¿Eres tildado de barato o caro en tu industria?
¿Cuál es el espacio que quieres ocupar dentro de tu mercado? Puedes ser el referente para productos baratos y masivos, o te puedes ganar el lugar como empresa elite, que se destaca por su calidad y servicio. Aprende los 3 niveles diferentes en los cuales te puedes colocar con tus precios y por qué nunca deberías ser considerado como uno de los proveedores baratos de tu mercado.
¿Cómo son tus precios en comparación con el resto de tu mercado?
Es importante que lo tomes en cuenta al poner el precio a tus membresías, productos y servicios; ya que debes tener muy claro el efecto que tendrá sobre tu negocio y la imagen que proyectarás a tu mercado.
Básicamente, hay 3 niveles diferentes en los cuales te puedes colocar con tus precios en el mercado:
1. Guerra de precios:
El vendedor busca posicionarse como el proveedor que siempre ofrece los precios más bajos. Esto funciona bien en el “retail” (supermercados minoristas) y en grandes empresas que pueden hacer economía a escala, pero es una trampa mortal para un empresario del Internet.
Si tratas de destacarte por tener los precios más bajos, a menos que manejes un volumen enorme, tu negocio no será rentable.
2. Precios equiparados:
Tus precios están al valor promedio del mercado. Te riges por lo que tu competencia cobra.
3. Precios altos para productos de alto valor:
En todos los rubros, tanto online como offline, están los productos “elite” o de marca que se han diferenciado del resto por su calidad, duración y excelencia.
Sucede en las marcas de autos, marcas de ropa, artículos deportivos, en TODO, también en los productos del Internet.
Tus precios deberían estar entre el nivel 2 y el 3.
Recuerda que siempre habrá un mercado que prefiere comprar al nivel #-1, el de los precios muy bajos. No te dirijas a ellos.
Debes dirigirte a un mercado que sabe valorar lo que entregas. Si alguien encuentra que tus productos tienen un precio muy alto y tú sientes que entregas el valor que le corresponde al precio, no es tu cliente ideal. Y punto. No podrás agradarles a todos.
Busca siempre el eslabón de personas que saben valorar lo que entregas, así tu experiencia de negocio va a ser agradable para ti también.
El extremo de esto es cuando entregas mucho contenido gratuito, un error muy común que los emprendedores incipientes de la web cometen.
Con el contenido gratuito debes publicitarte y posicionarte, es decir, solo entregas información de alto valor para demostrar que dominas tu tema.
En tus productos gratuitos y de precio bajo, solo entregas información. Nunca llegues al punto de consistentemente ayudarles a implementar, o de transformar a tus seguidores. Para eso tienen que pagar.
Si regalas a este nivel, fuera de trabajar mucho y no ganar nada, atraerás una horda de clientes “baratos” que quieren todo gratis y jamás te van a comprar.
Tus productos tienen que ser rentables
La gran mayoría de los productos en tu negocio deberían ser fuentes de ingreso rentables que aportan ganancias a tu negocio, con excepción de los regalos gratuitos que tienen otro fin.
Cada producto que agregues a tu negocio debe tener un precio que se coloque de tal manera que ese producto tenga su propia rentabilidad, sin depender de la venta o no de otros productos.
Después de tener varios productos de este tipo, tendrás establecido tu negocio con múltiples fuentes de ingreso. Si varios de tus productos son membresías, tendrás varias fuentes de ingreso fluyendo hacia tu negocio en forma continua.