Siempre me he preguntado: ¿Cómo es posible que a la luz del siglo XXI aún vivamos cometiendo errores cavernarios en la dirección de personas? Evaluando y analizando el comportamiento humano en las organizaciones y el liderazgo he podido detectar algunas cosas interesantes de la gente en su ámbito de trabajo que quisiera compartir y me voy a enfocar en los errores, que de manera consciente e inconsciente, se cometen desde la posición de líder. Veamos:
1. Actuar como Caprino Desquiciado. Cometiendo tonterías con sus actuaciones
Lo que hoy llamamos inteligencia emocional, es esa virtud, cualidad, actitud, o como usted le quiera llamar, que permite que usted sea un líder ecuánime, que conserva la paz en la tormenta y que a pesar de la adversidad refleja la tranquilidad que solo le da el dominio propio.
2. Dejarse llevar de rumores y tomar decisiones a priori a partir de esos rumores
Está claro que los rumores son simplemente eso; “rumores”, y que aunque el refrán reza “cuando el rio suena es porque agua trae” con las personas bajo nuestra supervisión no es para que lo tomemos a la ligera.
Existe la mala praxis en líderes que solo se dejan llevar de lo que se comenta a su alrededor y no indagan ni siquiera por asomo cual es la realidad de los hechos, dañando con este comportamiento a los empleados, a la organización, a su departamento y al mismo líder. Si a usted le gusta dejarse llevar por rumores, su gerencia será inefectiva.
3. La asignación de manera formal e informal de personas o colaboradores para que le mantengan “actualizado” sobre los acontecimientos y quehaceres del ambiente laboral.
Este es un error garrafal. Si usted como líder le ha permitido a algún colaborador que le cuente cosas, cositas y nimiedades de su departamento, permítame decirle que usted es el principal promotor del chisme al igual que los rumores que dañan a las personas. Esto se agrava cuando usted da cabida a que ese comentario o información llegue a usted en proporciones exageradas donde la situación se vuelve crítica.
4. La irresponsabilidad
Practicada de las siguientes maneras:
- No dar importancia a la comunicación escrita. Recordemos que, “las palabras son de aire y van al aire”, y además que “lo escrito, escrito está”.
- Buscar chivos expiatorios. Digámoslo de este modo, es cuando el líder culpa a los demás de manera irresponsable de sus errores o acciones para quedar bien ante los demás.
- La falta de autoridad o pusilanimidad. La falta de autoridad o un líder pusilánime nos da como resultado un departamento acéfalo. No lo olvide!
- Decir que si a todo requerimiento para estar bien con Dios y con el Diablo. Respétese y respete a los demás, si usted dijo que si, cumpla; y si dijo que no, cumpla también.
- No agradecer. Cuando un colaborador se esmera y da la milla extra en una tarea, sea de su responsabilidad o no debemos agradecerle por la labor bien realizada. No todo es dinero.
- Ese no es mi problema. Si un colaborador le plantea una situación laboral o personal que por ser intrínsecamente de él/ella y afecta el desempeño de sus labores; si a usted no le importa, entonces ¿para que está usted dirigiendo ese equipo? Esto se convierte en falta de apoyo a los colaboradores.
5. Exigir lo que no estamos dispuestos a dar
Le pregunto ¿Con que calidad moral le llama usted la atención a un colaborador cuando usted hace lo contrario o por lo menos no hace el intento de hacerlo mejor?
6. La doble cara
Entienda que los colaboradores creen en usted por algo y esa creencia es parte de lo que mantiene su liderazgo, por favor no lo dañe.
Está claro que estas malas prácticas son parte de las personas que ejercen el liderazgo y que muchas de dichas prácticas afectan el éxito de la dirección.
Le pregunto: ¿Podemos alcanzar el éxito dañando a otros y seguir tranquilos como si nada pasara?. Parece que sí. Usted decidirá qué le conviene y qué no, ahora bien, no dañe sus principios y valores, el éxito se alcanza trabajando con fe y dedicación. Todo tiene su tiempo, espere el suyo.