3 creencias que te llevarán al fracaso en tu negocio

En otro artículo he compartido contigo qué son los modelos mentales y cómo éstos pueden limitar tu forma de ver las cosas y de interactuar con el mundo. Si aún no lo has leído y quieres profundizar en el tema, puedes hacerlo aquí: ¿Qué es el éxito y cómo se relaciona con tus creencias? Pero donde hoy quiero ayudarte a reflexionar es en qué forma las creencias que podrías tener sobre tu negocio, sobre ti mismo, afectarán en tu éxito como profesional independiente y en los resultados que puedas obtener en tu negocio.

Aquí tienes 3 creencias muy frecuentes y sus verdaderos orígenes. Trabajar en lo que origina estas creencias puede ayudarte a desterrarlas y a formar nuevas creencias que sean potenciadoras (en vez de limitantes) y te ayuden a concretar tu objetivo de ser un exitoso profesional independiente:

Número 1 – La venta no es para mí

Esta es la primer creencia que escucho sistemáticamente de la mayoría de las personas que interactúo y son (o quieren ser) profesionales independientes. ¿Te sientes identificado? Aquí voy a ayudarte a cambiar el paradigma. Deja de pensar que tú eres quien le vende a tu cliente. Tu cliente es quien decidirá si te compra a ti. Lo único que tú harás es ayudarle a ver la congruencia de tus servicios con su necesidad y los beneficios que podría obtener si contrata tus servicios. Una vez que te quitas esta presión de encima, comienzan a jugar las verdaderas creencias que más profundamente pueden estar limitándote. La venta tiene que ver con valorarte a ti mismo, promocionar tus servicios y también tus virtudes. Vender no es sólo intercambiar algo por dinero. Vender es compartir ideas, inspirar, motivar. Vender tus habilidades y tus logros para hacer carrera en una empresa, vender tu forma de ser en un nuevo grupo de amigos, venderle una idea a tu pareja cuando estás buscando consenso para tomar alguna decisión. Esto es algo que le cuesta a muchísimas personas que son excelentes profesionales. Así que si estás en ese grupo, no te preocupes, no estás solo. Lo habitual es que te escondas detrás de una supuesta modestia de “soy bueno, no hace falta que lo esté diciendo”. Bueno, bienvenido al mundo real de los negocios. La promoción es imprescindible. Si no les dices (y muestras) a los demás, a tus potenciales clientes y al mercado que eres bueno (y qué tan bueno), cuáles son tus características diferenciadoras, cuál es la ventaja de tu producto y las virtudes de tu servicio, nadie lo hará por ti.

El problema aquí es que tal vez no crees en ti mismo. No crees que tu producto es especial y o no estás seguro de los resultados de tu servicio. Entonces te sientes incómodo promocionándote o vendiendo porque sientes que, en el fondo, estás engañando. En uno de mis libros favoritos (Los secretos de la mente millonaria, de T. Harv Eker), cuando habla de la promoción da un ejemplo parecido a este que quiero que también lo aproveches: si tuvieras la cura para una terrible enfermedad, y delante de ti hay un grupo de personas sufriendo por esa enfermedad, ¿en qué forma te parecería correcto no hablar y promocionar esta cura sólo para no parecer engreído o poco modesto? Creo que con este ejemplo te has dado una idea del punto al que quiero llevarte. Así que, mientras sigues reflexionando en ello, paso a la siguiente creencia.

Número 2 – si aspiro a tener altas tarifas, voy a convertirme en una mala persona

Hay dos razones por las que podrías tener esta creencia. Primero, que creas que con altas tarifas tus clientes no van a comprar tu producto. En ese caso, la que está molestando es la creencia relacionada con la venta, porque lo que tal vez sientes es que el valor que ofreces no es suficiente para cobrar ese precio. Ahora si lo que crees es que con altas tarifas, tendrás más dinero y esto representa un problema en sí mismo, esta es la creencia que está molestando: “la ambición de tener mucho dinero me convertirá en una mala persona”. En mi opinión, las creencias respecto al dinero son las más dañinas y lamentablemente demasiado frecuentes. Me ha pasado algunas veces de conocer personas que quieren tener un negocio propio y me cuentan de su idea muy entusiasmadas pero me aclaran (expresamente) que su intención no es hacer mucho dinero. Sólo lo suficiente para vivir bien y tal vez algunos gustos cada vez. Es una gran limitación pensar así. No quiero que pongas el foco sólo en el dinero, pero por el contrario: no se lo quites todo! Si pones una cota de este estilo a tu negocio, te estás poniendo un techo al éxito. Cuando profundizas en la razón de esto encuentras esta creencia tan común: es que el dinero hace malas a las personas. Lamento comunicarte que el dinero no es más que una herramienta y lo único que hará será potenciar lo que hay en tu interior. Así que, cuando veas personas que son realmente mezquinas y dañinas con un poco de dinero (o poder) no mates al mensajero. No se trata del dinero o el poder, ellos sólo han acentuado características que estaban ahí. Así que no te preocupes y concéntrate en hacer crecer tu negocio y tener mucho dinero (todo el que necesites y desees). Siempre podrás elegir qué hacer con él. Nunca vendrá un mago y cambiará tus buenas actitudes por otras desdeñables. Podrás elegir reinvertir en tu negocio, crear uno nuevo, ayudar a tus familiares o a personas que no conozcas y que pasen apuros, dedicarte a viajar y a inspirar a otros, etc. El dinero es una herramienta, como un martillo. Que puede utilizarse tanto para construir un bote como para destrozarlo en mil pedazos. Es una herramienta y tú eliges si la utilizas para construir o destruir en tu propia historia.

Número 3 – Si no me esfuerzo, si no me cuesta, si no me duele… no lo estoy mereciendo lo suficiente

Esta creencia nace del muy conocido “No pain, no gain” (sin dolor, no hay ganancia) que tan frecuentemente escuchamos cuando queremos ponernos en mejor forma física y nos dicen que si no nos duele, es que nuestros músculos no están trabajando lo suficiente.

En el mundo de los negocios también se utiliza muy a menudo y tiene una cierta veta de verdad. Si no eres dedicado y consistente, no tendrás resultados. Si no te estiras fuera de tu zona de confort, es muy difícil que logres objetivos sorprendentes. Pero hay una creencia que puede limitar tu negocio y funciona de esta manera: esfuerzo no siempre es igual a dolor, a aborrecer lo que haces, a padecerlo. Cuando amas tu trabajo, cuando te dedicas a tu pasión profesional, puede que trabajes muchas horas y puede que te cueste hacer algunas cosas que no estés acostumbrado, pero en general tienes un alto nivel de satisfacción constante porque estás haciendo lo que te gusta. Entonces puede surgir esa creencia… “como no me está doliendo, como no estoy sufriendo y en realidad lo estoy disfrutando, entonces no estoy haciendo lo suficiente”. Esa es la creencia que puede ser nociva para tu negocio. Porque, contrario a esto, lo que puede hacer que tu negocio subsista más allá de los duros comienzos, es justamente la pasión que tengas por él y lo mucho que disfrutes de lo que haces.

Ahora ya sabes, estas 3 creencias pueden jugarte malas pasadas y limitar tu éxito, pero si eres consciente de ellas y aprendes a manejarlas, tendrás 3 herramientas a tu favor, ayudándote a construir el negocio que de verdad desees y con el que quieras vivir y disfrutar los próximos años de tu vida.

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Turiano Gabriela. (2014, abril 22). 3 creencias que te llevarán al fracaso en tu negocio. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/3-creencias-que-te-llevaran-al-fracaso-en-tu-negocio/
Turiano Gabriela. "3 creencias que te llevarán al fracaso en tu negocio". gestiopolis. 22 abril 2014. Web. <https://www.gestiopolis.com/3-creencias-que-te-llevaran-al-fracaso-en-tu-negocio/>.
Turiano Gabriela. "3 creencias que te llevarán al fracaso en tu negocio". gestiopolis. abril 22, 2014. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/3-creencias-que-te-llevaran-al-fracaso-en-tu-negocio/.
Turiano Gabriela. 3 creencias que te llevarán al fracaso en tu negocio [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/3-creencias-que-te-llevaran-al-fracaso-en-tu-negocio/> [Citado el ].
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