En las empresas tenemos la oportunidad de encontrar varios tipos de gerentes, entre ellos el que quiere ser muy ejecutivo, pero solo llega a ser un “Gerente Eléctrico”, es típico en los de este tipo dejarse llevar por impulsos que acaban enredando la gestión, si bien es cierto Einsten dijo :” lo verdaderamente importante es la intuición” no se refería a actuar irreflexivamente como lo hacen ellos, que nunca reconocen un error y tratan solo de demostrar poder y autoridad sin darse cuenta que muchas veces solo demuestran ignorancia. Confunden los términos, creen que poder y autoridad son sinónimos.
Según el diccionario de la Real Academia de la lengua española:
Poder. Tener expedita la facultad o potencia de hacer algo.
Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo.
Ser más fuerte que alguien, ser capaz de vencerle.
Autoridad. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o derecho Potestad, facultad, legitimidad.
Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución, por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia.
Como podemos ver existe diferencia. En las empresas se nota más esta diferencia; el poder es inherente al cargo, pero la autoridad se gana en base a conocimiento, trabajo, aptitudes y actitudes.
Los “gerentes eléctricos” no pierden ocasión de demostrar su poder, son los típicos dueños de la verdad, los que no quieren recibir sugerencias y por supuesto jamás serán capaces de reconocer sus errores, buscan culpables para justificarlos, piensan que lo saben todo, solo se sienten seguros con una gran oficina y detrás de un gran escritorio.
Demuestran estar estresados y si lo estuvieran es porque desconocen lo que es gestión eficaz del tiempo y no por exceso de trabajo.
El gerente ejecutivo es la que da soluciones rápidas, prácticas, claras y reflexivas; soluciones justas que no enredan la gestión y facilitan el trabajo del equipo. Tiene muy presente para sus decisiones los valores como Justicia y Verdad logra una alta credibilidad para él y para la empresa en la que trabaja.
El “gerente eléctrico” da soluciones para el momento y que en el futuro complicarán y ocasionarán problemas al entorno laboral, no le importa el trabajo en equipo, la capacitación suya ni la de su personal, no tiene en cuenta los valores; Justicia y Verdad son sacrificadas en aras de demostrar poder, vive solo el momento, por lo tanto la credibilidad de su persona y la empresa no le interesa. Se olvidó, no sabe o no le interesa el concepto de gerencia: «La Gerencia Integral es el arte de reunir todas las facetas del manejo de una organización en busca de una mayor competitividad.”
Los gerentes ejecutivos jamás sacrificaran la credibilidad propia y la de la empresa, pues es el camino más seguro a la quiebra.
Casi siempre el “gerente eléctrico” es resultado de una Gerencia Patrimonial.
Gerencia Patrimonial.-Este tipo de gerencia es aquella que se da por la propiedad de acciones y/o por vínculos familiares con los socios, los puestos son retenidos por miembros de una familia y muchas de las veces el único “mérito” y/o requisito para ocupar el cargo es el ser propietario o familiar de los propietarios, sin importar si es honesto, si tiene formación académica, experiencia, actitudes, aptitudes y/o capacidades necesarias para ocupar el cargo.
El gerente ejecutivo es el que está preocupado por aprender, conocer y adecuar la empresa a los cambios que se dan constantemente, es el que llega a estar consciente que en la actualidad la creación del valor económico de una empresa está relacionada con la información, con la inteligencia y las ideas aportadas por todo su equipo de trabajo.
En definitiva sabe que hoy la riqueza de las empresas se genera a partir del capital intelectual (trabajadores adecuadamente capacitados, motivados y comprometidos al logro de la visión) y del financiero.
Mientras que al “gerente eléctrico” no le interesan los cambios, no le interesa si sus trabajadores están capacitados o no, si les falta entusiasmo o están desmotivados, solo le interesa seguir dando órdenes, sin esperar ideas ni propiciar reuniones participativas del entorno laboral en donde pueden aflorar aportes creativos favorables.
Sigue operando bajo premisas tradicionales de gestión ya obsoletas para el nuevo escenario competitivo empresarial en el que se pasó “del énfasis en lo financiero al énfasis en las ideas y en las personas”.
El gerente ejecutivo es el que sabe que lo que evidencia su calidad como tal es la formación de un verdadero equipo de colaboradores. Mientras que al “gerente eléctrico” le interesa tener un grupo de “corroborradores”, es decir tener a su lado trabajadores incondicionales que solo corroboran todo lo que él diga o haga, aún dándose cuenta que está equivocado.
El “gerente” que cree que está a la cabeza de la organización para humillar a sus trabajadores imponiendo de facto sus ideas, cosechará más resentimientos y desmotivación que humildad. Un gerente ejecutivo desarrollará la humildad de su equipo por imitación y no por humillación e imposición reiterada.
El “gerente eléctrico” aplica el modelo típico de antigerencia, con sus actitudes es enemigo de la excelencia, precursor o acelerador de quiebras, por ello las empresas serias e inteligentes deben tener una buena política de selección de personal olvidándose del tipo de gerencia patrimonial. En época de crisis las decisiones irreflexivas son tan dañinas como la inacción.
Habiendo expuesto algunas características de este tipo de “gerente” debemos hacer un examen de nuestras actitudes y de nuestra gestión para evitar ser uno de ellos y ser verdaderos gerentes ejecutivos.