos alaba una posición racional al respecto del tratamiento que debe darse a un programa injertado, para el caso expone el ejemplo de Newton:

“La mejor caracterización de la posición racional es la actitud de Newton, la posición racional es explorar su poder heurístico sin resignarse al caos fundamental sobre el que se está construyendo” se muestra así que el cambio progresivo puede suministrar credibilidad y una racionalidad a un programa inconsistente… además que en la mayoría de los casos no necesitamos refutaciones para saber que una teoría requiere una sustitución urgente.

La dialéctica de los P.I.C. no es necesariamente una serie alternante de conjeturas especulativas y refutaciones empíricas. La interacción entre el desarrollo del programa y los frenos empíricos puede ser muy diversa; la pauta que se cumpla en la realidad sólo depende de accidentes históricos.

  1. Un nuevo examen de los experimentos cruciales: el fin de la racionalidad instantánea.

Sería equivocado suponer que se debe ser fiel a un P.I.C.  hasta que éste ha agotado todo su poder heurístico, que no se debe introducir un programa rival antes de que todos acepten que probablemente ya se ha alcanzado el nivel de regresión.   Es necesario mencionar que de hecho los P.I.C. pocas veces han conseguido un monopolio completo y ello sólo durante períodos de tiempo relativamente cortos, a pesar de los esfuerzos de algunos. La historia de la ciencia ha sido y debe ser la historia de los P.I.C.  que compiten o si se prefiere de paradigmas, pero no ha sido ni debe convertirse en una sucesión de periodos de ciencia normal (Kuhn); cuanto antes comience la competencia mejor, el “pluralismo teórico” es mejor que el  “monismo teórico” sobre este punto  tiene razón Popper y Feyerabend y está equivocado Kuhn.

Frente a la pregunta ¿cómo son eliminados los programas de investigación? ; Lakatos dice: “tal razón objetiva la suministra un programa rival que explica el éxito previo de su rival y le supera mediante un despliegue adicional de poder heurístico”.  Para entender esta apreciación es necesario entender el concepto de “novedad fáctica”, pues esta en relación con la capacidad de predecir un hecho nuevo sólo puede apreciarse cuando ha transcurrido un largo espacio de tiempo.

“Esto indica que no podemos eliminar un programa de investigación en crecimiento simplemente porque por el momento, no ha conseguido superar a su poderoso rival, no deberíamos abandonarlo si constituyera un cambio progresivo de la problemática… mientras un programa pueda ser reconstruido racionalmente como un cambio progresivo de problemática, debe ser protegido durante un tiempo de su poderoso rival establecido.

De los ejemplos establecidos por el autor (Lakatos), en los subtítulos d1, d2, d3, sólo se hará mención a la crítica contra los “experimentos cruciales”:

Sólo un proceso extremadamente difícil e indefinidamente largo puede establecer la victoria de un programa sobre su rival; no siendo prudente utilizar la expresión “experimento crucial” de forma apresurada. Se busca plantear la ausencia de experimentos cruciales instantáneos;  pues a ello se adiciona  una nueva dificultad “las enormes dificultades que existen para decidir exactamente qué es lo que aprendemos de la experiencia, qué es lo que ésta nos prueba y qué es lo que refuta”.

d4.  conclusión: El requisito de crecimiento continuo.

Los experimentos cruciales no existen, al menos si nos referimos a experimentos que puedan destruir instantáneamente a un programa de investigación, un científico apresurado puede pretender que su experimento derrotó a un programa, pero si un científico del campo derrotado propone unos años más tarde una explicación científica del experimento supuestamente crucial, acorde con el programa derrotado, el titulo de “experimento crucial” puede ser retirado y convertirse en una nueva victoria del programa “derrotado”.  Por tanto las teorías de la racionalidad instantánea constituyen un fracaso, la racionalidad funciona con mayor lentitud de lo que tendemos a pensar y además de forma falible.

Esta exposición implica un nuevo criterio de demarcación entre ciencia madura, que consiste en programas de investigación y ciencia inmadura que consiste en una remendada secuencia de ensayos y errores. La ciencia madura consiste en P.I.C. que anticipan no sólo hechos nuevos sino también y en un sentido importante, teorías auxiliares nuevas. Este requisito de crecimiento continuo es la reconstrucción racional del requisito, extensamente aceptado, de “unidad” o “belleza de la ciencia”.

Lakatos comparte con Popper “la actitud dogmática de aferrarse a una teoría durante tanto tiempo como sea posible tiene una importancia considerable. Sin ella nunca podríamos descubrir qué hay en una teoría, abandonaríamos la teoría antes de haber tenido una oportunidad real de descubrir su poder y consiguientemente ninguna teoría sería nunca capaz de desempeñar su función de poner orden en el mundo, de prepararnos para acontecimientos futuros, de llamar nuestra atención hacia acontecimientos que de otro modo nunca observaríamos”

Continúa Lakatos “yo miro la continuidad de la ciencia a través de unas gafas popperianas; donde Kuhn ve paradigmas (socio-psicológico), yo veo también “programas de investigación” racionales”, en esta última apreciación “racionales” está pensando en Popper.

Los programas de investigación de Popper y Kuhn.

Kuhn tiene razón al objetar el falsacionismo ingenuo y también al insistir en la continuidad del crecimiento científico, en la tenacidad de algunas teorías. Pero se equivoca al pensar que rechazando el falsacionismo ingenuo se rechazaba también todas las variedades de falsacionismo.

Watkins señala que el crecimiento de la ciencia es inductivo e irracional según Hume; inductivo y racional según Carnap y no inductivo y racional según Popper;  adiciona Lakatos que “para Kuhn es el crecimiento de la ciencia no inductivo e irracional”.  Pues según Kuhn no puede haber una lógica sino sólo una sicología del descubrimiento, así las revoluciones científicas son irracionales, objeto de estudio de la sicología de masas.

Kuhn ciertamente probó que la sicología de la ciencia puede revelar verdades importantes  y en realidad tristes. Pero la sicología de la ciencia no es autónoma; el crecimiento reconstruido racionalmente de la ciencia esencialmente tiene lugar en el mundo de las ideas, en el tercer mundo de platón y de Popper, en el mundo del conocimiento articulado que es indispensable de los sujetos que conocen.[22] “No es posible comprender la historia de la ciencia sin tener en cuenta la interacción de los tres mundos.”

APÉNDICE: Popper, el falsacionismo y “La Tesis Duhem Quine”.

Popper empezó siendo un falsacionista dogmático en la década de 1920, el conflicto entre las tesis de que la ciencia es a la vez crítica y falible, constituye uno de los problemas básicos de la filosofía popperiana.

Lakatos en 1968c distinguió tres Popper, Popper 0, Popper 1 y Popper 2, el Popper 0 es el falsacionista dogmático que nunca publicó una sola palabra: fue criticado primero por Ayer[23] y luego por otros. Dice Lakatos confío en que este artículo terminará finalmente con este fantasma. Popper 1 es el falsacionista  ingenuo, Popper 2 el falsacionista sofisticado; el auténtico Popper evolucionó desde el falsacionismo dogmático hasta su versión ingenua del falsacionismo sofisticado en la década de 1920; llegó a las “reglas de aceptación” del falsacionismo sofisticado en la década  de 1950.

Así el Popper auténtico, “aún interpreta la falsación como el resultado de un duelo entre teoría y observación sin que otra teoría  mejor se encuentre necesariamente involucrada. El Popper auténtico nunca ha explicado con detalle el procedimiento de apelación mediante el que se pueden eliminar algunos “enunciados básicos aceptados”, de modo que el Popper real consiste en Popper 1 con algunos elementos de  Popper 2.

Según la tesis Duhem-Quine, con imaginación suficiente cualquier teoría puede ser permanentemente  salvada de la refutación mediante ajustes adecuados en el conocimiento básico en el que se halla inserta. Como dice Quine “se puede mantener la verdad de cualquier enunciado suceda lo que suceda si realizamos ajustes lo bastante drásticos en otras partes del sistema… y al contrario, por las mismas razones ningún enunciado es inmune a la revisión” el sistema es “la totalidad de la ciencia”.

El falsacionista sofisticado permite que cualquier parte del conjunto de la ciencia sea sustituido, pero sólo con la condición de que sea sustituido de un modo “progresivo”, de forma que la sustitución anticipe con éxito hechos nuevos. En su reconstrucción racional de la falsación los “experimentos cruciales negativos” no desempeñan ninguna función. “Los científicos sueñan fantasías y después emprenden una caza muy selectiva de hechos nuevos que se ajusten a aquellas fantasías”.[24]

[1] Este criterio de tenacidad será tratado con mucha argumentación por Paúl Feyerabend

[2] Leer “La estructura de las revoluciones científicas” de Thomas S Kuhn, o el resumen de este texto elaborado por Eutimio Mejía Soto.

[3] Cuando habla Lakatos de que la ciencia no es sólo conjeturas y refutaciones está pensando en Karl Popper, quien precisamente tiene un libro titulado, “Conjeturas y Refutaciones” – el desarrollo del conocimiento científico- libro divido en dos partes, la primera dedicada a las conjeturas y la segunda a las refutaciones.

[4] El profesor Nodier Botero Jiménez (Universidad del Quindío) en su libro “Discurso y Ciencia”, en relación del análisis  que Kuhn hace de Newton nos dice: “como prohombre de la modernidad newton racionalizó un universo no estático, discernible a través de reglas y leyes exactas. En desarrollo de su teoría física nos propuso un tiempo real, absoluto, sujeto de predicciones… la visión newtoniana de la naturaleza una vez sometida a las pruebas matemáticas y experimentales de comprobación se llegó a convertir en un verdadero paradigmas de paradigmas. Kuhn nos explica como a partir de esta cosmovisión se doto de sentido a otras teorías”

[5] Bajo esta metodología el Profesor Leandro Cañibano Calvo, catedrático de Teoría  de la Contabilidad de la universidad Autónoma de Madrid (España), presenta para la contabilidad tres P.I.C. el legalista, el económico y el formalizado, este trabajo se presenta en el libro “Teoría Actual de la Contabilidad” y principalmente en su primer capitulo titulado “El concepto de contabilidad como un programa de investigación”

[6] A la luz de esta apreciación podemos preguntarnos el estado actual de la contabilidad, si el último programa propuesto por Cañibano (formalizado) es un P.I.C. progresivo o regresivo. O más aun someterlos todos a una rigurosa revisión, la igual que la metodología adoptada.

[7] El profesor Vicente Montesinos Julve catedrático de Teoría de la Contabilidad en la Universidad de Zaragoza (España) tiene una propuesta de programas de investigación para la contabilidad que recoge en un trabajo titulado “Formación histórica, corrientes doctrinales y programas de investigación de la contabilidad”, plantea la existencia de un P.I.C. en marcha pero que tiene mucho camino por recorrer: es “el P.I.C. Integral económico comunicacional”, este programa presenta una heurística mucho mas potente que los programas que le preceden, utiliza un lenguaje más riguroso, así, “el recurso a las nociones clásicas resulta insuficiente y es necesario introducir conceptos de cibernética y teoría de la información, teoría de la decisión, de la medición, de la ciencia de la conducta, etc. con lo que la formación de los contadores tiene que ser más profunda y la especialización del investigador por áreas más reducidas parece desaparecer”.

[8] El texto cita el ejemplo de la genética mendeliana que llevo a que sus defensores murieran en campos de concentración rusos por orden del Comité central del Partido Comunista Soviético, pero además la historia está llena de ejemplos similares: como el del dominico Giordano Bruno, y la “herejía de Galileo” de donde se recomienda leer el texto de acusación y condena por el tribunal da la “santa” inquisición. El texto del mismo se encuentra en el modulo  “Teoría social de la ciencia y la tecnología” paginas 15 y 16, publicado por la Universidad Nacional abierta y a distancia.

[9] Karl Popper en un articulo titulado “Sobre las fuentes del conocimiento y la ignorancia”, presenta una crítica a estas dos posturas epistemológicas, es decir a la empirista y la racionalista, aunque ambas se pueden agrupar en una solo postura la del optimismo epistemológico.

[10] Kant escribe su “Critica de la razón pura”, partiendo de la premisa de la certeza de la física de Newton como ciencia verdadera y no sujeta a dudas, a pesar de haber sido (Kant) influenciado en buena medida por el escéptico David Hume quien como reconoce el mismo Kant “me despertó del sueño dogmático”; el pensamiento de Popper a retomado mucho de la obra Kantiana pero ha superado el criterio de certeza que inspiro a éste, por un escepticismo frente al conocimiento gracias a Física de Einstein que supero la física de Newton borrando su carácter de ciencia absoluta.  A este respecto Popper escribió un articulo titulado “La naturaleza de los problemas filosóficos y sus raíces en la ciencia” este articulo fue presentado en una alocución el día 28 de abril de 1952 en reunión del grupo de filosofía de la ciencia de la  “Sociedad británica de historia de la ciencia”

[11] En la obra de Kuhn “La estructura de las revoluciones científicas” se desarrollan los conceptos de paradigma, ciencia normal, ciencia revolucionaria, comunidad científica, enigma y anomalía; Eutimio Mejía Soto presenta una síntesis del  texto “la estructura…” (1962) y de la postdata (1969), donde sé reconceptualiza el término paradigma que recibió criticas por utilizarlo en su texto con más de veintiún acepciones diferentes, Kuhn en su postdata modifica el término paradigma por el de “Matriz disciplinar”

[12] El profesor Tua Pereda (España) en el capitulo11 “Sociología del conocimiento y socioepistemología científica” del libro “Principios y normas de contabilidad” cita a Rudolf Carnap particularmente en la temática abordada en el libro “Fundamentos filosóficos de la Física”, donde resalta que Carnap dice: “la validez de una inducción descansa siempre en funciones de probabilidad, con lo cual no son indispensables los requisitos necesarios de la concepción clásica. Tales como la regularidad de los propios fenómenos observados que, por otro lado, otorgan a este procedimiento de una circularidad puesta de manifiesto: la de asumir la regularidad antes de acometer la  propia observación…” es el propio Carnap quien sustituye “el término verificación por el de confirmación”.

[13] En el texto las mismas aparecen diseminadas a lo largo de la explicación del falsacionismo metodológico, así la primera decisión pagina 34, segunda pagina 35, tercera pagina 38 y aunque aquí solo explicito tres, la cuarta decisión de la que hablaré  enseguida esta en la pagina 39 y una quinta decisión esta en la pagina 41.

[14] “Feyerabend, quien probablemente contribuyó más que nadie a la difusión de las ideas de Popper, parece que ahora se ha pasado al bando enemigo”, éste autor trabajo la tesis del anarquismo metodológico.

[15] “El hecho de que Popper no distinguiera entre “teorías” y “series de teorías” le impidió tener un acceso afortunado a las ideas básicas del falsacionismo sofisticado” nota al pie # 111 en el texto de Lakatos.

[16] Lakatos cita el ejemplo de Popper con respecto al análisis que hace del marxismo.

[17] Lakatos cita a Feyerabend “la mejor crítica la suministran aquellas teorías que pueden sustituir a los rivales que han destruido” continúa Lakatos “la refutación sin una alternativa no muestra sino la pobreza de nuestra imaginación para suministrar una hipótesis salvadora”; en este punto es necesario hacer un alto en el camino para pensar en la Contabilidad, pensar: ¿qué son teorías en contabilidad?, ¿Qué series de teorías tiene la contabilidad?, ¿qué se ha refutado en la contabilidad?,  Nos preguntamos si mantenemos un conocimiento refutado sólo por la falta de imaginación para presentar una teoría alternativa.

[18] Este criterio nos da mayor luz para la discusión entre la elección de Positivismo o  Normativismo en el momento de la construcción de la ciencia contable; pues como vemos este criterio de los juicios de valor, y el afán de alcanzar un mayor grado de objetividad en la ciencia, se alcanza a través de un convencionalismo de aceptación generalizada, de intersubjetividad compartida, como criterio de objetividad más que como objetividad en sí.  A continuación hago una referencia de un autor de  las ciencias sociales, con el objeto de lograr una asimilación a nuestro campo contable, una vez que la orientación lakatosiana tiene su enfoque en las ciencias naturales y específicamente en la Física.

Raymond Aron en la introducción del libro “El Político y el Científico” de Max Weber en sus apartes dice “la elección de los hechos, la elaboración de los conceptos, la determinación del objeto, decía Max Weber, están marcados por la orientación de nuestra curiosidad. La ciencia natural selecciona en el infinito los datos sensibles los fenómenos susceptibles de repetirse y construye el edificio de las leyes. La ciencia de la cultura selecciona en el infinito de los fenómenos humanos lo que se refiere a los valores, valores de los contemporáneos o valores del historiador, o bien de la historia,  el sabio fija su atención en la secuencia única de los hechos o las sociedades, o bien las diversas ciencias sociales que consideran las consecuencias regulares o los conjuntos relativamente estables… en cuanto a las proposiciones económicas o sociológicas… esas verdades son parciales y los valores a los que el hombre se refiere son múltiples; es raro que las consecuencias previsibles de una medida cualquiera sean conforme con todos nuestros valores y agradables para todos los individuos; no son la subjetividad y la relatividad de la ciencia las que hacen necesaria la elección, sino el carácter parcial de las verdades científicas y la pluralidad de los valores.”

[19] El profesor Leandro Cañibano Calvo, en su libro “Teoría actual de la contabilidad” en el primer capítulo “el concepto de contabilidad como un programa de investigación” presenta bajo la metodología lakatosiana un estudio contable donde expone tres P.I.C. Contables (Legalista, Económico y formalizado)

[20] Esta regla denominada también el Tollendo Tollens, la cual denotamos por TT, establece que dado un condicional y la negación de su consecuente, podemos concluir la negación de su antecedente

p  entonces  q   (premisa 1)

-q                      (premisa 2)

-p                      (conclusión)

[21] En este apartado por tratarse de ejemplos de la ciencia física no haré una síntesis del mismo, me limitare a extraer las ideas que puedan constituir herramienta lógica y metódica para el análisis de la contabilidad que es el tema que  nos compete.

[22] El primer mundo es el mundo de la materia, el segundo es el mundo de la conciencia y el tercero el mundo de las proposiciones de la verdad y de los criterios: el mundo del conocimiento objetivo.

[23] Alfred  J. Ayer recibe influencia de Bertrand Russell y de Wittgenstein, que son resultado del empirismo lógico de Berkeley y de David Hume. Dice además Ayer que “los filósofos con los que estoy en el más perfecto acuerdo son los que componen el “circulo vienes” bajo la dirección de Moritz Schlick y que son conocidos, generalmente como positivistas lógicos, y entre ellos me declaro deudor, sobre todo de Rudolf Carnap. Además debo reconocer lo que debo a Gilbert Ryle, mi primer tutor en filosofía y a Isaiah Berlin, aunque ambos están disconformes con mucho de lo que afirmo”. Esta cita es tomada del prologo e introducción del texto “Lenguaje, verdad y lógica” de Alfred J. Ayer.

[24] Para concluir este capitulo es significativo mencionar que Lakatos es uno de los principales representantes de lo que se puede denominar en Filosofía de la ciencia como la corriente Post-popperiana, también a sido incluido en el grupo de los historicistas, pero para ser justos no podemos calificarlo radicalmente como historicista, pues es de resaltar en él, una construcción conjunta entre la historia y la lógica, para apoyar esta idea citare la paráfrasis Kantiana con la que inicia el segundo capítulo de este texto titulado “La historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales”, la frase de inicio de la introducción dice “La filosofía de la ciencia sin la historia de la ciencia es vacía; la historia de la ciencia sin la filosofía de la ciencia es ciega”.

En el libro “Principios y normas de contabilidad” el profesor Tua Pereda en su capitulo 11 “Sociología del conocimiento y socio epistemología científica” hace mención a esta frase en la pagina 408, pero con la cita del texto “pruebas y Refutaciones”, “la lógica del descubrimiento matemático”. Alianza Universitaria. Madrid, pagina 18, Lakatos 1978.

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Mejía Soto Eutimio. (2004, febrero 7). La metodología de los programas de investigación científica de Imre Lakatos. Análisis. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/metodologia-programas-investigacion-cientifica-imre-lakatos-analisis/
Mejía Soto Eutimio. "La metodología de los programas de investigación científica de Imre Lakatos. Análisis". gestiopolis. 7 febrero 2004. Web. <https://www.gestiopolis.com/metodologia-programas-investigacion-cientifica-imre-lakatos-analisis/>.
Mejía Soto Eutimio. "La metodología de los programas de investigación científica de Imre Lakatos. Análisis". gestiopolis. febrero 7, 2004. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/metodologia-programas-investigacion-cientifica-imre-lakatos-analisis/.
Mejía Soto Eutimio. La metodología de los programas de investigación científica de Imre Lakatos. Análisis [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/metodologia-programas-investigacion-cientifica-imre-lakatos-analisis/> [Citado el ].
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