Todos hemos pensado alguna vez en poner nuestro propio negocio, incluso cuando somos empleados y tenemos un trabajo seguro, pero la idea de ser “nuestro propio jefe” y de generar ganancias para el propio beneficio no es algo que se deba tomar a la ligera.
Yo no pretendo, amigo lector, sostener que hay alguna fórmula mágica para hacer un negocio, al contrario, soy de la idea de que existen ciertos principios básicos que podemos aplicar para lograr encontrar el camino del éxito.
Por mi experiencia como empresaria y por la que he podido adquirir en mi trabajo como asesora empresarial, voy a presentarte el proceso más fácil, ágil y eficaz para poder iniciar un negocio.
1) Encuentra tu idea de negocio.
Facilito y sin complicaciones, pregúntate: ¿hay alguna necesidad no satisfecha en tu comunidad?, ¿tienes cualidades que puedan serle de utilidad a alguien más?, ¿preparas algún platillo que te queda riquísimo?, ¿qué te gusta hacer en tu tiempo libre? Como ves, conque respondas a una de estas cuestiones ya tendrás por dónde empezar a trabajar para tu negocio. ¡Así de sencillo! Y empieza a desarrollar esta idea…
2) Desarrolla tu plan de negocio.
Muchos lo ven como una pérdida de tiempo, pero en realidad es una inversión para tu propio beneficio. Este documento maestro te permitirá detectar cada necesidad de la empresa y cada oportunidad, e identificará aspectos y procesos que ni siquiera imaginabas que se requerían para el negocio.
Cuando lo hayas terminado, serás un experto en cada área del proyecto y sabrás con detalle cuánto dinero necesitarás para abrirlo, lo que nos lleva al siguiente paso.
3) Identifica tus opciones de financiamiento.
Una vez que tengas “la lista” de lo que necesitas para poner tu negocio, separa de ella lo que ya tengas (tanto en dinero como en especie) y, entonces, enfócate en lo que te hace falta.
Ten en cuenta que en caso de que tengas que pedir prestado, ningún organismo financiero te aportará el 100% del costo total del proyecto, por eso hay que ser muy claros en lo que tú estarás aportando; recuerda que el negocio será tuyo y, por lo tanto, es lógico que tú también aportes algo para su realización.
En México, hay algunos programas del Gobierno que te prestan hasta el 90% del costo total del proyecto, en esquemas blandos y de fácil acceso.
Lo más importante a la hora de decidir cuál de las opciones crediticias te conviene más es saber la tasa de interés, el plazo del préstamo, la periodicidad del pago y los intereses por mora (en caso de que llegues a retrasarte en uno o dos pagos). No firmes nada que no hayas leído y entendido completamente. Investiga las opciones de financiación que hay en tu localidad.
Suponiendo que ya tengas previsto esto, tu siguiente paso será pedir permisos…
4) Cumple con la normatividad.
Existen ciertos trámites que son requeridos por ley para que un negocio opere en la total formalidad. En México tenemos 3 niveles de gobierno, y en cada uno de ellos puede haber, por lo menos, un trámite que deba hacer tu empresa.
En el gobierno federal, lo primero que se debes hacer es inscribirte en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), en el régimen que más te convenga, según las actividades que vaya a realizar tu empresa.
En el gobierno estatal, se debe dar un aviso de funcionamiento en el Registro Estatal de Causantes (REC). En cada entidad federativa hay un Módulo de Asistencia al Contribuyente para orientarlo al respecto.
En el gobierno municipal, existe una serie de licencias y permisos que debe tener cada negocio. Varían en cada localidad, lo más común es que te pidan requerimientos de seguridad como tener un extintor por cada cierto número de metros cuadrados, marcar las salidas de emergencia e instalar detectores de humo, entre otras.
Recuerda que es por tu seguridad y la de tus clientes, así que, ¡vale la pena! También puede haber otro tipo de licencias que debas tener según el negocio, por ejemplo, los restaurantes, fondas y todo lugar que venda comida, deben solicitar una licencia de salubridad, no tiene costo y a tus clientes les dará la certeza de que preparas los alimentos de una manera higiénica.
5) ¡Abre tu negocio!
¿Todo listo? Ahora sí, a abrirlo con bombo y platillo… ¿Qué vas a hacer en la inauguración para tus clientes? ¿Qué promociones exclusivas tienes para ese día? ¿Por qué la gente no querrá perderse la inauguración de tu negocio? ¡Ingéniatelas!, promociones, descuentos, dos por uno, regalos, rifas, comida, membresías gratis, como dice nuestra querida Diana: ¡el cielo es el límite!…
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