Seguimos usando el término coaching procedente del inglés, que traducimos al español por «entrenamiento«. Palabra que se queda corta con respecto a lo que significa coaching.
Un coach realiza las funciones de entrenador, cuando facilita a su cliente la participación en ciertas prácticas, ya sea de forma individual o en grupo, para así poder desarrollar competencias y conductas, siendo las funciones de un coach más amplias que las de un entrenador.
El coaching es un proceso que se ha de desarrollar en un tiempo corto, diez o doce sesiones de aproximadamente una hora, por término medio, aunque en algunos casos concretos también se podría prolongar más. Tampoco se trata de una intervención puntual, es más un proceso.
Comparación del coaching con otras actividades, para conocer lo que tienen en común, y en qué se diferencian, para cuando nos traten de vender coaching, saber qué es lo que nos están ofreciendo.
En este primer artículo trato las similitudes entre coaching y tutoría y entre coaching y consultoría, en otros comentaré las similitudes y diferencias con otras actividades como con: consejería, mentoring, psicoterapia, formación, etc.
El coaching y la tutoría
El coach tutoriza sin llegar a realizar el trabajo del cliente. No es necesario que el coach conozca en profundidad y de forma profesional el tema que se trata en la tutoría, aunque si es necesario para el tutor, conocer muy bien el tema que está tratando.
El tutor ha de conocer el contexto en el que actúa su cliente, así como sus actitudes, aptitudes, intereses y motivación, para proceder a actuar, dando pautas a su cliente en lo referente al proceso de aprendizaje en el que esté involucrado, así como ayudar al cliente en su integración en el grupo al que pertenece, si es necesario.
Es tarea del tutor el favorecer el desempeño de su cliente, realizando conjuntamente actividades para orientarle. Ha de seguir con su cliente una serie de pasos que van aumentando el nivel de dificultad y de entendimiento, para que el cliente se vaya formando.
El tutor ha de disponer de capacidad para resolver problemas, aplicándose de manera flexible y pertinente, adaptándose así al contexto y a las demandas que plantean situaciones no favorables, para su cliente.
Algo común entre el coach y el tutor es el estar haciendo acto de presencia ante su cliente, para así poder ver los posibles cambios que se vayan dando, al tiempo de irse haciendo con la retroalimentación necesaria, para poder introducir cambios si se hacen necesarios.
El coach es alguien que facilita el aprendizaje, quien nos ayuda a abrir nuestro campo de visión. Nos ayuda a darnos cuenta del potencial dormido que está dentro de nosotros.
También es alguien que nos acompaña en ese miedo, que surge y sentimos al tratar de cambiar, y salir de nuestra zona de confort, dando compañía y confianza para que ese miedo se vaya disolviendo y no nos mantenga inmovilizados.
Por lo general el hacer coaching, no es tutorizar, ni cuando se ejerce de tutor se está haciendo coaching, aunque hay muchas cosas en común. La tutoría hecha por alguien que sepa de coaching posiblemente de mejores resultados. Se aplican las acciones de la tutoría en sí, desde un conocimiento más profundo de las necesidades de quien es tutorizado, por ejemplo usando el «arte de preguntar», al tiempo que se le hace partícipe, al tutorizado, de los resultados que se van obteniendo.
Coaching y consultoría
La consultoría ha de ayudar a las personas en su desempeño profesional. El consultor es una persona «experta», que presta sus servicios, para que las personas a quien sirve, mejoren en sus funciones, esto se suele dar mucho en el mundo de la empresa.
El progreso que llega de la mano del consultor es una mejora basada en la experiencia del consultor, dadas sus condiciones de experto en el tema para el que ha sido requerido. Normalmente no trata de trabajar y sacar el potencial que el cliente lleva dentro, algo en lo que se basa el coach, quien no tiene porque ser un experto en el tema concreto que se trabaja.
El coach puede trabajar en cualquier actividad, ya que no necesita ser un experto en esa actividad, mientras que el consultor solo trabaja en su área de conocimiento, aportando desde su experiencia, sin embargo el coach ha de conocer de las artes y herramientas del coaching y disponer de la habilidad de saberlas adaptar en el caso que trabaje, para que así la gente pueda dar lo mejor de sí.
En diversos casos los resultados del coach y del consultor pueden ser similares, aunque los medios utilizados sean diferentes, y no siempre es sustituible el uno por el otro.
El consultor da soluciones con su experiencia, desde su capacidad de saberla adaptar a la situación que se le planté, mientras que el coach trabaja para que sea el cliente quien encuentre las soluciones.
Si se da el caso de que el coach es un experto en el tema que está tratando con su cliente, no ha de aportar soluciones, ha de esperar a que sea el cliente quien las encuentre. Su quehacer está en ayudar al cliente a entender el caso, y mediante sus artes y herramientas ayudarle a que encuentre las soluciones.
En el caso en que el cliente, después de mucho trabajo no llegue a encontrar soluciones, si que el coach podría sugerir o usar alguna metáfora para que el cliente comience a darse cuenta de la solución, aunque no ha de darle una solución de forma directa, como haría el consultor.
El consultor se podría beneficiar de las artes y métodos del coaching y desde su posición de experto usar el arte de preguntar, para hacer partícipe al cliente en el proceso y que se pueda sentir como co-creador en la solución de lo que se esté trabajando.
Otra cosa más en la que se puede beneficiar el consultor de las artes y herramientas del coaching, es en aumentar su capacidad de observar y entender las situaciones sobre las que va a trabajar, para que el aporte de su experiencia de unos mejores resultados.
Existe diferencia entre hacer coaching, ayuda para obtener las solución que está dentro de cada persona, y hacer de consultor, dar soluciones desde la experiencia. Un consultor que use coaching en sus procesos de consultoría, cuenta con más posibilidades de éxito.