El ser humano maduro hace lo que se tiene que hacer independientemente de que tenga ganas de hacerlo, se sienta bien o se sienta terrible. Muchas veces la manera en la que nos sentimos afecta nuestro desempeño en la vida o en el trabajo. Cuando dependemos de cómo nos sentimos, no podemos planear bien nuestro día y en lugar de mantener nuestra dirección con firmeza, nuestros objetivos se ven a merced de las circunstancias y de cómo estas nos afecten.
Las emociones siempre van a estar presentes
Todo el tiempo estamos sintiendo algo, somos seres emocionales; habrá días que experimentemos tristeza, depresión, desánimo y habrá otros que nos levantemos con entusiasmo, interés y confianza. Las emociones no pueden ser cambiadas de manera directa y consciente por nuestra voluntad, pero si podemos influir para cambiarlas de manera indirecta a través de nuestros comportamientos. Es decir, no puedes decretar: ‘quiero dejar de sentirme triste” porque no va a suceder; pero si puedes “hacer” algo distinto a lo que estabas haciendo para dejar de sentirte triste. Lo importante es reconocer lo que estamos sintiendo, aceptarlo y permitirnos sentirlo. Las emociones no son buenas ni malas, existen y están ahí; no se pueden reprimir o controlar, pero si podemos influir en ellas y modificarlas.
Tus acciones cambian tus emociones
Tú tienes el poder de influir en tus emociones a través de tus acciones y comportamientos: si te sientes “agobiado”’ haz algo que te haga sentir “serenidad”, da un paseo, cambia la música, siéntate un rato. Si sientes “desaliento”, escribe una lista o has un portafolio de fotos con los mayores logros de tu historia personal para que sientas “orgullo” y fortalezcas la confianza que requieres para enfrentar tus retos. En conclusión, cuando lo que sientes te empieza a aislar y a encoger: reconócelo, haz algo para sentirte diferente y vuelve a conectarte con tu vida y tus objetivos.
La meta es el Auto-Control
Lograr el dominio de uno mismo significa que hemos desarrollado el Auto-control necesario para ser completamente responsables de nuestra vida y de nuestros resultados. El estar a cargo de nuestras acciones y de nuestras emociones nos brindará la satisfacción y confianza que necesitamos para enfrentar lo que se nos presente a lo largo del camino. Y aún en los días donde no encontremos la confianza o la motivación necesaria; nuestra voluntad se habrá fortalecido lo suficiente para cumplir los compromisos que hacemos con nosotros mismos y así poder transformar nuestras vidas, nuestras carreras y nuestras relaciones.
Así que, retoma hoy tus metas de hacer ejercicio, comenzar un posgrado, leer más, aprender algo nuevo, rescatar tu vida social o dedicar más tiempo a tu familia. Haz lo necesario por cumplir lo que te propusiste, aún en los días en que no tengas ganas de hacerlo; porque a través de las pequeñas acciones que realices con consistencia estarás fortaleciendo tu Auto-control, tu carácter y te convertirás en el dueño y señor de tu destino.
Fuente
- David K. Reynolds del libro Constructive Living.