Una de las lecciones básicas al invertir es la norma de la diversificación. Al no poner todos los huevos en la misma canasta se consigue minimizar el riesgo o la volatilidad de una cartera, es decir, distribuyendo las inversiones en instrumentos del mercado de capitales y éstos a su vez en diferentes sectores industriales; además de estar preparados para optimizar su rentabilidad.
El dilema entre el riesgo y el beneficio.
Mientras más rentabilidad espera un inversionista, más riesgo está dispuesto a correr. Los inversionistas son aversos al riesgo, es decir para un nivel dado de riesgo buscan maximizar el rendimiento, lo que se puede entender también que para un nivel dado de retorno buscan minimizar el riesgo.
Es preferible tener una cantidad de dinero ahora que la misma en el futuro. Al dueño de un recurso financiero se le tiene que pagar algo para deshacerse de ese recurso, en el caso del ahorrante, es la tasa de interés, en el caso del inversionista la tasa de rendimiento o de retorno.
Además, hay que tener presente que el ser humano prefiere tener dinero en efectivo, pero sacrifica liquidez con la esperanza de ganar interés o utilidades.
El costo de oportunidad
Hay que reconocer que siempre hay diversas alternativas de inversión y el costo de oportunidad es la tasa de rendimiento sobre la mejor alternativa de inversión disponible. Es el rendimiento más elevado que no se obtendrá si los fondos se invierten en un proyecto en particular en vez de otro. También se puede considerar como la pérdida que estamos dispuestos a asumir, por no escoger la opción que representa el mejor uso alternativo del dinero.
La diversificación
Una de las lecciones básicas al invertir es la norma de la diversificación. Al no poner todos los huevos en la misma canasta se consigue minimizar el riesgo o la volatilidad de una cartera, además de estar preparados para optimizar su rentabilidad.
El inversionista prudente diversifica su inversión total, repartiendo sus recursos entre varias inversiones distintas. El efecto de diversificar es distribuir el riesgo y así reducir el riesgo total.
Por esto, se aconseja al inversionista diversificar entre renta fija y renta variable, dentro de la cual debería repartir su cartera en áreas geográficas, monedas y sectores.
Rotación de Sectores
La rotación de sectores es una buena estrategia aunque hay que tener especial “dedicación y disciplina”. El inversionista debe saber que al rotar sectores está elevando el riesgo de su cartera.
Lo ideal, es invertir en cada sector en el punto exacto del ciclo económico. Por ejemplo, se debe invertir en el sector tecnológico cuando la economía va bien, en el sector industrial cuando “haya momentos de clara bonanza económica” y en materias primas cuando “empiezan a subir los tipos de interés de los bancos centrales”.
Hay dos formas de invertir por sectores:
a) Mediante la compra de acciones.
b) Mediante la compra de fondos.
En estos últimos, se aconseja tener cuidado con las inversiones de fondos que obtuvieron “excelentes resultados en los últimos doce meses” ya que “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”.
Además, se sugiere al inversionista que invierta en fondos con un historial lo suficientemente largo como para ver cuál es su comportamiento en distintos momentos del ciclo. Por último, la ventaja de invertir por sectores es que puede llegar a ser un buen vehículo para destinar parte de la cartera a sectores con menor volatilidad y mayor rentabilidad por dividendo en el mercado.
Cuándo invertir en cada sector | ||
Sector | Momento del ciclo económico | Características del sector |
Consumo defensivo | Aparentemente la economía va bien pero se observa una ralentización en el crecimiento. El discurso de los bancos centrales no se centra tanto en los temores inflacionistas. Se están agotando las subidas de tipos. | Defensivo. Independiente del ciclo económico. |
Utilities | Comienza a enfriarse la economía. Empiezan a bajar los tipos de interés. | Defensivo. Alta rentabilidad por dividendo. Sector regulado. |
Financiero | La economía no se recupera, los tipos siguen bajando. El mercado hipotecario se reactiva y empieza a aumentar el crédito. | Cíclico, pero con armas para ganar dinero en momentos de economía débil. |
Materias primas | La economía se estabiliza. Los tipos siguen bajos, el discurso de los bancos centrales vuelve a cambiar. Empiezan a hablar de inflación al tiempo que siguen preocupados por el crecimiento económico. | Muy cíclico. Período muy corto pero intenso de comportamiento mejor que el mercado. Suele repartir buenos dividendos. |
Industrial | El ciclo cambia. La economía empieza a crecer y comienzan a subir los tipos de interés. | Cíclico. Mejor en momentos de economía alcista después de importantes reestructuraciones que han «limpiado» el exceso de costos en el sector. |
Consumo cíclico | El ciclo económico claramente mejora. Continúan subiendo los tipos de interés. Se crea mucho empleo. La inflación empieza a superar objetivos. | Cíclico. La cotización es muy dependiente de los resultados empresariales. Poco dividendo. |
Tecnológico | La economía marcha como la seda y además no tiene visos de estropearse. Los tipos siguen subiendo. | Depende tanto del ciclo económico como de la aceptación de nuevas tecnologías por parte del mercado masivo. Dividendo bajo o nulo. Alto riesgo de fracaso ante productos no probados. |
Fuente: self trade bank |