Ante el crecimiento de liquidez que tiene la industria microfinanciera (IMF) en el país, especialmente de las instituciones más grandes como las cajas municipales de ahorro y crédito (CMAC), surge como posibilidad tener al mercado bursátil como una alternativa eficiente de financiamiento a futuro.
Está comprobado que las microfinanzas ofrecen importantes oportunidades de negocios con sostenibilidad financiera, que puede acrecentarse en el mediano plazo con un mayor financiamiento en la Bolsa de Valores de Lima (BVL) y participar activamente en el mercado de valores.
Participar en el mercado de valores y listar en la bolsa limeña, son excelentes vitrinas que tienen las IMF peruanas para fortalecerse ante las organizaciones multilaterales de crédito internacional y cooperantes globales. Son cartas de presentación como únicos líderes que están al servicio del segmento económico que cada día crece, constituyéndose en el soporte del dinamismo económico peruano. Nos referimos a las pequeñas y medianas empresas (PYME) que ya superan en el país, los 3.6 millones de unidades productivas y comerciales, incluyendo a las MYPE (Micro y pequeña empresa).
El marco legal está dado y la transparencia financiera también. Sólo es cuestión que toma de decisiones por parte de los diversos directorios para incursionar en el fascinante mundo bursátil. Se sabe que la Bolsa de Valores de Lima se ha convertido para muchas empresas en una herramienta muy efectiva de financiamiento.
Una posible participación de la industria microfinanciera en la BVL supondría la sinergia de dos baluartes del desarrollo social: Por un lado, mayor financiamiento para las IMF y por el otro lado, también una mayor inclusión, en virtud que la industria microfinanciera promueve la formalización empresarial y la inclusión social. Es decir, mayor rentabilidad con un mejor impacto social.
Listar en la bolsa, implica adquirir acciones de diversas empresas. Es decir, una entidad microfinanciera se convierte en accionista de una empresa corporativa que en el largo plazo, supone también una mayor capital para la IMF. Pero también, permitiría que organizaciones corporativas puedan participar financieramente en las empresas microfinancieras, alianza perfecta para lograr objetivos que vayan de la mano de la competitividad empresarial, desarrollo del gobierno corporativo, adecuados controles internos, eficiencia en la gestión y mayor financiamiento para proyectos específicos.
Son precisamente los inversionistas institucionales quienes también desarrollarían transferencias de conocimientos y tecnologías que beneficiarían a las IMF que listan en la BVL. Ejemplos se están dando en el mundo que cada día es más globalizado. Solamente, las IMF más competitivas sobrevivirán a los cambios que trae consigo el proceso de globalización y uno de esos cambios, es precisamente, la participación de la industria microfinanciera en el mercado de valores. Sólo es cuestión de tiempo, nada más. Ante los cambios globales, la organización que se mueva más rápido, con antelación y visión, saldrá airosa de las transformaciones en las IMF.
No olvidemos que en otros países, las instituciones microfinancieras están recurriendo al mercado de valores para financiar sus operaciones y el Perú no será la excepción.