Lo más efectivo hoy no es el dinero, es el tiempo. Un tiempo objetivamente utilizado significa ganancia. Un tiempo derrochado es sinónimo de perdida.
Claro, lo bien o mal utilizado del tiempo depende de lo que usted quiera hacer o que tan lejos pretenda usted llegar. Recuerde que algunos tienen todo el tiempo del mundo porque no quieren llegar a ninguna parte.
A otros no les alcanza el tiempo porque quieren llegar a todas. La pregunta aquí realmente importante es ¿en que se le va su tiempo? Mire algunas respuestas curiosas: En verlo pasar.
En ver como otros hacen cosas con mi tiempo. No me doy cuenta porque estoy demasiado ocupado. El tiempo se me va en soñar y soñar. Se me pasa resolviendo problemas. No tengo tiempo. ¿Qué dijo? ¿A qué horas?. Cuanto tiempo ha pasado. Ni me di cuenta. Hubiese aprovechado esos años. . ¿Tienes un minuto? Ya estoy muy viejo. Que importa si todos vamos a morir. No me interrumpa.
El tiempo hoy cuesta como nunca antes. Por ejemplo se venden los minutos o fracción. Muchas personas pagan a otros el tiempo que no tienen para dedicarlo a su familia.
El tiempo con los amigos es cada vez más escaso y por tanto más caro de compartir. No hay horas libres o hay demasiadas. Si usted repasa a su alrededor todo el mundo corre, por no decir vuela.
La vida de la mayor parte de las personas transcurre en un bus, un automóvil o frente a un computador. Muy escaso es el tiempo con otras personas y si esto último ocurre es un tiempo forzado por razones de trabajo o rutina.
Así las cosas imagino este mundo como un carrusel que gira cada vez más rápido y solo se sostendrá quien tenga la suficiente fuerza para agarrarse y estar bien posicionado.
Es aquí donde se evidencia el protagonismo del tiempo. Si usted es organizado, le alcanza el tiempo. Si usted aprende realmente que es lo importante para su plan de vida, el tiempo es un aliado y no un verdugo.
Por lo que veo ese carrusel no tiene reversa y el tiempo tampoco. Lo claro es que solo usted y yo, decidimos que tan efectivos somos con nuestro tiempo.