Si un violinista quiere transformarse en pianista deberá cambiar sus hábitos y costumbres de ejecución musical. Si un residente de Venezuela se traslada a Nueva York, deberá modificar sus costumbres de vida y adaptarse al nuevo País.
Aquí se tiene la formula hacia el verdadero cambio espiritual.
Para que sea satisfecho un deseo espiritual debe cambiarse los sistemas internos dados por falsas percepciones y condicionamientos errados. No puede ser satisfecho pensando, hablando o leyendo respecto al cambio.
No es posible realizarlo mediante mejoramientos sociales o actividades eclesiásticas. El cambio de uno mismo significa precisamente una cosa: Cambio de uno mismo. No puede ocurrir el cambio benéfico a través de razonamiento o análisis intelectuales.
No es posible que suceda porque todo pensamiento basado netamente en la inteligencia racional, está condicionado a paradigmas ya existentes. Emerson decía “Usted encuentra en todas partes hombres hablando de sus recuerdos, en vez de hablar de su entendimiento”. Esta es una verdad espiritual.
Si preguntas ¿Cómo puedo cambiar? Encontrarás la respuesta en cada enseñanza verdadera, dada a través de los tiempos por grandes pensadores y maestros de excelencia espiritual. Así se tiene:
El Hinduismo manifiesta: Descubre tu yo auténtico.
George Gurdjieff: Despierta
Taoísmo: Fluye con los acontecimientos.
Nuevo Testamento: Nace nuevamente.
Zen: Deja que la mente este silenciosa.
William James: Sé genuinamente práctico.
Krishnamurti: Está conscientemente alerta de ti mismo.
Budismo: Abandona el egocentrismo.
Soren Kierkegaard: Sé un individualista verdadero.
Lo dicho es la base de la Inteligencia Emocional, con la competencia del autoconocimiento, para entrar en el verdadero cambio espiritual.