El líder sabe, que siempre que sea necesario es preciso volver a empezar. Esto lo mueve a levantarse primero él para dar ejemplo a su equipo, ejemplo que vale más que mil regaños, palabras, órdenes, directrices, estructuras de mando.
El liderazgo, desde todo punto de vista, es un asunto personal, aun cuando se ejerce dentro de las organizaciones.
Cada organización, a partir de su dinámica interior, vive diferentes momentos, algunos gozosos y otros dolorosos. Momentos donde queremos comernos el mundo en un solo bocado por la inspiración que nace en nuestro interior y momentos en los que queremos tirar la toalla porque nos hemos desgatado en el camino hacia las metas trazadas y cada día las vemos más lejanas, o sencillamente ya no nos inspira, ni importan.
Y es precisamente en estos últimos momentos es donde el Verdadero Líder, juega un papel crucial, para que el barco no se hunda.
Es entonces cuando inicia la Reconstrucción…
Reconocer a los sobrevivientes
Lo primero que hace el líder es reconocer a los sobrevivientes que han quedado, pero que aún viven en la “Miseria”, los que decidieron seguir sin embargo, no tiene fuerza ni motivación para hacerlo.
Los reconoce uno a uno y empieza a ser solidario con sus intereses y necesidades particulares. Se interesa se manera genuina por cada miembro de su equipo. Tiene clara la necesidad de su grupo.
Le hace saber a su equipo que muchas veces es preciso volver a empezar y los anima a dar el primer paso.
Su mirada va más allá de lo aparente
Lo segundo que hace el líder es detenerse a observar con cuidado las circunstancias y en su interior hay un sentido de entrega, de darse más allá de sus propios intereses.
Examina en silencio el panorama, tratando de tener una visión lo más clara y objetiva posible de la situación.
Les hace ver a su equipo las dificultades por las que pasan y les anima para que, unidos las superen.
Crea redes de apoyo
Sabe que el trabajo de su equipo es un engranaje, paso a paso, poco a poco, que funciona como una red de apoyo y que cada uno debe tener en su mente y en su corazón la meta a la que se han propuesto llegar y el deseo de conseguirla.
Se pone la camiseta y la suda al igual que su equipo
Los convoca uniendo la misión de la empresa, pero teniendo en cuenta los intereses y necesidades de cada uno.
Conoce los talentos de su equipo y les asigna las labores según ello, para que se sientan permanentemente realizados, sin embargo también les enseña a que todos son un equipo y que se complementan en funciones que a veces implican apoyo mutuo, darse al otro en generosidad y compañerismo.
Prepara a su equipo para hacer frente a las dificultades
Prepara a su equipo como centinela ante las dificultades, desánimos, obstáculos que se puedan presentar, para que ello no impida el avance del trabajo que realizan.
Enfrenta con serenidad los obstáculos y adversidades que se encuentra en el camino. Confía en la obra que le ha sido encomendada y habla con autoridad e inspira confianza.
Es como un faro que alumbra y dirige el norte de actuación del equipo, pues es quien tiene visión de águila.
Guía a su equipo y les indica el camino y cada uno tiene claro, hacia donde debe dirigirse, cuáles son sus funciones, compromisos y lo que se espera de él.
Es testimonio de vida
Es ejemplo de persistencia y perseverancia y ante la dificultad interior se enfoca en lo realmente importante, se calma y piensa con serenidad el paso a seguir.
Llama la atención con autoridad y con respeto, tocando el corazón y la voluntad, promueve la justicia y generosidad entre los suyos.
Desarrolla sabiduría y discernimiento para no dejarse enredar por quienes quieren truncar la obra que emprende.
Celebra los éxitos de su equipo
Les enseña que cada uno pone en común lo que tiene con espíritu generoso y que todo lo que damos retorna a nosotros multiplicado en abundancia.
Tomado del Libro de Nehemías (Biblia Católica).
