Las brechas de cobertura en educación aún no se han cerrado, ni se han garantizado mínimos aprendizajes entre nuestros estudiantes. Esto ocurre a pesar de la expansión del sistema educativo, gracias a la creciente demanda de servicios educativos, junto con los esfuerzos realizados por sucesivos gobiernos para expandir la oferta de servicios educativos.
El presente documento es un resumen de uno más amplio que sugiere políticas de corto y mediano plazo para la educación básica para el próximo gobierno, a partir del diagnóstico del sector que se puede elaborar sobre la base del conjunto de investigaciones realizadas en los últimos años.
Una mirada a la educación en el Perú
La evidencia en cuanto a rendimiento escolar es relativamente nueva. Para finales de 2004 se habían realizado tres conjuntos de evaluaciones, que identifican niveles de logro de acuerdo con las competencias: las evaluaciones nacionales de rendimiento escolar (EN) de 2001 y 2004, y el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA) de 2001.
Todas coincidieron en mostrar grandes déficit en el rendimiento escolar en el nivel nacional (véase el cuadro 1). Los resultados de la EN 2004, por ejemplo, señalan la existencia de brechas entre diferentes grupos de estudiantes: entre alumnos de centros educativos estatales y no estatales. Entre los estatales, la mayor diferencia se observa ente los polidocentes y multigrado.
Cabe resaltar que si comparamos los resultados de las evaluaciones nacionales de 2001 con las evaluaciones que cada maestro de escuela realiza de sus alumnos a lo largo de ese año escolar, se observa que los estudiantes están siendo medidos con dos escalas diferentes. Si se evaluara de acuerdo con las EN, las tasas de desaprobación se incrementarían significativamente y probablemente se generaría una mayor deserción escolar.
Con el fin de entender cuáles son los factores que se asocian a este bajo rendimiento escolar, el Ministerio de Educación (MED) ha realizado múltiples estudios, en su mayoría con datos de las propias EN. La metodología de los estudios parte de dos niveles de análisis: el primero vinculado a las características de los estudiantes y sus familias; y el segundo, a las características de la escuela.
De estos análisis se desprenden algunas conclusiones muy claras. Por un lado, si bien la variabilidad de los resultados está vinculada a las características propias de la escuela, una parte importante se relaciona con las diferencias entre los estudiantes; es
decir, la efectividad de las escuelas está limitada por factores no escolares (véase el cuadro 2). Otro hallazgo importante es que las variables que contribuyen a explicar las diferencias entre las escuelas (equipamiento e insumos educativos) son las de menor participación.
Los resultados sugieren que las restricciones extraescolares requieren estrategias que las políticas del sector no están considerando o solo consideran parcialmente.
Asimismo, sugieren que el marco institucional del sistema no contribuye a generar los incentivos para que los agentes e interesados busquen, identifiquen y apliquen formas de trabajo efectivas para lograr las metas del sistema.
Otros estudios sobre el rendimiento y factores asociados señalan la importancia de analizar el proceso educativo como uno dinámico y acumulativo. El estudio de Cueto (2004) muestra la importancia del rendimiento previo en los aprendizajes futuros y en el tránsito de la primaria a la secundaria. Además, señala que la deserción escolar está más relacionada con la situación de pobreza que con el rendimiento.