«Qué gran paradoja. Buscando la realidad, el hombre se aleja permanentemente del ecosistema del universo. Se aísla marchando inexorablemente hacia la soledad. El hombre ha desintegrado al hombre».
A puertas del próximo milenio, nos encontramos ante el hecho de desenvolvernos en una sociedad que se encuentra en crisis total, y no es solamente una crisis de tipo administrativo, ni filosófico, sino una crisis a nivel social, político, económico, pero básicamente ético.
¿Por qué se presenta esta crisis? Todo concurre a hacer del hombre del siglo XXI un ser inquieto, preocupado de su futuro, asustado ante su propia imagen. Asistimos al hecho de que todas las tradiciones, todas las normas de la moral, todos los sistemas administrativos y filosóficos, junto con los «valores» han sido de nuevo puestos en la palestra para ser discutidos, confrontados, controlados, analizados y criticados.
El estar conscientes de la realidad, fue la referencia fundamental que nos llevó a pensar y a cuestionar la necesidad del surgimiento de un proyecto de un nuevo tipo de hombre y de sociedad, y si somos más específicos a nuestra área, al surgimiento de un nuevo administrador y de una nueva organización. Y es ahí precisamente donde juega el replanteamiento de valores socioeconómicos, en cuanto señaladores de un porvenir mejor, que supere los aspectos deshumanizantes del pasado.
Además es indudable que el principal reto de la alta gerencia colombiana ya no está solamente en la visión, la globalización, el cliente, ni incluso en el desarrollo organizacional; sino aquel que es impuesto por la compleja situación de nuestra sociedad. Bajo esta premisa, la recuperación de los principales valores » éticos «, se ha convertido en un ingrediente que de ninguna forma puede obviarse en el reto de «administrar en Colombia».
Para nuestro país, el papel de la alta gerencia tiene que estar mucho más comprometido con la gente si, se tiene en cuenta que el medio social circundante es cada vez más nocivo. La lucha por establecer valores en la organización colombiana debe ser uno de los pila res del direccionamiento estratégico en el empresario nacional. Así, debe manejarse por parte de la alta gerencia, la ética en toda su dimensión y todo este código profesional debe ser transmitido con responsabilidad a una sociedad como la nuestra, en la cual los intereses fundamentales sobre los colectivos.
Es por esto que consideramos importante tratar el tema de «Desarrollo Sostenible» como una forma de perfilar la nueva administración hacia una concepción holística, integral, y ética, basada en una totalidad de valores, pero dándole mayor importancia a la parte ambiental que es una de las bases de dicho desarrollo, claro está, sin dejar de lado la sostenibilidad social, cultural y económica de la población colombiana.
Y es a través de la Gerencia Generativa como encontramos que se recogen estos nuevos conceptos de valores, ética, ecología, cultura, economía y desarrollo. Siendo tal vez un concepto que incorpora a la totalidad del problema, responde a su complejidad con una respuesta práctica y simple.
¿Pero en qué consiste la gerencia generativa? Nosotros la definimos como un modo de pensamiento abierto, capaz de acoger nuevos problemas y de solucionarlos continuamente como un conjunto de elementos relacionados entre sí y armónicamente conjugados.
Esta nueva forma de ver los problemas de la organización, de producir y de interactuar, está encaminada hacia un nuevo concepto de gerencia que comprende los siguientes pilares:
- Adaptar un pensamiento sistémico.
- La gerencia generativa busca crear y desarrollar el medio circundante.
- Se estimula un funcionamiento organizacional descentralizado y autónomo.
- Se da un enfoque económico a escala humana.
- Lograr un sistema de información completo por parte de todos los empleados en el momento de la toma de decisiones, funcionando como una gran red que trabaja paralelamente, compartiendo todo aquello que los otros necesitan y brindando ayuda cuando sea necesario, es decir que exista un funcionamiento todos a todos.
Así el nuevo papel de la gerencia generativa será el dejar atrás su función de sólo controladora, para estimular la creatividad, formulando preguntas al interior, planeando soluciones en conjunto, de modo que se cree un ambiente sin conflictos, y siempre en función de lo que el cliente desee, de forma tal que no sólo se procure cero emisiones, sino también cero deserciones en el mercado, con ninguna pérdida de clientes. De esta manera, el gerente generativo debe combinar intuición y conocimiento, unidos a su experiencia.
El objetivo de ésta gerencia es lograr y mejorar permanentemente el nivel de sostenibilidad, creando la conciencia de establecer nuevos valores humanísticos e imperativos económicos mundiales, es decir «Generar un enfoque económico a escala humana» que logre un desarrollo integral de la organización, en donde la competitividad y la productividad por sí mismos no significan nada, si éstos logros no se traducen en el desarrollo holístico de la organización.
Y es a través de la aplicación de la gerencia generativa como proponemos se puede alcanzar una verdadera «calidad de vida», derivada de la realización interna que la gente recibe del valor intrínseco de la vida, de actuar en armonía con unos valores y de sentirse realizado con un ideal.
Así pues, términos como: Gerente Generativo, calidad de vida generativa, información generativa y todo lo que lleve ésta palabra indica desarrollo y no crecimiento tomando al todo como un sistema y al hombre haciendo parte de él. Pues el crecimiento por sí solo se muestra como un fenómeno cuantitativo, que se maneja dentro de una concepción mecanicista/ en tanto que el desarrollo es un fenómeno cualitativo a nivel de procesos y no de ejecuciones puntuales, que involucra un pensamiento sistémico.
De esta manera proyectamos la gerencia generativa no como una moda más, sino un modo de pensar que por fin hará posible la formación de organizaciones a escala humana.
Nota: Este artículo es una abstracción de la ponencia que lleva el mismo título, desarrollada por los autores. Fue presentada durante el I Congreso de Estudiantes de Administración de la CCEA, Cartagena de Indias, Agosto de 1999 y se postuló para ser expuesta en el Taller Universidad 2000, realizado en la ciudad de la Habana, Cuba, en el mes de febrero.
