Introducción
El siglo XXI exige de los profesionales dedicados a la enseñanza de la educación superior estar a la altura del momento histórico que les ha tocado vivir. Ir en busca de nuevas soluciones a los problemas de la pedagogía moderna es una tarea verdaderamente heroica cuando se posee un legado de pedagogos tan importantes como José Martí, José de la Luz y Caballero, Félix Varela, etc.
Sus ideales revolucionarios se materializan hoy en las nuevas transformaciones sociales que vive América Latina; dentro de ellos la educación ocupa un papel cimero. Esto implica no sólo cambios en el orden de las ciencias pedagógicas sino también en otras ciencias, llegando hasta el establecimiento de nuevas políticas sociales.
En este sentido, Cuba es un ejemplo de verdadera revolución educacional que tuvo sus orígenes en la heroica “Campaña de Alfabetización” enarbolada por nuestro Comandante en Jefe como el genuino creador de estas transformaciones y que alcanza hoy la magnitud de “Universalización de la Educación Superior” basada en el reto de llevar la Universidad a cada cubano en los más diversos municipios del país, apoyándose para ello en el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y de profesionales que en la condición de profesores contratados a tiempo parcial ejerzan la docencia en las sedes universitarias. Esto implica la necesidad de un claustro capaz y suficiente que enfrente la docencia en estas circunstancias, emerge así la insuficiencia de preparar en términos comunicativos no sólo al profesor en su ejercicio sino trabajar en función de la formación de los estudiantes universitarios como futuros Comunicadores Sociales en las sedes municipales.
La comunicación, es la esencia misma de la vida, a todos los niveles, no podemos verla solamente de manera verbal o extraverbal, sino en el proceso de interacción con el medio circundante.
Generalmente se afirma que educación y comunicación son procesos inseparables, visto desde la concepción de que no hay hecho educativo sin que no medie una acción comunicativa.
En el ámbito educativo el término comunicación pedagógica (o educativa) también ha venido obteniendo su propio espacio, sobre todo en América, al abarcar aquellos procesos interactivos entre educadores y educandos que promueven el perfeccionamiento de la formación de ambos. Sin embargo, con frecuencia este fenómeno es menospreciado en el trabajo educativo o restringido a las relaciones oficiales que se establecen entre maestros y alumnos dentro del aula.
La escuela cubana, que se encuentra en consonancia con las concepciones más avanzadas de América Latina, trabaja arduamente por la contribución a que los alumnos transiten por los niveles de asimilación, por lo que cada docente se enfrasca en la elevación de su nivel teórico y metodológico para la solución con mayor eficacia a los problemas que enfrenta en su práctica profesional y la elevación de la calidad del aprendizaje de sus estudiantes para su adecuada formación integral.
Muchos son lo estudios realizados en la esfera de la Comunicación en cada una de las especialidades: Relaciones Públicas, Marketing, Publicidad, Comunicación Organizacional, Comunicación Visual, entre otras pero la esfera de la comunicación educativa ha sido la menos abordada, aunque vale destacar los estudios realizados por diversos autores cubanos, que han ofrecido importantes aportes con resultados en la, ampliando el conocimiento desde enfoques teóricos y prácticos tales como: V.Ojalvo, O. Kraftchenko, A.M. Fernández, E. Ortíz, entre otros.
En el caso de la carrera de Comunicación Social, en la Sede Universitaria Municipal de Santa Clara se constata que la comunicación educativa no está en función de optimizar la calidad del proceso de enseñanza aprendizaje, considerando como la causa de mayor incidencia la insuficiente preparación del profesorado en esta materia.
Esta reflexión nos condujo a plantear el siguiente problema científico:
¿Cómo contribuir a la preparación en comunicación educativa de los profesores de la carrera de Comunicación Social?
A partir del cual se define como
Objeto de la Investigación: La Superación Profesional de los profesores de la carrera de Comunicación Social.
Campo de acción: La preparación en comunicación educativa de los profesores de la carrera de Comunicación Social.
Objetivo General:
Proponer un sistema de talleres que contribuya a la preparación en comunicación educativa de los profesores de la carrera Comunicación Social.
Desarrollo
1.- La universalización de la educación superior
La nueva carrera de Comunicación Social tiene sus orígenes en las recomendaciones surgidas del VII Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba que se celebró en abril de 1999, donde se hizo un análisis crítico de la necesidad de abrir esta especialidad teniendo en cuenta las demandas de la profesión periodística.
La dirección de la Revolución junto a Fidel hizo un análisis crítico sobre el diseño de los conocimientos en aras de buscar una correspondencia entre los contenidos de la Comunicación Social y las tendencias más actuales del mundo para estar a la altura de las nuevas exigencias sociales; es así como el 20 de julio de 2000 el tribunal de carreras del Ministerio de Educación Superior, presidido por el doctor Mario Luís Rodríguez dictaminaban la aprobación de la especialidad de Comunicación Social en la Universidad de la Habana.
En este propio año con la instauración de la batalla de ideas que libra nuestro pueblo, la carrera fue descentralizada de la universidad de la Habana, trasladándose al centro del país y con ello a las sedes municipales como oferta de continuidad de estudios para los egresados de las escuelas de los nuevos programas de la revolución, cuyo objetivo fue reinsertar a los jóvenes a la sociedad.
Este encargo social como llama Carlos Álvarez de Zayas, en su libro “La escuela en la vida” a la hermosa tarea de formar a las nuevas generaciones, ha sido un reto y una necesidad que tan valientemente han asumido los profesores de la carrera de Comunicación Social en la sede universitaria de Santa Clara, pues sin ser graduados de la especialidad de comunicación social, mantienen un elevado nivel de preparación en cada una de las especialidades que han asumido, siendo la superación postgraduada la principal herramienta para enfrentar tan heroica labor.
Las transformaciones educativas que se llevan a cabo en la Educación Superior cubana con el objetivo de elevar el acceso y la equidad en este nivel de enseñanza se sustentan en los logros acumulados en materia de educación en todos los años de la Revolución ocupando una posición privilegiada el Modelo de Universalización de la Educación Superior, por ser parte del programa de la Batalla de Ideas que libra nuestro pueblo.
Uno de los mayores desafíos de la universalización en esta nueva etapa, es lograr la permanencia y culminación de estudios de sus estudiantes, quienes en su gran mayoría lo sincronizan junto al trabajo. En este sentido, se ha diseñado un modelo pedagógico que permite direccional las aspiraciones de la formación profesional, sustentada sobre la base de la flexibilidad en oposición a la concepción de currículum rígido que, con sus ventajas y desventajas, no se ajusta a los requerimientos de formación de los jóvenes que se enfrentan a la doble condición de estudiantes y trabajadores.
El modelo concebido, responde a determinadas características:
- Flexible en tanto admite su adaptación a una realidad concreta, en correspondencia con el estado actual del problema y la interrelación sistémica de los elementos que conforman su estructura.
- Participativo dado por la propia concepción de dirección en que se desenvuelve.
- Democrático por las oportunidades que ofrece el estilo de dirección y los propósitos de aprendizaje cooperado.
- Transformador por los propósitos de aprendizaje y autoperfeccionamiento de la práctica de la dirección.
- Crítico en tanto análisis, valoración continua y cooperada del nivel actual en relación con el estado deseado en la búsqueda del autoperfeccionamiento.
- Enriquecedor porque permite mejorar el proceso comunicativo y aprender en esa práctica en la unidad práctica-aprendizaje.
Dentro de este contexto, la lógica de la intervención del profesor deberá perfeccionar su preparación con vista a un mejor aprovechamiento de las zonas de desarrollo próximo, definidas por Vigosky desde los diferentes sistemas de relaciones que se establece en el proceso de formación profesional de los futuros comunicadores sociales.
Por su parte los profesionales que asumen la enseñanza de la especialidad actúan en relación con las necesidades de la práctica social para traspolar la experiencia a los contenidos impartidos.
No cabe duda que estos argumentos explican con nitidez la importancia de desarrollar este proceso de universalización, visto por su trascendencia humana y viable, lo que devendrá en punto de referencia para la comunidad educativa y como agenda política para impulsar el desarrollo de una sociedad sostenible que ofrece educación para todos.
2. La superación permanente de los docentes
En el siglo XXI, varias organizaciones internacionales señalan el advenimiento de una «sociedad del conocimiento» o «sociedad de la información» que transformará el actual escenario mundial en el llamado “planeta azul”, cuyo principal catalizador es la revolución tecnológica que tiene lugar en nuestros tiempos, especialmente en el campo de la información y de las comunicaciones; donde se espera que para el año 2020, de una población de 8.000 billones de habitantes, cerca de mil millones estarán en capacidad de comunicarse entre sí de manera instantánea. Siendo el problema del conocimiento, del aprendizaje que ha de tener lugar para ello en las diferentes alternativas al formar nuevos significados, para procesar información, obliga a las Ciencias Pedagógicas y a los protagonistas docentes (profesores y alumnos) a un replanteamiento del proceso de enseñanza aprendizaje.
En tal sentido se precisa la existencia de un nuevo orden mundial en materia educativa pues se dibujan los escenarios complejos según los postulados de la Organización de Naciones Unidas como:
- Una vinculación estrecha entre las instituciones educativas y el esfuerzo productivo y social en la generación de bienes y empleos.
- La supervisión de la calidad profesional de los egresados de las instituciones educativas.
- El mejoramiento de los niveles internacionales de calidad y competitividad de educación sin perder de vista la identidad nacional.
Dentro de las formas de superación más empleadas en el último período se encuentran la auto-superación y la superación desde los puestos de trabajos, que se combinan con la presencial por encuentro.
En investigaciones desarrolladas, la Dra. Josefa Lorences y citadas por Adriana Casadevall, expone los modelos fundamentales a los que ha estado adscripta la superación profesional, entre los que se pueden destacar:
El modelo de formación academicista: centrado en la actualización de los contenidos, entendidos en su concepción restringida y descontextualizada.
El modelo de formación utilitaria: que da respuesta a planteamientos técnicos de la enseñanza en el que los docentes tienen la función de aplicar programas y estrategias que han decidido y elaborado expertos externos para la obtención de la máxima eficiencia en el logro de determinados objetivos.
El modelo de formación centrada en el aula: que se ha impuesto en los últimos años y que impulsa el desarrollo de programas desde el propio diseño y funcionamiento de la escuela, la involucra como organización y facilita su transformación como un todo mediante la creación de condiciones organizativas, de dirección participativa, la promoción del trabajo colectivo orientado hacia la solución de problemas prácticos.
El modelo de formación descentralizado: en el que se elabora el sistema de superación a partir de las necesidades y exigencias del desarrollo socio cultural de cada territorio en correspondencia con los objetivos generales de la educación, mediante la utilización de diferentes tecnologías en determinadas condiciones, territorios e instituciones, que adopta sus propias particularidades en dependencia de las cuales establece exigencias y niveles de aspiración para el logro del desarrollo profesional.
Siguiendo a Cazau (Citado por Gallardo 2004) , el aprendizaje adulto se basa en:
- Aprender a conocer: desarrollar las capacidades que le permitan adquirir las herramientas de la comprensión como medio para entender el mundo, comunicarse y valorar la importancia del conocimiento y la investigación.
- Aprender a aprender: desarrollar capacidades que le permitan adquirir y crear métodos, procedimientos y técnicas de aprendizaje y estudio como herramienta para seguir aprendiendo toda la vida.
- Aprender a hacer: desarrollar sus capacidades para innovar , crear estrategias , medios y herramientas que posibiliten combinar los conocimientos teóricos y prácticos con el comportamiento sociocultural, desarrollar aptitudes para el trabajo en grupo , la capacidad de iniciativa y de asumir riesgos.
- Aprender a ser: desarrollo de la integridad física, intelectual, afectiva y social, teniendo en cuenta las relaciones con el entorno laboral y social.
Al considerar estas características, y situarnos en nuestro campo de acción, valoramos la necesidad de diseñar la superación del profesor, a partir de una propuesta viable, flexible y de calidad que permita mayor adaptación y velocidad de respuesta a las necesidades de cambio que exige el nuevo modelo pedagógico, remitiéndonos para ello también a lo planteado por Álvarez de Zayas cuando reconoce que el programa de superación constituye la proyección que planifica y organiza la ejecución del proceso docente, concretado en un período de tiempo determinado, con el objetivo de alcanzar los propósitos propuestos.
1.3 Un enfoque contemporáneo de Comunicación Educativa.
Si se toma como punto de partida la definición etimológica de comunicar, se encuentra que el término procede del latín communicare, que significa: establecer algo en común con alguien, compartir alguna información, ideas, etc. Esta definición subraya el carácter co-participativo de la acción, además el término no es exclusivo de una ciencia social en particular sino que tiene connotaciones de las ciencias sociales de que se trate por lo que se considera una categoría polisemántica.
El estudio teórico y metodológico de la comunicación han contribuido no sólo los filósofos, sino también ocupan un lugar esencial los aportes hechos por teólogos, psicólogos, antropólogos, sociólogos, matemáticos, físicos y cibernéticos. De esta manera, la Dra. Victoria Ojalvo, en sus estudios sobre el tema, refiere el desarrollo de tres fuentes fundamentales en el surgimiento de la comunicación:
Ojalvo 95] señala dos niveles en este análisis: Nivel no propositivo. Es inherente a toda relación humana, siendo cualquier acto educativo una relación de individuos que entran en interacción. Está implícito de hecho, una dimensión comunicacional, donde se intercambian mensajes, aunque este objetivo no sea consciente para algunos de los implicados.
Nivel propositivo. Existe una intención expresa de realizar determinados procesos comunicacionales como transmitir, informar, compartir, debatir, con el propósito explícito de ejercer una influencia educativa, ejemplo: la familia, la escuela.
1.-Modelo de educación que hace énfasis en los contenidos
Se caracteriza por énfasis en la transmisión de información, asumiendo el profesor el lugar protagónico, tratando de inculcar nociones e introducirla en la memoria de los alumnos, concibiéndolo como receptáculo y depositario del conocimiento, tiene predominio en le sistema educativo formal, es una educación vertical, paternal y autoritaria.
Sustenta su influencia en el modelo comunicativo fonológico, basado en la existencia básica de un Emisor y un Receptor, se caracteriza por ser unidireccional, por lo que no establece un verdadero proceso de comunicación pues la participación del alumno en este modelo se refiere a la reproducción de palabras del texto o del maestro, siendo los ejes centrales el texto y el profesor.
Sin embargo, un concepto amplio del término educación implica aquel proceso orientado al desarrollo personal, donde “el educando simultáneamente construye conocimientos y se desarrolla en planos diversos como persona” (González Rey, 1995). El proceso de educación requiere de la interrelación entre la asimilación del conocimiento y el desarrollo de la personalidad.
2.- Modelo de educación que hace énfasis en los efectos
Este supera al anterior porque pues le otorga gran importancia a la motivación y plantea como objetivo “el cambio de actitudes”, tiene sus orígenes en la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos, se apoya en la teoría conductivista, concede una cierta participación al alumno a través de ejercicios o tareas, este modelo se corresponde con la comunicación persuasiva en donde el Emisor (profesor) continua desempeñando un papel principal y el Receptor (alumno) sigue siendo subordinado, se añade un elemento nuevo Retroalimentación que actúa como respuesta de retorno, útil para verificar si la información fue recibida tal y como fue programada.
A pesar de las limitaciones que ha tenido este modelo ha permitido el enriquecimiento en su dimensión instrumental tanto en la relación directa con el alumno como en la educación a distancia haciendo uso de los medios técnicos.
En las últimas décadas, como respuesta ante el tecnicismo de corte conductista, condicionada por la influencia de los enfoques humanistas en la Psicología y la Pedagogía que resaltan la importancia de la comunicación y la relación interpersonal en la educación (así como por enfoques sociológicos dados por las necesidades de democratización y participación en el contexto social) fue conformándose una tendencia a un modelo educativo centrado en el propio proceso de aprender, que resalta el papel del diálogo y aboga por una no directividad, por la necesidad de una verdadera comunicación entre sus participantes.
3.- Modelo de educación que hace énfasis en el proceso
Es un modelo gestado en América Latina, cuyo principal exponente es Paolo Freire de Brasil, pues concibe la educación como praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo, otro autor destacado es el argentino Enrique Pichón Riviere pues ha sistematizado la relación estrecha entre comunicación y educación. Esta concepción adopta diferentes variantes enfatizando en el proceso transformador de las personas, su desarrollo personal y profesional en el contexto grupal y su interacción dialéctica con la realidad.
Es un modelo autogestionado, democrático, centrado en la participación dialogada abriendo múltiples canales y redes de comunicación, solo se concibe un verdadero aprendizaje cuando hay autogestión de los educandos, basando su esencia en la interrelación del sujeto con le medio social.
En el mismo se toma al alumno como centro y el docente solamente conduce, facilita su propia construcción del conocimiento, necesitándose de la interactividad, de la verdadera participación, lo que implica acudir a la dimensión humana, subjetiva, de los que intervienen en el proceso y a la competencia del educador en el establecimiento de las relaciones humanas que éste supone, por lo que consideramos este modelo el más acertado en el proceso de universalización de la carrera de comunicación social.
El término sistema (del lat. systēma, y este del gr. σύστημα) se refiere a la noción de conjunto (ejemplo conjunto de reglas o principios sobre una materia racionalmente enlazados entre sí, conjunto de cosas que relacionadas entre sí ordenadamente contribuyen a determinado objeto, conjunto de órganos que intervienen en alguna de las principales funciones vegetativas, conjunto estructurado de unidades relacionadas entre sí que se definen por oposición.
Cualidades del sistema de talleres
Se considera la necesidad de dirigir desde una perspectiva contextualizada acciones encaminadas a resolver los problemas detectados en la actividad de los profesores con un enfoque de sistema que relacione los elementos que actúan dentro del mismo y sus relaciones con el entorno, proponemos dar una solución científica a la contradicción creada a través de este enfoque, en el que predominen las relaciones de coordinación, aunque no dejen de estar presente las relaciones de subordinación y dependencia.
El enfoque de cambio en la orientación permanente hacia el mejoramiento continuo de la preparación de los profesores, y mediante el enfoque sistémico que garantice una actitud en ellos, extrovertida, voluntarista, anticipada, crítica y abierta al cambio.
Para lograr transformar la manera de conducir el proceso de enseñanza aprendizaje, de forma tal que los docentes sean un modelo a imitar por los futuros comunicadores sociales y posean un profundo dominio del contenido que imparten, piensen positivamente y sientan satisfacción de hacerlo correctamente.
Elementos que lo integran
- El docente: Los docente desempeñan un rol protagónico en las transformaciones de la sociedad. Para elevar su autoestima y desarrollo profesional, necesita del reconocimiento que socialmente se haga de la importancia de su profesión, lo que conlleva a alcanzar su plenitud en la medida en que sientan placer por la superación, que experimente satisfacción por perfeccionar sus conocimientos para contribuir a la preparación para la vida de sus educandos.
Representación gráfica de la propuesta
“Sistema de talleres en comunicación educativa para los profesores de la carrera de Comunicación Social”.
Conclusiones
• Existen insuficiencias en la superación en comunicación educativa de los profesores de la carrera de Comunicación Social de la sede universitaria municipal de Santa Clara, para optimizar el proceso de enseñanza aprendizaje.
• El sistema de talleres que se propone se caracteriza por su carácter flexible, participativo lo que permite mejorar la preparación en comunicación educativa de los docentes para optimizar las actividades deben realizar en el proceso de enseñanza aprendizaje.