Introducción
El cambio o transformación que se ha dado en las ultimas décadas es visto y experimentado por todas las personas. Podría decirse que el cambio drástico se dio con la entrada del siglo XXI. Pero a decir verdad el siglo XXI, los años o cualquier otra magnitud de tiempo son únicamente un concepto creado por el hombre que no tiene ningún valor más trascendente del que el propio ser humano le asigne.
Tergiversación de la infomulticulturalidad
El cambio tan drástico ha impactado tan fuerte que hasta los términos son entendidos de diferente manera. La información, cultura y la multiculturalidad se pueden englobar en uno solo: saber lo que está haciendo otra persona o país. No nos interesa saber cuál es el motivo de raíz, si tienen la razón y cuál será el impacto de dicho suceso.
Lo único que nos interesa saber es lo que “dicen” que dijo Donald Trump, conocer el precio del dólar y del petróleo y con eso ya nos consideramos personas cultas, informadas y con conocimiento. Aunado a que la información necesita llegar en forma de chiste para llamar nuestra atención, nos debe causar risa y para compartirla nos debemos asegurar que a alguien más también le pueda causar gracia.
La desinformación actual
Considero que la infomulticulturalidad se encuentra en la parte más crítica desde hace muchos años a la fecha. La información únicamente es el “chismorreo” lo que “dicen” que dijo, o lo que se dijeron entre sí, países, personas, organizaciones, asociaciones etc.
Sin darnos cuenta el proceso actual que llevamos de “información” es realmente “desinformación” por la sencilla razón de los medios que intervienen para enterarnos de algo. La televisión, el internet y cualquier otro medio masivo de comunicación, no son fuentes fidedignas para discernir entre lo que es bueno de lo que no.
Hoy en día, se le denomina “persona culta” al individuo que mayor información del exterior es capaz de retener. En cambio, anteriormente estar informado y ser culto primero nacía en el interior y después se propagaba al exterior. La persona culta se daba a la tarea de conocerse y descubrirse a ella misma para así, poder conocer a todo lo demás, partiendo del lema “hombre, conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los Dioses” encontrada en el templo de Apolo y difundida por Sócrates.
Y qué es conocernos a nosotros mismos. Es una pregunta muy profunda, que trasciende el tiempo, el espacio y la razón humana.
La persona culta del ayer
Una persona culta hace muchos años, era la persona educada, recta, coherente, con un dominio propio de sus gustos, que realizaba actividades de calidad y beneficio para la sociedad. Culta, era la persona que le interesaba conocerse a ella misma, autodescubrirse, perfeccionarse. Interesada en la astrología, la ciencia, la mística, antropología, filosofía, física, química. Una persona culta en pocas palabras era aquel hombre o aquella dama que para toda pregunta tenía una respuesta convincente.
Tenía respuesta para el niño que preguntaba ¿Por qué si el sol da luz, el universo está oscuro? O ¿Por qué si da calor, hace tanto frio en el espacio? Sabía explicarle a la adolescente por qué debía darse a respetar y valorar con los hombres. Alguien culto es quien lograba dejar a las dos partes de una discusión satisfechas, podía explicarle a la mujer por qué nunca va a poder ser como el hombre y al hombre por qué nunca va a poder igualar a la mujer.
Conocía las leyes de la vida y de la muerte. Una persona culta era arquitecta de su propio destino, sabía por qué le sucedían las cosas desagradables y que debía hacer para afrontarlas y solucionarlas. Una persona culta tenía valor, voluntad, era justa, solidaria, responsable, respetuosa, era una persona íntegra.
Las carencias de la infomulticulturalidad actual
Actualmente la tendencia de la gran mayoría de las personas en el mundo es la misma. Pareciera que se encuentra más interesada en destruir que en crear, se le facilita juzgar a otros, pero no tiene el suficiente conocimiento y voluntad para corregirse a ella misma. Hoy en día queremos ayudar a otros, sin darnos cuenta de lo gran necesitados que estamos de darle un sentido trascendente a nuestra propia vida. Queremos corregir y que hagan, sin nosotros hacer absolutamente nada.
La infomulticulturalidad actual, se caracteriza por imitar lo que los demás hacen en tecnología, en calidad, en educación, en personalidad, conductas y hábitos.
Si reflexionamos unos pocos minutos las actividades que realizamos en uno de nuestros días, lograremos ver el concepto errado que tenemos de la infomulticulturalidad, ya que una cosa es lo que digamos por medio de un concepto y otra cosa es lo que en realidad hacemos.
En cuanto suena el despertador se deben leer los más recientes mensajes recibidos, si nos dicen que va a llover, hay tráfico o inseguridad, eso es lo que nosotros logramos entender como estar “informados”. Si leemos el periódico mientras desayunamos o vemos las noticias en la televisión esa es la calidad de lo que denominamos ser una persona “culta” que sabe lo que pasa en otras partes.
El tiempo que transcurre de la casa a la escuela o de la casa al trabajo pasa de largo, al llegar a la escuela o al trabajo va a ser una persona más culta la que esté enterada de las noticias más recientes. Durante las clases o la jornada laboral hacemos alarde a las técnicas, herramientas y metodologías que aplican en Japón, China, Estados Unidos o Alemania, a eso le denominamos que tenemos un pensamiento que sobrepasa las fronteras, por tal motivo nos denominamos inteligentes, superiores y únicos al resto de nuestros compañeros.
Sin reflexionar todo el daño que esas Naciones causan al resto de países del mundo “en beneficio de su gente”. Todas las guerras y muertes que provoca Estados Unidos para que su pueblo tenga las mejores condiciones. Si queremos tener la mentalidad y actitud de un alemán o un japonés, ya sabemos lo que debemos hacer, causar un daño externo para tener un progreso interno.
Salimos de la escuela o del trabajo y si vemos algo fuera de nuestro concepto de “normal” le tomamos foto y lo compartimos dentro de la práctica de la responsabilidad social.
Si alguien tira basura, golpea a alguien más, roba, etc., de inmediato lo hacemos “viral” para que mejore nuestro entorno, sin ponernos a meditar cuales fueron los motivos para que esa persona actuara de esa forma, eso sí, lo criticamos y, aseguramos nosotros jamás haríamos algo así, llegamos a la casa y seguimos leyendo, viendo y escuchando los mejores videos y más populares del momento.
Este comportamiento lo realizan o realizamos, poco más de siete mil millones de personas en el mundo y existe un pequeño grupo que controla y dictamina este comportamiento y estilo de vida.
La fácil predicción en la infomulticulturalidad de nuestros días
Es por eso que relativamente es tan fácil predecir lo que la gente quiere y no quiere, lo que le gusta y le desagrada. Lo que las personas buscan o buscamos es el aspecto material, sobre eso haremos lo necesario para lograrlo. Queremos un coche determinado, un viaje especial a algún lugar, una casa decente, ropa, relojes, celulares, comida en restaurantes específicos, a eso le denominamos calidad de vida y ya sea que trabajemos honestamente para obtenerlo o robando y extorsionando, pero haremos lo necesario para obtenerlo. En la medida en que satisfagamos esos deseos seremos felices o infelices.
Las exigencias de las personas para el mercado, se basan en tener algo que el resto de personas o el mayor numero de ellas no tienen. A las personas les interesa cada vez menos adquirir conocimiento, no les interesa saber cómo se hace un celular o construye una casa, únicamente quieren facilitarse la vida haciendo uso de aquello que unas pocas personas se ingenian para hacer.
La vida se basa en obtener mayores ingresos y con ellos poder comprar todo lo que se oferta en el mercado. Somos ciento por ciento materialistas y todo lo que no tenga que ver con dinero no nos llama la atención. Para elegir a un gobernante votamos por el que nos asegura un mejor patrimonio. Se decide un trabajo por el mejor sueldo. Se le dice exitosa a una persona con dinero.
Una gran empresa es la que más utilidades genera. El mejor papá o la mejor esposa es quien mejores condiciones económicas brinda. Y así podría continuar la lista, resaltando que el aspecto de mayor valor en la vida del ser humano es el dinero. A todos nos interesa recibir una gran herencia o le denominamos bendiciones cuando obtenemos beneficios económicos.
Conclusión: lo que debería ser la infomulticulturalidad
Si al hablar de infomulticulturalidad nos estamos refiriendo a lo fácil que resulta persuadir al consumidor para que adquiera un producto o servicio determinado hoy en día, estamos en el camino correcto. En cambio, si hablamos de la generación de beneficios para un crecimiento personal y colectivo, nos encontramos muy distanciados en la aplicación de dicho termino.
Realmente poder conocernos a nosotros mismos, conocer nuestras debilidades, errores, defectos, virtudes, talentos; aprender a ser felices, a desarrollar capacidades y habilidades intrínsecas que nos permitan visualizar un contexto distinto de la realidad a pesar de pasar por momentos adversos, es realmente estar infomulticulturalizados, es realmente salirse del común denominador que rige al sistema actual.
Saber ser un buen amigo, aprender a escuchar, aconsejar, sensibilizarse con las situaciones complejas que enfrentan los demás y sobre todo ser de utilidad para que el resto de personas logren salir por su propio pie de su estado actual, es practicar la infomulticulturalidad.
No se trata de ser una persona critica que ve todo mal, ni una persona positiva que a nada le encuentra el error. Se trata de ser una persona que sabe ver la naturaleza de las cosas y que con ello intenta crear un beneficio social. El primer paso para lograrlo es hablar con la verdad.