En este ensayo propongo la creación de un nuevo paradigma para el ser humano, el cual correctamente alineado nos permitiría romper con las barreras socio culturales que nos han conducido por años a la autodestrucción del ser humano en pro de la industrialización y el enriquecimiento de un reducido grupo de seres humanos que han acumulado dinero en desmedro de la peor crisis económica planetaria que vive el mundo actualmente.
Paradigma es una palabra sonora y en la actualidad la gente la utiliza libremente como ayuda para comprender la naturaleza de los cambios inesperados
Para Joel Arthur Barkeren en su libro Paradigmas el negocio de descubrir el futuro, define paradigma como «Un conjunto de reglas y disposiciones (escritas o no) que hace dos cosas: establecer o definir límites, e indicar cómo comportarse dentro de tales límites para tener éxito, al cual se mide por la habilidad para resolver problemas» (1.996, p. 35).
En cierto sentido, un paradigma indica: (a) la existencia de un juego, (b) en qué consiste y (c) cómo jugarlo con éxito de acuerdo con las reglas establecidas. Un cambio paradigmático es, por tanto, un cambio hacia un nuevo juego, un nuevo conjunto de reglas. Pero más importante que conocer esas nuevas reglas, es conocer qué fue lo que dio lugar al cambio; no hay que esperar a que las tendencias se desarrollen, sino buscar a las personas que están enredándose con las reglas, porque esa es la primera señal de un cambio importante.
Cuando un paradigma cambia, establece nuevas condiciones y supuestos que traen consigo retos y oportunidades. El éxito de cada persona y organización dependerá del entendimiento y adaptación a los nuevos paradigmas. La teoría de la evolución sugiere que el mundo es de los que se adaptan mejor a él, sin embargo, cuando se llega al extremo de la especialización se corre el riesgo de que cuando el mundo cambie se esté condenado a desaparecer.
Los paradigmas establecen reglas de cómo se deben hacer las cosas, limitando a la gente a pensar en situaciones establecidas, bloquean nuestra capacidad de observar el mundo como un todo y de buscar alternativas pensando de manera no convencional. Un nuevo paradigma aparece cuando se acumula un exceso de cuestiones que se salen del marco ordinario y el paradigma actual no puede explicar. Todo nuevo paradigma implica un principio que siempre existió pero que hasta entonces nadie había reconocido, es incluyente.
Un nuevo paradigma exige dar vuelta e iniciar con una hoja en blanco, es una transformación radical del significado de las reglas prevalecientes hasta esos momentos, y cuando explica lo que hasta entonces era turbio y oscuro, poco a poco va ganando terreno. Después de algún tiempo este paradigma comienza a tener grietas y surge uno nuevo, a este proceso repetitivo se le llama evolución.
Estamos entrando en una nueva era, transitamos del paradigma de la sociedad industrial al de la sociedad del conocimiento, donde dicho conocimiento (traducido como valor, tecnología, habilidad y oportunidad) es y será la fuente de riqueza y de ventaja competitiva de los países y las empresas. La principal función de la organización será la de hacer que el conocimiento sea productivo; es decir, administrar la inteligencia.
Los cambios del paradigma y lo referente a paradigma son supuestos fundamentales y que son un marco de pensamiento o un esquema de referencia para explicar y entender ciertos aspectos de la realidad.
El autor Joel Arthur Barkeren dice que los «paradigmas bloquean nuestra capacidad de observar el mundo como un todo y de buscar alternativas pensando de manera no convencional» (1996, p 43).
El problema de constantes cambios de paradigma radica en adaptarse al cambio, en que para poder usar el nuevo paradigma se debe borrar de la mente el anterior, de no ser así, las ideas del viejo contaminarán las del nuevo. Esto se refiere a que un nuevo paradigma es cambiar la hoja y empezar en una hoja en blanco, es una esencia una transformación radical del significado de las reglas prevalecientes hasta estos momentos.
Afortunadamente el ser humano tiene la capacidad de moldearse, asimismo, de rediseñarse, de afinar y ajustar valores y actitudes, de hacer a un lado el egoísmo por el bien colectivo. Los motivos de reflexión son: calidad humana, ética, unidad, y recordar a nuestros amigos de la misión que cada uno tiene pendiente.
La Reingeniería Humana es el nuevo concepto del hombre en la búsqueda por la excelencia. Para entender esta filosofía definamos palabras claves y entendamos brevemente el concepto.
- Reingeniería Humana: Proceso a través del cual una persona mediocre se convierte en una persona de excelencia.
El proceso empieza por el análisis de las actitudes de la persona con respecto a sí mismo y los demás.
Los cimientos de la reingeniería humana son: “los valores y la ética”. Recuperarlos es la base de fondo para construir encima nuestra personalidad (forma de ser). Una vez que se han colocado en la base, en el fondo los valores de honradez, amor al prójimo, se empieza a trabajar en las formas.
Pero debemos meditar por qué a veces con conocimiento de técnicas de excelencia, no logramos el resultado esperado y es allí donde recordamos lo que decía Michio Morishima en su libro “Por qué ha «triunfado el Japón» y señala:
«Ningún país puede progresar sin tener en cuenta su propio pasado, que condiciona toda línea de desarrollo. Las ciencias sociales no pueden despreciar las condiciones históricas. Es decir, que cualquier pensamiento científico social que no preste atención a la historia, aunque resulte eficaz como primera aproximación a la realidad, a la larga incluso puede llegar a ser peligroso. De manera análoga, son muy arriesgadas las políticas económicas faltas de perspectiva histórica. Una política que haya resultado conveniente para el Japón podría ser inviable en otro país y viceversa, debido a la diferencia de mentalidades y los estilos de comportamiento de los pueblos, así como en todas las demás características culturales que unos y otros han heredado de sus pasados respectivos.»
Morishima, Michio, «Por qué ha «triunfado» el Japón», Serie Economía y Empresa, Grupo Editorial Grijalbo, México, 1988, pp. 249 – 250.
Como nos señala Morishima, un diagnóstico que no tome en cuenta las circunstancias históricas, como es el caso del diagnóstico de los economistas, podrá resultar eficaz como primera aproximación a la realidad, pero, a la larga, incluso puede llegar a ser peligroso. Para apoyar esta opinión presento algunas características del modelo de desarrollo japonés, señaladas por el mismo Morishima:
«En una economía y una sociedad como la japonesa, las industrias consideradas como estratégicas para el país son protegidas y fomentadas con todo cuidado; en cambio, aquellas industrias que según las autoridades no ofrecen ninguna perspectiva futura de desarrollo no reciben ninguna ayuda, ni se les facilita capital, sino que se ven obligadas a luchar solas. Pues bien, esta política de concentrar el crecimiento económico en determinadas prioridades, política de desigualdad por la cual el gobierno, teniendo en cuenta, por supuesto, las opiniones de los industriales, los financieros y otras personas de probado saber y experiencia, selecciona industrias estratégicas y las vigoriza al tiempo que sacrifica otras – es la que ha continuado en Japón después de la guerra.»
Morishima, op. cit., p. 239.
Es decir, Japón adoptó un modelo proteccionista, como los adoptados por otras naciones latinoamericanas. ¿Pero por qué ahora Japón tiene un Producto Interno Per Capita que es, en términos generales, 10 veces superior al de algunos países latinoamericanos? Ante estas circunstancias resulta fundamental para el país explicar por qué en Japón si funciona el proteccionismo y por qué no en otros. Para explicarlo hay que ir a los antecedentes históricos de los pueblos y contrastar con el japonés. Esta es una labor principalmente de los sociólogos. Sólo si se les toma en cuenta se podrá realizar un diagnóstico adecuado del fracaso del modelo de desarrollo estabilizador. Sólo así podrá garantizarse el éxito de las políticas económicas.
Estudiar los antecedentes históricos de un pueblo significa estudiar la evolución de su cultura, entendiéndose por cultura los valores y actitudes que una sociedad inculca a su gente a través de los diversos mecanismos socializantes, como, por ejemplo, el hogar, la escuela, la Iglesia, etc. Como han señalado diversos autores, la cultura de un país, (mucho más que cualquier otro de los factores que influyen en el desarrollo) es la que principalmente explica, en la mayoría de los casos, por qué algunos países se desarrollan más rápida y equitativamente que otros. El entorno cultural influye grandemente en el proceso a través del cual los líderes obtienen sus posiciones, las prioridades que aplican en la creación de líneas políticas y la gente, las instituciones y las prácticas que utilizan para poner en marcha dichas líneas políticas
La visión que la sociedad tiene del mundo es la fuente de sus sistemas de valores y actitudes. Esta visión está formada por un conjunto de influencias que incluyen la geografía, la organización económica y los caprichos de la historia. La visión del mundo y los sistemas de valores cambian constantemente, pero habitualmente a un ritmo muy lento, mensurable en décadas o generaciones.
Una importante aportación para entender la visión de los latinoamericanos que, desde mi punto de vista sería aplicable también, en términos generales, a los ecuatorianos, es la de Lawrence E. Harrison. Según él:
«El desarrollo humano se ve frustrado en la mayoría de los países hispanoamericanos (y en la mayoría de los países del Tercer Mundo) por una forma de ver al mundo que impide conseguir el pluralismo político, la equidad social y el progreso económico dinámico. Esa forma de ver el mundo ha sido conducida, sin desviaciones de importancia, por el ímpetu de los siglos.»
Harrison, Lawrence E., «El subdesarrollo está en la mente. El caso latinoamericano», Noriega Editores, México, 1989, p. 247.
Esta visión de los latinoamericanos sería, en gran medida, una herencia de la cultura española. Para los conquistadores españoles «gobierno» significaba orden arbitraria que tenía que ser ciegamente obedecida. La riqueza se obtenía mediante la guerra y conquista; el trabajo era para los esclavos y el comercio para los judíos, que acababan de ser expulsados de la Península.
López, José Ramón, «La paz en la República Dominicana», p. 102, citado en Harrison, Lawrence E., op. cit. p. 113.
Los principales defectos de esta visión del mundo serían:
- Un sistema educativo totalmente inadecuado.
- Un gobierno corrupto y abusivo.
- El indiscutible poder del «jefe».
- La corrupción de las instituciones públicas.
- La falta de respeto por la ley.
- La falta de respeto por la vida humana.
- Un «individualismo» desmedido.
Para Harrison, la capacidad creativa de los seres humanos se encuentra en el corazón del proceso de desarrollo. Lo que produce el desarrollo es nuestra capacidad para imaginar, teorizar, conceptuar, experimentar, inventar, articular, organizar, administrar, resolver problemas y hacer cientos de otras cosas con nuestras mentes y manos que contribuyan al progreso del individuo y de la humanidad en general. Los recursos naturales, el clima, la geografía, la historia, las dimensiones del mercado, la política gubernamental y muchos otros factores influyen en la dirección y ritmo del progreso. Pero el motor es la capacidad creativa humana.
Harrison, op. cit., p. 20.
Son siete formas cómo se fomenta la expresión de la capacidad creativa humana:
- Mediante la creación de un ámbito en el que la gente espere y reciba un trato justo.
- Mediante un sistema educativo eficaz y accesible: aquel que proporcione herramientas intelectuales y vocacionales básicas, que alimente la curiosidad, las facultades críticas, el disentimiento y la creatividad y que facilite a la gente la solución a los problemas.
- Mediante un sistema de salubridad que proteja al pueblo de enfermedades que debilitan y matan.
- Mediante el estímulo a la experimentación y a la crítica.
- Mediante la creación de un medio que ayude a la gente a descubrir sus talentos e intereses y que los provea con los trabajos adecuados.
- Mediante un sistema de incentivos que recompense el mérito y los éxitos (y, por el contrario, que desaliente el nepotismo y la «corrupción»).
- Mediante la creación de la estabilidad y continuidad que hacen posible planificar el futuro con confianza. El progreso se hace mucho más difícil con la inestabilidad y la discontinuidad.
Por ello, de acuerdo a Lawrence E. Harrison, son de vital importancia para el desarrollo:
- El enfoque temporal del visón del mundo (pasado, presente y futuro).
- Hasta qué punto la visión del mundo estimula la racionalidad, y
- Los conceptos de igualdad y autoridad que propaga.
La orientación hacia el futuro implica la posibilidad de cambio y progreso. Esa posibilidad, como señaló Max Weber, debe ser realizable en esta vida. Si la visión del mundo fomenta la creencia de que los seres humanos tienen la capacidad de conocer y comprender el mundo alrededor suyo, de que el universo funciona de acuerdo con un conjunto de leyes en gran medida descifrables y que el método científico puede abrir muchos secretos de lo desconocido, está impartiendo claramente un conjunto de actitudes estrechamente relacionadas con las ideas de progreso y cambio.
Por otra parte, los factores fundamentales señalados anteriormente influyen grandemente en otros tres factores culturales que desempeñan un importante papel en la forma en que la sociedad se desarrolla, que son:
1.- Las actitudes hacia el trabajo.
2.- El rigor del sistema ético.
3.- La amplitud de la identificación con otros.
Por ejemplo, respecto a las consecuencias sociales de una extendida desconfianza, Samuel Huntington puntualiza:
– «… la ausencia de confianza en la cultura de la sociedad proporciona obstáculos formidables para la creación de instituciones públicas. Aquellas sociedades faltas de un gobierno estable y eficaz también carecen de la confianza mutua entre sus ciudadanos y en la destreza y capacidad organizativa… En América Latina .. han prevalecido tradiciones de individualismo auto centrado y de desconfianza y odio contra otros grupos de la sociedad.»
Huntington, Samuel P., «Political order in changing societies», p. 28, citado en Harrison, Lawrence E., op. cit. p. 28.
Para trazar y organizar un programa coherente de cambio cultural que pueda llegar a funcionar es necesario identificar aquellos valores y actitudes que se interponen en el camino con aquellos que necesitan ser introducidos o fortalecidos, lo que significa un proceso de sincera introspección nacional que produzca un conjunto de objetivos para conseguir el cambio cultural.
El siguiente paso radica en escoger los medios a emplear. Harrison propone siete medios, aunque acepta la existencia de otros, que son:
- la dirección
- la reforma religiosa
- la educación y la instrucción
- los medios de comunicación masivos
- los proyectos de desarrollo
- las prácticas administrativas y
- las prácticas en la crianza de los niños.
Aclaremos que las formas son los métodos, técnicas, para lograr un objetivo, una meta, una misión. Es el uso de la motivación, la preparación, el trabajo, el estudio, el compromiso para alcanzar una meta, un objetivo y cumplir una misión.
Sigamos definiendo otros conceptos
- Actitud: Comportamiento o disposición del ánimo.
- Reactivo: Persona que reacciona impulsivamente a las circunstancias, de manera que los demás y las circunstancias deciden su vida.
- Proactivo: Persona que tiene el control y la última palabra para decidir cómo va a reaccionar ante las circunstancias; se coloca por encima de las circunstancias y no se deja llevar por los primeros impulsos; es más cerebral e inteligente en su toma de decisiones y en sus reacciones hacia los demás.
- Mediocre: Persona que tiene que hacer las cosas con muy poca voluntad, disposición.
- Actitud de Excelencia: Persona que quiere hacer las cosas con mucha voluntad y la mejor disposición.
- Misión: Labor a la que está comprometida una persona por lograr un cometido, una tarea, un deber, un trabajo.
- Persona de Excelencia: Es una persona con actitud de excelencia, Proactivo y comprometida con una misión con bases sólidas en la ética. Es una persona que utiliza las formas cómo herramientas para lograr su objetivo.
La Misión principal del ser humano es el de brindar y tener bienestar. Realizar un trabajo que nos permita mejorar la calidad de todos, previniendo el futuro con un seguro de salud y de vida, obtener una casa donde vivir con dignidad, saber que los suyos y su propiedad están seguros, contar con un programa de retiro que le dé la tranquilidad en la vejez y preocuparse de los demás.
Hagamos de esta misión nuestro objetivo en la vida. No la perdamos de vista. Seamos personas de excelencia comprometidos en buscar el bienestar de la sociedad donde todos salgamos ganando.
Ahora conceptualizemos las formas para lograr un objetivo:
- Competitividad: El objetivo de la COMPETITIVIDAD debería ser la de fomentar una competencia justa, honesta, donde la micro y pequeña empresa familiar, motor de la economía nacional, tengan oportunidad de tener éxito.
Debemos pugnar por la reglamentación de la competencia por sectores, y niveles: regional, nacional, e internacional basándola en la ética profesional.
DE NO HACERLO CORREMOS EL RIESGO DE CREAR MONOPOLIOS GLOBALES QUE EXTERMINEN CUALQUIER COMPETENCIA EN EL NOMBRE DE LA COMPETITIVIDAD.
- Tecnología: El objetivo de desarrollar tecnología debe ser para hacerle la vida al hombre más fácil, para darle más tiempo para desarrollar otros aspectos humanos, como el deporte, la vida familiar, la lectura, el estudio, las artes, el esparcimiento, etc.
NO UTILICEMOS LA TECNOLOGIA PARA SUSTITUIR EL RECURSO HUMANO POR UNO MATERIAL. NO UTILICEMOS LA TECNOLOGIA PARA GENERAR DESEMPLEO Y POBREZA. NO PERDAMOS EL FACTOR HUMANO, EL DESARROLLO DEL SER HUMANO. NO PERDAMOS NUESTROS OBJETIVOS EN EL CAMINO.
- Conocimiento: El poder del hombre es el del conocimiento, el de la información. A través del conocimiento, la educación vamos a poder luchar por los objetivos anteriores, vamos a poder cumplir con nuestra misión en la vida. No la perdamos de vista.
La reingeniería humana invita a un CAMBIO DE CONCIENCIA que es el eje sobre el que gira todo el trabajo y es fundamental para lograr el cambio. Cuando hablamos de cambio de conciencia nos referimos ante todo a educar a las grandes masas populares. Tomando a Freire, podemos decir que la educación es la única arma que tenemos para luchar, es lo único que nos dará una verdadera libertad. La educación no es neutra, responde a situaciones históricas determinadas y a condiciones económicas dominantes. La educación que planteamos no debe ser una mera reproducción de las bases del sistema; apuntamos a una educación en la que se invite a reconocer y descubrir críticamente la realidad. Esta educación no se refiere solo a la formal, sino a una educación en todos los ámbitos de la vida. No solo la educación escolar, sino la educación de la vida, guiada principalmente por su entorno social, y de ser posible, con el ejemplo de los gobernantes. La educación que hoy se ha implantado tiene como futuro mediato la eficientización de los alumnos con el fin de programarlos mecánicamente para cumplir funciones económicas principalmente; esta es lo que Freire dio a llamar Domesticación. La educación debe ser un medio para que la persona reciba una formación adecuada que le permita la libre ejecución de sus derechos, de sus ideas, y debe ser fundamentalmente un proceso en el cual el educando es un sujeto activo que tiene mucho para enseñar; esto difiere de nuestra realidad, donde se considera al educando como un mero receptor vacío y pasivo, al cual hay que «rellenar» de «conocimientos». No debe ser una educación cercenadora como la que hoy tenemos, que necesita del ayuno de decenas de docentes representando simbólicamente la decadencia de nuestra escuela pública. Se necesita de una educación que fomente la consolidación de las posturas, que reparta libremente una gama de conceptos que luego permitirán la formación de una posición crítica acerca de diversas temáticas lindantes con la realidad, no es necesaria una educación que participe con conceptualizaciones parcializadas que representen el interés de determinados sectores. Es hora de que nos demos cuenta de que la gente no se vende ni se compra, mejor es que formemos personas inteligentes, críticos, idealistas, pero también realistas, personas que de las cuales estemos seguros de que contaran con la suficiente gama de conocimientos que permitan la correcta guía de la comunidad. Pero estos deseos realizables deben estar acompañados con el esfuerzo de personas interesadas en tener abierto sus pensamientos al ingreso de actitudes y aptitudes, a los conocimientos liberadores.
Contribuyamos con un granito de arena para la formación de mejores ciudadanos a través de un proyecto de educación continua que abarca desde la salud y el medio ambiente hasta la economía, el desarrollo urbano. Sólo con información, conocimiento y educación vamos a poder aspirar a un Ecuador más justo, más próspero donde el bienestar llegue a todas las familias.
Tengamos el valor para cambiar las cosas que podamos cambiar… la fuerza para aceptar las cosas que no podemos cambiar, y la sabiduría para distinguir entre ambas.
Este paradigma trae a la mente muchas reflexiones, y considero que dos factores entre otros más serán causales que impidan la aplicación de este modelo. El primer factor es el miedo, el cual impide al ser humano a moverse a lo desconocido, muchas veces preferimos aferrarnos al error, al fracaso por miedo a que el cambio nos dañe, nos afecte, nos destruya por completo, nuestro sentido de supervivencia muchas veces nos bloquea la razón y el pensamiento, entramos en una fase de “coma mental” que neutraliza nuestra visión y opaca nuestra creatividad.
No hay peor enemigo al desarrollo que “El temor”, “El miedo”, que genera en nosotros “incertidumbre” y “desconfianza”, lo que nos conduce a ser incrédulos, a no confiar en nadie ni en nada, teniendo una sociedad sin ilusiones, sin sueños, sin esperanzas.
Otro factor que asumo será preponderante para impedir la aplicación de este modelo, es ”el orgullo”, quien nos impide reconocer nuestros errores, nos inflexibiliza al cambio, nos impide rectificar nuestros procedimientos y hacer humildes para aceptar la corrección. Nos crea una imagen irreal de autosuficiencia, de creer que poseemos la verdad absoluta, de que todo lo sabemos y o sino lo inventamos, pero atrás del mismo solo se oculta,, la ignorancia y la petulancia, el intelectualismo y la erudición no son más que adornos, una especie de ballet mental en el mejor de los casos, que no aporta ninguna solución práctica a los reales problemas que nos acontece en el diario vivir.
Lo que nuestro mundo necesita son hombres y mujeres prácticos, mentes poderosas, pensamientos puros y positivos que den lugar a una nueva forma de vida, a una Nueva Civilización. Las ciudades caen, pero son reconstruidas, los héroes mueren, pero son recordados, no existe un mejor momento que el hoy, el ahora. No existe una mejor razón para el cambio que el empezar, el repensar, el reaprender, creando una sociedad que salga de la cultura del nintendo y pase a la cultura de la lectura. Creemos una contra cultura, que modifique la actual “MATRIX” como la película, donde el medio, las fuerzas económicas, nos han generado un mundo irreal y que nos ha manipulado nuestros sentidos, donde solo vemos lo que ellos quieren que veamos, decimos lo que ellos quieren oír, hacemos, lo que ellos quieren que hagamos.
Pero en nosotros esta la capacidad del cambio, en nosotros está en dejar una sociedad justa y una economía participativa, creando jóvenes con visión y comprometidos con una misión, atrevámonos a pagar el precio del desarrollo, sembremos hoy lo que mañana cosecharan nuestros hijos, no esperemos milagros, generemos nuestros propios milagros, atrevámonos a soñar, atrevamos a visionar, dime de que tamaño es tu sueño y te diré de que tamaño es tu Dios.