Hoy que se habla de la excelencia, se recuerdan algunas frases que aunque bastante antiguas se mantienen hasta nuestros días. El filósofo Aristóteles dijo: «con respecto a la excelencia, no es suficiente el conocerla, debemos tratar de tenerla y usarla».
En la búsqueda de la excelencia para el Mejoramiento Continuo, se debe pensar como nuevos filósofos de la sociedad de negocios actual.
Esta debe ser la meta de hoy: tener excelencia y usarla. Urge ver un poco más lejos en el camino. Abrir los ojos a nuevas y mejores formas de lograr constancia en el propósito. Proveer directrices que deban seguirse en busca de la excelencia para el Mejoramiento Continuo.
La meta en la búsqueda de la excelencia retrocede rápidamente a los primeros tiempos, porque su propósito descrito en una sola palabra es: supervivencia , la sobre vivencia de la sociedad costarricense en una competitiva economía mundial, la sobre vivencia de la forma de vida, como se conoce hoy día.
La calidad de vida depende de una amplia productividad industrial, su habilidad para agregar valor a los productos y a los procesos.
Es cierto que se están haciendo algunos negocios en una economía mundial altamente competitiva pero se ha perdido terreno en productos tradicionales.
También es cierto que se ha reaccionado positivamente a la competencia haciendo algunos ajustes en la forma en que se hacen negocios y reduciendo algunas barreras.
Siempre habrá algo que deba hacerse para mejorar la calidad de los productos y la eficiencia de las operaciones. La excelencia debe lograrse en todas partes.
El propósito de la búsqueda individual o colectiva del Mejoramiento Continuo es sobrevivir en un mundo altamente competitivo.
La nueva excelencia es grande y compleja y nos presenta cuatro dimensiones : perspectiva, dirección, integración y equipo de trabajo, de las cuales hoy analizaremos las dos primeras.
PERSPECTIVA:
Se ha recorrido un largo camino desde los «tiempos y movimientos». Hoy la VISIÓN se ha ampliado y la perspectiva es clara. Hoy la atención está en el cliente que requiere algo más que el producto del trabajo.
Hoy se habla del flujo, en materiales, ideas, gente y clientes. Hace un tiempo se veía la manufactura como una serie de procesos distintos y separados. Hoy se ve fluyendo, como algo dinámico, una combinación compleja de gentes, materiales y tecnologías las cuales deben ser cuidadosamente administradas para lograr la máxima productividad.
Las expectativas de hoy son mucho más grandes que años atrás. La perspectiva debe ser global más que individual, más hacia la organización que orientada a tareas específicas. Se espera que se deba estar a tono con la estrategia de la empresa, se debe guiar en las condiciones cambiantes del mercado y ayudar a desarrollar la capacidad para competir efectivamente en esta larga carrera.
Se deben traspasar las fronteras tradicionales, pasando de los estándares establecidos del pago por destajo y de incentivos a aspectos más importantes como la motivación y el equipo de trabajo. Hacer uso más amplio de las ciencias conductistas, tratando de determinar porqué la gente trabaja y que los motiva, estudiando las implicaciones socio-técnicas de la combinación máquina/hombre y aprendiendo más acerca de cómo la gente se comporta y reacciona en grupo.
Hoy se requiere mayor involucramiento en la planeación de negocios sofisticados, sirviendo como consultores de docenas de funciones por toda la organización. Ayudando a definir la misión, analizando riesgos, o bien en decisiones de hacer o comprar.
Se debe hacer uso intensivo del «estado del arte» de las computadoras, modelando precisas y económicas formas de comparar el valor de los diferentes procesos.
Se debe trabajar con nuevos conceptos de flujo de materiales en la búsqueda de la excelencia en manufactura.
Toda su capacidad debe ser desarrollada para lograr la demanda de permanentemente ampliar la perspectiva para lograr: concepto global, organizacional, orientado al mercado y a algo que definitivamente produce resultados y que se ha llamado la ventaja competitiva, la habilidad para crear un producto superior en calidad, presentación, costo y entrega.
Mark Twain decía acerca de la perspectiva: «El mundo luce diferente para cada uno, pero lo que hace toda la diferencia es como el mundo lo mira a usted».
DIRECCIÓN
Se necesita estar en el camino correcto y en la correcta dirección. Esta es la segunda dimensión de la excelencia para el Mejoramiento Continuo.
La dirección debe darse junto a algo que se llama VISIÓN, que es el estado ideal de la organización o cualquier función dentro de ella. En dónde se quiere estar y el papel que se quiere tener.
Hay que utilizar la planeación estratégica, y técnicas de dirección en la creación de la VISIÓN, así como involucramiento del personal. Esto hace de la VISIÓN una poderosa herramienta, porque cada uno esta comprometido con ella. Pero el gran valor de la VISIÓN implica una dirección hacia el Mejoramiento Continuo.
Se señalan ocho elementos en este modelo del Mejoramiento Continuo: flujo de materiales, liderazgo, calidad, administración, disponibilidad del proceso, innovación, gente e información.
En la VISIÓN estas dimensiones deben estar balanceadas sinergéticamente con vista al mejoramiento continuo.
Se debe crear un modelo de «ESTADO IDEAL», que pueda ser comparado con el estado actual y ver que necesita ser mejorado.
Debe empezarse con un proceso formal de organización que continuamente señale dónde se está y en dónde se quiere estar, estableciendo las variaciones a través del estado actual y el análisis del estado ideal. Luego se evalúa y prioriza esas variaciones en términos de los mayores beneficios. Finalmente se crea un plan de mejoramiento y equipos de implantación para reducir la brecha.
Debe jugarse un papel clave en este proceso, involucrándose en cada paso desde crear el modelo de excelencia hasta identificar y priorizar problemas, guiando y trabajando con los equipos de mejoramiento continuo.
Este proceso se encuentra en la dirección correcta por varias razones. Primero :está basado en una filosofía de Mejoramiento Continuo y en una creencia en la posibilidad de perfeccionamiento. Segundo, es una herramienta práctica. Tercero se logra una importante contribución.
Cuando se está comparando en donde se está con en donde se quiere estar, las diferencias realmente saltan a la vista.
Cuando se atacan estas diferencias con buena ingeniería industrial (o Reingeniería), buena definición de problemas y Priorización, se concentra en agregar valor al problema, y se está en la dirección correcta, realmente se está obteniendo oro en lugar de solo prospectos.