No todas las relaciones tienen el mismo peso en nuestras vidas. Algunas relaciones son circunstanciales (con los compañeros del colegio o colegas del trabajo), otras son necesarias (con la familia política o los padres de los amigos de tus hijos); sin embargo hay un tipo de relación que se vuelve fundamental: aquel que se da con personas que nos «nutren» y nos hacen ser mejores en su compañía. Tener relaciones profundas y significativas se vuelve más difícil con los años y cuando esas personas queridas salen de nuestras vidas nos causan un gran dolor; por tanto es bueno conocer algunos básicos que gobiernan la mayoría de las relaciones humanas y que nos pueden ayudar a construir relaciones significativas, plenas, enriquecedoras y duraderas.
Aquí una guía de algunos de los esenciales que se requieren para las relaciones saludables:
- Actuar a la altura: Va mucho más allá del cómo nos sentimos con respecto a las personas (algunos días la gente nos agrada más que otros); tiene que ver con ser íntegros y honrar la presencia de los demás dándoles su lugar. Estar a la altura significa portarnos de manera respetuosa, atenta, y correcta en cada interacción – independientemente del estado de ánimo que tengamos.
- Actitud de servicio y contribución: Cómo dijo Zig Ziglar “Tú puedes tener todo lo que desees en la vida, siempre y cuando ayudes lo suficiente a los demás a obtener lo que desean en la vida”. Aportar valor a la vida de los demás siempre sumará a tus niveles de satisfacción.
- Una comunicación honesta: La apertura y la sinceridad te conectan de una manera profunda y genuina con los que te rodean. Expresar lo que sientes, decir lo que piensas y escuchar sin juzgar al otro, siempre fortalecerá los lazos en una relación, ya sea para construirla al principio o para fortalecerla con el paso de los años.
- El ser amable: Si las personas encuentran en ti una sonrisa, positividad y palabras amigables, puedes estar seguro de que la gente siempre gravitará a tu alrededor. A nadie le gustan los gruñones y generalmente “lo que das, se te regresa” así que pon más atención en como haces sentir a las personas que te rodean.
- La paciencia: Todos somos humanos y todos vamos a fallar alguna vez. Cultivar la paciencia, la empatía y la aceptación te ayudará a mantener la conexión con los demás y a tolerar las “malas rachas” que se dan en las relaciones.
- La lealtad: Es la disposición y compromiso de dar lo mejor de ti en tus relaciones y también es el coraje de pedir lo que necesitas para que la relación funcione bien. Trabajar los conflictos de manera leal y directa es difícil, sobre todo cuando se está enojado o molesto; por eso la mayoría opta en abandonar las relaciones cuando tienen una dificultad.
- Tener un propósito común: Este es un elemento vital para las relaciones de crecimiento. Procura encontrar gente con sueños y aspiraciones, que comparta tus intereses y tu etapa de vida, con la que puedas crecer y construir, y será una de las experiencias más enriquecedoras de tu vida.
- Saber divertirse: Hasta en las relaciones de negocios se necesita el factor de diversión que nos ayuda a bajar la guardia, nos hace gozar la presencia del otro, nos da la libertad de ser nosotros mismos y logra que todo fluya de manera natural. Tanto las conversaciones interesantes, como las risas compartidas y los momentos de autenticidad nos ayudan a crear memorias que duran para siempre.
Fuente:
- 8 Traits of Healthy Relationships –Jim Rohn – Success Magazine.