Tecnología y cambio organizacional

Cuando estaba en la primaria, observaba a mis hermanos mayores regresando de la universidad con una serie de tarjetas perforadas (En la década del 60 los computadores funcionaban con ellas). De otro lado estudiaban hasta altas horas de la madrugada, utilizando reglas de cálculo y grandes libros, realizando complejas fórmulas y ecuaciones matemáticas que escapaban mi comprensión. Por esto los relacionaba con científicos. Sí, aunque parezca hoy trivial, me enorgullecía de mis hermanos (aún igualmente) por tener su cabeza bien puesta.

Introducción

Al ingresar en la universidad a estudiar ingeniería industrial, me di cuenta que no era tan complicado como me lo imaginaba. Los científicos son personas comunes y corrientes con un poco más de conocimientos, de hecho muchos más que los míos.

Una vez terminada mi carrera universitaria, pensaba en lo importante que era cambiar tantas cosas y mejorar las condiciones de trabajo de las personas en las empresas donde prestara mis servicios profesionales. De hecho hice algunas, pero hoy, me doy cuenta que no ha sido suficiente, me ha faltado más capacidad para vender mis ideas y lograrlo en algunos casos y la necesidad de obtener medios de subsistencia, acatando las órdenes y deseos de mis superiores, han imposibilitado en otros mi deseo de ser un miembro más útil en las organizaciones con mis propósitos. No obstante no he dejado de tener una visión crítica de mis actos como profesional y del comportamiento organizacional. Este ensayo tiene un profundo contenido al respecto.

No pretendo manifestar mi rechazo total al cambio. De hecho los avances tecnológicos en medicina, biología, agricultura, biónica y otros han sido fundamentales para elevar la longevidad y en algunos casos mejorar condiciones de vida para muchos pueblos.

Tecnología y cambio

Desde el momento que apareció el microchip en escena, la humanidad ha presentado cambios importantes y trascendentales en las actividades diarias. A la par van acompañados por nuevas teorías administrativas y organizacionales. Estos eventos suceden a un ritmo tal, que los individuos no alcanzan siquiera a asimilar y entender, cuando están llegando otros.

Observamos como actividades que requerían un gran número de personas y tiempo considerable para su realización, se ven notoriamente influenciadas con la ayuda de máquinas automáticas, computadoras, calculadoras personales, lectores de barras, rastreadores (scanner) e instrumentación, acompañándose por la no menos influyentes Control Total de la Calidad, Teoría de Restricciones, Justo a Tiempo, Reingeniería y otras tantas concepciones administrativas.

Tanto el área tecnológica como la administrativa, paradójicamente se han ido desarrollando con el «noble propósito» de mejorar las condiciones de trabajo para los individuos por un lado, y requerimientos cada vez menores de personal con el consiguiente alivio prestacional en las empresas por otro. Algunos dirán que se ha presentado un gran desplazamiento de personas de sus puestos de trabajo.

A mi modo de ver este desplazamiento es parcial, porque en muchos casos son retirados de sus puestos, los individuos que no tienen capacitación formal en estas nuevas tecnologías, pero se van introduciendo nuevos y más trabajos especializados y de ahí hacia atrás, personas que estén en capacidad de mantener en funcionamiento estos equipos, quienes los produzcan, y lo que es muy importante, quienes estén en capacidad de instruir a otros en el manejo y mantenimiento de ellos, aunque la relación siempre está en desventaja para quien depende de ese empleo para sostenerse a sí mismo o grupo familiar.

Otro aspecto interesante que traen los cambios tecnológicos entre otros, es el llamado outsourcing. Tal es el caso de la aparición de empresas dedicadas exclusivamente a la digitación y mal llamado «procesamiento de información», donde realmente lo único que realizan es transcribir datos por citar un ejemplo (Es importante en este caso recalcar que la información resulta de un proceso de análisis y decisión, de lo contrario son simplemente datos).

Estos eventos son de carácter continuo, y las profesiones y oficios de avanzada, serán las obsoletas en el corto plazo de ese proceso ininterrumpido de la «humanidad » que se llama cambio; no obstante es de esperar que en las sociedades económicamente subdesarrolladas, este no se presente en el corto plazo tan abrumadoramente.

Ahora, si hacemos un poco de reflexión, ahondando en las actividades de los individuos, encontramos gradual y críticamente una perdida sustancial del tiempo dedicado a pensar en ellos mismos. Se llegó al punto de dar prioridad a la empresa ante su bienestar emocional: «Las empresas parecieran que compraran a las personas antes que contratarlas». Seguimos siendo esclavos.

Con el ingreso de nuevas tecnologías encabezadas por el ordenador, algo más crítico se presentó. Estos nuevos equipos que supuestamente fueron introducidos para mejorar las condiciones de trabajo, han creado conflictos individuales y al interior de la organización, porque se han implementado sin condicionamiento previo en muchos casos, y en otros, conllevaron a realizar un mayor número de funciones por trabajador: hay más y más datos que registrar, los cuales dejaron de ser relevantes por el afán de obtener «información», dando como resultado el crecimiento desmesurado de datos, para conseguir de ellos respuestas a través de la información y enfrentar al medio, siendo poco relevante en muchas ocasiones por ser el resultado de una imposición sin planeación y análisis adecuado del medio en el cual iba a ser integrada. Se dio un carácter más bien inmediatista. «Todo se soluciona comprando computadores».

En las organizaciones que realizaron estos cambios a partir de una planeación, se basaron en indicadores económicos y rumbos de la competencia. Fundamentalmente se olvidaron de las personas que debían estar involucradas, todo por estar en las nuevas tendencias y afirmar con cierto aire de suficiencia «que se estaba al día en el cambio».

«Si vamos a intentar encontrar algún sentido en toda esta confusión que nos rodea, debemos hallar la manera de organizarla en nuestra mente para empezar a entender lo que realmente está sucediendo en el mundo e intentar hacer algo al respecto» [1]

Llevamos una carrera loca y desenfrenada, buscando el beneficio económico, pero de una forma unilateral, sin tener en cuenta a los individuos que están involucrados y atentando continuamente con su entorno. «Debemos sentarnos en circulo y esperar a que nuestra alma nos alcance» [2]

En las ultimas 3 décadas los avances tecnológicos han sido tan significativos, que conforman la piedra base para la introducción de nuevas tendencias educativas; ya los estudiantes no tendrían que realizar extensas y complicadas operaciones matemáticas, puesto las calculadoras y ordenadores personales lo harían por ellos. Significaba mayor tiempo para ocuparlo aprendiendo otras cosas. Vemos en los niños y adolescentes una recargada actividad extracurricular en algunos casos (Deportes, Música, danza), y en otros, tiempo excesivo dedicado a la televisión y juegos electrónicos, desplazando estos una verdadera actividad familiar.

«Bajo el capitalismo, el crecimiento depende de hacer que unas personas envidien a otras personas para que deseen lo que otras poseen» [1]

Curiosamente, se disminuyo notoriamente las áreas de ciencias humanas y sociales, para dar mayor énfasis a otras llamadas de avanzada, para reforzar el cuento de estar al día con la ciencia. Pero esto significaba indirectamente, una metodología disfrazada (aunque ese no fuera el fin) de llevar al consumo algunas veces innecesario, de todos estos elementos que nos proporciona la tecnología y el conocimiento.

Para citar un ejemplo, se habla de lo adelantada que este una empresa por el número y capacidad computadores que posea, al igual de la última doctrina organizacional implementada al interior de ella y no de la calidad humana de sus miembros.

No obstante las nuevas teorías organizacionales y administrativas se concibieron igualmente con el noble propósito de impulsar el desarrollo de las empresas, estas no escaparon a la tendencia de utilizarlas por moda y también en la mayoría de los casos los encargados de su implementación cayeron en una falta de visión objetiva de su uso, tal como ha sucedido en el área tecnológica. Ha habido una gran deficiencia en la preparación de los individuos para la correcta asimilación, los cuales son en últimas los beneficiados o perjudicados del uso que se le dé tanto a la tecnología como a todo ese mar de doctrinas administrativas. «Si las cosas salen bien, se da por descontado que ese debía ser el resultado y no el reconocimiento a una labor; en caso contrario son las personas que fueron incapaces de hacer que funcionaran».

«Durante años hemos situado la búsqueda de la eficiencia y el crecimiento económico sobre todo lo demás porque entendíamos que en ello consistía el camino hacia el progreso. Pero lo hemos llevado a cabo a expensas de nuestros trabajadores, de nuestras comunidades y, tal como nos hemos dado cuenta en los últimos años de nuestro medio ambiente». [1]

Pero esta situación parte definitivamente del proceso educativo del individuo [3]. La sociedad no está preparando personas que sean creativas, factor fundamental para todo proceso de cambio, individuos que sean capaces de innovar y adaptar todas estas concepciones y lo que es más importante, adaptarse a ellas. Se inculca y se hace por toda la vida de las personas, buscar culpables en vez de soluciones, la competencia en vez del bien común a través de una labor en equipo; se pide al individuo que sea creativo, pero no se le dan los elementos necesarios para lograrlo. (Aquí también entra a jugar un papel importante el ambiente negativo y altamente nocivo al interior de la sociedad actual, donde el individuo desde temprana edad tiene conocimiento del engaño, miseria, asesinato, violencia partiendo de la familiar hasta la cometida por el estado, grupos paramilitares y guerrilla, para mencionar algunos).

En los inicios de la educación del niño, se dan unos pasos importantes en el desarrollo de la creatividad, dando rienda suelta a la imaginación (en los jardines de infantes), pero poco a poco se cierran los esquemas con clases magistrales, primero en la educación primaria, mas critica en la secundaria y no menos en la universidad en pre y posgrados. Los pocos elementos rebeldes que pudieron escapar a esta concepción educativa, llegan a laborar en organizaciones que «matan » la poca creatividad que pudieran tener, por los esquemas rígidos de normas y procedimientos, o en el peor de los casos por lucha de poderes y protagonismo, no escapando a esto el gran volumen de tareas a realizar.

Respecto de la educación universitaria, me parece relevante destacar el hecho presentado en la universidad donde curse mi carrera de ingeniería industrial, reconocida esta como la primera institución en el país. Los mejores profesores eran del área de ciencias la cual incluía cálculos, físicas y otras materias básicas.

Muchos docentes del ciclo profesional nunca habían tenido contacto con el medio empresarial. Esto es, no tenían práctica laboral que ahondara en experiencias a transmitir a los alumnos, fuera de los libros y viejas guías de clase puestas amarillentas con el correr de los años.

El estado debe revaluar en primera instancia el proceso educativo de sus miembros, y la empresa privada, quien es en últimas la que va a emplearlos en sus procesos productivos, está en la obligación de replantear continua y críticamente el curso de este, para que los individuos sean elementos pensantes, creativos y críticos, capaces de tomar decisiones o vender ideas, constituyéndose en líderes objetivos, factor fundamental para todo cambio al interior de esta.

Bibliografía:

1. Handy, Charles. Encontrar Sentido en la Incertidumbre.

2. Ende, Michael. Carpeta de Apuntes. Respuestas Dignas de Reflexión.

3. Ende, Michael. Carpeta de Apuntes. Fomentar una Conciencia Crítica.

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Medina M Anibal. (2003, septiembre 14). Tecnología y cambio organizacional. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/tecnologia-cambio-organizacional/
Medina M Anibal. "Tecnología y cambio organizacional". gestiopolis. 14 septiembre 2003. Web. <https://www.gestiopolis.com/tecnologia-cambio-organizacional/>.
Medina M Anibal. "Tecnología y cambio organizacional". gestiopolis. septiembre 14, 2003. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/tecnologia-cambio-organizacional/.
Medina M Anibal. Tecnología y cambio organizacional [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/tecnologia-cambio-organizacional/> [Citado el ].
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