Teoría de la utilidad marginal
Utilidad marginal es el cambio en la utilidad de que un individuo disfruta, por consumir una unidad adicional de un bien. La utilidad marginal que una cosa tiene para cualquier persona disminuye con cada incremento en la cantidad que ya tiene de esa cosa. La teoría de la utilidad marginal supone que los consumidores se esfuerzan por aumentar al máximo su utilidad: una medida cuantitativa real del bienestar o la satisfacción. Suponemos que todo lo que hace que el consumidor esté mejor aumenta su utilidad. Todo lo que hace que el consumidor esté peor reduce su utilidad. (Hall y Lieberman, pp. 139 y 140)
El ingreso de las personas y los precios a los que se enfrentan limitan sus elecciones de consumo; las preferencias de los individuos determinan la utilidad que pueden obtener de cada posibilidad de consumo. El supuesto clave de la teoría de la utilidad marginal estriba en que las personas eligen la posibilidad de consumo que maximiza su utilidad total. Este supuesto de la maximización de la utilidad es una manera de explicar un problema económico fundamental: la escasez. Los deseos de las personas exceden los recursos disponibles para satisfacerlos, así que éstas tiene que hacer elecciones difíciles. Al hacerlo tratan de obtener el máximo beneficio posible; es decir, tratan de maximizar la utilidad total. (Parkin, p.153)
Esta teoría básicamente dice que a medida que es más alto el nivel de consumo de un bien, los aportes a la utilidad realizados por los últimos incrementos (en quantum o diferenciales) en el consumo del bien, van a ser decrecientes.
En el siguiente video se explica de manera muy sencilla este concepto.
Teoría de la utilidad cardinal
La teoría de la utilidad cardinal fue propuesta por Von Neuman y Morgersten en 1944, para explicar por qué la gente no se guía por el valor esperado monetario. La gente, dice la teoría, trata de maximizar el valor esperado de algún tipo de utilidad y no el valor esperado monetario.
La utilidad cardinal define la utilidad como una dimensión exactamente medible, así las utilidades que le generan diferentes canastas o bienes a un consumidor se pueden comparar y se puede establecer con certeza en cuánto difieren unas de otras.
En una teoría de la utilidad cardinal, se supone que la magnitud de la diferencia de utilidad entre dos cestas tiene algún tipo de significado. Sabemos cómo se averigua si una persona dada prefiere una cesta de bienes a otra: es suficiente darle a elegir entre las dos y ver cuál escoge. Por lo tanto, sabemos cómo se asigna una utilidad ordinal a las dos cestas de bienes: basta con asignar una utilidad mayor a la elegida que a la rechazada. Toda asignación que proceda de este modo es una función de utilidad. Tenemos, pues, un criterio práctico para saber si una cesta tiene para una persona una mayor utilidad que otra. Pero ¿cómo sabernos si a una persona le gusta una cesta el doble que otra? ¿Cómo puede saber incluso una misma persona si le gusta una cesta el doble que otra? Podrían proponerse varias definiciones de este tipo de asignación: me gusta una cesta el doble que otra si estoy dispuesto a pagar el doble por ella; o me gusta una cesta el doble que otra si estoy dispuesto a recorrer el doble de distancia para conseguirla o a esperar el doble de tiempo o a apostar por ella, cuando la probabilidad de conseguirla es la mitad. Ninguna de estas definiciones es incorrecta; cada una de ellas asignaría los niveles de utilidad de tal manera que la magnitud de los números asignados tuviera alguna importancia práctica. Pero tampoco son muy correctas. Aunque cada una de ellas es una interpretación posible de lo que significa querer una cosa el doble que otra, ninguna es especialmente convincente. Incluso aunque encontráramos un método para asignar niveles de utilidad que resultara totalmente satisfactorio, ¿qué nos aportaría para describir las elecciones del consumidor? Para saber qué cesta se elegirá, basta saber cuál se prefiere, cuál tiene la mayor utilidad. (Varian, p.58)
Otros conceptos
- Utilidad ordinal: Clasificación de las preferencias del consumidor de distintas canastas de bienes. La curva de indiferencia es el concepto teórico más importante en la teoría de la utilidad ordinal.
- Curva de indiferencia: Muestra todas las canastas de bienes que le producen la misma utilidad al consumidor.
- Tasa Marginal de Sustitución: Tasa a la cual un recurso tiene que sustituir a otro para que el producto sea constante.
En el siguiente video se explican claramente estos dos últimos conceptos.
Bibliografía
- Hall, Robert E. y Lieberman, Marc. Microeconomía: principios y aplicaciones, Cengage Learning Editores, 2005.
- Parkin, Michael. Economía, Pearson Educación, 2004.
- Varian, Hal R. Microeconomía intermedia, Antoni Bosch editor, 2011.