Nueva política económica de Shinzo Abe en Japón

El nuevo gobierno nipón, tiene la misión de erradicar los problemas económicos y financieros que heredó de los gobiernos anteriores, sin embargo existen muchas expectativas con las  medidas que se están llevando a cabo por Shinzo Abe. Las políticas fiscales y monetarias tendrán que tener un efecto muy positivo para que se puedan superar las debilidades que hoy presenta la economía nipona.

Uno de los problemas mas graves que mantiene el país nipón en la actualidad es precisamente su exorbitante deuda pública, la mayor de un país industrializado y de más del doble de su producto interior bruto (PIB). La prioridad del Gobierno es detener esa deuda mediante y el incremento de los impuestos y el control del gasto publico  fundamentalmente el de la seguridad social ante el rápido envejecimiento de la población

Las medidas económicas y financieras llevadas a cabo por el nuevo Gobierno de Shinzo Abe se le ha denominado  «Abenomics», consistente en una combinación de una política monetaria inteligente, política fiscal flexible y una estrategia de crecimiento  a mediado y a largo plazo.

El Gobierno prevé una subida progresiva en dos etapas del impuesto sobre el valor añadido del país del 5 por ciento actual al 8 por ciento en 2014 y el 10 por ciento en 2015. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)  informó   que era  «prioritario» que Japón «termine con 15 años de deflación», para lo que recomendó mantener las medidas agresivas aprobadas recientemente por el Banco de Japón en su objetivo inflacionario del 2 por ciento, una meta que espera cumpla «lo antes posible».

Shinzo Abe, logró reactivar el crecimiento en el comienzo del 2013. Según los datos suministrados por el Ejecutivo japonés, entre enero y marzo el PIB avanzó un 0,9% respecto a los meses finales del 2012. El avance de la tercera economía del mundo vino impulsado por la mejor del consumo interno y un incremento de las exportaciones.

Un factor importante en el crecimiento de las exportaciones ha sido  actual debilitamiento del yen, que está ayudando a impulsar las exportaciones y animando a las compañías a aumentar su producción debido también al ambicioso programa de estímulos monetarios y fiscales promovido por el primer ministro de Japón.

Otro de los objetivos para mejorar la economía es lograr una inflación del 2% en un período estimado de dos años. Para ello, anunció una estrategia basada en ampliar la base monetaria del país duplicando la compra de deuda pública nipona y de activos financieros de mayor riesgo.

El modelo económico nipón:

El modelo de posguerra había combinado una fuerte protección a los empleados, una cualidad dinámica y la mejora continua, los equipos de coordinación horizontal y, finalmente, el empoderamiento de los trabajadores y su participación en las decisiones.

Consecuentemente el gobierno corporativo favoreció las relaciones a largo plazo entre socios, incluidos los bancos, la integración familiar de los subcontratistas, y el crecimiento de la compañía en sus resultados a corto plazo. Sin embargo en la década de 1990 se hizo necesaria una adaptación de este modelo pues amenazaba en convertirse demasiado lento y demasiado rígido para hacer frente a la globalización.

Las reformas neoliberales que aplicó Japón a partir del ex primer ministro Junishiro Koizumi, conllevó a impactos significativos en la sociedad y en el mercado laboral, especialmente «el fuerte aumento de la desigualdad, lo que refleja un cuestionamiento del compromiso social de la posguerra».

En general, estas políticas han creado una nueva heterogeneidad entre las empresas, en términos de organización y gestión de empleo, sin embargo, el miedo de muchos japoneses es que el modelo antiguo desaparezca con el programa del nuevo gobierno de Shinzo Abe y con ellos las garantías laborales de las que gozan. Si bien son conscientes de la actual situación de estancamiento, están más preocupados por un cambio de dirección que genere una mayor individualización de los salarios y menos protección para los empleados. (Jean Marc Le Gall)

El plan de gobierno de  Abe es aumentar el producto interior bruto japonés, una de las llamadas «tres flechas» de su política económica, bautizada como «Abenomics».

Entre los principales retos, consideró fundamental potenciar la innovación en el terreno sanitario, especialmente en el sector de la medicina regenerativa, campo en el que Japón es líder, según Abe.

Otro desafío en el que Abe puso el acento es el de potenciar la incorporación de la mujer al mercado laboral para impulsar su economía y lograr un capital humano que permita al país ser un «competidor global».

En este sentido, el primer ministro se ha propuesto lograr para 2020 que el 30 por ciento de los cargos de responsabilidad en el país estén ocupados por mujeres, todo un reto dado que en la actualidad solo el 11 por ciento de los parlamentarios son mujeres y que 98 de cada 100 directivos del sector privado son hombres.

Para ello, Abe aseguró que el Ejecutivo ha iniciado un programa para crear 20.000 nuevas plazas en guarderías públicas y privadas y atajar la actual escasez de cupo, la principal razón, según él, por las que las mujeres abandona en Japón el puesto de trabajo tras dar a luz.

Japón sigue confrontando las mismas debilidades de años anteriores, tendrá una tarea muy difícil el Gobierno nipón, pero de las que pronostica erradicar en 3 años es la deflación, además de lograr un crecimiento estable y autónomo de la economía.

No obstante la economía está avanzando poco a poco y se espera que esta recuperación sea gradualmente apoyada por la mejora de la confianza, la mejora de las condiciones de la exportación y el efecto del paquete de políticas monetarias.

Abe asumió nuevamente el cargo en diciembre de 2012, después de una victoria aplastante de su partido, el Partido Democrático Liberal (derecha).

Pero lo paradójico de Abe en su primer mandato fue que iba a seguir las líneas principales de Junichiro Koizumi, con algunas medidas restrictivas de corte neoliberal, sin embargo en la actualidad, ya no es así, es imprescindible   reactivar la economía mediante el «Abenomics» que posee varias estrategias de expansión, entre ellas  una política monetaria muy expansiva para poner fin a la deflación que dificulta el país durante quince años.

Es bien sabido que esta es la segunda oportunidad en el máximo cargo de gobierno  del primer ministro de Japón Shinzo Abe, el  26 de septiembre del 2006, había sido elegido como Primer ministro de Japón con   52 años de edad, llegando al poder  como presidente del Partido Liberal Demócrata.

Fue el primer jefe del gobierno nacido después de la Segunda Guerra Mundial, y el más joven de todo el período posbélico. Este cambio de gobierno se efectuó en una coyuntura económica favorable gracias a la fortaleza de las exportaciones y la demanda interna, en esos años.

Abe, representa una generación ajena a las vivencias directas de la guerra y por otro la maduración de un proceso de rechización del sistema político nipón y de tendencias nacionalistas.

Recibió el apoyo  de su predecesor Junichiro Koizumi para reemplazarlo en el 2006 y se había declarado continuador de la agenda de reforma estructural iniciada por este, sin embargo existían elementos que los diferenciaban y que distinguirán el curso y destino del nuevo jefe de gobierno.

Aunque se proponía  dar continuidad a las líneas principales de la reforma económica estructural defendidas por Koizumi, buscaba corregir las consecuencias sociales de esta como las crecientes diferencias entre ricos y pobres. Un ejemplo de ello es su muy publicitado proyecto de establecer un sistema que canalice la concesión de una “segunda oportunidad” a los que habían fracasado en un empleo determinado o al frente de una empresa.

Hay que tener en cuenta que tras  asumir el poder, el nuevo primer ministro japonés Shinzo Abe, se enfrenta a muchos temas difíciles por resolver que quedaban de su antecesor  Junichiro Koizumi.

En su discurso inaugural en el Parlamento el 29 de septiembre del 2006,  Abe explicitaba las prioridades fundamentales en las que su gobierno se concentraría:

  • Otorgar alta prioridad al recorte de los gastos públicos para reconstruir las finanzas estatales antes de considerar alzas de impuestos.
  • Establecer un límite a la emisión de bonos del gobierno de no más de 30 billones de yenes para el año fiscal 2007.
  • • Instrumentar planes para revitalizar las economías locales y proveer con  “segundas oportunidades” a personas en desventajas con el objetivo de minimizar  la brecha entre ricos y pobres.
  • Lograr la aprobación de una reforma educativa que permita la enseñanza del “patriotismo” en las  escuelas.
  • Revivir las virtudes tradicionales de Japón y los valores familiares.
  • Hacer de Japón una “nación bella” llena de confianza y orgullo.
  • Mejorar  las relaciones con China y Corea del Sur.
  • Incremento del gasto del presupuesto en un 30,5 por ciento para el gasto de tecnología de  misiles.

Sin embargo, muchas de estas reformas no se pudieron materializar pues su mandato duró solamente un año, debido a su renuncia el 12 de septiembre de 2007, después de que perdiera popularidad por escándalos y corrupción en su gobierno. Por estos mismos factores negativos el sistema político nipón ha mostrado al mundo una fragilidad no vista en muchos años. Posteriormente a Shinzo Abe en muy breve periodo de tiempo, estuvieron en el poder los siguientes primeros ministros: Yasuo Fukuda (2007-2008), y Taro Aso (2008-2009), del PLD. Yukio Hatoyama (2009-2010), Naoto Kan (2010-2011) y Yoshihido Noda (Agosto 2011), del PDJ.

Abe en su segunda temporada

Abe asumió nuevamente el cargo en diciembre de 2012, después de una victoria aplastante de su partido, el Partido Democrático Liberal (derecha).

Pero lo paradójico de Abe en su primer mandato fue que iba a seguir las líneas principales de Junichiro Koizumi, con algunas medidas restrictivas de corte neoliberal, sin embargo en la actualidad, ya no es así, es imprescindible   reactivar la economía mediante el “Abenomics”  que posee varias estrategias de expansión, entre ellas  una política monetaria muy expansiva para poner fin a la deflación que dificulta el país durante quince años.

La expansión monetaria sin precedentes impulsada por el Banco de Japón está funcionando para superar la deflación, y las autoridades presionarán lo necesario para alcanzar el objetivo de inflación del 2 por ciento

Según el presidente del Banco de Japón   la combinación del rápido crecimiento de Japón, el aumento de las expectativas de inflación y la baja en las tasas de interés a largo plazo indicaba que la economía «está avanzando de forma continua hacia la superación de la deflación». (Reuters. 10-10-13.)

También el gobierno ha demostrado cada vez más el error de reducir el gasto público de obras. Pero esta vez, Shinzo Abe, anunció el 1 de octubre del 2013, un nuevo paquete de estímulo de 40 millones de euros, sobre la base de la industria de la construcción.

El plan de reforma económica de Abe, que los medios han bautizado como «Abenonims», incluye además un programa de compra agresiva de bonos que lleva a cabo el Banco de Japón desde abril y una importante ampliación del gasto público.

Creación de zonas económicas especiales

Quizás la creación de zonas especiales es una de las medidas más importantes dentro del conjunto de reformas estructurales que quiere poner en marcha Shinzo Abe.

El proyecto de Ley de las zonas especiales22 fue aprobado en diciembre del 2002 y entró en vigor en abril del 2003. Para finales del 2003 el gobierno había aprobado un total de 236 zonas, entre las que se incluían zonas de educación especiales en las que las organizaciones privadas podían dirigir escuelas y universidades; zonas agrícolas especiales, en las que las corporaciones privadas trabajaban en la agricultura y zonas especiales del intercambio internacional en las que se reducían las exigencias para adquirir un visado a los investigadores extranjeros.

En estas zonas, se prevé relajar distintas normativas para promover el desarrollo urbano y también el establecimiento de empresas de producción agrícola.

Entre las propuestas que se aprobarán está la de permitir que empresas privadas gestionen aquí hospitales privados de cara a lograr mayores incrementos en el número de camas y a ampliar también la presencia de personal médico no japonés.

La administración del primer ministro Shinzo Abe tiene previsto designar a principios del próximo año (2014) entre tres y cinco de estas zonas especiales, cuyo objetivo es atraer población e inversiones tanto a nivel doméstico como internacional mediante regulaciones más laxas e incentivos fiscales.

Breves conclusiones

  • Abe está retomando en gran medida, las políticas económicas keynesianas de posguerra, a pesar de que en algunos aspectos sigue la línea del ex primer ministro  Junichiro Koizumi con medidas de corte neoliberal.
  • En  gran reto de Abe está si podrá recuperar la economía nipona de forma permanente y si se logrará mantener su popularidad  y reputación en medio de tantas dificultades a vencer.

Referencias

Cita esta página

Rodriguez Asien Ernesché. (2013, diciembre 17). Nueva política económica de Shinzo Abe en Japón. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/nueva-politica-economica-de-shinzo-abe-en-japon/
Rodriguez Asien Ernesché. "Nueva política económica de Shinzo Abe en Japón". gestiopolis. 17 diciembre 2013. Web. <https://www.gestiopolis.com/nueva-politica-economica-de-shinzo-abe-en-japon/>.
Rodriguez Asien Ernesché. "Nueva política económica de Shinzo Abe en Japón". gestiopolis. diciembre 17, 2013. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/nueva-politica-economica-de-shinzo-abe-en-japon/.
Rodriguez Asien Ernesché. Nueva política económica de Shinzo Abe en Japón [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/nueva-politica-economica-de-shinzo-abe-en-japon/> [Citado el ].
Copiar

Escrito por:

Imagen del encabezado cortesía de torek en Flickr