«El poder genera mucha adicción porque te crees omnipotente y omnipresente pero, cada persona tiene su propia forma de expresarlo». Psicólogo Manuel Nevado, miembro de Psicólogos sin Fronteras.
“En el 2008, el político y médico británico David Owen publicó el libro “En el poder y en la enfermedad”. Owen fue uno de los pioneros en analizar a fondo el Síndrome de Hubris, o enfermedad del poder. La palabra “hubris” proviene del griego “hybris” (desmesura), en referencia a las acciones crueles, vergonzosas y humillantes que los poderosos cometían por mero placer, volviéndoles rígidos, egocéntricos, prepotentes y en el fondo irracionales.
El síndrome de Hubris es típico de quienes llegan a ostentar el poder en el campo político, militar, religioso, empresarial, deportivo o en otros entes con autoridad sobre grupos de personas, y lo padecen casi todos los que han adquirido mucho poder sin estar dotados de la necesaria autocritica, ni de las condiciones para manejarlo, y si se consigue en poco tiempo peor. Una persona intoxicada por el poder puede tener efectos devastadores. Para Franklin Roosevelt: ”el poder es peligroso, enlentece la percepción, nubla la visión, aprisiona a su víctima, por muy bien intencionada que sea, y la aísla en un aura de infalibilidad intelectual contraria a los principios democráticos”.
Matías Ordeix.
Columnista Invitado del diario Cinco
En un artículo anterior Titulado : Liderazgo de Influencia o Referencia: El Poder y la autoridad hablé de la diferencia que existe entre Poder y Autoridad
“Poder.- La capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerlo, haga tu voluntad debido a tu posición o tu fuerza.”
“Autoridad.- Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad o competencia en alguna materia”.
El poder es inherente al cargo que cada persona ocupa y no a la persona en sí, por ello a mayor cargo mayor poder.
Según David Mc Clelland, la necesidad de poder es una de las necesidades humanas, las personas en las que predomina esta necesidad, casi siempre desean estar en el cargo más alto, por el solo hecho de tener más poder; el poder al ser una adicción, hace que la persona adicta quiere ser cada vez más poderosa, muchas veces sin importar como se logra el cargo que les permitirá este ansiado gran poder para satisfacer su monumental ego, podrían burlar la llamada meritocracia al conseguir sus grados académicos de forma muy irregular o fraudulenta, como conseguirlos por amistad .. Como podemos darnos cuenta estamos hablando de personas que quizás tengan cargos jerárquicos y grados académicos, pero con una falencia total de valores o quizás incluso pueden ser buenos profesionales pero definitivamente , malas personas, pues dejaron de lado el crecimiento personal. El conocimiento otorga poder, que puede ser utilizado para liberar o para oprimir, tenemos la creencia que el poder cambia a las personas, pero al ex presidente de Uruguay, José Mujica, nos dice: “El poder no cambia a las personas, solo revela quienes son realmente”.
En el prólogo de su libro “Las 48 Leyes del Poder” Robert Greene, agradece incluso a las personas que le causaron mucho dolor: “Por último, a todas aquellas personas de mi vida que con tanta habilidad han utilizado el juego del poder para manipularme, torturarme y causarme dolor a lo largo de los años, quiero decirles que no guardo rencores y que les agradezco por haberme inspirado para escribir Las 48 leyes del poder”.
En este prólogo reconoce que cuando el poder lo detentan malas personas, no les importa que uso le puedan dar, utilizándolo para manipular, torturar y causar dolor a otras personas. Por ello vemos casos de gobernantes de naciones, que por esta adicción al poder o síndrome de Hubris, dejan de lado los valores morales y éticos, y para perennizarse en el poder hacen cualquier cosa, incluso llegan a la corrupción y al crimen.
Las empresas o instituciones no están exentas de este tipo de comportamiento, claro que en el caso de ellas se trata de los gerentes que tratan a todo costo de no perder su alto cargo, que les da mucho poder, cargo al que llegaron probablemente, teniendo en cuenta solo su deseo de lograr ser poderosos, quizás pasando por encima y/o pisando a los que trataban de llegar a altos cargos, demostrando respeto tanto a las normas , como a los valores universales como son: Justicia, Verdad, Honestidad . Como dije anteriormente para poder cumplir perfiles académicos obtuvieron sus grados académicos de forma muy irregular, por no decir ilegal, quizás hasta haya casos de grados obtenidos sin haber asistido a ninguna clase, ni rendido ningún tipo de examen, primero por trabajar en una ciudad bastante alejada de la universidad y segundo por saber que obtendrían el grado académico por ser amigos de los dueños de la universidad o tener otro tipo de arreglo nada honesto.
Pero si el trabajador que detenta el poder en la empresa es una buena persona, con buena formación, practica los valores universales y el poder lo fue consiguiendo en la forma correcta y poco a poco, aplicando el pensamiento: “la mejor forma de llegar a la cima, es ayudando a los demás a subir”, este poder lo utilizará para el bien de la empresa, de sus colaboradores y clientes o usuarios. Es decir el poder a pesar de ser una adicción, no necesariamente es mala para la empresa, la institución o gobierno. La persona con una buena formación personal, lo utilizará para hacer una empresa o gobierno con una muy buena proyección hacia el futuro, en lugar de utilizar el poder para manipular, torturar, causar dolor y tratar de gobernar a los pueblos y/o a los trabajadores de una Institución en base al temor e incertidumbre, tratará de hacer lo que dicen Dan Baker, Collins Hemingway, Cathy Geenberg. En su libro: “Empresas Felices= Empresas Rentables”: “ ¿Que es una compañía feliz?.
Las compañías “felices” tienen los pies muy en la tierra. Ven la realidad con claridad, pero escogen dirigirlas de un modo positivo. Se dirigen a través de valores, optimismo y justicia. Promueven la creatividad y el pragmatismo. Evitan las decisiones reactivas y no reflexivas que los humanos solemos tomar cuando nos dejamos conducir por el miedo. Este libro nos enseña cómo construir una empresa feliz y de altísimo rendimiento, y sobrepasar la cultura del miedo y de la negatividad.”
O lo que manifiesta Santiago Vazquez, en su libro “La Felicidad en el Trabajo y en la Vida”. “¿Es posible plantearse ser feliz en la vida sin ser feliz en el trabajo?. Frente a la concepción del trabajo como castigo que nos impide de ser dueños de nuestro tiempo y dedicarlo a lo que realmente nos gusta, el autor plantea la necesidad de ser feliz en el trabajo para ser feliz en la vida.”
No podemos decir que el poder sea malo o envilece, a una buena persona le permite realizar buenas acciones, que serán gravitantes para lograr buenos resultados en el gobierno de pueblos o empresas, resultados que darán tranquilidad, equilibrio, estabilidad y por qué no felicidad para los gobernados, todo depende del tipo de persona que tenga el poder.
“Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder.”
Abraham Lincoln (1808-1865) Político y Presidente estadounidense.
En las empresas o instituciones del Estado, por lo general con el cambio de gobierno se realizan muchos cambios en las gerencias y se dan las llamadas “Gerencias Políticas”. Existen personas que de un momento a otro se encuentran en un cargo que les da mucho poder que les marea y no saben cómo hacer buen uso de él, priorizando su bienestar personal, dejando de lado el bienestar común.ersonas que llegan a la institución sin saber lo que es “Reputación Empresarial”, pueden llegar a una institución sólida y reconocida por su buen nombre y prestigio, y con sus actitudes poco reflexivas pueden dañar la Marca Personal de sus trabajadores sin darse cuenta el daño que hacen consecuentemente a la Institución, al dañar la reputación o marca personal de trabajadores, dañan también la reputación empresarial y/ o el prestigio de la empresa, la reputación empresarial está ligada directamente a la reputación, marca personal o prestigio de sus trabajadores, por ello existen empresas que tienen como slogan conceptos que favorecen la marca personal de sus trabajadores , como por ejemplo un banco tenía como slogan “Gente de confianza” a diferencia de otras instituciones que dañan el prestigio de sus colaboradores, la pregunta que se puede formular es la siguiente : ¿ Qué empresa escogerá el usuario, a la que tiene personal de confianza o a otra donde la reputación de sus trabajadores no es buena? Reputación dañada justamente por las actitudes irreflexivas de sus gerentes y no necesariamente por la forma de actuar de sus trabajadores. Por estar ebrios de poder o porque su falta de valores y/o principios no les permite hacer buen uso del poder que es inherente a su cargo.
“Vale la pena estar atentos y auditar nuestra conducta con frecuencia, para que el poder no se convierta en nuestro peor enemigo, sino en todo lo contrario, en beneficio de quienes nos toca atender y servir”
Inés Temple Presidente de LHH DBM en el Perú y Chile Artículo ”Siete Retos del Poder” publicado en el diario el Comercio el 11-Nov. -2017.
Esta recomendación es muy importante para las personas que por su cargo, detentan el poder, para un buen actuar pensando siempre en el bien común y que ese poder debe estar dirigido para atender y servir ; y no servirse del poder para realizar abusos y buscar el beneficio personal o el de sus allegados .No se debe olvidar que :
“Todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho. Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo.”
Concepción Arenal (1820-1893) Escritora y socióloga española.
Francisco José Miraval Tapia