Desde mi experiencia como consultor, y luego de haber visto innumerables casos de emprendedurismo, algunos fallidos y otros tantos exitosos, me propongo transmitir cuáles son los puntos indispensables a tener en cuenta antes del start up.
Primera Condición: Meta correcta
Sin importar tu edad al comienzo del negocio, ya que hoy en día existen entrepreneurs de veinte a sesenta y tantos años, debes tener en cuenta en primer término cuál es tu objetivo. La meta tiene que mostrarse con claridad a nivel personal, para que luego pueda lograr interés en los demás.
Tal como sucede con los chistes, que necesitan causar gracia a su relator, con los negocios pasa lo mismo. Dicho por el contrario: Nunca debe ser prioridad el hecho de generar dinero, sino más bien el de satisfacer un deseo. Deseo que necesita imperiosamente ligarse con el propio para luego buscar el del otro.
Ejemplos: Solamente aquel que disfruta de los alimentos orgánicos sabe el placer que generan y por ende, cuando los ofrezca tendrá un enorme poder de fuego para argumentar razones de compra. Igual cosa sucede con aquellos amantes de la estética, quienes serán los más apasionados al momento de volcar al mercado los beneficios de verse tal como quieren. Si a emprendimientos gastronómicos aludo, entonces diré como sugerencia que las personas amantes de la buena comida serán los grandes anfitriones de su restaurante.
Tal como se ve, la orientación al cliente resulta una consecuencia, de pensarme a mí mismo como tal, es decir, como una persona en busca de satisfacer sus deseos por medio de un producto o servicio.
Segunda Condición: Tener pensamientos de abundancia.
Tomando por norte a una de las ideas del conocido libro de Covey “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”[1] diré que las personas capaces de suponer que el mercado es grande y actuar en consecuencia, tendrán muchas más posibilidades de éxito que los demás.
Y esto es claro, dado que tal concepto implica un respeto y una ética vigorosos frente a toda la cadena de valor, incluyendo a proveedores, clientes y comunidad.
En la práctica, quienes tengan mentalidad de abundancia intentarán que todos los interesados sean satisfechos. Así, a los proveedores se les cumplirá con lo pactado sin buscar subterfugios espurios; los clientes recibirán lo que pidieron y la comunidad aceptará de buen grado la instalación de un nuevo negocio en su espacio cuando obtenga de éste el cumplimiento de sus necesidades sin transgredir las reglas.
Tercera Condición. Combinar análisis focalizado con capacidad holística
Es una tendencia del pensamiento occidental el hecho de no poder lidiar con las ambigüedades. De tal manera, el maniqueísmo se hace presente cuando desde una lógica binaria se aprecian algunos componentes en detrimento de los demás.
Los emprendedores no escapan a esto, y los exitosos saben de mixturas. Piensan en formas alternativas de ofrecer sus productos y también al momento de negociar. Son creativos y utilizan el pensamiento lateral, pero no por ello descuidan las herramientas clásicas de análisis: la segmentación de clientes; el cashflow; el riguroso control de sus procesos de trabajo, la matriz FODA, los KPI´s, entre otras variables.
Posiblemente este sea uno de los principales desafíos. Lograr una armónica danza entre dos bailarines distintos pero no excluyentes: el del análisis lógico y la síntesis holística.
[1] Covey, Steven. “The Seven Habits of Highly Effective People”. Ed. Paidós. 1989.
