Hace poco acabé de leer “Cómo encontrar un trabajo satisfactorio” de Roman Krznaric y tengo que decir que es el libro sobre buscar trabajo que más me ha gustado hasta la fecha, simplemente por la manera en que profundiza en nuestras motivaciones, miedos y asunciones.
Hay algo que menciona que me encanta y que se lo comento siempre a mis clientes. Estamos todos obsesionados con buscar un trabajo que nos llene, ¿verdad? Y se nos olvida que el trabajo es una parte de la vida, no toda tu vida. Como sugiere el autor, por qué no sustituirlo por buscar una vida que te llene, es decir, en lugar de acomodar tu vida a tu trabajo (teniendo poco tiempo libre para tus seres queridos o aficiones o para ti misma), acomodar tu trabajo a tu vida. De forma que tengas tiempo para dedicarlo a cosas que de verdad te importan. Eso no quiere decir que no puedas buscar un trabajo que te llene, sino que estés abierta a otras opciones que a lo mejor se adecuan más a lo que tú buscas en la vida.
Te pondré un ejemplo. Ya te he contado alguna vez el ejemplo del músico que decidió, en lugar de dedicarse profesionalmente a la música, buscarse un trabajo y tocar en su tiempo libre. ¿Por qué? Porque su trabajo le daba más dinero que el que le daría la música profesionalmente y porque él no quería transformarlo en una obligación. Esta persona tenía muy claras sus prioridades en la vida y, aunque su trabajo no le gustaba, estaba muy satisfecho con su vida y con la forma en que lo compaginaba todo.
Otro ejemplo lo pone el autor del libro. El poeta estadounidense Wallace Stevens, que trabajaba en una compañía de seguros y en su tiempo libre escribía versos. Era tal su talento que ganó un premio Pulitzer y le ofrecieron una cátedra en Harvard, donde podría haberse pasado la vida escribiendo; pero no la aceptó porque estaba satisfecho con su vida, no necesitaba que su pasión fuera su profesión.
Este es un tema muy personal, ¿de verdad necesitas un trabajo que te llene o más bien una vida que te llene? Aquí entran en juego tus preferencias, motivadores y tener en cuenta que cosas con las que disfrutas podrían transformarse en una pesadilla si te dedicaras a ellas profesionalmente. Por ejemplo, a mi me gusta mucho cocinar y en mi tiempo libre disfruto mucho probando nuevas recetas, pero tengo clarísimo que no querría dedicarme a ello profesionalmente. Es algo muy distinto. Sin embargo, también tengo muy claro que, a diferencia del músico y de Wallace Stevens, para mi es imprescindible que me apasione mi trabajo (con lo cual me estoy complicando la vida, claro está). La cuestión es que puede que para ti no, que tú tengas otras prioridades y preferencias y te estés devanando los sesos centrándote en la parte equivocada.
La cuestión entonces es que tienes que pensar primero en cómo quieres que sea tu vida y en qué lugar ocupa tu trabajo en ella, y entonces diseñar un trabajo que encaje. Suena utópico, ¿verdad? Pero no lo es tanto. En el siguiente artículo te hablaré de qué tienes que tener en cuenta para diseñar un trabajo que encaje con la vida que quieres. Por ahora ponte a pensar en lo que has leído. ¿De verdad necesitas un trabajo que te llene o más bien una vida que te llene? Y si necesitas las dos cosas, ¿cómo puedes conseguirlo?