Actualmente el mundo enfrenta problemas que parecen insuperables. Son asombrosos los conflictos en que se debate la sociedad y que los medios de comunicación exhiben diariamente, de índole político, económico, social, cultural, moral, religioso, etc.
Por citar algunos ejemplos, podemos mencionar la incongruencia de vida de los líderes políticos que dejan ver en la mayoría de los casos una pobreza del valor de la búsqueda del bien común, la inestabilidad económica nacional, que se traduce en un alto índice de desempleo, en cinturones de pobreza y miseria, que generan una problemática social y que se manifiesta en hambre, desnutrición, problemas de salud, inseguridad, delincuencia, prostitución, drogadicción, desintegración del núcleo familiar; la moral está permanentemente en déficit, cada vez se relajan mas las normas éticas y morales, el ambiente de permisividad avanza a pasos agigantados, etc. En esta problemática, juega un papel sumamente importante el liderazgo.
Todos los problemas que nos aquejan en la sociedad tienen que ver con los líderes en general, en forma directa. Estas crisis, y muchas otras, brotan en primer lugar de la falta de un liderazgo positivo, constructivo, dinámico y creador.
Tales crisis de nuestro tiempo, reflejan una deshumanización progresiva, por la disminución de la práctica de las virtudes fundamentales y de los valores, los cuales han sido evidentes a través de los siglos y manifestados con dolor y sacrificio, por una serie de líderes fuertes y efectivos que nos han dado ejemplo.
Existe un clamor que demanda no solo líderes políticos, sino en todos los ámbitos de la sociedad. Sin pretender ser fatalistas, pesimistas o negativos, podemos afirmar que mientras no existan líderes formados en la práctica de las virtudes y con valores, la sociedad no saldrá adelante en sus demandas, y la crisis social se agudizara.
Es indiscutible que el éxito o el fracaso, el surgimiento o la caída de cualquier organización, empresa, o sociedad, es algo que está determinado por la calidad del liderato. Les corresponde a los líderes hacer que cualquier organización funcione adecuadamente y con éxito. La verdad sobre este asunto, es que el liderato es una condición perfectamente natural de la vida.
El mundo está formado por dos tipos de personas, “líderes y seguidores”. La humanidad está atada a la búsqueda del progreso, y este depende del liderato. Por tanto, cobra gran importancia el proceso de selección de líderes que garantice un autentico progreso.
Ha quedado atrás la era industrial, y hemos entrado a la era del conocimiento, donde la economía mundial gira entorno a este. Debemos tener cuidado de no solo dejarnos llevar por el cúmulo de conocimientos, sin que estos se ejerzan desde una base sólida fundamentada en las virtudes y valores.
Los profesionales que demanda la sociedad, deben tener la característica de estar informados y formados en dos áreas vitales; el conocimiento y en valores, dirigidos por una recta conciencia y voluntad férrea de hacer el bien, con alta sensibilidad social, y comprometidos en el amor.
Por tal razón, si queremos que nuestra sociedad cambie, debe crearse un serio proyecto educativo integral, y contar con la infraestructura necesaria para realizarlo, para lograr que los profesionales se formen como líderes de servicio, capaces de contribuir al progreso de la humanidad.
Ante el evidente deterioro creciente de la sociedad, urge que tanto el sector público como privado, establezcan procedimientos que aseguren una adecuada selección de personas con características de liderazgo positivo, para desempeñar funciones se servicio público, sobre todo en nombramientos trascendentes en todos los niveles de la política y de profesionales para la iniciativa privada.
Esto viene a ser una propuesta de mejora social para tener una sociedad más justa, mas convivible, donde las personas se valoren como lo que son, se respete y promueva la dignidad humana, se entienda para lo que fuimos creados, y asumamos con alegría la vocación de servicio por amor. Al final seremos mejores personas, contribuyendo esto a nuestra realización y felicidad.