Una de las razones por las que a veces no consigues tus objetivos no es que no estés lista para cambiar, o que te de miedo y estés paralizada, sino que no sabes qué es lo que no funciona.
Hace poco me escribió una persona diciéndome que su problema era que no sabía qué era lo no funcionaba en su vida y no tenía nada claro, por supuesto, qué hacer al respecto. Quizá le estés dando vueltas y vueltas y sigas sin saber por qué eres infeliz o por qué no tienes los resultados que quieres. O quizá no te lo habías planteado hasta ahora porque estás tan ocupada que ni tiempo tienes.
La cuestión es, como bien sabes, que si no sabes qué hay que cambiar o qué es lo que falla, no podrás arreglarlo. ¿Qué puedes hacer entonces para determinar lo que no funciona y ponerte manos a la obra? Esto es lo que yo siempre trabajo con mis clientas.
1. Volver a los cimientos
En mi opinión, tanto a nivel personal como profesional, tener clarísimos tus cimientos es clave. Es lo primero que trabajo con mis clientas, tanto a nivel profesional como cuando les ayudo a mejorar los resultados de su negocio; porque si no sabes qué es lo importante para ti a nivel personal, a nivel básico, no entenderás por qué no te sientes realizada o por qué te falta algo. Y porque a veces se nos olvida algo Fundamental, que tu trabajo es parte de tu vida, no toda tu vida.
La mayoría de las personas no se para a pensarlo, así que ahora es tan buen momento como otro. ¿Qué es importante para ti? ¿Cuáles son tus prioridades, tus valores, tus necesidades como persona? Una vez tengas esto claro te resultará más sencillo no sólo saber qué te falta, sino tomar decisiones, porque sabrás por qué las estás tomando. Por ejemplo:
- Quizá te sientas estancada profesionalmente porque tu trabajo se ha convertido en algo rutinario para ti y eres una persona que necesita desafíos constantes (como me pasa a mi, por ejemplo).
- Quizá la razón de tu agobio es que quieres dedicarle más tiempo a tu familia y en tu situación actual no puedes, y solo tendrás esto claro si eres consciente de que, al menos en este momento de tu vida, tu familia es la prioridad número uno para ti.
- Quizá te sientas frustrada porque, al contrario del caso anterior, tu familia siempre ha sido tu prioridad y ahora, sin embargo, lo es tu carrera, porque ahora te toca a ti, como le pasaba a una de mis clientas.
- Quizá estés agobiada porque sí, tu negocio va bien, pero no tienes tiempo para casi nada más y una de tus necesidades es cuidarte y descansar o dedicarte más al desarrollo personal.
Una vez tengas claro qué es importante para ti como persona, podemos pasar a la segunda parte: tu profesión o negocio.
2. Analizar tu “perfil” profesional
Igual que en el caso anterior tienes que tener claro qué quieres a nivel profesional. A veces el fallo es que no te has dado tiempo para sentarte a pensarlo y, otras veces, por muchas vueltas que le das, solo tienes un batiburrillo de ideas en la cabeza (entonces es cuando buscar ayuda te vendría bien).
¿Qué es importante para ti a nivel profesional? Ganar dinero, tener desafíos, ganarte el respeto de otros profesionales o compañeros. Da igual lo que sea, pero tienes que saberlo para poder actuar en consecuencia.
Estos dos pasos a veces son sencillos y a veces no, pero la información que te dan sobre lo que de verdad necesitas no tiene precio y, además, una vez que te has aclarado puedes pasar al tercer punto.
3. Lluvia de ideas y decisión
En este paso te habrán surgido un montón de posibilidades, ideas y explicaciones y es momento de pararte a analizarlas y decidir a cuál le vas a dar una oportunidad, qué es lo que vas a cambiar, a empezar, a eliminar, etc, para después ponerte en marcha y conseguir lo que de verdad quieres (al menos en este momento): un nuevo trabajo, un ascenso, un cambio radical, más clientes, otra forma de trabajar, etc.
Así que aquí lo tienes los tres pasos que necesitas para averiguar qué te falta, que es lo que no funciona. ¿Cuál de ellos necesitas tu ahora mismo? Cuéntamelo abajo en la sección de comentarios y, ya sabes, a ponerte en marcha.