Generalmente, conocemos a los emprendedores como personas de visión, ideas a futuro y aptitudes únicas. Un emprendedor con grandes ambiciones siempre está atento a identificar nuevas oportunidades de negocio que no cualquier persona puede detectar de la misma forma.
Emprender es un camino lleno de oportunidades y experiencias que te conducirán a la vida empresarial; así que el mejor consejo es tener paciencia, y si estás empezando en esta etapa de emprendedor, toma nota que las probabilidades de fracaso o desliz están presentes sin importar las ganas que tengas de salir adelante en el pequeño negocio que estás iniciando.
A veces el fracaso es una palabra difícil de pronunciar y también difícil de digerir; pierdes dinero, tiempo e incluso amigos. ¿Pero, sabes? Está comprobado que el fracaso te enseña mucho más que el éxito. Después de la tormenta, viene la calma, y si analizas tu situación, aprenderás tanto como si hubieses logrado tu objetivo.
No te desesperes: aquí podrás guiarte con un listado que te hará saber sobre los errores más comunes que cometen los emprendedores por falta de experiencia y que, por desgracia, conllevan a su negocio al fracaso.
Es muy importante tener presente estos errores ya que todo es parte del valioso aprendizaje que nos ayudará a alcanzar el éxito.
Las principales razones por las cuales los negocios tienden a fracasar
En realidad, existen muchas razones que pueden llevar al fracaso de tu negocio: competidores en el mercado, mal financiamiento o problemas en la planificación. Pero hay también otros aspectos (como los detallados a continuación) que, si no los tienes en cuenta, harán que tu negocio se vaya a pique.
- Falta de un plan de negocios: es muy necesario tener presentes los datos clave para emprender tu negocio. Para eso debes conocer el mercado en el que te estás involucrando, analizar el rango de precios, la rentabilidad, los costos y su inversión requerida. Un plan de negocios te ayudará a planificar tu proyecto y te ayudará a comprender los puntos esenciales para evitar errores, conseguir el capital necesario y, sobre todo, mantener la visión.
- Empezar tu negocio a lo grande: de por sí emprender un negocio es un riesgo, y el riesgo se incrementa si comienzas un negocio con una gran inversión sin saber aún si es rentable o no. Para eso, debes equipar a tu empresa con los materiales necesarios, alquilar un local en lugar de comprarlo, y abrir una sola sucursal.
- Falta de reservas de dinero: ten en cuenta que en el momento que inicias un negocio, vas a tener una serie de gastos. Por eso es esencial una reserva de dinero al menos de 5 meses para ayudar a amortiguar las situaciones que se te presenten, al menos hasta que comiences a generar más ingresos.
- Perder tiempo en elaborar una estrategia: no hay productos perfectos, aunque muchos dueños tienen la idea de ofrecer sus productos como lo máximo que hay en el mercado. Y a su vez, también quieren que sean los más baratos. Esta es la peor opción. Debes entrar al campo comercial con un buen plan y una buena estrategia, pero aplicando un solo camino para tu negocio. ¿Calidad o cantidad? Si te demoras armando tu plan estratégico puede que otro te gane en la carrera.
- Falta de adaptación: debes estar seguro y saber en qué mercado te estás metiendo, entender claramente cómo ganar clientes fijos y potenciales, saber cuáles son sus hábitos de compra y sus necesidades. Adaptarte a ellos y escucharlos te llevará al crecimiento de tu negocio cada vez más. Recuerda que un cliente satisfecho no dudará en hacerte publicidad.
- Estar totalmente solo en tu negocio: las verdaderas empresas exitosas se forman en base a un buen equipo. Uno de los grandes retos que enfrentan los emprendedores es creer que tienen la capacidad de poder solos contra todo. El estar rodeado de gente con tus mismos intereses te puede beneficiar tanto moralmente como económicamente, y juntos enfrentar los desafíos y superarlos. En otras palabras, estarás más motivado en llevar tu negocio al éxito si te rodeas de aquellos que pueden ayudarte.
¿Qué es lo que debes hacer para solucionar estos errores?
Para combatir el problema, primero debes encontrar la solución. Lo más recomendable es empezar por contratar a personas profesionales expertas en dar un excelente servicio para tu negocio: abogados, asistentes contables y encargados que ya hayan trabajado en otras compañías como la tuya y que tengan experiencia en su labor.
A pesar de lo inteligente y brillante que puedas ser, quizás no seas un total experto en todos los campos de trabajo. Al principio es duro tener que dividir tu presupuesto para pagar al personal que te ayuda en tu negocio; pero te lo aseguro, a largo plazo te será más rentable de lo que pensaste y así construirás tu negocio sobre una base difícil de derrumbar.
No está de más aprender y saber más acerca de tu área empresarial. Puedes tomar notas en charlas universitarias, cursos online o convenciones que establezcan en tu comunidad. Estos conocimientos básicos que adquieras sobre contabilidad, finanzas y marketing, te ayudarán mucho en el momento en que debas tomar decisiones importantes para tu negocio.
Únete a comunidades que tengan relación con tus aspiraciones. Una excelente motivación para tener muchas más ganas de salir adelante es poder confiar tu visión empresarial a otros dueños de negocios como el tuyo que ya han experimentado lo mismo que tú y que, incluso, emprendieron su empresa igual que tú. Así aprenderás que los dueños exitosos también han estado en tu misma situación y que saben por todo lo que se tiene que pasar para llegar a la cúspide del logro.
Cualquier persona con las mismas experiencias que tú podrá ofrecerte consejos y aclarar todas tus dudas e inquietudes con respecto a tu negocio. Es momento de que busques amigos o familiares que posean una compañía, ya que ellos pueden ser la pieza clave que faltaba en tu rompecabezas.