CÓMO PONER A LA MENTE EN SU SITIO.
En el último artículo, te hablé de herramientas para dominar la MENTE. La verdad es que da mucho juego, y todo lo que le dediquemos es poco. El tema me apasiona: me paso la vida estudiando a los investigadores que hablan de ella. Asisto a cursos, leo libros, y hasta compro aparatos para hacer mis experimentos… y la verdad es que no deja de sorprenderme .
Como el artículo de la semana pasada ha tenido acogida, y el conocimiento sobre ella te puede cambiar la vida, hoy te doy otra técnica que es muy útil y que absolutamente todas las personas altamente eficientes practican cada día.
¿A que pica la curiosidad?. Si es así, sigue leyendo.
Este fin de semana he coincidido con un grupo de personas muy interesantes. La mayor parte de ellos, son jugadores de golf habituales. Eso quiere decir que, muy a menudo, y más en verano en Canarias, cada fin de semana se reúnen para jugar uno o incluso dos torneos. A pesar de la competición, el entorno es relajado, y las normas del golf invitan a la cortesía. Al estar rodeados de naturaleza, y de bonitos y cuidados paisajes, se hace muy agradable. Como en cualquier evento en España, la comida y la bebida no faltan, así que es la guinda para un fin de semana perfecto.
El golf se ha introducido como un juego que cada vez gana más adeptos, y cada vez es más accesible a más personas. Las razones son varias: aparte de que hay que estar en forma para las 5 horas de partido, supone un reto doble: primero con uno mismo, pues invita a la superación en cada golpe, y con los compañeros; requiere muchas dosis de humildad, pues como vayas de “sobrado”, enseguida el juego te pone en tu sitio; y lo que para mí es más desafiante: el juego mental que hay detrás, que si lo dominas, te vale para absolutamente todas las áreas de la vida.
Para potenciar este juego mental, es imprescindible la concentración “aquí y ahora”: el día que no lo haces, seguro que no obtienes un buen resultado. Por eso, muchos lo consideran la meditación de occidente. Las ventajas son notables: por muy estresado que empieces un partido, cuanto más experiencia ganas, antes abandonas los problemas y mejor te lo pasas. Por eso, es una estrategia perfecta para olvidar las prisas, las angustias y las preocupaciones, pues si consigues acabar el juego, te habrás evadido de ellas, y habrás pasado un buen rato.
Las ventajas de la meditación son incontables:
- Está demostrado que el cerebro es plástico, es decir, cambia de forma al exigirle pensar de nuevas manera. Con la meditación se estimula la creación de nuevas redes neuronales, con lo cual, se desarrollan nuevas capacidades mentales
- Ayuda a la reducción del estrés, de la ansiedad, el insomnio, la depresión, el dolor crónico, las adicciones, a la mejora de problemas cardiovasculares, pulmonares y del sistema inmunitario.
- Mejora la capacidad de concentración y relajación, y con ello, el control de la mente, del estado de ánimo, y ayuda en la toma de decisiones.
- Supone un aumento de la conciencia, que se traduce en mayor madurez y bienestar emocional y mental, más amor por uno mismo, por los demás, por el entorno, y más nivel de energía y ganas de vivir.
Aunque en occidente cuando hablas de meditación, el término se asocia con un monje budista sentado en la postura de loto, diciendo “UHMMMMM”, la realidad es que hay muchas maneras de meditar.
Por supuesto que una es, sentarse y en el estado de calma, observar los pensamientos y no identificarse con ellos ni dejarse llevar por ellos. Más bien, dejarles pasar como si fueran una hoja flotando en la corriente de un río. ¡Ojo! No confundir con dejar la mente en blanco, pues eso es imposible. ¡Eso es como decirles a los pulmones que dejen de respirar!. Se trata de dejar ir los pensamientos cuando vienen, y no engancharse en ellos.
Hay otras técnicas, como el “Mindfulness”, también muy de moda, que es otra variedad de meditación. Consiste en estar plenamente consciente, en lo que hacemos en cada instante, en el lugar donde estamos, sin juzgar la experiencia como algo positivo ni negativo. Podemos hacerlo en cualquier lugar y situación: mientras vamos al autobús, conducimos, mientras comemos, o mientras hacemos deporte.
Como ves, no hay excusas para empezar a meditar cada día, pues aunque te lo hayan vendido así, no hace falta retirarse a un monasterio ni a la cima de una montaña para hacerlo.¡ Y es posible empezar solamente con 5 minutos, dos veces al día! Es una práctica habitual de las personas altamente eficientes, por lo que te animo de corazón a que lo implementes en tu día a día. Las ventajas las notarás muy rápido.
Un caluroso abrazo,
Patricia Cañada