La universidad cubana actual universalizada y territorial transita por un proceso de culminación de estudio nuevo para ella, debido a que su primera experiencia en la graduación de los estudiantes a través de un examen estatal, ocurrió en el curso 2007-2008, manifestándose un conjunto de insuficiencias que expresan la necesidad de profundizar en el tema y de buscar nuevas alternativas que conduzcan a la mejora de este proceso y todos aquellos que se interrelacionan con él.
En correspondencia con esta realidad y después de un estudio de las manifestaciones identificadas en las Sedes Universitarias Municipales (SUM) de Sancti Spíritus, partiendo de un estudio factoperceptible, para dar respuesta a dicha problemática, se elabora una propuesta metodológica que combina la concepción de la evaluación con los resultados del proceso de formación de profesionales en el momento final de la culminación de estudio, para establecer su dinámica en la carrera de Contabilidad y Finanzas que se desarrolla en las SUM de Sancti Spíritus.
Para la caracterización factoperceptible, así como para la elaboración de la propuesta metodológica y su validación se emplearon un conjunto de métodos teóricos, empíricos y de nivel cualitativo que dieron como resultado, en talleres metodológicos a nivel de Facultad, CUSS y SUM, la viabilidad, pertinencia, aplicabilidad y factibilidad práctica de la misma, la cual se instrumentará en el presente curso.
Introducción
El problema de la aplicación de la evaluación en los tiempos de profundos cambios educacionales nos coloca ante la necesidad de someterla a un nuevo análisis para alcanzar su perfeccionamiento.
Las prácticas evaluativas en las instituciones universitarias no se perfeccionan al mismo ritmo que tienen lugar las transformaciones educacionales en el proceso formativo de los alumnos, esto convoca cada vez más a reconceptualizarlas, aproximándonos a la realidad en que se manifiesta.
A la luz de los controles realizados al desarrollo del proceso de formación actual de profesionales de la educación superior, se han advertido determinadas manifestaciones, que nos conducen a reconsiderar determinadas prácticas evaluativas, tales como:
- La evaluación no se desarrolla con la organización que exige las condiciones actuales de las universidades cubanas, y en correspondencia con los estudiantes que se forman bajo la diversidad de modalidades que en ella se dan, poniendo en riesgo la calidad y eficacia del proceso de formación.
- Es limitado el empleo de formas, tipos, procedimientos y herramientas para evaluar en las nuevas condiciones del proceso de formación del profesional (universalización en el proceso de formación del profesional de manera intensiva y masiva) esto hace que la evaluación pierda su objetividad en los nuevos tiempos de desarrollo y al unísono esquematiza muy estereotipadamente este proceso obstaculizando su dinámica al no provocar el curso del desarrollo de los sujetos de evaluación.
- El proceso evaluativo que dirige el profesor no contribuye a la autorregulación del sujeto en formación, por lo que la función reguladora de la evaluación no se está cumpliendo a los niveles deseados, tal realidad lacera el protagonismo evaluativo del alumno y el conocimiento de sí para autoenfrentar de manera consciente su desarrollo profesional y se ha frenado el hecho de trazar sus estrategias personalizadas de autoaprendizaje a partir de su propia conciencia evaluativa para lo cual se necesita ser entrenado.
- Se aprecian pocas destrezas profesionales para asumir la evaluación formativa de manera tal que no solo se considere la aprehensión del conocimiento sino que unido a ello, se logre evaluar, habilidades, actitudes, sentimientos y orientaciones valorativas como una totalidad no dividida en el desarrollo de la personalidad.
Todo esto convoca a la revisión de las diferentes formas en cómo están concebidas las estrategias de evaluación por las que transitan los estudiantes universitarios y cuánto aportan estas, a su desarrollo profesional.
Uno de los grandes dilemas en este sentido se expresa en el proceso de la Universalización, que por su modelo, exige que los estudiantes enfrenten un sistema de evaluación, integral y diferenciado, con matices específicos, donde no siempre logra examinar las competencias adquiridas y se convierte en un instrumento para su desarrollo profesional y social.
En correspondencia con esta problemática, el estudiante que se forma bajo el modelo de la Universalización, debe someterse al término de sus estudios a un examen estatal, el cual por sus particularidades, exige de una estrategia evaluativa que brinde al alumno un cierre donde exprese los valores cognitivos y afectivos adquiridos durante todo el proceso de formación.
No siempre se logra esto, y más que una experiencia gratificante, el examen se convierte en un acto traumático, con desenlaces en la mayoría de los casos, nefastos. Estos resultados, son muchas veces causados por una insuficiente organización, orientación y concepción de dicho proceso.
Sustento metodológico del proceso de evaluación en la culminación de estudios en las universidades cubanas.
A partir de lo que expresa RM 210, del MES, en su artículo 150, que el examen estatal es un tipo de evaluación que tiene como propósito comprobar el grado de dominio que posee el estudiante de los objetivos generales de la carrera, mediante ejercicios evaluativos directamente relacionados con los modos de actuación profesional . Este ejercicio debe convertirse en una herramienta, que brinde al estudiante, un medidor hasta donde ha alcanzado las competencias y a los evaluadores, hasta donde ha sido la calidad y eficacia del proceso de formación.
En tal sentido, este tipo de evaluación ha de convertirse en un espacio de construcción de significados y sentidos, entonces, el proceso de evaluación tiene que caracterizarse por ser altamente participativo y constructivo.
Asumiendo este modelo didáctico, la culminación de estudio, a partir de un examen estatal, ha de desarrollarse para comprobar en los estudiantes el compromiso, la flexibilidad y la trascendencia en el proceso de formación de los profesionales lo que tiene que expresarse en la calidad de dicho proceso evaluativo. Con este fin se plantea que el proceso de culminación de estudio, debe reunir las siguientes características:
- Que permita auto corregir la acción educativa de forma continua.
- Que sea resultado de todo el proceso educativo.
- Que implique y responsabilice a todo el sistema educacional en su conjunto.
- Que permita regular y orientar la evaluación, desde una concepción formativa e integral.
- Que se oriente al desarrollo de competencias y capacidades, en lugar de sólo conductas o los rendimientos observables.
- Que oriente tanto a evaluados como a evaluadores y el proceso mismo de la evaluación como resultado de la dinámica del proceso formativo en general.
- Que recoja información no sólo sobre el avance de los estudiantes desde el punto de vista conceptual, procedimental y actitudinal, sino también de todos los demás aspectos que interaccionan en él: desempeño, metodología, recursos, relaciones, entre otros.
En este sentido, la culminación de estudio, ha de ser dinámica, transformándose en la misma medida en que el estudiante desarrolle las competencias en la comunicación que se establece en el propio proceso. Con estas premisas se construirá un espacio de intercambio, reflexión y desarrollo, que contribuya a expresar la calidad del proceso educativo y los valores alcanzado por los estudiantes.
Considerando estas reflexiones, la carrera de Contabilidad y Finanza se orienta hacia la búsqueda de alternativas que contribuyan a desarrollar un proceso de evaluación para la culminación de estudio en el modelo de la Universalización, que garantice al estudiante seguridad en los resultados y expresen la eficacia y calidad del proceso formativo desarrollado.
La realidad educativa, manifestada hasta el momento, adolece de un sistema preconcebido como expresión de un proceso evaluativo, capaz de generar los resultados que se aspiran. Esta situación ha conducido a buscar alternativas que se oriente hacia la solución de la problemática planteada.
En talleres metodológicos, reuniones de la carrera, análisis y debates en el Consejo de Dirección y del Consejo Científico de la carrera, así como de la aplicación de encuestas y entrevistas a docentes, tanto en la Sede Central como en las Sedes Universitarias, se ha reflexionado en aras de exponer: las características que reflejan las condiciones existentes en cada escenario formativo; las causas que justifican la problemática de la evaluación para la culminación de estudio; el potencial de recursos humanos y materiales a disponibilidad de dicho proceso; la intencionalidad de la concepción del examen de culminación de estudio; y las posibles formas y estrategias a seguir para desarrollar un proceso de evaluación como exige la Educación Superior, y cumpliendo con lo establecido en los artículos 159, 202, 203 y 204 de la RM 210, de 2007 del MES.
De este proceso fenoménico se ha derivado la necesidad de exponer y valorar todas las alternativas que permitan realizar el proceso de culminación de estudio, considerando la posibilidad de integrar formas evaluativas que flexibilicen dicho proceso, y garanticen al estudiante resultados satisfactorios.
Propuesta metodológica para la dinámica de la evaluación de la culminación de estudio en la carrera de Contabilidad y Finanzas.
El presente trabajo se sustenta en estos resultados y se propone desarrollar una propuesta metodológica para la dinámica de la evaluación para la culminación de estudio de los estudiantes de la carrera de Contabilidad y Finanzas que se forman bajo el modelo de la Universalización. Dicha propuesta se caracteriza por:
- Ser integradora, flexible y participativa.
- Tener carácter de proceso.
- Ser eminentemente formativa.
- Ser contextualizada.
- Ser diversa.
- Potenciar lo constructivo y lo desarrollador.
- Ser motivadora.
- Emplear múltiples métodos y fuentes de información.
- Estar regida por la ética.
En conformidad con la concepción de la evaluación planteada, evaluar los resultados del proceso formativo que culmina, significa valorar no sólo los resultados finales de este proceso, en términos de competencias, conocimientos, habilidades y valores del estudiante, sino valorar también el proceso de formación, en sí mismo, sus avances y retrocesos y esto a su vez significa evaluar en qué medida han intervenido en el logro de dichos resultados, las restantes configuraciones o componentes del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Se debe crear el intercambio de conocimientos previos y la negociación de intereses para formar un patrón común de intereses y conocimientos previos que permita enfrentar con éxito las nuevas situaciones evaluativas y los resultados.
La propuesta metodológica consta de un conjunto de etapas, las cuales han de transitar por tres momentos de intercambio, donde se relacionan la proyección y organización del ejercicio de culminación de estudio, la orientación de las acciones y tareas a cumplimentar por los estudiantes, así como la ejecución y el control.
En la siguiente figura se ilustra el esquema de la metodología propuesta.
Esquema de la Metodología para la dinámica de la evaluación para la culminación de estudio.
Como se puede observar la propuesta transita por cinco fases o etapas en su realización, las cuales están relacionadas de manera sistémica, para que constituya un todo, y se exprese en los resultados finales que ha de alcanzar el estudiante.
En un primer momento, los estudiantes comenzarán un proceso de diseño y estructuración de un proyecto que se oriente a la argumentación de un problema profesional, extraído de su realidad de desempeño, el cual se manifiesta y es necesidad de solución. Para el logro de este propósito, es preciso iniciar con un taller donde se oriente al alumno las bases de la evaluación final y la estructuración y organización que tendrá la misma.
En este proyecto se han de establecer la objetividad, actualidad y novedad de la problemática que se plantea, los objetivos a seguir, la justificación de la misma, así como los métodos y técnicas a seguir. Para el desarrollo de esta actividad, los estudiantes se apoyarán en los niveles de ayuda del tutor.
Paralelo a esta actividad, los estudiantes recibirán consultas planificadas por los profesores de la especialidad, donde darán cumplimiento a los diferentes objetivos generales del programa elaborado por la Comisión Nacional de Carrera, en correspondencia con los objetivos del modelo del profesional.
En un segundo momento, a través de un segundo taller de culminación de estudio, los estudiantes expondrán la problemática planteada, frente a un tribunal, previamente nombrado por el rector del CUSS, donde se emitirá un acta y una calificación, que otorgará crédito al examen realizado.
En este momento se orientará al estudiante, cuál será el perfil de la especialidad al que deberá integrarse. Esta selección del perfil de la carrera, está en correspondencia con el objeto y el campo de la profesión donde este insertado el problema profesional que abordará en su investigación. A partir de este momento, cada Departamento docente habrá elaborado un programa que relacione interdisciplinarmente los contenidos y objetivos, que el estudiante sistematizará durante su preparación, la cual se orientará hacia un perfil determinado de la especialidad, que puede ser de Contabilidad, Costo y Auditoría; de Finanzas y Economía; o de Administración empresarial.
A partir de aquí, en una tercera etapa, los estudiantes sistematizarán información relacionada con su problema profesional, realizarán diagnósticos y esbozarán posibles soluciones al problema. Todo este proceso se efectuará a partir de un estudio de caso, el cual debe cumplir metodológicamente con tres momentos esenciales.
Primero, una fase proactiva, donde se fundamente el problema profesional y se justifique a un nivel epistemológico, a través de caracterizaciones teóricas. Segundo, una fase activa, de trabajo de campo, donde se accederá a este y se elaborará una caracterización de la entidad seleccionada, y del proceso empresarial donde se manifiesta la problemática, haciendo uso de métodos y técnicas de nivel empírico. De los resultados se esbozarán propuestas de solución. En una tercera fase, postactiva, se valorarán los posibles resultados a obtener, o los obtenidos, en caso que se aplique.
En el estudio de caso deben estar plasmados los contenidos que vinculan la problemática con las asignaturas que integran el perfil de la especialidad seleccionado. Se ha de redactar el informe escrito y entregar en la fecha asignada. Las particularidades formales del informe se han de establecer en dependencia de las exigencias metodológicas establecidas por los departamentos encargados.
La entrega del informe marca la cuarta etapa de esta metodología, donde actuará en funciones, los tribunales, previamente nombrado por el Rector del CES, el cual revisará meticulosamente los resultados alcanzados por los estudiantes y la relación de estos resultados con los objetivos de evaluación, contenidos en el programa del perfil específico de la especialidad elaborado.
Desarrolladas estas acciones, se confeccionarán un listado de situaciones problemáticas, en forma de preguntas, que pueden asumir la forma de un examen escrito u oral, a través de boletas. Estas situaciones profesionales estarán relacionadas con contenidos de las diferentes asignaturas que conforman el perfil de la especialidad, seleccionada por el alumno, integrándose a su vez a los resultados que expresan los estudios de casos abordados por los alumnos.
A partir de este momento se define la fecha en que se realizará el examen final de culminación de estudio, el cual se efectuará en el último taller propuesto. El estudiante se presenta y desarrollará dos tareas esenciales, contestará las actividades formuladas por el tribunal de manera escrita, durante un tiempo asignado y seguidamente expondrá oralmente los resultados más significativos de su estudio de caso, relacionando las respuestas del cuestionario que ha contestado.
Este espacio debe ser reflexivo y educativo, donde puedan generarse nuevas ideas y problemáticas. Terminada esta actividad el tribunal se reúne de manera secreta y acordará la calificación final, la cual estará influida por el crédito obtenido al finalizar la primera etapa de este proceso de evaluación. Este requisito está establecido en el artículo 204 de la RM 210, del MES.
Así queda conformada la propuesta metodológica, la cual será analizada y debatida con el colectivo de profesores de la carrera, en talleres metodológicos proyectados y otros espacios de intercambio, para profundizar en su dialéctica, y perfeccionarla de forma tal que cumpla con las necesidades y expectativa, tanto de gestores como actores del proceso formativo. Finalmente será aprobada por el Decano de la Facultad y el Director de la Sede Universitaria Municipal.
Conclusiones
Las consideraciones realizadas sobre la evaluación de la culminación de estudio expresan el carácter integrador, participativo, desarrollador y constructivo del proceso de formación de los profesionales, llevando al estudiante a un plano fundamental dentro de dicho proceso, estimulando el planteamiento, por parte de los estudiantes, de situaciones no previstas por el profesor; como resultado de los avances y necesidades que tanto al nivel individual como al grupal vayan creándose. A partir de esta concepción de la evaluación, tal proceso se flexibiliza y garantiza al alumno nuevas formas de alcanzar los objetivos propuestos en el Plan de estudio y demostrar las competencias desarrolladas en la formación profesional.
Se elabora una propuesta metodológica, que por su flexibilidad e integralidad, organiza y dinamiza el proceso de evaluación orientado a la culminación de estudio de los estudiantes de Contabilidad y Finanzas, permitiéndole desarrollar las competencias adquiridas en el proceso formativo, e integra la realidad profesional, con la académica e investigativa, en un proceso instructivo, desarrollador y educativo.
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