Uso de la tecnología y la información de forma irracional

Redes sociales, el chat, sexo cibernético y banda ancha, un cóctel adictivo y peligrosamente explosivo

No creo necesario explicar lo que es Internet puesto que usted y todos los que están interesados en leer este artículo probablemente ya saben qué es, ustedes disfrutan y conocen este inimaginable mundo virtual y tremendamente poderoso que lo tenemos a la distancia de un clic, ahí a través del PC, de la laptop o mini laptop, una tablet, un mouse, una línea telefónica, un módem o un celular inteligente… y voilà!, Internet lista para navegar.

Es todo un mundo, preparado y atento, para satisfacer todas nuestras necesidades; podemos relacionarnos (siempre y cuando, estén conectadas) con personas de todo el mundo, podemos iniciar y concretar relaciones profesionales, personales, afectivas y hasta incluso sexuales, a través del archiconocido “cibersexo”.

Disponemos de todo un señor abanico de posibilidades: profesionales, personales, comerciales (podemos vender y/o comprar) y también, por qué no, podemos disfrutar de música, juegos, videos, además, disponemos de varias opciones de correo, pero no he dicho lo más interesante, no existe la policía, no hay caras ni rostros ni gestos ni señales de quienes somos, por ende, podemos tranquilamente, robar, mentir, piratear y comercializar con temas prohibidos y penalizados.

Y así, para todos aquellas personas que están solas, las introvertidas, las que tienen problemas psíquicos, las que no tienen habilidades sociales, las que tienen problemas de comunicación, aquellas personas tímidas, con dificultades en establecer relaciones interpersonales bien por su personalidad o por acontecimientos personales como el divorcio, la muerte de alguien cercano…, así como cualquier persona con problemas psicoemocionales, la Internet indiscutiblemente, puede ser una incalculable fuente de satisfacción, hasta el punto de convertirse en una adicción.

Así como los drogadictos buscan un mundo ideal, fantasmal o idílico (agradable, hermoso, placentero) en las drogas, aún a sabiendas que esto es irreal, los ciber-adictos, en forma análoga, buscan en la Internet un mundo irreal donde poder ocultar sus temores, y hasta adoptar una personalidad distinta a la real. Es común que estas personas adopten roles virtuales muy distintos a los reales, tanto en la edad como en el sexo. Básicamente, el objetivo es ocultarse tras el manto del anonimato que la Internet, fácilmente le ofrece.

Según un estudio publicado en el número de febrero de 2010 de la revista Psychopathology [1] los usuarios compulsivos de Internet que tienden a tener más interacción social virtual (salas de chat y redes sociales online) que real, podrían sufrir depresión. El estudio se presenta como el primero de gran alcance entre la juventud occidental sobre ciber-adicción y depresión. Del grupo objeto de estudio el 1,2% fueron clasificados como adictos a Internet y mostraron una incidencia más alta de depresiones moderadas o graves. El estudio también concluyo que los usuarios más jóvenes presentan una mayor probabilidad de ser adictos, con una edad media de 18 años entre los adictos detectados en el estudio.

«El Internet juega ahora un papel muy importante en la vida moderna, pero sus beneficios están acompañados por un lado negativo» afirma la doctora Catriona Morrison, quien dirigió el estudio, «Mientras muchos de nosotros usamos la red para pagar cuentas, comprar o enviar correos electrónicos, hay un pequeño subgrupo en la población que encuentra muy difícil controlar cuánto tiempo pasa usando Internet, hasta el punto de que esto interfiere con sus actividades diarias», y agrega, «Lo que es claro es que para un grupo pequeño de personas el uso excesivo de Internet podría ser una señal preocupante de tendencias depresivas».

Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación – España (INTECO), el riesgo relacionado con el uso de Internet, que más preocupa a los padres es la dependencia o uso abusivo (un 39,5% lo mencionó de forma espontánea en la encuesta realizada). El uso abusivo y/o adicción a las TIC (Tecnologías de la Información y la Computación) son fenómenos conocidos de forma amplia, tanto entre padres (8 de cada 10) como entre hijos (6-7 de cada 10).

Los riesgos vinculados a la adicción preocupan a los padres, ya que la dependencia o uso excesivo es considerado por un 42,8% de los padres un riesgo bastante o muy grave. En el caso de aislamiento social (renuncia a otras actividades por estar conectado) un 34,5% de los padres juzgan esta conducta como muy o bastante grave. Según ese mismo estudio, casi 3 de cada 10 menores ha realizado un uso abusivo de las TIC. Un 28,7% de los menores declara haber experimentado situaciones de aislamiento social (entendido como renuncia a estar con amigos) y un 26% reconoce haber sufrido episodios de dependencia o uso excesivo.

Un equipo de investigación, de la Universidad de medicina de Kaohsiung, Taiwán, publicó en la Journal of Adolescent Health un estudio que se basó en cuestionarios sobre el uso de la Internet y el comportamiento que llenaron 9.405 adolescentes, determinó que el 25% de los niños y el 13% de las niñas eran adictos a la Internet. De ese grupo de adictos, el 37% informó mostrar agresión (como amenazar o hacer daño a otros), durante el año anterior a la encuesta, en comparación con el 13% de las niñas y el 32% de los niños en general.

De acuerdo con el más reciente estudio, precisó la doctora Delia Hinojosa directora de difusión de la Asociación Psicoanalítica Mexicana (APM), experta en sicoterapia, “se habla de que el uso masivo de los recursos tecnológicos ha provocado una adicción a Internet y se estima que el número de afectados puede llegar a 2% de la población», lo más alarmante es que esa patología se está presentando mucho en niños y jóvenes, quienes cortan vínculos con la realidad y con las personas para refugiarse en una comunicación y relación con una máquina, añadió la especialista.

Tal situación se expuso en el Congreso Nacional de Sicoanálisis «Sueños inconsistentes y sexualidad» que se realizó en México, D.F., en el que se analizaron temas de salud mental de los mexicanos y entre los que destacó el de la adicción a la Internet y las nuevas tecnologías. Un adicto a Internet o algún medio electrónico, dijo Delia Hinojosa, comienza a sentir síntomas como angustia, intolerancia, ansiedad al no estar frente al objeto al que ha generado cierta adicción. «Vamos a pensar en un chavo que es adicto al uso del Internet, a la computadora: cuando no pasa el tiempo en la computadora chateando con los amigos, empieza a sentirse ansioso, intolerante e incluso violento», ejemplificó.

En el volumen 2:4 Primavera 2009 de la revista Conexión Pediátrica, en el artículo «¿La adicción a Internet se convertirá en el epidemia del siglo XXI?», publica el artículo «Arch Pediatr Adolesc Med. 2009; 163(10):959-960» de Dimitri A. Christakis, MD, MPH Megan A. Moreno, MD, MPH PhD, traducido por la Dra. Andrea Silva, donde se señala que después del trabajo, el día 1 de agosto 2005, LEE Seung Seop entró en un café de Internet en Corea. Cincuenta horas después, este reparador de calderas, de 28 años de edad, habría sufrido un paro cardíaco después de una borrachera de juegos de Internet en la que no comió ni durmió. Su muerte provocó una investigación en el problema de la adicción a Internet en Corea, donde las estimaciones actuales son que el 4% de los niños padecen este desorden. El tiempo de recreo en la computadora se duplicó entre 8 a 18 años de edad entre 1999 y 2004. Las estimaciones de China son mucho más elevadas, el 15% de los niños son considerados adictos.

El 18 de marzo de 2010, el diario de información general y local más leído de España (20 minutos), muestra el artículo «Una clínica para niños adictos a Internet» donde señala que una clínica de Londres ha abierto sus puertas para «rehabilitar» a niños a partir de 12 años, cuya adicción a Internet es tal que su salud está en riesgo, según publica el periódico «Evening Standard». El Hospital Capio Nightingale ha recibido ya llamadas de numerosos padres para ingresar allí a sus hijos, que montan en cólera cuando se les dice que tienen que apagar el ordenador, hasta el punto de que, en algunos casos, han necesitado la intervención de la policía para calmarlos.

El martes 29 de noviembre de 2011, en NoticiasNet de Argentina, en su artículo «Más online que en la cama», nos dice que ya no sólo es el tiempo que uno pasa conectado a Internet en el trabajo, también suman las horas que uno le dedica a la Web vía teléfonos celulares y últimamente se agregó la navegación vía tabletas. De la mano de nuevos y más complejos dispositivos, el tiempo que la gente pasa conectada a la red se ha multiplicado. Es más, un 25 por ciento pasa más tiempo online que en la cama. Así lo asegura un estudio realizado en el Reino Unido y publicado por la prensa local, según la empresa Sky Broadband, una de cada cuatro personas pasa más tiempo online que durmiendo. Y en el caso de los hombres es peor. De acuerdo al trabajo, más del 25% de los varones pasa seis horas o más al día conectado a Internet, mientras que en el caso de las mujeres es una de cada cinco o el 20% de ellas.

Nos sigue diciendo que una de cada 20 personas es tan obsesiva con sus mensajes que chequea su correo electrónico más de 20 veces al día. En cuanto a las redes sociales, el estudio determinó que el 14% de los usuarios visita su perfil más de seis veces al día. Con estos datos, se entiende claramente porqué más de la mitad -el 51%- asegura sufrir de “ansiedad” si no son capaces de revisar su mail o Facebook y ni hablar si, por descuido, dejan el celular en el carro y peor, pero mucho peor, si lo dejan en casa.

Mi estimado lector, indiscutiblemente el uso de la tecnología y la información es indispensable, pero, con un pero en mayúscula, debemos aprender a manejarla en forma racional e inteligente, nunca, pero nunca en forma patológica (enfermiza) ya que deberíamos ser nosotros (homo sapiens) los que manejamos y controlamos la tecnología y NO al revés.

Nota al pie:

1. Los científicos de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, enviaron por internet a 1.319 personas entre los 16 y 51 años de edad, cuestionarios y analizaron sus respuestas: ellos debía responder cuánto tiempo pasaban en Internet y con qué fin la usaban.

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Tarantino Salvatore. (2014, julio 14). Uso de la tecnología y la información de forma irracional. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/uso-de-la-tecnologia-y-la-informacion-de-forma-irracional/
Tarantino Salvatore. "Uso de la tecnología y la información de forma irracional". gestiopolis. 14 julio 2014. Web. <https://www.gestiopolis.com/uso-de-la-tecnologia-y-la-informacion-de-forma-irracional/>.
Tarantino Salvatore. "Uso de la tecnología y la información de forma irracional". gestiopolis. julio 14, 2014. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/uso-de-la-tecnologia-y-la-informacion-de-forma-irracional/.
Tarantino Salvatore. Uso de la tecnología y la información de forma irracional [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/uso-de-la-tecnologia-y-la-informacion-de-forma-irracional/> [Citado el ].
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