En la actualidad la empresa cubana tiene que enfrentar innumerables retos propios de la situación actual que vive el mundo. Se está viviendo en una era de revolución tecnológica donde se trata de vender más y más conocimientos, y menos recursos materiales. Bajo estas condiciones la empresa cubana está librando una extensa batalla por lograr altos índices de eficiencia económica que le permitan insertarse en el mercado internacional con productos cada vez más competitivos.
Las necesidades para transferir tecnologías y know-how ambientalmente sanas y convenientes para la región de América Latina y el Caribe, deberán identificarse a la luz de las disponibilidades de los recursos naturales y humanos para realizarlo. En estos países hay una diversidad de recursos naturales que son técnica y económicamente viables para desarrollarse y todo depende de la evolución y definición de una política gubernamental y la voluntad de toda una nación para realizarlo. Las oportunidades de transferir tecnología y más aún desarrollar tecnología (un status más avanzado) se originan mediante el establecimiento de una estrategia para la promoción de inversiones que permitan el desarrollo económico sustentable de un país. La búsqueda continua de la competitividad es la clave para el éxito de la estrategia de promoción de inversiones y, por lo tanto, de transferir tecnología. El desarrollo de la tecnología será fundamental para lograr el desarrollo sostenible de los países.
Las empresas cubanas no escapan al impacto de este escenario mundial, luchan por acercarse a los índices de producción a escala global, por lo que están enfrascados por mejorar su posición en el mercado y se esfuerzan cada vez más por defenderla.
No obstante, eso no ha sido así en todas las empresas, algunas se han quedado atrás en el proceso de mejora continua de su gestión interna mostrando un bajo desempeño para producir bienes o servicios, los cuales le han impedido retar la competencia.
En función de esta problemática se han desarrollado procedimiento para la identificación de oportunidades de inversión sobre el equipamiento productivo pero los mismos no abordan criterios esenciales para la toma de decisiones de inversión como son, la importancia relativa del equipo en el proceso y el nivel de obsolescencia tecnológica de un equipo por lo que se propones la determinación de ambos de la forma siguiente:
Importancia relativa del equipo en el proceso
Para el caso de la importancia relativa del equipo en el proceso se propone la expresión siguiente:
[2.12]
: Valor del producto “h”
: Cantidad de operaciones realizadas por el equipo “i” al producto “h”
: Cantidad de operaciones necesarias para elaborar el producto “h”
: tiempo de las operaciones realizadas por el equipo “i” al producto “h”
: tiempo total de procesamiento del producto “h”
w : Cantidad de productos “h”
La expresión anterior está sustentada en la consideración de que la determinación de la importancia de un equipo dentro de un proceso obliga sin lugar a duda a enfocarse en la importancia del producto que resulta de dicho proceso productivo. Es decir, un proceso productivo importante dentro de un sector productivo implica que en este se obtenga un producto que aporte un valor importante a la producción final. La importancia relativa del equipo en el proceso varía de 0 a 1 con tendencia favorable cuando se acerca a 1.
Nivel de obsolescencia tecnológica
En el caso del nivel de obsolescencia tecnológica se propone que el grupo de expertos que la valore realice una minuciosa revisión y comparación con respecto al equipamiento existente acerca de los aspectos técnicos, que son resultado de la consulta de la literatura especializada, así como verificación con expertos en la materia, los aspectos se listan a continuación:
Lista de aspectos
1) Cantidad de operaciones en que realiza al producto del total que este necesita.(PO1)
2) Tiempo que emplea para realizar las operaciones. (PO2)
3) Eficiencia del equipo (Relación consumo-producción).(PO3)
4) Funcionalidad (En cuanto a lo que puede realizar con respecto a lo que hay que realizar). (PO4)
5) Complejidad en el uso y en el mantenimiento.(PO5)
6) Riesgo de accidente.(PO6)
Una vez registrada la información anterior, los expertos deben cualificar en valor entre 0 y 1 que tan obsoleto se encuentra el equipamiento existente con respecto a los que se encuentran en el mercado, teniendo en cuenta cada aspecto de los anteriormente mencionado. Es decir cada aspecto se cualificará de manera independiente para los distintos equipos. Finalmente para obtener el indicador obsolescencia tecnológica se propone la metodología siguiente:
Metodología para determinar el nivel de obsolescencia tecnológica.
Cálculo de la obsolescencia moral de un equipo.
La obsolescencia moral se refiere a la desvalorización de los fondos básicos existentes como resultado económico del progreso tecnológico, es decir el abaratamiento de los fondos básicos nuevos con los mismos parámetros existentes. Se expresa en la disminución del valor de renovación de los fondos básicos existentes, en la medida en que disminuye el valor de nuevos medios de trabajo con igual valor de uso. Esta forma de obsolescencia moral actúa constantemente en dependencia del cambio de la productividad del trabajo en la fabricación de medios de trabajo. Para la medición del desarrollo y nivel de obsolescencia moral se propone la siguiente expresión:
[2.13]
donde:
Vm, t: Obsolescencia moral en el año t.
Kb, 0: Valor de adquisición del medio de trabajo en el año de su obtención.
Kb, t: Valor de adquisición del medio de trabajo en el año t.
Si se tiene que determinar el valor de renovación por el año t, se debe utilizar la expresión de Strumilin [1976],
donde:
t: años de análisis.
: Tasa de productividad, en el equipo en el cual se produce.
Por lo tanto se puede determinar la obsolescencia del modo siguiente:
luego:
Nobti=
[2.14]
El nivel de obsolescencia tecnológica del equipo varía de 0 a 1 con tendencia desfavorable cuando se acerca a 1.