Rumor, desconfianza y psicología social en la empresa

La psicología social y organizacional pauta a nivel perceptivo una cara de la realidad de las comunicaciones informales en las empresas y, en especial, en las instituciones públicas de educación superior españolas. Por ello, hemos decidido recurrir a las visiones perceptivas de especialistas del doctorando en Comportamiento social y organizacional: Investigación, Desarrollo e Innovación en la Sociedad del Conocimiento que se dicta en la Universidad Autónoma de Madrid, en su Facultad de Psicología, además de otros investigadores sociales que han realizado aproximaciones metodológicas sobre los grupos humanos, las organizaciones y la sociedad en general, sus actitudes, valores y normas, entre otros tópicos.

Introducción

Se enciende la llama. En nuestros días la complejidad social de las organizaciones tanto públicas como privadas favorece el fenómeno de la incertidumbre, dándose paso a lo impredecible. Por ende, las turbulencias manadas en estos entornos proclives al caos son suscitadas por factores perceptivos del entorno empresarial o institucional y otros alejados de él. Sus esquemas organizativos están atados a las maneras de pensar de colectivos de individuos que interaccionan de maneras diversas, asumiendo el ambiente laboral a su cordura. Bajo ésta idea intervienen la instrucción y educación particular de cada miembro organizacional.

La permanencia laboral, compromete al empleado a estar al tanto de la misión, la visión y los valores de la organización, en cuestión. Aquí entran las normativas internas, los procedimientos administrativos y las políticas institucional per sé, tanto las que fueran pautadas empresarialmente, como las reglas no escritas que cabalgan mayoritariamente hacia la perspectiva particular del empleado sobre lo que cree, estima o apunta conveniente.

Por tanto, el entorno interviene de manera determinante en las metas de la organización. Teóricos en comunicaciones organizacionales amalgaman a los procesos existenciales y espirituales de los empleados, las procedencias de crecimiento profesional y personal, entre otras. Pero, las organizaciones “captan energía externa” y ello adquiere relevancia, en tanto, pasan a definirse como sistemas abiertos que aspiran adaptarse a su mismo medio donde hay intercambio de mensajes. Según Katz y Kahn el funcionamiento de una estructura cualquiera confina como sistema a lo siguiente: “sinergias, importación y transformación de energía, entropía negativa, insumo de información y procesos de codificación, estabilidad y homeostasis dinámica así como la diferenciación”.

La identidad organizacional tiene relación con su fin de existencia, su forma lingüística, icónica y grafica, así como sus creencias, valías y actitudes, que inicialmente deberían de ser conllevadas por sus miembros, pero no todo es la suma de sus partes. Entre los nuevos soportes de los que también se valen todas las organizaciones está el rumor, que según algunos investigadores sociales se origina de las inconsistencias internas o externas a las estructuras, debido a problemas de adaptabilidad, credibilidad, consenso, criterios de aceptación sobre jerarquías, manifestación del poder, uso de las recompensas y los castigos, ideologías o filosofías, ritos individuales, así como los chistes y bromas. Incluso, lo que a cada quién entiende por lícito.

Todo ello se enmarca en la cultura corporativa que el teórico español Justo Villafañe define en su libro Imagen Positiva como “la asunción dinámica de la identidad de la empresa. Asunción en forma de actos, manifestaciones, valores compartidos y creencias acerca de la misma, de su historia y de sus proyectos de futuro. Es el comportamiento corporativo no pautado”.

1.- Relación entre creatividad y rumor

“Hay dos vías por las que se obtiene la persuasión: La veracidad (que sería lo correcto) y la verosimilitud subjetiva. Por lo tanto, la credibilidad subjetiva que busca el desinformador sería todo lo contrario al convencimiento por la verdad. Sin embargo, lo que, precisamente, da valor al mensaje desinformativo es su verosimilitud” (Martínez, 2004, p. 77-78).

Como se conoce, comunicólogos e investigadores sociales, han estudiado de manera rigurosa, los pensamientos del receptor y sus relaciones. También se han realizado considerables investigaciones sobre otros aspectos como la confianza que determinada sociedad manifiesta en las comunicaciones organizaciones. Por su parte, sobre las relaciones de la creatividad con las comunicaciones informales, el profesor en Persuasión y cambio de actitudes en las organizaciones, adscrito a la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, Pablo Antonio Briñol Turnes, insistió que sería pertinente llevar a cabo nuevos planteamientos metodológicos que tengan mayor ingerencia en el fenómeno creativo como una variable del receptor hacia las comunicaciones informales. Ello permitiría comprender lo que se piensa sobre el mensaje.

El catedrático Briñol Turnes aseguró que la comunicación como fenómeno creativo vinculado al rumor generaría –posiblemente- particulares resultados investigativos si se mira como una variable del mensaje o del emisor que lo presenta. “Una forma alternativa de enfocar la misma relación sería centrarse en la creatividad que tiene el receptor y no el mensaje o la propuesta en principio. Cuanto más creativo sea el pensamiento comunicativo mayor elaboración habrá sobre el tema y eso llevaría a mayor o menor persuasión dependiendo de si se elabora el mensaje, en positivo o en negativo”, declaró Briñol Turnes.

Como una contestación a esta nueva línea de investigación, el coordinador del doctorado en Comportamiento social y organizacional: Investigación, desarrollo e innovación en la sociedad del conocimiento de la Universidad Autónoma de Madrid, Manuel Fernández Ríos, manifestó que las comunicaciones informales vistas como medio para la creatividad, “podría estar en la ingeniosidad de alguien que pretenda sacarle punta a un chisme, rumor o a algún aspecto concreto de la realidad, pero nada más. Contienen por tanto, pocos elementos creativos, aunque eso dependerá de cada quién… Pero como el chisme abunda…” Hizo un silencio y continuó: “Pero como el chisme está presente, tampoco se puede decir que sea una realidad sobreabundante y mucho menos. Digamos que la creatividad muchas veces no va más allá, salvo de la ocurrencia que tenga alguien de hacer broma sobre algún hecho en concreto”, señaló el respectivo profesor del módulo de Recursos humanos, organización y trabajo.

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Por su parte, el docente de la cátedra de Equipos virtuales de trabajo del doctorado en Comportamiento social y organizacional de la UAM, David Aguado García, estimó que el chisme conseguiría tener cierta influencia de la creatividad de tanto en cuento se diferencie de la norma. Asumiendo los estudios cualitativos y cuantitativos que ha coordinado, dicho docente cree porcentualmente que la respuesta creativa en términos de tests de la población española, es perceptiblemente baja. “Sin embargo, el chisme y el cotilleo no contempla un aspecto verdaderamente creativo, sino de exageración de un determinado fenómeno. No sé si de invención… Es exageración o parcialización de un hecho”, aclaró su punto de mira.

Como una tercera respuesta de la sociabilidad entre la rumorología y la creatividad, durante el taller dictado a los estudiantes del doctorado en Creatividad aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid, bajo el título La creatividad como base para la innovación en la empresa, se definieron algunos de los bloqueadores psicológicos y organizacionales que vinculan a la originalidad con las comunicaciones organizaciones. Dicho curso de capacitación estuvo a cargo de José María Gasalla, conferenciante español y gerente del grupo español Talentum. Entre los bloqueadores psicológicos de la creatividad manifiestos por los participantes estuvieron: “La falta de automotivación y autoestima, los paradigmas y arquetipos, la maleabilidad, la poca flexibilidad, los esquemas mentales, el exceso de experticia y la motivación intrínseca. Asimismo, el miedo a fallar o miedo al ridículo, a los riesgos o al fracaso. Igualmente, el exceso de inseguridad, la aversión a la novedad y la falta de tolerancia a la ambigüedad”.

Por su parte, entre los bloqueadores organizacionales de la creatividad los alumnos del período de docencia del doctorando anteriormente mencionado delimitarían: “La cultura tradicionalista, el liderazgo autoritario, las normas rígidas, el cortoplacismo, el éxito inmediato personalizado, la crítica destructiva al diferente, la envidia contrastada con los miedos y la falta de confianza”.

Los trances sociales manifiestos en actitudes pueden generar propensión, estereotipos o prejuicios que usados como dispositivos de descalificación, patrocinan el rumor y más cuando ciertas organizaciones –no todas- manejan grupos de individuos con parecidas molduras. La actitud está vinculada al sentimiento, lo cual, permite seleccionar estímulos consonantes con las creencias individuales o grupales. Por ejemplo, los fines ideológicos implícitos o explícitos de una organización podrían motivar o afectar a sus trabajadores, dependiendo de los marcos de referencia.

Es por ello que, en algunos contextos, las comunicaciones informales podrían tirar a tierra la credibilidad parcial de una organización, peor aún cuando estos aparatos comunicacionales desmedidos, parten de maniobras o maneras de pensar impropias entre el personal y/o para con el mismo. Al respecto, José María Gasalla, consultor internacional, se preguntó lo siguiente: ¿Será productivo el conflicto provocado con una actitud negativa? A lo que respondió: “Todo depende de la actitud. Me inclinaría por la utilización de simbolismos y metáforas organizacionales. Los chismes dejan de tener sentido en una cultura de confianza y obediencia entre los diferentes colectivos de una organización. Se debe ponderar el respeto como personas y no como simples recursos humanos”. Sobre la confianza, Gasalla explicó que la sociedad española se caracteriza por tenerle miedo a la confianza. “El ambiente de confianza no existe en las organizaciones empresariales en España. Sólo conozco dos empresas en Brasil que sí creen en ella”, reveló, pensándola como una metacompetencia que debe ser producto de siete comportamientos que son: “La conciencia del otro, la claridad como verdad, el cumplimiento, la coherencia, la consistencia, la correspondencia mutua y el compromiso”, teoría de otros expertos.

Sobre el particular mencionado en la idea anterior, el autor del respectivo artículo Más que show: El espectáculo y la espectacularidad del rumor Ángel Díaz, recientemente publicó un relato narrativo que colinda con el fenómeno de La (des)confianza (como titula al cuento) bajo la óptica de una presunta ficción. El mismo se dio a conocer durante el mes de septiembre de 2008 a través de la página Web de la editorial española pionera en nuevos escritores hispanoamericanos: Éride Ediciones.

Resulta de especial interés que –entre otras miradas del fenómeno del anexo- dos publicaciones del articulista en Gestiopolis.com estén presentes en La (des)confianza como adjuntos cuatro y cinco para así intentar acrecentar los mismos textos: El empleado del mes y Éxtasis conductuales inapropiados precipitan a las instituciones, apartados ya divulgados que, a la presente, se rescatan como una suerte de inseparables metodológicos: idea ésta que además aúpa nuevas formas de escribir con el fin de profundizar en la trama literaria y, en especial, en la interioridad de ciertos de los personajes que serían amalgamados –creativamente- a las maneras de pensar de su conjetural protagonista.

Es por ello que, con una insinuante y elegante portada de fondo blanquecino en la delantera y nubarrones azules en la retaguardia (-los demás detalles podrían recluirse en la psicología del color-), sólo falta que un tal Re(y)naldo -“como se dice conocer o como le dicen llamar”-, aproveche el opulento cetro y trono “gerencial” que inspira el libro, para hacer pompas del poder que “lo arropa”. Todo ello, bajo el resguardo visual y “sosegado” de uno de sus tantos personajes imaginado como patho -con hache-, porque se estima que “de ethos hay por acaparamiento en el frigorífico o congelador”, como verbaliza una de las voces de La (des)confianza.

Y es que como se puede percibir en su contraportada, el texto narrativo se adentra en la psicología organizacional, en especial, en los problemas existenciales y de doble moralidad que impregnan de “emanaciones varias” al orbe corporativo, tal como se apunta en su contraportada: “Estalla la literal bomba atómica organizacional. De La (des)confianza pululan colores neurálgicos con diferentes grados de concentración para teñir de algún tono a la salud laboral. Para ello, el escritor del relato escudriñó en las vivencias in situ de fuentes periodísticas anónimas, manifiestas insólitamente como apariciones aturdidas, jocosamente confundidas. Como activos de la cultura organizacional, la sedición de las informalidades comunicacionales, levitan como una extraña «niebla transparente» saturada de chismes, cotilleos, rumores y leyendas urbanas. Incompatiblemente, el poder de las reglas no escritas, dibuja -sin miedos, ni autocensuras- la malevolencia (pública o privada) que de sol a sol: broncea, tuesta, asa, dora, chamusca, carboniza, achicharra o calcina a cientos de empleados.

El relato -inclusive- deja ver La (des)confianza del prototipo de lector esperado, inspeccionando en sus propios problemas existenciales y espirituales laborales: matrices de opinión organizacional y de doble moralidad que impregnan de visos varios, al orbe corporativo. Adentro, las puntualizaciones pasan de tener valor estético, más allá de ser signos que en cualquier otra literatura saltan desapercibidos. Su significación podría desmontar lo (des) conocido. Coexiste una nueva intencionalidad en el uso de las jergas entre Venezuela y España. ¿Quién habla? ¿Alguien titubea? Precisamente, así se pinta todo: Re(y)naldo, su conjetural protagonista, dice ostentar el trono gerencial proyectándose como un «chiflado/profesional/cuerdo», si es que de reveces está «contaminada» la sociedad global corporativa. En algún momento, Henry pretenderá amparar la buena voluntad del escritor de la historia… Y de los otros tantos fuera de ella”, se cita.

La (des)confianza formó parte de la investigación “Codificación y (des)codificación de la creatividad literaria”, período de docencia 2007-2008 del doctorando en Creatividad Aplicada Ángel Díaz, módulo Genio y locura: mitos culturales de la creatividad, que fuera dictado por el profesor Julio Romero Rodríguez en la Universidad Complutense de Madrid. Dicho educador sostuvo la siguiente opinión: “Lenguaje especialmente rico, rebuscado, juguetón y disfrazado con palabras muy expresivas, sugerentes. El relato es un viaje a la corrupción, a la locura cotidiana. Se alude a la irracionalidad, opresión o persecución tanto en el interior como exterior de las organizaciones. Queda aquí claro cómo la enfermedad, anormalidad o todo lo contrario, son conceptos construidos culturalmente; y cómo la cultura de la organización –inclusive- enferma o da por normales, conductas y actitudes absolutamente aberrantes.

Resultan graciosas y complicadas las alusiones que dieron pie al cuento Error: otro ingenio del autor. Llegará un momento en el que el lector no sabrá si está leyendo realidad o ficción porque casi todos somos víctimas de éste funcionamiento. Finalmente, felicito al escritor, periodista e investigador puesto que las encuestas previas permitieron desarrollar toda la armadura literaria”.

Seguidamente se ensambla una parte de las diapositivas de la exposición del autor presentada para el período de docencia 2007-2008, módulo “Genio y locura, mitos culturales de la creatividad”, dictado por el profesor de la UCM:

2.- Secretos a voces: Cuento La (des)confianza + espectáculo = Rumor

De acuerdo al fenómeno mediático utilizado para su ventilación son innumerables las ejemplificaciones de contenido asociado al rumor. Resulta especialmente relevante que, como una especie de cadena evolutiva, el rumor podría suponer la ruptura de nuevas “cajas”, furtivas de hipertextualidad. Aunado, la Internet ha sido un medio para la expansión del rumor que tiene como centro de acopio los chats y foros de discusión virtual, así como las páginas Web que dedican espacios noticiosos, mayoritariamente a intereses políticos y de ocio.

Con el fin académico de mostrar uno de los tantos escenarios del rumor “se abre de nuevo la cortina”, requiriéndose de profundas y conscientes cavilaciones dadas las incomprensiones de los ciudadanos así como de las máximas autoridades privadas y públicas. Se debería estimar el debido ABC de la moralidad y la ética ciudadana.

Llama la atención que el cuento La (des)confianza suscite reacciones misteriosas desde los mismos personajes ficcionados que anduvieron como anónimos. “Jocosamente” y -aunque el dolor también podría forjar las risas por estados anímicos negativos-, encuentran su doble contrapartida, precisamente en la ‘veracidad’. Mientras tanto: cada quien le consiente la coloración que desea, personalista o manipulada, cada quien lo descifra como acaricia, cada quien le pone o le quita, cada quien se recuerda y desecha, ultraja o pone sobre las estrellas o, cada quien señala con el dedo a otro(s) por soltura. Y ello porque –precisamente- para esto son los cuentos y la literatura: para reconocerse o dejarse de aceptar, alzando el vuelo de lo que a cada quien -desde el punto de vista laboral- le toque vivir o experimentar. En aquel tiempo poético, al sol de hoy, la textualidad del discurso literario abre, parte, divide, aparta o separa, sublimes abanicos de posibilidades fingidas, convencionales, simuladas, forzadas, artificiosas. O, más bien, certeras, tan ciertas como que el autor de este artículo sobre El espectáculo y la espectacularidad del rumor Ángel Díaz, ha sido ya varias veces intentado intimidar y manipular -infructuosamente-, violentándole sus DDHH para que no se revelara a la luz pública tanto el cuento La (des)confianza, así como la cola de comentarios que periodísticamente acarrea.

Recordamos entonces una “nota” de contenido rumorológico firmada bajo el pseudónimo de FF y que fuese publicada durante el mes de octubre de 2008 en las páginas digitales de http://www.ciudadpolitica.com/. Aproximadamente a los dos días siguientes de ser publicado desaparece –cual quimera- de dicho medio de comunicación, habiendo, ya ganado (de acuerdo a los datos anexos al debate e información de los respectivos artículos), de unas 20 visitas sin respuesta pública de los foristas que navegan en dicho Home Page, ¿posiblemente censurada por la coordinación de dicha página Web?

Pero el caso no feneció allí. Sorpresivamente, reaparece publicada unos días después en otro foro venezolano dedicado a las noticias del acontecer nacional e internacional bajo la dirección http://www.noticias24.com/ y refrendada –ahora- como “Un verdadero sismo”, sin el dato del pseudónimo FF. Y aquello se produjo como un comentario pegado a una noticia internacional de contenido trágico: más textualidad para los creyentes, fieles, practicantes, fervorosos, adoradores o contemplativos del rumor.

Consecutivamente de efectuársele una observación a la matriz de opinión de los foristas que participan en la discusión diaria de la respectiva página Web de Noticias 24, se puede apreciar –con un rápido atisbo- un lenguaje cargado de adjetivos grotescos y anónimos, un tanto desigual en la manera de contar el primer “rumor” que intentó ser objetivo de lecturas, sin comentarios y que –incluso- llegara a ser comentado públicamente en un medio de comunicación venezolano radial. Y entonces, como un cuento paralelo, un tal FF solicita una respuesta que hace pública en la Web de Ciudad Política tras habérsele eliminado dicha “nota”. Pero también fue excluida la carta dirigida al editor publicada por FF. Aquella comunicación señaló lo siguiente:

‘Estimado Lic. RR, director de Ciudadpolítica.com, le escribo porque en días pasados envié al foro de discusión sobre RUMORES, un texto llamado ¿Qué se esconde detrás del cuento La (des)confianza?, sorpresivamente vi que fuese eliminado de su página. En Venezuela en los últimos tiempos se ha atacado el término Libertad de Expresión (lo he presenciado yo como comunicador social), razón ésta que me motiva desde lo personal y profesional ha reflexionar si -pregunto- no será una simple coartada de ciertas personas -desde su personalidad- para reprimirse a sí mismos. Por tanto, lamento que si ésto (mi artículo) se pensó eliminar, no se me informara de ello antes, ya que el fomento de foros virtuales -en cualquier lugar del mundo- favorece la Libertad de Expresión, incluso en exceso. Al tanto, me gustarían saber y entender las razones por las cuales se elimina dicho material, dado que el link (RUMORES fomentado por usted) podría implicar su ejemplificación, más allá de decir lo que ya los especialistas conocen de su teoría clásica. Finalmente una reflexiones para la urbe: ¿Se sintió en un compromiso? ¿Será que el rumor al percibirse puede ser visto -de inmediato- como verdad absoluta? ¿Le enviaron algún correo intimidatorio pidiendo quitar éste material? ¿Le amenazaron virtualmente? ¿Se cohibió? ¿Se sintió usted ofendido u ofendió a alguien -el rumor-, me refiero? ¿Será que la misma sociedad venezolana en especial sus fuerzas políticas -del bando que sean- ha promovido y fomentado el rumor por situaciones políticas contrapuestas? ¿Se sintió reflejado? ¿Es el rumor un castigo? Me encantaría tener su percepción o una respuesta. El camino debería seguir siendo entender que la «Ciudad» nos pertenece aún a todos como un espacio para la meditación virtual «intrapersonal, interpersonal, grupal o colectiva». Amparado estoy -feliz y humanamente- en mi Código de Ética ya que no digo nada, que no esté verificado y apegado a ésto (promovido por usted): «CIUDAD POLITICA ofrece información veraz, pertinente y actualizada para la práctica política (…) Con respecto a la Administración Pública, CIUDAD POLITICA señala la necesidad de contar con (…) un sistema de (…) CASTIGOS», tal como lo solicitan en sus políticas de uso. Y así -como un desenlace- el cielo cambia de escenario. Y como lo reflexiona las teorías sobre el urbanismo: inquietado estoy de encontrarme con que el «gran» espacio de las personas que habitan en una Ciudad (en mayúsculas) es «aún reducido»… Pasearé por otras calles, buscaré otro nuevo literal jardín… Con PD anexa’.

Previendo la inclusión del devoto al rumor en una “nota” ya desaparecida en dos medios divergentes, se publica –ahora sí- para darle cabida a aquella voz que ha decidido revelar sus pareceres, los suyos, allá, oculto, retirado, fuera de lo que el otro externo podría pensar, es decir, no necesariamente colindante con los conjeturas de los demás, quienes tendrán sus propias. Más juego de hipertextualidad.

Para muestra un botón de entrecomillas internas. Sólo se delatan las iniciales (NA) de la verdad-verdadera de aquel interpretador. Y como un nuevo cuento, se le quita el lazo carmesí, el papel de regalo colorido y se abre así, lo clandestino en esa, aquella caja personalista:

‘Sobre el recientemente cuento publicado en España La (des)confianza, se rumora que los personajes son todos reales-venezolanos y que tendrían relación con los siguientes vivitos y colendo. Luego de una lectura pormenorizada, se rescatan frases que podrían tener que ver con una lamentable realidad, de ellas, se desprende lo que sigue: “Ambientes asqueados de arriba abajo son muchos”, uno de ello es el Teatro TC donde ciertos de los empleados padecen de Moobing, y si entras en su página Web te darás cuenta de una NO actualización de sus links. Y la gran culpa la tiene el hijo de P quien cambia a la Gerente de Comunicaciones cada tres meses, en ése cargo no dura nadie. ¿Qué raro, no? ¿Qué pasará allí? Ver link: https://www.gestiopolis.com/mobbing-acoso-laboral/ Totalmente cierto // “El Presidente empresarial de una sucursal anónima” pareciera ser HR de P, por cierto, ¡cómo le gusta a éste Sr. beber caña parejo! “¿Por qué no te callas?” // “Tres periodista de una filial” ¿serán CT, MZ y CA? Porque todo coincide // La expresiones de “sicario o foco enfermo” en dos partes distantes del cuento, se asemejan al empleado que presuntamente fuera cambiado -no sacado- de una filial dentro de PDVSA a otra, al amenazar de muerte a un periodista en INTEVEP. Se trata de RV supuesto ex empleado de P y de la Gerencia del Distrito Social Metropolitano Miranda de P, mano derecha de la homo-fo-¿¡qué sigue!? de TO // Sobre el personaje de Jacinta, resulta ser que hace ya algún tiempo una Gerente Administrativa de apellido Y empleada de COFAE, pensaría en dejar de comprar papel higiénico previendo primero invertir los pocos recursos emanados de la Contraloría –para aquel momento- en otras labores administrativas // “Orea entre sus condiscípulo que sí es cierto lo de la sustancia”, en el comedor corporativo de PDVSA INTEVEP delante de varios funcionarios públicos, el actual Coordinador de Comunicaciones, aunque rumores sugieran que salieron de él, el Sr. CT no tuvo pelos en la lengua para vociferar que “fue” drogadicto, aunque la nota -y no de prensa- es evidente. La soledad… // “Una Fundación perfumada lo utiliza”, la Gerencia de Cultura, Comunicaciones, Etcétera de COFAE a cargo de la “Sra.” AM, organismo adscrito a la Contraloría, se estaba viendo en la necesidad de utilizar programas de diseño gráfico sin licencias. ¿Control fiscalizado, acaso? // “Centro empresarial retomará andanzas católicas”. Sin ningún tipo de vergüenza la actual gerente de AAPP de INTEVEP -IB-, sugirió en una reunión corporativa que INTEVEP podría volver a retomar andanzas de curas o monjas debido a que, una Campaña de Comunicaciones para desprestigiar imagen de los empleados internos y realizar unos videos agresivos solicitados por la Gerencia de RRHH a las periodistas MZ y MU, así lo pudieran hacer interpretar // “Páginas pornos por Intranet”, en la antigua PDVSA fueron sacados varios empleados al ver páginas pornos como las que continúan saboreando ciertos periodistas del MEP // “Filosofea y morbosea pieles azabaches” por Intranet, cómo le encanta a un tal periodista F supuesto ex, de un ME // “Creen que Presidente de una red hotelera no puede dar hijos”, ¿será el del MC?, ello porque el rumor se continúa corriendo por los pasillos de dicho hotel de Caracas // “Salir de Shopping con su jefe”, ¿será la ex parejita de supuestos ex funcionarios de la Contraloría: M-G, otra vez? // “Contratar a jineteras”, un empleado no tuvo pepas en la lengua para hacer correr el rumor, en algún momento, que la C entró en aquellos “obscuros mundos”, hace algún tiempo // “Viejas verdes”, ¿serán las tantas de la antigua PDVSA?, una de ellas sugirió durante el tras telón de una entrevista periodista que había mantenido relaciones amorosas con uno de los empleados que para aquel momento distribuía el diario PDVSA al día en la antigua administración, por cierto, el Sr. continúa allí // “Mérito al trabajo en su primera clase”, durante el evento anual que organiza la Contraloría los empleados blasfeman sobre otros compañeros de trabajo galardonados por años de servicio, asumiéndolos como –entre otras- borrachos premiados // “La Cristina”, uno de los personajes más esperados por los lectores de La (des)confianza, ¿será de nuevo AM de COFAE? // Jerónimo y el piso 10, qué raro que COFAE está entre el 9 y 10, ¿será que AGA de COFAE colinda con Jerónimo? A… no huele aún… // Henry, ¿tendrá que ver con el E de la historia? // Con respecto a “el regalo extraño del triángulo”, resulta ser que aún está vivita y coleando laboralmente una empleada del MEP que le encanta regalar particulares objetos sacados de tiendas de antigüedades que perfectamente podrían pasar por brujerías // “Buscarle un vaso de agua al jefe”, también se corría en los pasillos de cierto ME en donde un supervisor logró despedir a una Internacionalista por negarse a ser servicio “mucama”, “ama de llaves” de su jefe. En el mismo Ministerio se dice “aquí entre nos”, que una con cargo de Viceministra habría mantenido “algo” con otro Viceministro. Por cierto, se rumora que dicha Viceministra fue detenida en la oficina de inmigraciones de un país árabe, y ello la molestó porque la requisa fue intimidante // “Llevarse el cartón plástico para poder evacuar dentro del baño”, entre tantas generaciones, también se corría, cuál rumor, entre los actuales empleados de la BN, que una funcionaria se le veía en lo mismo. ¿Cuántos no se sientes intimidados fisiológicamente por su jefe? // “Paralelismo entre Parker y Gales”, se llegó a correr entre empleados de un Centro Cultural Petrolero venezolano // “La gasolinera”, por relación con lo anterior ¿será de nuevo la homo-fo… TO? Por cierto de quien también se ha dicho -cuál rumor- que le aplicaron la Ley del Hielo en INTEVEP por razones atenientes a su personalidad y ejercicio // “Le desaparecieron el CV… Fogata o rasgado de los currículos”, se rumora que la esposa de RR, se las vio negritas para poder entrar a PDVSA con el cargo que en la actualidad ocupa. Por debajo de ella sigue la lista un subgerente -abogado por cierto- que no cumple horario laboral y por tanto deja a que su asistente que falsifique su firma // Sobre “Mariano”, ¿será que éste personaje tiene por apetencias -sin la h-, las mismas que las presuntas del “periodista” MA?, asistente de JG en el MEP a quien le encanta que le regalen tortas del cumple animadas con el Che en pastillaje de torta de matrimonio o fiestas infantiloides // “Mario (patho aristotélico)” varios lectores se les ha visto brincar o reír al suponer que se podría tratar de MS conductor de La Hojilla de quien se dice que se le ha visto en actitudes intimidantes de ataque, a otros, no otras, en actos públicos del gobierno // Irónicamente, “la escenografía festiva” de La (des)confianza ¿se parecerá a la del set de La Hojilla?, antiguo programa del canal de todos los venezolanos // “Alteraciones psicotécnicas de los RRHH”, las pruebas de selección y reclutamiento del actual Ministerio de Alimentación así como de PDVSA podrían estar tocando lo intimista, aunque una de las psicólogas del Ministerio de Alimentación pretenda ampararse en la integridad del recluta para así llegar a caer en hurgamientos sexuales de los talentos que intentan ingresar en las filas de dichas instituciones estadales para conseguir empleo. ¿Se estará atacando la vida privada, se estará violando la Constitución y las normativas legales en DDHH?. ¿Descifrar la intimidad para el ingreso organizacional, en una empresa o institución socialista? Mientras, se pudo percibir en alguna oportunidad que el MINCI utiliza la risoterapia para mofarse de lo que el candidato sugiere en la entrevista, es decir, se aprovechan de la información confidencial suministrada para luego –el funcionario encargado- pasear dicha información por la gerencia de un presunto RRHH socialista // Sobre los empleados que literalmente “pasan Pride® en el escritorio del jefe”, entre tantos casos implícitos o explícitos continúan titilando una cuerdita de periodistas (profesionales egresadas de una “universidad”) que para mantener al jefe ganado, deciden buscarse un trapito y limpiar el escritorio del jefe, como le encantaría a KM supuesta hermana de AM de COFAE, la que, por relatividad, podría también colindar con la “caída de la mata de Golpiza de caricias”, la K. ¿Actitudes valientes del nuevo periodismo? // “Repartir jugo y cachito”, podría colindar incluso con el nombre de la actual Secretaría Comunicacional de la Contraloría General de la República. La relacionista pública C es la que tramita vía telefónica pasajes aéreos de los funcionarios, mientras las restantes mujeres comunicólogas, reparten los folletos a la entrada de la sala de exposiciones de la Contraloría. K con K, está dedicado a una de ellas por lo del… // “Monóxido de carbono que entra por el estacionamiento”, cuando la antigua Gerencia de AAPP de PDVSA Los Chaguaramos, fue mudada a la sede Corporativa de La Campiña, los nervios de los periodistas se pusieron a mil, al un grupito sugerir, que no querían la mudanza por presentir que se podían intoxicar con el monóxido de carbono del semisótano, que colinda con un estacionamiento. ES, la recordada de las bonitas joyas de la antigua PDVSA, era la Gerente de Comunicaciones, cargo que aún regenta a otro nivel. Para ése momento fue Coordinadora de Comunicaciones la Sans-ta, no sé porque late que se trata de ES, a quien le encantaba ridiculizar a los subordinados y a las preñadas de la antigua PDVSA // “Periodista que aplastó a otra colega”, aunque el caso se repite como barajita, ella misma te lo comenta sin que se lo preguntes, sí, ella misma: La M, quien incluso metiera a una amiga colega en la Contraloría y luego hiciera que la sacaran a costilla de su costilla // La fabulación de la Gerencia de Asuntos Velludos, resultó ser en un alto porcentaje: verdad. Zennith se parece a CT, Jakinno pasa por CA, el Sr. Científico colinda con HR, La-Basurritthax tiene relación con MZ, La Babosa quisiera ser IB, La Miss Antioquia Orgásmica ¿será LM?, el galanzote bipolar ¿será el LB?, todos empleados de la Gerencia de AAPP de PDVSA INTEVEP // “Con una maraña de pelos que le viene del vientre y le sube en abundancia”, la ratadaaaaaaaa en el gremio periodístico es tan impúdica que el anteriormente nombrado: F (de carne y hueso) se llegó a mofar de MT, periodista del MEP por colindar con ésta idea // Sobre “los Memorandum llevados a volantes”, una normativa relativamente vigente de la Gerencia de RRHH de la Contraloría, llevó a su gerente (la del pelucón según M) a pasar un Memo muy parecido al de la página 47-48. Risas y molestias generó en los empleados socialistas que no les quedó otra sino engalanar día a día a la institución fiscalizadora con “corbatas a cuestas” // “Rociar Glade® en el ambiente laboral”, algunas empresas e instituciones compran éste tipo de ambientador e –incluso-, mientras los empleados laboran, se los rocían en su caras de ingenuidad. Al tanto, la supuesta ex directiva de C lo rociaba. Igualmente, en red de tiendas de ropa Z-V, se lo riegan aún a los clientes en los pasillos de los vestuarios. ¿Tupé, o no tupé? // “Él tiene el agrado”, G –de quién se rumorea que ya desapareció del mapa- aunque continúa allí, “tiró la casa por la ventana” al poner a un internacionalista en el cargo de coordinador editorial, hijo del periodista S, cargo que, anteriormente, le perteneció a una chavista de nombre CD que al momento de renunciarle al supuesto ex presidente A-nía, ex porque todavía está, le tiró ¡duuuuuurooooo! la puerta en su propia cara. ¡Chavista con chavista se paga! ¡Y se cobran y además se dan el vuelto! // Se rumora que los personajes olorosos y antiéticos de Error son la ex parejita M-G. De M, se ha dicho que se divorció. ¿Verdad o qué? // La cita del primer intermedio de Golpiza de Caricias que sugiere: “Av. AB y C también”, al respecto, ¿será que habrá sucedido en la AB? Sobre el ahorcado “J_ _ (_) _ _ _ N” resultó más fácil que pelar una mandarina: J. Y graciosamente una persona con éste mismo nombre ocupó el cargo de Gerente de Comunicaciones en la Contraloría hace ya algún tiempo. Y si de “¡Caballo Viejo, caraaacha!”, se trata, podría continuar la saga de G. En ¿Los Robles?, ¿no será en Los Caobos?, el desmentido // Sobre el tercer intermedio de Golpiza de Caricias se rumora que podría estar asociado al Viceministro de Agricultura y Tierras, aunque el sofá en realidad sea beige y la puritana enlazada al señor, la habrían visto tirada, cuál propietaria del sofá, esperándole. Vivitos y coleando // Se rumora que para que no se dijera quién podría estar sugerido en el Quinto intermedio de Golpiza de Caricias, una periodista censurara una emisión de un programa radial para no revelar al posible Viceministro de Cultura: IP, quién se le pondría -pondría dije-, la cara como una parrilla al sentir su intimidad delatada. Por cierto, algunos vecinos en una ciudad dormitorio, allegados a dicho Viceministro, han sugerido uso de narcóticos en el ámbito familiar. ¿Mentira o verdad?, rumor o qué. ¿Envidia acaso? ¡TUMBA… TUMBA!’.

3.- El rumor como actuación

Así se personifica. El rumor (o mito) se absorbe literalmente como suerte de sed emocional. Especialistas sugieren que la anfibología pudiera ser causante de la instigación y más aún cuando existen agentes subjetivos en el ambiente organizacional. De ésta manera, la captación de significados extraídos de la sociedad, el deseo individual o colectivo, tras una aprehensión a lo emocional, a lo enigmático o a lo intelectual, son parte de los apoderados que cargan de brío el ánimo de los empleados públicos o privados (o agentes externos), más si los interesados pretende tener jurisdicción frente a los públicos a las cuales pertenezcan. No en balde, el aguijón tiene sus características particulares, no necesariamente teniendo relación con el tópico extendido. Y su emisor sólo podría buscar llamar la atención. “Un placer de esta índole puede incluso resultar irrenunciable para individuos cuya vida carece de color y variedad” (Allport, 1982, p. 28).

El dolor organizacional probablemente tiene que ver con “factores externos” porque se internalizan de forma indebida, y el individuo lo valora indebidamente de manera alta o baja. “Allí puede haber un desajuste importante que puede dar lugar a cierto tipo de desencanto, padecimientos emocionales, alteraciones. Pero diría que salvo circunstancias particulares donde los individuos tengan tendencias a depresiones de tipo endógeno, en las mayorías de los casos tiene un origen externo, de perspectivas que no se cumplen, interferencias por parte de otros, que, de alguna forma, causan una experiencia frustrante. Esto tiene que ver con personas con una falta de confianza en sí mismos, tiene que ver con autoconfianza de su yo sobre las desgracias del otro”, expuso el profesor Manuel Fernández Ríos de la UAM pensando que una posible manera de responder ante lo insano es “con la misma desconfianza y recelo, no otorgándoles credibilidad (…) El supervisor que permite el careo, no sabe ejercer su trabajo”.

La fantasía, el abarrotamiento o la exageración, el retruécano de pruebas, adultera así una supuesta realidad de un presunto hecho de interés corporativo, social, colectivo, grupal o político. Esta revelación del caos consigue traer a colación estados de alteración organizacionales que son despedidos como flechas punzo penetrantes en medios posiblemente híbridos en dimensión; pero homogéneos partiendo de que los intereses de los interventores y proyectores que actúan en su transmisión, han sido agrupados por algún interés.

“La gente fortalecerá sus deseos con falsas creencias, racionalizará, proyectará y hará correr falsos rumores, solamente en proporción a la ambigüedad del asunto y a la importancia que para ellos revista (…) Gravitan sobre él las complicaciones del yo y cuando la prueba objetiva o el conocimiento no pone freno racional al juicio y al testimonio” (Allport, 1982, p. 27).

Habría que hacer una aclaración que en tanto, estos mensajes estén manifiestos como chismes, in crescendo en importancia, generarían el rumor, producto, de acuerdo a la estimación de los entendidos en psicología con un contundente factor motivador, con características altamente intrínsecas. “El interés sexual monopoliza buena parte de la chismografía y la mayor parte del escándalo corriente; la ansiedad y el miedo son los estímulos ocultos de las historias macabras y los malos presagios que tan a menudo oímos; la esperanza y el deseo están en la base de los rumores rosados; el oído sostiene los cuentos acusatorios y calumniosos” (Allport, 1982, p. 18).

El deterioro de la moral, el compromiso y la lealtad, según especialistas en la rumorología, podrían promover –incluso- una cultura paralela, debilitando los objetos estratégicos y acrecentando la informalidad de las relaciones interpersonales, grupales o colectivas asociadas a una organización. “Los componentes del clima laboral, susceptibles por tanto de análisis como variables fundamentales en los estudios previos para implantar un programa ajustado de comunicación interna, son los siguientes: Componentes individuales (motivación, actitudes, percepciones, valores, aprendizaje, personalidad); componentes inter/intragrupales (grupos formación/información, normas grupos, conexión, roles/estatus); componentes jerárquicos (esfuerzos, estilo de mando, poder organizativo, nivel de influencia); componentes organizativos (estructura, organización, puesto laboral); componentes funcionales (remuneración, comunicación, evaluación de rendimiento, selección, formación); componentes de la tarea (cantidad, calidad, diversidad)” (Pulgar, 1999, p. 58-59)

El respeto en un trato justo y equitativo o igualitario, “sin animadversión”, colinda con la confianza y la seguridad laboral, aminora la injusticia o parcialidad y le da cierta preponderancia a la eficiencia, eficacia y efectividad en el trabajo que se desempeñe.

4.- Sistematización del rumor

La aplicabilidad de la comunicación informal y formal en una organización tiende a contar con opiniones contrapuestas y encontradas. Al respecto, algunos de los manuales técnicos sobre el rumor escatiman que la comunicación informal aparece cuando la formal es insuficiente a lo estipulado en la norma. Esto podría implicar la supuesta visión de la norma, si se piensa que las reglas no escritas son igualmente, parte de ésa directriz.

Otro punto focal en la clasificación del rumor es el tema del que trate, tan amplio, que incluso podría causar diferentes magnificencias en niveles culturales, religiosos o políticos diferentes. La “tricotomía odio-miedo-deseo”, puede afrontar una carga dogmática de resistencia motivadora que los sustenten y nutran. Queremos, por tanto, en las siguientes líneas, mencionar una problemática, manifiesta como rumor, para así ejemplificar su significación.

Las reglas no escritas sirven para matizar o complementar las comunicaciones escritas y otra es adecuarse como vehículo de escape, lo que implica que, como el hecho de interés, no procede por otra vía, hace las veces de descarga emocional y en las organizaciones las comunicaciones circulan de todas las maneras posibles, en los sentidos, vertical, horizontal y trasversal. Se insiste, por ejemplo que la informalidad excesiva genera incertidumbre e inseguridad y un desplazamiento de la comunicación formal pero, a la par, los teóricos creen que las comunicaciones informales auxilian a las relaciones sociales ajenas a las concertadas y conciben procedimientos de vivacidad a través de los que se toman decisiones.

Entonces, descubrir otros canales informales dejando de un aparente lado los formalismos, “ayuda a identificar procesos interfuncionales”. Ahora, uno de los presuntos malestares de distorsión informativa organizacional, es el ateniente al chisme, por su característica incontrolable y donde vendrían a influir la interpretación del emisor o feedback del receptor, porque los hechos o comentarios que no son vistos como objetivos -ni como comprobables-, así como el ruido distorsionado en las subsiguientes transmisiones de éstas “suposiciones de dudosa comprobación”, prevén repercutir sobre la organización o sobre los trabajadores. La cadena informal del chisme propensa entonces como sabemos el rumor.

“Dos son las condiciones básicas necesarias para que un rumor prenda en la mente de la gente y, valga la expresión corriente, corra: primero, el asunto del cuento deberá revertir cierta importancia, tanto para el que lo transmite como para el que lo escucha; luego, los hechos reales han de estar revestidos de cierta ambigüedad (…) por la ausencia o parquedad de noticias, por su naturaleza contradictoria, por desconfianza hacia ellas, o por tensiones emocionales que tornan al individuo incapaz de aceptar los hechos revelados en las noticias oficiales o reacio hacia ellas” (Allport, 1982, p. 15).

Por razones psicológicas y sociales, las versátiles variables a tomar en cuenta en un proceso de sistematización del rumor, continúan dependiendo del autor que le toque adentrarse en el asunto. Resaltan en tanto, los ítems que se comentan en el libro Psicología del rumor de Gordon W. Allport y Leo Postman (Allport, 1982, p. 186):

1.- Los aspectos transitorios de premura y ritmo en el tránsito.
2.- La cuestión, argumento, fondo, propósito o trama.
3.- Momentos espirituales u otros halos.
4.- Secuelas sociales negativas, positivas o neutrales.
5.- Segmentación de los rumores de tipo local o los masificados.
6.- Diferenciación entre los recientes rumores, de los antiguos.
7.- Relativizar entre lo dable y lo imposible.
8.- El rumor estudiado por dimensión o magnitud, etcétera.

De éste material resulta particular la finalidad de perpetuación. Estudiosos hablan al respecto del mensaje reservado, silencioso, discreto, oculto, cargado de cierto enigma, ocultación, entresijo, secreto y que va tomando aire por el cuchicheo, por el chisme que ya convertido en rumor repercute de manera diferente. Su fin es temporal aunque, de acuerdo a los especialistas, podría engendrar carga de discordia mientras transita en una cadena.

Otros tipos de mensajes informales son más vehementes, mientras hay otros denominados “divings rumors”, que significa que se sumergen, y luego de haber tenido alguna notoriedad, subyacen en el fondo para en algún momento retornar su brote. Aquí cabría hacer remembranza a las calumnias, difamaciones o vilipendios que intentan radicalizar el recuerdo. El rumor prevé desenterrarse.

La filtración del rumor suele aparecer cuando en el ambiente laboral existe algún tipo de crisis. Dicha permeabilidad tendrá no sólo la intensión de desajustar la credibilidad organizacional internamente. Además será el todo en la opinión pública de una forma no oficial. Suele brotar cuando hay carencias, vacíos, preguntas, incertidumbres, desconciertos. Autores de la rumorología subdividen los mensajes que se cuelan como los siguientes: Los conexos al ego, los sustentados en la verdad, la colada con proterva expectación, los de carácter político, económico, social o cultural. Asimismo, el “globo sonda” y el “chivatazo telefónico” o las filtraciones off the record. “La fuerza del rumor consiste, precisamente, en que no es averiguable, ya que, si lo fuese, cesaría de ser rumor y se transformaría en noticia. Es conocido el aserto de que el rumor puede ser antesala de la noticia” (Martínez, 2004, p. 77).

5.- Comunicación formal Vs. comunicación informal

Dicen los peritos que el estudio conversacional informal sólo tiene sentido en el marco de las conversaciones formales. Es decir, en un ambiente -sea laboral o no-, donde no hay formalidad, todos los participes del grupo social podrían tender a ser informales en sus relaciones humanas. Para el caso organizacional, la teoría empresarial ha sugerido que en el marco de las comunicaciones informales se crean una serie de dispositivos que van desde los casilleros de sugerencias, tertulias a la arista de la empresa, fiestas fuera de las empresas, etcétera, todo ello con el fin de que los empleados de dichas organizaciones se manifiesten humanamente en un “contexto que en el oficial no se dice. Conozco de personas que han hecho casi una segunda profesión –literal- al intoxicar informativamente el ambiente laboral para conseguir lo que anhelan. Y además saben cómo impedir que una persona ascienda sin ningún tipo de escrúpulos. Y por estar amparados ante una estructura jerárquica, lanzan descalificaciones y amenazas. A veces las instituciones las contemplan y a veces no. Es un poco aleatorio el que se pueda obtener una respuesta por parte de las instituciones. Aquí entran las responsabilidades de las autoridades. Pero el problema en sí, es cuando prefieren mirar a otro lado”, cree el catedrático en Comunicación empresarial Joaquín Aguirre Romero de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

Las comunicaciones informales pueden afectar la vida interna de la empresa, la competitividad, así como su imagen que se ha venido construyendo con los trabajadores. El coordinador del doctorado ínter universitario en Comportamiento social y organizacional de la Universidad Autónoma de Madrid, Manuel Fernández Ríos, manifestó que las comunicaciones informales comienzan a ser un peligro cuando se abusa de ellas, precisamente en el momento en que se convierten en un mecanismo de comunicación organizacional que sustituye a la comunicación formal. “A partir de ése momento empieza a ser disfuncional. La comunicación informal es un complemento de la formal, no al revés. Si todo se hace a base de comunicación informal en una empresa pequeña puede ser suficiente, pero en una empresa de otro nivel, ¡imposible!”, exteriorizó el docente de la Facultad de Psicología de la UAM.

Dicha reflexión nos lleva a preguntarnos al respecto ciertas inquietudes, algunas de las cuales hemos intentado dar inferencias también en la primera parte del artículo en cuestión: ¿Cuándo las comunicaciones informales podrían llegar a ser peligrosas para una organización? Por ejemplo: Se ha insistido que el exceso de sociabilidad entre empleados y jefes podría ser un peligro para las relaciones humanas laborales. ¿Cuáles son los actos ilícitos recurrentes de las gerencias involucradas a la debida aplicación de políticas de comunicación informal en una compañía? Y ¿cuáles son las fortalezas de la aplicación de las “reglas no escritas” en las organizaciones españolas? La comunicación informal (rumores, chismes y cotilleos) ¿serán inversamente proporcional a la cantidad y calidad de la comunicación formal en las organizaciones españolas? Una persona talentosa que hace un buen trabajo y otra que lleva a cabo un deficiente nivel técnico y laboral, ¿serán siempre objetivos del rumor? ¿Qué opina usted de los empleados que construyeron su éxito sobre la base del fracaso de otros? ¿Por qué el poder de los sentimientos prevalece dentro de toda cultura organizacional? Desde las comunicaciones informales, ¿qué perdidas en valores o en repuntes porcentuales podría causar a las empresas lo antiético? Éstas y otras interrogantes motivan al investigador en cuestión a conocer más sobre la rumorología.

Para el profesor Manuel Fernández Ríos, el exceso de sociabilidad entre empleados y jefes sería disfuncional si se va más allá de la razón de ser de la jerarquía organizacional. “Si el trato excede lo que es la relación laboral daría paso a lo indeseable. Esto podría incidir en el bajo rendimiento. El humor es conveniente en el trabajo, pero no convirtamos todo en humor. El chisme puede generar humor y de ser razonable puede ser positivo. Ahora, una cosa es el chisme como tema segundario y otra cosa es el rumor como mecanismo de comunicación de la organización. El chisme tiene virtudes terapéuticas desde el momento en el que puede desencadenar una sonrisa o un momento de relajamiento, pero si versa sobre situaciones laborales indebidas es una fuente de estrés tremenda”, manifestó con preocupación el catedrático.

Por tanto, habría que revisar en las organizaciones de qué tratan los chismes, cotilleos, leyendas urbanas y rumores para saber si ello tiene un efecto contrario. Pero a pesar de que en España ha existido una preocupación por el tema del rumor organizacional -incluso-, en las escuelas de periodismo, la relatividad y la subjetividad continúan siendo constantes cuando se recurre a especialistas que tratan sobre las turbulencias que se generan por problemas de comunicación intrapersonal, interpersonal, grupal, social o colectiva.

La “tela da más que cortar” si se mira desde la función que deberían cumplir los medios de comunicación españoles, contrastada con la que verdaderamente ponen en práctica, más aún si en la actualidad no existe un Código de Ética que soporte la función periodística. En tanto, se podría suponer que a los periodistas antiéticos, ceñidos a intereses económicos, políticos y de audiencia, les interesa mantener viva –incluso- la ilusión del vilipendio, lo cual ha traído ya ola de rumores varios entre grupos de docentes periodistas que han discutido de dicha problemática en foros de discusión, Congresos y Simposios.

Mientras tanto, una mirada al cine español independiente también vislumbra cierto interés por el tema organizacional dentro de la sociedad española. Conviene observar el interés de los directores y guionistas cinematográficos por argumentos, fondos, tramas, contenidos o temas asociados a los entornos escandalosos en el campo laboral. De ésta manera, la importancia que revisten los departamentos de Recursos Humanos colinda con la contaminación de los criterios de selección. Comenta el profesor Aguado García que a la luz pública “se revela aquello en lo que se tienen carencias. Si fuera un aspecto solucionado, no hubiera salido la película El Método”, de Marcelo Piñeyro, basada en la obra El Método de Grönholm de Jordi Galcerán Ferrer, cinta que trata -sin misericordia- las nocivas posturas psicológicas y humanas que asumen varios reclutas disímiles en su temperamento.

Igualmente, el profesor del módulo doctoral sobre Recursos humanos, organización y trabajo, de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, Jesús María de Miguel Calvo, asumió que empíricamente las comunicaciones informales “no se relacionan directamente” con los estudios de clima organizacional. En contraposición a lo planteado, el catedrático Aguado García aseguró que “los estudios de clima organizacional lo que hacen es evaluar la bondad de la comunicación, en ese sentido las comunicaciones informales forma parte de ello”.

En el caso de Venezuela, el poder de los sentimientos, emociones y demás, podrían influir de una manera directa en las actitudes que toman los jefes hacia unos determinados empleados, por ejemplo, que las manifiestan en las querencias personalistas, lo cual va mucho más allá de las aportaciones técnicas de un subordinado hacia su supervisor. Entonces, el feeling personal más que profesional, como el hecho de pretender inmiscuirse en la vida privada del otro, podría –inclusive- pasar a ser un punto a favor para el que cae en ello y pretende alcanzar mayores objetivos a corto plazo dentro de la organización.

“Lo emocional del individuo está presente en todas las circunstancias vitales. Un buen jefe no puede discriminar a un empleado porque le caiga mejor o peor, o si está en acuerdo o en desacuerdo con el otro. Sería un jefe que no haría bien su trabajo. Las fobias o filias en el trabajo deben quedar minimizadas porque podemos generar grandes injusticias. Me extraña mucho que en Venezuela el uso y abuso de éste tipo de situaciones de lugar a mejoras de productividad. Ahora quizás hablamos de un nivel lo suficiente bajo como para que éso sea positivo”, señaló Fernández Ríos pensando que las relaciones informales son productivas pero en su justa medida. “Estoy de acuerdo en que no existan relaciones de pareja en las empresas por razones muy diversas, entre ellas, la propia pareja. Llega un momento donde están viviendo en un entorno o mundo que es superpuesto el uno, del otro. España dista mucho del poder alcanzado por las relaciones sexuales y si alguien lo hiciera, tanto el que apoya como el apoyado podrían salir de los dos, aunque siempre hay excepciones. Pero como norma, estaría muy lejos de la realidad, además que se vería espantosamente mal (…) Los empleados que construyeron sobre la base del fracaso de otros son unos indignos, eso a la empresa no debería de interesarle”, agregó.

Sobre las evaluaciones de personal desde las Gerencias de Reclutamiento y Selección españolas, el profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, David Aguado García, opinó que culturalmente en España “la evaluación del prójimo no nos gusta especialmente. Con base en todos los modelos organizacionales, uno de los aspectos críticos para el desarrollo de la competitividad son efectivos modelos de gestión del desempeño, en donde se prime el alto. Pero convencer a un jefe de que tiene que hacer la evaluación de una persona, es complicado. Se demuestra que durante ése proceso, uno de los aspectos críticos es la comunicación. Es complicado porque culturalmente es difícil decirle a otra persona: ¡Esto no lo has hecho bien así!”, cree el catedrático pensando culturalmente en que el empleado podría, inclusive, tomar represalias contra el jefe.

Del mismo modo, el profesor David Aguado García declaró que las comunicaciones informales podrían llegar a ser un peligro para la organización cuando tocan aspectos críticos, como es el caso de las fusiones. “Cuando hay comunicación informal alejada de la realidad puede suponer una lesión para la organización (…) Las charlas informales entre los miembros de los equipos de trabajo, favorecen el desempeño, precisamente porque permiten compartir aspectos que no son estrictamente laborales (…) Los empleados siempre serán objetivos no de rumores, sino de comentarios. Lo que sí que son, es producto de la gestión del desempeño, y eso es lo común. El éxito o el bajo desempeño deben de ser tratados confidencialmente. La evidencia lo que nos dice es que eso al final es conocido y se puede observar el trabajo de nuestros compañeros si somos capaces de valorarlo. Ahora, dependiendo del contexto en el que se esté sobre la gestión del desempeño, unas variables toman mayor salida que otras. Hay organizaciones en donde el desempeño está claramente deprimido”, prensó Aguado García.

Perpetuando la entrevista con el docente Aguado García, pudimos profundizar sobre las actuaciones organizacionales, desde un neurálgico discurso:

– Ahora, el hablar informalmente en las organizaciones, ¿habrá un límite?, le preguntamos al docente Aguado García.
– Claro que tiene un límite. No conozco estudios que hablen de lo lesivo. Pero lo que sí está documentado es que las pequeñas charlas informales favorecen el desempeño de los equipos de trabajo, manifiestos en puntos críticos para la organización sobre falsedades.

– ¿Verticalidad o más bien horizontalidad en las comunicaciones informales?
– El proceso más claro es el de la horizontalidad. Incluso para las comunicaciones verticales, conviene aclarar y precisar cuanto más la información, con lo cual formalizarla. Pero en los dos sentidos es lo mejor, porque tenemos organizaciones cada vez más planas. Ahora, lo que se comunica verticalmente en ambos sentidos, es mayor a lo que se comunica horizontalmente.

– El cotilleo o el chisme, ¿correrá más de abajo hacia arriba, que de arriba hacia abajo? ¿Qué cree usted?
– Lo que sí que tengo claro es que la leyenda urbana o el cotilleo de arriba hacia abajo tienen una mayor carga e implicación.

– ¿Qué opinión le merecen al respecto las reglas no escritas?
– Son el soporte de la cultura. Es verdad que la gestión del conocimiento lo que trata de hacer es convertir el conocimiento implícito que tienen los individuos en un conocimiento explícito de la organización. Lo veo como una fortaleza al soporte del conocimiento.

– ¿El chisme contendrá virtudes terapéuticas?
– Las virtudes terapéuticas no sé si están reposadas en el chisme como tal, o están reposadas en la interacción social. Y ello es motivo de la psicología de la felicidad, de satisfacción psicológica. En el chisme si no hay interacción, no hay chisme (…) “No es únete a ello, sino adáptate a ellos”. El modelo del liderazgo organizacional lo que nos dice es que las organizaciones tienen personas con diferente grado de madurez y allí, el líder, tiene que adaptarse a ése grado de madurez.

– ¿Qué opina de los que construyeron su éxito sobre el fracaso de otros?
– Es lícito el mejorar a partir de un fracaso. Lo que no estoy de acuerdo es que sea del fracaso de otros, si uno mismo ha fomentado el fracaso. El modelo básico es establecer competencias con conjunto de valores. Ese crecimiento rápido a costa del batacazo de otros puede ser evaluado en términos de resultados, positivamente, pero en términos de comportamiento y de formas de hacer, nunca es evaluado así.

– La “sociedad rosa” producto de su prensa, ¿interferirá en la sociedad laboral?
– Me imagino que si una persona le dedica un cierto porcentaje de su tiempo a éso, en la medida en que ese espacio sea compartido con los demás compañeros de trabajo, será un aspecto de la charla informal, ¡segurísimo! -comentó el profesor David Aguado García sobre el referente.

Por su parte, Joaquín Aguirre Romero profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM a la pregunta: ¿la cultura organizacional de las instituciones de educación superior podría compararse con la sociedad cultural española?, a la misma él respondió: “¡Yo no creo en eso!, una mirada que viene desde fuera puede entender más estos pareceres. Es una deformación producida por los medios que yo no creo que responda a la realidad, es un efecto de retroalimentación en el que se maneja dinero y, donde hay, una parte de la sociedad a la que se le puede enganchar. Yo no creo que sea el cotilleo. ¡Aquí estamos hablando de armas! Cotilleo elude lo que pueda tener el tercero. Estamos hablando de un tipo de enfrentamiento y no se puede pensar en términos de comunicación, sino en términos de objetivos. Es diferente el rumor al cotilleo, porque el segundo puede tener una implicación de maldad y, aunque parezca lo mismo, es importante saber cuál es la intencionalidad de esa comunicación. Sobre el espectáculo televisivo bochornoso hay que demostrar -como audiencia- la nulidad más absoluta y, en ocasiones, puede ser un objetivo de poder más que de índole económico. En el caso universitario la búsqueda de ello a través de proyectos de subvención o investigación también pasa a ser un conflicto, lo que genera luchas. Lo que creo que no han tomado en cuenta las instituciones es que estas exigencias de competitividad son a costa de un darwinismo, de machacar gente. Y no siempre se ataca con las armas más nobles, ni más inteligentes, sino por medio del poder y de sus mecanismos paralelos”.

A la sazón, ¿la sociedad española estará realmente atada a la prensa del corazón? ¿Lo que se exhibe en la televisión española se lleva al trabajo? Otro educador nos regaló también su punto de vista: “Hay mucha prensa de éste tipo en los medios de comunicación. Ahora de decir que la sociedad está atada a esos medios o a ése tipo de programaciones es diferente. La prueba está en que están cayendo esos programas. ¡Van a menos, en vez de ir a más! Lo cual significa que llega un momento en que son profundamente redundantes, repetitivos, reiterativos, más de lo mismo. Y ello porque, lo escurren y lo estrujan hasta que no dan más. No creo que nadie tome los temas rosas medianamente en serio. A veces, la tele está encendida –incluso- como un elemento adormecedor. Creo que son informaciones que nadie les concede especial relevancia porque nadie está interesado en conocer la vida privada de nadie, pero es un elemento pasivo. ¡Pues vale!, entonces, en vez de estar en silencio: es un runrún, que a lo mejor era más interesante para una pieza de música clásica”, supuso el profesor Fernández Ríos de la UAM.

6.- Puntos de mira sobre las comunicaciones informales en la Universidad Española

Les regalamos dos “momentos” anónimos pensando en lo siguiente: ¿hasta qué punto ¡se pica y se extiende!? En el primero se corrió un rumor por los pasillos de una universidad europea y un profesor español universitario lo retuvo y lo exteriorizó: En la Universidad Complutense de Madrid fue muy célebre un profesor de matemáticas que inundaba la Intranet Corporativa Universitaria de correos electrónicos contando o sugiriendo rumores que no se atrevió nadie a exponer dentro la misma casa de estudios. El que fueran ciertos -o no- dichos comentarios, a la final acabaron en los tribunales españoles, porque el supuesto delator daba informaciones muy comprometedoras y de carácter mayoritariamente administrativo sobre compras, es decir: “Ése edificio se dice que costó tanto y realidad costó tanto… O el arquitecto no era el primo de no se quién”. En extracto: desde el rumor ello implica utilizar como ataque directo a un responsable y ponerlo en bandeja de plata en contra de los demás.

En este otro segundo “momento” de rumorología universitaria pudo haber alucinaciones: Al ver las actas de un importante Congreso publicadas, a éste docente Perencejo -le contó una profesora Mengana-, que hubo indicios en contra de ésa misma profesora Mengana. Aunque, para el profesor Perencejo (que se hace eco de ello), la docente Mengana alucinó, ya que según él nunca fueron directos los comentarios; el profesor Perencejo completó: “Cuando ya los enfrentamientos son bestiales, directos, a la yugular, es decir, “como lobos”, directamente se va al ataque frontal y entonces se busca el ámbito de la comunicación informal que podría tener –igualmente- su centro de acopio desde una reunión de un departamento donde estalle la cuestión, hasta una Junta de Facultad, pasando por el posible encuentro en una cafetería para vociferarse ¡de-to-do!, que no es lo más frecuente. Luego están otras formas mitigadas, en la cual aquello se va dejando caer en otros focos, posiblemente conversacionales, pero en el que se sabe que se pudo deteriorar o erosionar la imagen de la otra persona. Y luego estaría lo que es el enfrentamiento de Escuelas, que siempre va a estar disfrazado como un debate académico-científico. Cuando lo que coexiste en realidad son pugnas personales y directas”, son varios casos que ilustran lo que “roza” a la vida profesoral y administrativa universitaria.

Tal y como lo plantea Charles Handy en su libro Understanding organizations, la comunicación institucional, empresarial u organizacional se puede ver influenciada por una distorsión perceptiva del receptor, contaminación del mensaje por parte del emisor, desconfianza de ambas partes, mala descodificación del mensaje debido a sugerentes actos de carácter emocional, desorden por saturación del discurso, secretismo, razones de distanciamiento comunicativo, rivalidades de estatus organizacional, desplazamiento de cierto tipo de comunicaciones, problemas en el flujo comunicativo o nula claridad del mensaje.

La comunidad universitaria tiene una serie de normas más o menos formalizada para comunicarse, que van desde los Congresos hasta los coloquios, los escritos internos, los periódicos universitarios y las revistas científicas y demás causes de comunicación. Todos ellos son los que aúpan el estatus y prestigio sobre la base del capital intelectual. Se ha pretendido llegar a un aparente acuerdo que el mundo universitario profesoral es uno de los menos estudiados en el ámbito de la sociología de grupos humanos porque precisamente es -él mismo- el que estudia los conflictos dentro de las relaciones humanas. “Falta el carácter reflexivo. A las personas que se dedican a estudiar éstos temas, dejan de hablarle sus compañeros (risas). Y ello porque precisamente dejan al descubierto la máscara y lo que hay detrás de una fachada donde se supone que la comunidad universitaria -por ser intelectual- es la más abierta y en la que es más fácil liberarse de los prejuicios, es la que lucha por la verdad, cuando –en realidad- es un grupo humano, como cualquier otro en conflicto, con reparto de recursos y su administración, etcétera. Ahora los conflictos aumentan cuando proliferan las condiciones de conflictividad. Si se tienen cuatro perros y les tiras un filete en medio, los perros se matan. Y si se los repartes a lo mejor no tienes tantos conflictos. En EEUU las universidades se definen como universidades educativas, por contemplar el área docente, investigadora e igualmente, las fisti-fisti como en España donde se está mezclando todo”, sostuvo Aguirre Romero profesor de la UCM.

Aunado a lo dicho, durante el taller dictado a los estudiantes del doctorado en Creatividad Aplicada en la UAM, el conferenciante y consultor internacional, José María Gasalla, mostró estar preocupado por la exclusión actual hacia algunos estudiantes de educación superior en las universidades españolas por parte de ciertos docentes. A dicha opinión se suman otros catedráticos turbados por dicho escenario. Tras asimilar el concepto del rumor, todos sus nombres los dejamos en el anonimato. Ello implica que determinados profesores estarían –presuntamente- privilegiando a ciertos grupos de alumnos que les son afines a sus condiciones, sociales, políticas, técnicas o culturales. ¿Apartheid universitario, acaso? Para el catedrático de la UAM, Manuel Fernández Ríos en la Universidad también acaecen relaciones de favoritismos. “Hay que tener cuidado con ellas, porque algunas veces sucede que alguna persona que puede acceder a cierta posición, por tener relaciones de proximidad con alguien, sale perjudicado. No le favorece, sino que le perjudica”, comentó al respecto.

Del mismo modo, ello acarrearía una repercusión estudiantil por competencias formativas, técnicas o de otra índole. Dichas actitudes docentes sabrían estar influyendo directamente en la coacción hacia los procesos de investigación de los educandos a causa de la indebida excomunión anteriormente mencionada, lo que vendría a generar -en parte- comunicaciones informales negativas en las respectivas casas de estudio y sobre las cuales Gasalla no quiso adelantar nombres. “La competitividad debe estar fundamentada en la unión de amigos y enemigos”, completó el conferenciante Gasalla durante la discusión suscitada.

En el caso del rumor entre docentes hay que tomar en cuenta el plano científico, del que no lo es, es decir, “del plano que se presenta como científico”. Igualmente se le debe dar preponderancia al plano contiguo a lo personal. Aguirre Romero profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM sugiere que cuando las discrepancias son divergentes en su contenido “se llega a debatir ideas ¡y hasta a gritar en un Congreso!, pero luego, los contrincantes se pueden tomar un café juntos porque lo dicho, no afecta, ni su relación profesional, ni a su persona. Ésta sería la situación idílica. La segunda opción es donde lo profesional está disfrazando lo privado, es decir, lo personal. Allí alguien utiliza lo personal para atacar lo profesional o viceversa. Y como tercera, está el ataque personal injustificado”.

Aunado a lo dicho, el docente Aguirre recordó un vieja “leyenda urbana”: escenarios académicos donde para atacarse entre catedráticos se manipulaba a los estudiantes -preferentemente de doctorado- y así intentar arremeter contra determinados docentes, “en el sentido de hacer tesis desmontando libros o teorías de otros. Afortunadamente, los alumnos suelen tener sentido común y se dan cuenta de la bellaquería en cuestión. Asimismo, los propios estudiantes han denunciado al docente ilícito. Pero ello también es contraproducente en el sentido corporativo, porque el mal profesor no debe eludir sus responsabilidades. Y así se perjudica a la Universidad. El ámbito de la enseñanza es siempre un conjunto. A la par, el gremialismo es fatal: un profesor protegiendo a otro, aunque conozca la canallada”, razonó potencialmente Aguirre aunque igualmente -miradas otras percepciones actuales de docentes españoles-, la leyenda urbana no es tan fabulada como “podría llegar a estimarse” para evadir el asunto en cuestión por miedo –encubiertamente- al delate, de lo no ajustado al Deber Ser.

Luego de preguntar a unos cuantos profesores de dos universidades españolas reconocidas internacionalmente, de dicha muestra se concluyó que las rivalidades entre los mismos docentes se suscitan durante los Congresos, Simposios o Talleres, donde surgen embestidas con variados contenidos personalistas, políticos o académicos. “¡Nos hemos llegado a quitar la palabra! Y varios profesores le denunciamos, sin tener respuesta hasta la presente”, entre tantos le comentó un profesor (Fulano) al autor de este artículo pensando en otro docente -ex jefe de un departamento-, que les enviara a varios catedráticos constantes comunicaciones –a juzgar por el anterior Fulano-, cargadas de un lenguaje grotesco y repleto de calumnias.

En oposición a las comunicaciones formales, cuanto más cerrado es un grupo humano, las informales adquieren mayor preponderancia porque constituyen el meollo sobre el qué entender las demás. La teoría clásica ha dado a conocer que las comunicaciones informales contrapesan un mundo influido por jerarquías y que, en el caso de España, está soportado por una base estamental universitaria muy rígida. “Nuestra universidad es un mundo medieval, es decir, no es democrático por mucho que se diga ya que no existe la igualdad. Por tanto, es un mundo de estamentos muy jerarquizado con sus tres grandes divisiones: alumnos-profesores-personal universitario. En todas las universidades del mundo existen esas distancias, los repelos, además de las comunicaciones fluidas y también, las menos segregadas. Como ocurre en el mundo medieval, se tienes los causes alternativos no oficiales, dándosele salida a través de los extraoficiales que son los no convencionales. Muchas veces éstos son defensivos. Entonces, para conseguir estatus se lanzan informaciones rumorológicas que desvelan cosas que puedan defender al atacado o, atacar, en el caso de ser el atacante. Hay un segundo factor que es la competitividad interna. Por ello, toman más presencia las embestidas del uno al otro. No sólo importa el prestigio, sino también la difamación”, declaró el catedrático Aguirre Romero asumiendo a la par que “el chivato/ta” de alguna manera busca una respuesta oficial que denuncia algún tipo de información de forma semioculta, que no se entienda protegida. “Muchas veces en la comunidad universitaria las denuncias prosperan muy poco y, la gente, no se fía de las propias encuestas institucionales. Y entonces, como sucede en las dictaduras, está siempre la alternativa: el rumor. Otra cosa es que muchas veces ese desprestigio ya no es una defensa del que no tiene poder, sino que es un arma del que lo tiene. Es decir, no sólo frena, sino que difama y lanza rumores”, añadió.

Algunos de estos lastres son expulsados por contradicciones educativas. Al respecto, el profesor de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid y catedrático del módulo Conciencia, creatividad y formación del profesor, Agustín de la Herrán Gascón, habla constantemente en sus clases de los errores habituales que dicen cometer los docentes, manifiestos como lastres “algo con cuya pérdida, algo ganas (…) El ego está entendido como la parte inmadura del yo”. Al platicar sobre el referente, también declaró que entre las limitaciones que suelen condicionar el quehacer docente están: “La evitación de la autocrítica, afianzamiento de la propia estima, empleo reiterado de autorreferencias a la propia salud, trivialidad, refugio en el descubrimiento intelectual, encasillamiento, anclaje nostálgico en los recuerdos, práctica del razonamiento dual, intolerancia o rechazo a lo excepcional, fanfarronería, agresividad social, venganza compulsiva, molestia a la crítica desfavorable y desconfianza”, entre otros tantos etcéteras, palpables en su teoría sobre el egocentrismo colectivo, así como El ego que se desarrollan en su Teoría sobre los sistemas evolutivos: Hacia las organizaciones que maduran, Evolución de los lastres para la creatividad y, en especial, en su libro sobre El ego docente.

Sobre las rivalidades académicas que subyacen en las comunicaciones informales entre el cuerpo profesoral español, visto desde la generalidad, el docente Fernández Ríos asomó que su consecución obedece a lo que sigue: “Siempre evidentemente se generarán comunicaciones informales, porque evidentemente viajas. O, por lo que sea. Y entonces, te comentan cosas, oyes cosas, pero no se puede decir que sea la vía dominante. Ahora, puede haber comunicaciones formales en un tono o estilo muy informal”, ello asumiendo que no conoce ningún estudio realizado por la respectiva Universidad al respecto, “lo que además me temo que sean estudios que no tengan especial interés. Es decir, investigar qué porcentaje o proporción de comunicación formal o informal sea más eficaz que la otra, creo que eso es ya algo que está muy establecido en la literatura clásica”. Y luego opuestamente añadió: “Hasta donde sé, no se hacen estudios de clima entre docentes, aunque en las empresas españolas sí se realizan disertaciones anuales de clima organizacional muy rigurosos con una serie de variables que se van comparando en tanto cómo van evolucionando de año en año”, caso extraño que estos temas de comunicación periodística, institucional y empresarial no se estén ajustando a derecho en los centros de educación superior en España. “Debemos respetar la identidad personal de cada quien. Porque si alguien te va con unos chismes respecto a alguien eso puede ser completamente ficticio y caer en la difamación. Uno no puede prestarle credibilidad a ésa información, ni por mucha confianza que me inspire la persona que me trae el chisme”, igualmente sostuvo el profesor Fernández Ríos.

Equivalentemente, quisimos conocer la opinión del catedrático David Aguado García sobre si el chisme podría llegar a ser concebido como una marca institucional registrada sin percato en las instituciones de educación superior: “(risas). El chisme como marca registrada podría estar más cercano al modelo funcionarial, que a la empresa privada. En la Universidad nos suelen decir que nos miramos mucho el ombligo. Por experiencia -y no por investigaciones previas-, hay una cierta diferencia en que se nota más el chisme en la administración pública, que en la privada. El funcionamiento, a pesar de estar soportado en una reglamentación muy estricta, en cada organización se busca las vueltas para poder adaptarse a esa organización. En una empresa privada, si yo hago la selección, elijo a quién quiero, mientras de un buen servicio a aquel que me está pidiendo un buen candidato. Aquí se buscan caminos, no para saltarse, pero sí para adecuar la normativa por la vía informal”, señaló el respectivo profesor partiendo de su visión general sobre las implantación de las comunicaciones informales en el ámbito educativo.

“Como necesidad de promoción catedrática el docente se tiene que adscribir a un grupo, o sea, la independencia es difícil que se ampare o conmigo o contra mí. Muchas veces hay departamentos universitarios en ciertas áreas cuya división está fraccionada por una enemistad personal entre dos catedráticos que se esforzaron en convertir sus áreas en distintas para no verse las caras por interés personal o incompatibilidad de personas”, reconoció Aguirre. Y luego, lo pensó o imaginó desde la realidad universitaria: “¡Me caes mal! Por tanto, yo me llevo a estos profesores de aquí y formamos dos departamentos dentro de un mismo departamento con ligeros matices, sin justificar que es físicamente la separación de áreas”. Y es que para el catedrático entrevistado esto tiene que ver con una especie de “función relajadora” del propio campo: “Cuando hablo de razones personales la política es un relación personal y lo disfrazarán de discrepancias de otro tipo, nunca van a decir que es porque son incompatibles ideológicamente. Lo disfrazarán diciendo que la teoría del otro no es consistente. En las comunicaciones cerradas el discurso podría verse como una excusa, con una serie de motivaciones que son de otro orden y en donde los hechos duran decenas de años”. Dicho profesor volvió a enfatizar como una respuesta universitaria pensada como altercado: “… por algo que ocurrió, o algo que le dijiste a aquel, que es discípulo mío… ¡Y éso no se perdona!, porque es un campo en el que el prestigio es fundamental”. El docente Aguirre, continuó su discurso insistiendo: “Aquí se transmite y obliga a los demás. Se forman ejércitos por decirlo de alguna manera. Lo que empieza en una pelea de dos, acaba en una pelea de cuatro o de ocho. Y esto puede llegar a dividir a una Facultad. Aunque luego hay una zona intermedia”. Y entonces el profesor Aguirre –además- se posesionó de las exigencias de los demás: “¡Si no estás conmigo, te vas!”. Y luego de repasar las imágenes interiores, Aguirre Romero también recapituló: “Yo recuerdo a una profesora que en su momento pregunté a otros por qué ya no estaba. Y la respuesta que me llegó fue la siguiente: Como no estás ni conmigo, ni con el otro, ¡fueraaa!”, lo cual a juzgar por el profesor entrevistado obliga a actos de sumisión (conocido como “el bozal de arepa” llevado a los casos venezolanos) que es lo más absolutamente degradante en el ámbito universitario. Entonces, el burocratismo genera más informalidad comunicativa. “En la medida en la que aumentan los causes oficiales, empiezan a aumentar los informales para tratar de solventar los problemas universitarios”, explicó.

La Universidad entonces pasa a ser considerada como una sociedad endogámica donde su personal tiende a no decir las cosas por temor a ser clasificado como enemigo, asimismo, opuesto, adverso, discrepante, disidente. “El problema que tiene la vida universitaria es que es un grupo cerrado. Por lo tanto es naturalmente endogámico. Por una serie de presiones externas que son las leyes y acciones ministeriales se le intenta dar forma. Y la respuesta de la propia comunidad universitaria es reagruparse para los que tienen fuerza, no perderla y, los que no la tienen, intentar ganarla. Entonces se refuerzan los grupos. Las últimas acciones por cambios del sistema universitario de evaluación han hecho que el énfasis se desplace de los grupos departamentales a unos macrogrupos que son ínter facultativos -muchas veces ínter departamentales- que crean ya, sus propios esquemas de comunicación entre ellos. Es decir, se comunican de las siguientes maneras: formales, semi-formales y de las maneras normales que se extienden entre ellos. Los estudios sociológicos y lingüísticos revelan que son combinadas. En este sentido las comunicaciones sirven para reforzar un grupo o para el colectivo, oponerse a otro. En el caso de la empresa no es cerrado, sino que tienen que actuar de forma efectiva para conseguir algo externamente. Aquí, desgraciadamente, las universidades actúan hacia adentro y luego podrían tener determinadas interfaces hacia el exterior. Ahora, su permeabilidad depende del campo profesional”, adicionó el profesor Aguirre.

7.- Conclusión general

Como una manera de fomentar nuevas herramientas institucionales o empresariales –todas educativas-, es válido recurrir a la oportunidad de aprender a partir del meritorio Deber Ser. En otras palabras, desde nuestro interior algo bienhechor y perito nos incumbe y acuciosamente debe reinar en nuestra conducta institucional, en pro del desarrollo laboral del individuo. Al respecto, instan los expertos que una buena fracción de los dispositivos previos, alimentan el continuo aprendizaje. Allí perfectamente encaja el tema propuesto para éste artículo que busca una utilidad herramental, educativa, encuadrada dentro del contexto que debería de implementarse en la administración tanto pública como privada. Se rescata nuevamente, ¿apartheid universitario, acaso? Igualmente se tiran al aire otras introspecciones: ¿Se sobrevive laboralmente con maldad, auto barreras o qué? ¿Los actos de inteligencia son (in)morales, (anti)éticos? Esperamos que a alguien se le ocurra sembrarla en su interior.

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