Hay un lugar en el cual todo emprendedor se siente a gusto, cómodo y seguro. ¿Un lugar maravilloso, diría usted? ¡Todo lo contrario! Es el lugar que lo está manteniendo cautivo en un nivel de rendimiento muy inferior a sus verdaderas capacidades. Es un lugar muy pequeño y limitado en el cual nos resguardamos del mundo que nos rodea y dejamos de aprovechar las oportunidades para crecer y emprender que la vida diariamente nos brinda. Aprenda cuales son los peligros de nuestra zona de confort y cómo evadirlos.
Hay un lugar en el cual todo emprendedor busca refugiarse. Es como una cortina detrás de la cual podrá evadirse de los desafíos diarios que enfrenta. Es un lugar de seguridad aparente. También es el lugar en el cual la mayoría de los emprendimientos fracasan, porque dejan de ser productivos y competitivos.
Es nuestra zona de confort.
Según Wikipedia, la zona de confort es un acondicionamiento mental que determina que las personas operen dentro de un marco de barreras mentales que no son reales. La zona de confort de una persona es el conjunto de ambientes y comportamientos con los cuales ella se siente segura y sin riesgo. Sin embargo, dichas barreras crean un sentido de seguridad que solo es aparente.
Al igual que la inercia, una persona que ha establecido una zona de confort en su vida, tendrá la tendencia de quedarse dentro de ella, ya que, al salirse de su zona de confort, sale a lo desconocido y se ve enfrentada a nuevos desafíos. https://en.wikipedia.org/wiki/Comfort_zone
Nuestra zona de confort es como una máscara falsa detrás de la cual nos escondemos a pesar de que nuestro espíritu emprendedor añora crecer y emprender nuevos caminos. A través de esa máscara miramos al mundo que nos rodea y nos resguardamos de sus peligros.
El problema es que aquél lugar es demasiado conocido, demasiado pequeño. A pesar de que nos provee un sentido de seguridad, también nos mantiene alejados del escenario de la vida real donde se encuentran las oportunidades para crecer, emprender y lograr nuestras metas.
La zona de confort nos transforma en cobardes. Nos puede secuestrar hacia sus dominios de seguridad aparente en cualquier momento de nuestras vidas, ya que sabe perfectamente que pagaríamos un precio muy alto para poder estar allí: Para estar cómodos y tener todo bajo control somos capaces de sacrificar nuestros sueños, la vida misma.
¿Cómo salirse de su zona de confort?
1. Crea el hábito de salirse de su zona de confort todos los días.
Cada día haga un esfuerzo de exigirse en un área en que le falta crecer. Enfrente esos desafíos que la vida le trae con osadía y fe. Sin batallas no hay victorias. Sin desafíos no hay crecimiento y caemos en la mediocridad.
2. Cuando las cosas van bien, no descanse.
Después de un gran esfuerzo que nos ha traído frutos, tenemos la tendencia de descansar sobre nuestros laureles. Sin embargo, no es el momento para retirarse detrás de las cortinas de su zona de confort. No acepte la inercia en su vida. Busque nuevos desafíos y siga conquistando nuevos terrenos.
3. Haga una lista de las situaciones que usted tiende a evadir.
Sea brutalmente honesto consigo mismo y determine cual es la causa de ese comportamiento. Luego busque maneras de resolver esos problemas. A lo mejor va a tener que educarse en esa área, buscar ayuda de terceros o simplemente hablar las cosas y dejarlas en claro.
4. No desestime las zonas de conflicto en su vida.
En la Biblia dice que los pequeños zorros son los que destruyen las cosechas. Si usted no se enfrenta y soluciona una vez por todas aquellas situaciones molestas que lo irritan, atemorizan o entristecen, van a transformarse en serios estorbos que no permitirán que avance con su emprendimiento.
5. Cada vez que su zona de confort lo quiere envolver en sus tentáculos, prenda una alarma.
Vendrá sobre usted en forma sorpresiva. Si el llamado de su espíritu emprendedor es lo suficientemente importante para usted, cuídelo con su vida y jamás sucumba ante la comodidad y la aparente seguridad de su zona de confort.
Una última palabra sobre sus hijos…
Enséñeles a sus hijos desde pequeños a no evadir las situaciones difíciles en sus vidas. No haga todo por ellos y permítales cometer errores. Ayúdeles a resolver conflictos, pero déjelos participar activamente en el proceso. Así llegarán a ser adulto que sabrán enfrentar los desafíos de la vida con éxito y no se dañará su espíritu emprendedor.