APROXIMACIONES CONCEPTUALES A LAS TÉCNICAS PARA RECOLECCIÓN Y ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN EN LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA
De acuerdo con lo expresado por (Corbetta, 2007), la investigación cualitativa puede distinguirse claramente del modelo cuantitativo, al observar las diferencias que existen en las siguientes dimensiones de la investigación: su diseño, obtención de la información, análisis de los datos y producción de resultados. Dentro de este orden de ideas y alineados con los ejes temáticos a desarrollar sugeridos por la docente del Seminario Avanzado Diseño de Investigaciones en Gerencia II, a continuación se presentarán los aspectos fundamentales de las técnicas utilizadas por el investigador cualitativo, para la recolección de información y análisis de los datos en su quehacer científico.
En primer lugar es conveniente señalar que la recolección de información, es la técnica que emplea el investigador para obtener la información que le permitirá comprender el fenómeno estudiado. En el caso del investigador cualitativo, éste procura ejecutar estas actividades en el mismo lugar donde los participantes experimentan dicho fenómeno ya que les permite observar el comportamiento y realizar entrevistas a los participantes para conocer sus puntos de vista e interpretar las experiencias vividas en carne propia con la finalidad de comprender a profundidad lo estudiado.
En segundo lugar con relación al análisis de los datos, tenemos que son las técnicas que emplea el investigador, para descubrir la realidad que encierran los datos recolectados. En el modelo cualitativo, los investigadores realizan éste proceso de análisis utilizando el método inductivo, que les permite generar teorías a partir de los datos aportados por los seres humanos, quienes con su inteligencia pueden percibir la realidad que los rodea.
Técnicas para la Recolección de Información en la Investigación Cualitativa
Antes de profundizar en la temática, precisemos la reflexión de (Corbetta, op. cit.), al expresar que existen: “tres acciones básicas que el hombre utiliza para analizar la realidad social que lo rodea: observar, preguntar y leer” (p. 302). La anterior premisa le permite a (Corbetta, op. cit.), considerar que: “las técnicas de recopilación de datos de la investigación cualitativa, se pueden agrupar en tres grandes categorías, basadas respectivamente en la observación directa, las entrevistas en profundidad y el uso de documentos” (p. 302). Así pues que, atendiendo esta recomendación se procederá a destacar los puntos cardinales de estas tres categorías, para intentar una aproximación metodológica al porqué a través de ellas, el investigador cualitativo puede obtener los datos e información necesaria en el desarrollo de su trabajo.
Observación Directa
Algunos autores coinciden en afirmar, que la observación es y ha sido, un eje esencial en los procesos de construcción del conocimiento. Esta tesis contiene muchos factores de sustento ya que por ejemplo, desde temprana edad aprendemos a reconocer el mundo que nos rodea a través de este sentido humano, aunque debe diferenciarse el significado de observación y observación participante. Al respecto (Corbetta, op. cit.), destaca la diferencia al expresar: “la primera indica la técnica para la recopilación de datos sobre comportamiento no verbal, mientras que la segunda hace referencia a algo más que una mera observación e incluye la intervención directa del investigador en el objeto estudiado” (p. 304).
Dentro de este marco, tenemos algunas de las conceptualizaciones del método de observación participante. En primer lugar (Marshall y Rossman, 1989, citado por Kawulich, 2005), quienes expresan: es «la descripción sistemática de eventos, comportamientos y artefactos en el escenario social elegido para ser estudiado» (p. 1). También está la de (DeWALT & DeWALT, 2002, citado por Kawulich, op. cit.): “es el proceso que faculta a los investigadores a aprender acerca de las actividades de las personas en estudio en el escenario natural a través de la observación y participando en sus actividades…” (p. 2). Por último, (Corbetta, op. cit.) señala:
Podemos definir la observación participante, como una técnica en la que el investigador se adentra en un grupo social determinado: a) de forma directa; b) durante un periodo de tiempo relativamente largo; c) en su medio natural; d) estableciendo una interacción personal con sus miembros y e) para describir sus acciones y comprender mediante un proceso de identificación, sus motivaciones (p. 305)
Esta última definición pareciera que encierra todos los factores que deben estar presentes en una observación de carácter científico ya que el rol que desempeña el observador cualitativo es decisivo para lograr el éxito de este método, considerando lo siguiente: recopila los datos por sí mismo al observar el comportamiento de los participantes; esta actividad se desarrolla en el lugar donde se observa el fenómeno en estudio y de acuerdo a su habilidad y tiempo de contacto con los participantes, logra insertarse en la dinámica social que investiga, para posteriormente poder comprender e interpretar la realidad que viven los participantes.
Ahora bien, con relación al origen de la observación participante como método, (DeWALT & DeWALT, 2002, citado por Kawulich, op. cit.), se remontan al año 1879 cuando el investigador Frank Hamilton Cushing a cargo de un trabajo en el campo de la etnología, logró insertarse durante cuatro años y medio en la comunidad indígena norteamericana llamada “Zuni” para observar y comprender su comportamiento. Durante ese tiempo, Cushing logró aprender su idioma y participar en sus costumbres.
De las generalizaciones anteriores, se evidencia la importancia que tiene la correcta implementación de la técnica de observación participante cuando se ha decidido emplearla. En este sentido, el investigador debe estar preparado para saber que va a observar, ya que todo no puede ser observado. Al respecto (Corbetta, op. cit.), propone resaltar algunos posibles objetos de observación:
- El contexto físico, relacionado al ambiente físico donde se desarrolla el fenómeno estudiado.
- El contexto social, es decir el ambiente humano, identificando las características principales de la población, su historia y cualquier actividad que se realice en esa comunidad.
- Las interacciones formales, aquellas que ocurren en las instituciones y organizaciones donde existen funciones y vínculos prefijados.
- Las interacciones informales, concebidas en el quehacer cotidiano de la sociedad que generan múltiples interacciones físicas y formas de comprender la realidad.
- Las interpretaciones de los actores sociales, ya que los mismos son sujetos activos que comprenden e interpretan la realidad social que los rodea.
Así pues que, otro de los aspectos decisivos a la hora de explotar la técnica de observación participante está asociado al rol que debe desempeñar el investigador cualitativo, durante el desarrollo de su trabajo. En este contexto se traen a colación dos perspectivas las cuales deben tomarse en cuenta por el investigador.
La primera, relacionada a las posturas del observador, tesis propuesta por Junker (1960), citado por (Alvarez-Gayou, 2005), quien dividió el observador en cuatro categorías:
- Observador completo. En esta categoría los participantes no advierten la presencia del observador bien sea porque éste está oculto o porque la misma dinámica que se desarrolla, los participantes no notan su presencia.
- Observador como participante. En este caso, el investigador participa en la dinámica social pero no es un miembro del grupo, ya que sólo se muestra interesado en realizar la observación.
- Participante como observador. Aquí el observador se vincula mucho más con el grupo que observa y el grupo está consciente con la actividad de investigación.
- Participante completo. En esta categoría, el investigador es un miembro más del grupo estudiado, pero oculta su rol de observador para evitar interrupciones.
Finalmente, la segunda perspectiva está relacionada con el registro de la observación, ya que una cosa es observar un evento y la otra es registrarlo. Este hecho puede significar introducir errores en la investigación, producto entre otros, por una descripción errónea del comportamiento observado o por ocasionar cambios en el entorno observado producto de su estudio. Es por ello que (Corbetta, op. cit.), plantea que el registro debe contemplar lo siguiente:
¿Cuándo debe realizarse ese registro? Lo antes posible. ¿Qué debe registrarse? Descripción de hechos, interpretaciones del investigador e interpretaciones de los sujetos estudiados. ¿Cómo debe registrarse? Aplicando los criterios de la distinción (entre descripción e interpretación del investigador y de los sujetos) y la fidelidad (al reproducir comentarios de los sujetos, puntos de vista, etc.). (p. 340)
Entrevistas en Profundidad
Antes de explicar el método de la entrevista en profundidad, se debe abordar la temática de la entrevista en el ámbito de la investigación cualitativa, considerando por supuesto, el hecho incuestionable que el mismo ocurre a través del uso del lenguaje, cuya universalidad es innegable en cualquier esfera de ámbito social. No obstante, al igual que el método de observación participante, no es lo mismo conversar con alguien de forma espontánea, que iniciar un proceso controlado y sistemático de recolección de información a través de pautas metodológicas y procedimentales.
Dentro de este orden de ideas, revisemos algunas definiciones de éste método. (Schwartz y Jacobs, 1984, citados por López y Deslauriers, 2011) expresan: “En esta interrelación, se reconstruye la realidad de un grupo y los entrevistados son fuentes de información general, en donde hablan en nombre de gente distinta proporcionando datos acerca de los procesos sociales y las convenciones culturales” (p. 2). Para (Grawitz y otros, 1984, citado por López y Deslauriers, op. cit.), consideran que la entrevista: “se define como la conversación de dos o más personas en un lugar determinado para tratar un asunto. Técnicamente es un método de investigación científica que utiliza la comunicación verbal para recoger informaciones en relación con una determinada finalidad” (p. 3). Por su parte (Corbetta, op. cit.), define la entrevista cualitativa:
“como una conversación: a) provocada por el entrevistador; b) realizada a sujetos seleccionados a partir de un plan de investigación; c) en un número considerable; d) que tiene una finalidad de tipo cognitivo; e) guiada por el entrevistador y f) con un esquema de preguntas flexible y no estandarizado” (p. 344).
Así se ha calificado esta técnica cualitativa, pero veamos cual es su origen. (Fontana y Frey, 2005 citado por Vargas, 2012), consideran: “el uso de la entrevista se inicia desde la época ancestral egipcia cuando se conducían censos poblacionales” (p. 121). También (Lucca y Berríos, 2003 citado por Vargas, op. cit.): “señalan que no es sino a partir del siglo XIX cuando se comenzó a documentar el uso de la estrategia de la entrevista en la recopilación de información para usos de investigación” (p. 121). Sin embargo, lo cierto es que ha sido durante el siglo XX y lo que va del XXI, cuando esta técnica ha tenido un amplio auge, producto del impulso sostenido que ha tenido la investigación cualitativa.
Ahora bien, precisemos algunos aspectos relevantes de esta técnica, como lo son los diferentes tipos de entrevistas cualitativas. Aquí se adoptará la clasificación realizada por (Corbetta, op. cit.), quién considera tres tipos: Estructuradas; Semiestructuradas y No estructuradas. Pasemos a señalar cuales son los puntos cardinales de cada una.
Estructuradas
En esta clasificación, aunque el entrevistado tiene la libertad de contestar como desee, la formulación de las preguntas definidas previamente, son planteadas de igual forma para todos los participantes y en el mismo orden, lo cual manifiesta algún tipo de rigidez en la dinámica. Es un cuestionario de preguntas abiertas.
Semiestructuradas
Aquí el investigador utiliza un guión que contiene los tópicos a tratar durante la entrevista, pudiendo disponer el orden de los temas, secuencia y forma de realizar las preguntas y decidir en cual tema profundizará. Se diferencia de la clasificación anterior entre otros aspectos, porque las preguntas no están definidas de antemano, aunque sí lo está el contenido de la entrevista.
No Estructuradas
En este caso, el entrevistador aborda algunos temas determinados de la forma que considere más apropiada y puede tratar unos temas con algunos entrevistados y otros temas diferentes con otros, considerando que algunos participantes pueden aportar información en algunos temas y en otros no.
Es conveniente señalar, que para lograr el éxito con esta técnica, el investigador cualitativo debe decidir cual categoría debe elegir, dependiendo del fenómeno estudiado o del objetivo que se desea alcanzar en la investigación, incluso influye en esta decisión, la cantidad de participantes o de entrevistadores asociados al trabajo. Aprovechando este aspecto relacionado al investigador, conviene expresar que la dinámica que se produce entre el entrevistador y el entrevistado, no es una actividad fácil. En este sentido, (Corbetta, op. cit.), formula las siguientes sugerencias a los entrevistadores:
- Explicaciones preliminares. Es el acercamiento inicial para explicarle al participante de que se trata el procedimiento y que se espera de él.
- Preguntas primarias y secundarias. Las cuales permiten al entrevistador, introducirse en el tema (primarias) y profundizar en el mismo (secundarias).
- Preguntas exploratorias. Es la fórmula que utiliza el entrevistador (estímulos, preguntas, pausas, etc.), para llegar más allá de las respuestas del entrevistado, es decir, intentar conocer las opiniones reales del entrevistado.
- El lenguaje. Se relaciona con la claridad con que se plantean los instrumentos o preguntas al entrevistado. Permite una buena comunicación entre el entrevistador y el entrevistado.
- Papel del entrevistador. Es fundamental para lograr el éxito del trabajo, ya que debe impulsar constantemente el entrevistado, para que éste colabore con la entrevista pero no debe ser tan agresivo como para influir en las respuestas y opiniones del entrevistado. Debe procurar una relación dinámica.
A propósito de éste último aspecto relacionado con el entrevistador, a continuación se presentan algunas recomendaciones que debe poseer un buen entrevistador:
- Poseer suficiente conocimiento de los temas que aborda en la entrevista.
- Formular las preguntas de forma clara y sencilla utilizando un lenguaje comprensible.
- Saber escuchar e inspirar confianza con el entrevistado.
- Explotar al máximo el conocimiento y la experiencia del entrevistado, ayudándolo a expresar sus opiniones sin forzar sus respuestas.
- Aunque él es quien dirige el proceso, no imponerse ante la forma de pensar y las opiniones del entrevistado.
- Desarrollar la capacidad interpretativa para poder comprender y explicar los fenómenos estudiados.
- Ayudarse en la entrevista con los instrumentos adecuados para tal fin como por ejemplo: grabador, video cámara, etc. lo cual le permitirá concentrarse completamente al no descuidarse mientras realiza el registro.
Uso de Documentos
Finalmente se plantea la técnica documental para recolección de información en la investigación cualitativa, porque es fundamental conocer los múltiples documentos de diversa índole, que han generado y se continúan generando en la humanidad a través de las instituciones o en el ámbito individual de los seres humanos.
(Corbetta, op. cit.): “Un documento es un material informativo sobre un determinado fenómeno social que existe con independencia del investigador” (p. 376). De allí la importancia que tiene, ya que además de ayudarnos en la construcción de nuestro marco teórico referencial de la investigación, nos permiten conocer diversos aspectos históricos, contextuales (demográficos, cronológicos, etc.), normativos y otros, ya que los documentos son concebidos como consecuencia de los múltiples y complejos procesos sociales que ocurren en la humanidad y no pensando en el desarrollo de una investigación.
Por ejemplo, la gran cantidad de comunicaciones diplomáticas enviadas de una nación a otra desde tiempos remotos, hoy día le permiten al investigador cualitativo, revisar sus implicaciones e innumerables interpretaciones para intentar la comprensión de algún proceso socio-histórico. Siguiendo la secuencia teórica propuesta por Corbetta, se puede afirmar que en lo que respecta a la titularidad de los documentos, pudieran resumirse en dos grandes conjuntos: Personales e institucionales.
Documentos personales
Esta clasificación de documentos juega un papel decisivo en la investigación social ya que permiten conocer y comprender cuales eran (si se habla de procesos históricos), las motivaciones o formas de pensar de las personas que los escribieron y más aún, si no se puede acceder a ellos (porque fallecieron), a través de otra técnica como la entrevista. Esta categoría documental se subdivide en: autobiografías, diarios, cartas, testimonios orales. Esta última se subdivide a su vez en: testimonios de vida e historia oral.
En resumidas cuentas, el estudio de documentos personales, permiten al investigador tener una visión cronológica del contexto en el cual se desenvuelve la temática así como también, la posibilidad de conocer detalles únicos y privados sobre algún aspecto personal del autor o de alguna persona o hecho allí referenciado.
La importancia de esta categoría documental puede evidenciarse personalmente, cuando leí un libro titulado: “Lavado de Dinero. La vida de un abogado ligado al crimen organizado”. En esta evidencia documental su autor Kenneth Rijock, Abogado norteamericano, narra su vida personal que consistía básicamente en diseñar, planificar y ejecutar actividades ilícitas relacionadas con los delitos financieros. Rijock explica con todo detalle, las diversas tipologías delictivas para crear compañías falsas en Islas del Caribe, con capitales provenientes del narcotráfico que luego son legitimados. Toda esta información fue de mucha ayuda para un trabajo de investigación que para ese momento me encontraba desarrollando.
Documentos institucionales
En esta categoría, se observan los documentos por la institucionalidad de una nación o de cualquier individualidad trabajando en funciones institucionales, que a diferencia de los documentos personales, estos son de naturaleza pública. Una clasificación de este tipo de documentos puede ser: medios de comunicación, narrativa, textos pedagógicos, cuentos populares, material judicial, documentos políticos, empresariales, administrativos y huellas físicas.
En atención a lo expuesto, creo que es evidente que todo acto institucional deja alguna huella documental, sencillamente porque es una actividad humana que opera en forma organizada, además los estudios socio-históricos de la humanidad, han demostrado que desde hace mucho tiempo esta práctica es utilizada. Por ejemplo, quién puede negar la importancia que tiene para un investigador cualitativo, poder analizar los estudios demográficos, material artístico/cultural o jurídico de cualquier grupo social, lo cual permitiría conocer cuáles cual es la metodología institucional para atender las situaciones que se le presenten.
Técnicas para el análisis de la información cualitativa
Luego de haber culminado la fase de recolección de datos, el investigador cualitativo debe darle sentido a todo ese bagaje de información que los participantes han proporcionado, a través de las técnicas e instrumentos seleccionados y por supuesto, habiéndose realizado a través de la coherencia paradigmática requerida. Dicho de otro modo, toda esa información por sí sola no dirá nada hasta que sea procesada. Al respecto, (Mayz, 2009), expresa: El “proceso cualitativo de análisis de los datos e interpretación de los resultados, constituye uno de los momentos más relevantes, por no decir “el más importante” del proceso de investigación” (p. 57).
Ahora bien, conozcamos una definición de análisis de datos aportada por (Rodríguez, Gil y García, 1996, citado por Mayz, op. cit.):
[es]…un conjunto de manipulaciones, transformaciones, operaciones, reflexiones, comprobaciones que realizamos… con el fin de extraer significados relevantes en relación con un problema de investigación… [y se lleva] a cabo generalmente preservando su naturaleza textual, poniendo en práctica tareas de categorización y sin recurrir a las técnicas estadísticas (p. 58)
Dentro de esta perspectiva y alineados con algunos autores, a continuación se caracterizarán los principales factores que intervienen para construir un acertado análisis cualitativo de los datos. Estos factores son: categorización, codificación, teorización y triangulación.
Categorización
(Osses, Sánchez e Ibáñez, 2006), consideran que: “La categorización hace posible clasificar conceptualmente las unidades que son cubiertas por un mismo tópico”. (p. 123). En otras palabras, el investigador debe categorizar los datos, identificando, clasificando y organizando conceptualmente los mismos, con la finalidad de poder delimitar partes y posteriormente, conocer las interrelaciones que puedan existir entre estas partes y el fenómeno estudiado. El fin último es lograr la máxima comprensión de la realidad estudiada. En este sentido (Mejía, 2011), propone tres criterios de categorización: inductiva, deductiva e inductiva-deductiva. A continuación algunos aspectos esenciales de cada una:
- Criterio Inductivo. En esta clasificación las unidades temáticas no surgen de una estructura teórica restrictiva sobre los datos. Se van construyendo con el avance del examen sucesivo que se realiza a los datos recolectados. Al respecto (Mejía, op. cit.), concluye: “La estrategia de codificación inductiva genera un sistema de categorización que es resultado del proceso intrínseco del mismo análisis de los datos cualitativos” (p. 54).
- Criterio Deductivo. En esta caracterización, las categorías provienen de un marco teórico definido previamente, es decir se deducen de una teoría.
- Criterio Inductivo-Deductivo. En este caso, se trata de una combinación de los dos criterios anteriores, cuya metodología permite el planteamiento de unas categorías generales, provenientes de un marco teórico y posteriormente, ir a categorías más específicas, a partir de la indagación de la información recolectada.
Codificación
Luego que el investigador cualitativo ha realizado la categorización, con base en la fundamentación de su criterio, se procede al proceso de asignación de un signo, una marca o símbolo a cada categoría establecida, con la finalidad de identificar cada categoría. Al respecto (Osses, Sánchez e Ibáñez, op. cit.), consideran que la codificación es:
La operación concreta por la que se asigna a cada unidad un indicativo (código) propio de la categoría en la que se considera incluida. Los códigos, que representan a las categorías, consisten, por tanto, en marcas que añadimos a las unidades de datos, para indicar la categoría a que pertenecen. Estas marcas pueden tener un carácter numérico o visual (colores), haciendo corresponder cada número o color con una categoría concreta, aunque es más frecuente utilizar palabras o abreviaturas de palabras con las que se han etiquetado las categorías. (p. 123)
En el marco del análisis de los datos recolectados en la investigación cualitativa, el método de categorización y codificación resulta esencial, porque es el inicio del proceso de transformación de un conjuntos de “datos en bruto” a una información ordenada, clasificada y lista para ser estudiada por el investigador, de acuerdo al modelo metodológico seleccionado.
Teorización
Es incuestionable el hecho que, lo más esperado por la ciencia es la construcción de formulados conceptuales y explicativos, a partir del estudio y comprensión de los fenómenos, hechos y múltiples relaciones que existen en la dimensión humana. Por consiguiente, la investigación cualitativa surge como diseño de investigación emergente, que no emplea rígidos esquemas iniciales de trabajo, ya que el investigador puede ir adaptando algunas fases del proceso, a medida que vaya profundizando en la compleja e intrincada red de interrelaciones y meta relaciones que se desarrollan entre los seres humanos.
Es así como surge una especial peculiaridad en el análisis que realiza el investigador cualitativo, que le permitirá la construcción de modelos teóricos a partir de la comprensión y explicación de las experiencias vividas por el hombre en su cotidianidad, lo cual requiere un abordaje sistémico y con un profundo sentido de introspección. Esta característica es la interpretación.
Se plantea entonces que la perspectiva interpretativa del modelo cualitativo, constituye un momento hermenéutico en la investigación, que posibilita el desarrollo de esquemas comparativos entre la información recolectada en la investigación cualitativa y los conceptos y teorías establecidas por las ciencias sociales. Es así como finalmente la formulación teórica, es forjada a partir de una ecuación donde intervienen la realidad estudiada y su comparación con los logros alcanzados por el conocimiento.
De las generalizaciones anteriores, existe suficiente comprobación teórica como la formulada por los sociólogos Barney Glaser y Anselm Strauss, quienes desarrollaron su Teoría Fundamentada en los años sesenta, donde se establece la posibilidad de creación de teoría, a través de la interacción entre investigador y los datos, considerando los siguientes elementos principales: codificación y categorización de los datos, el método de comparación constante entre las categorías y el muestreo teórico.
Triangulación
Esta técnica permite al investigador, comprobar la validez y confiabilidad de la investigación, al evidenciar que las tendencias observadas de los datos recolectados, se mantiene en el mismo sentido a pesar de utilizar otras fuentes de información, instrumentos o técnicas. En este sentido (Mayz, op. cit.), expresa: “como un proceso complementario del proceso de categorización y constituye un modo de yuxtaponer los diferentes puntos de vista que cada actor o sujeto percibe del fenómeno en estudio, así como cualquier información que se obtenga por diferentes medios” (p. 61).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Álvarez-Gayou, J. L. (2005). Cómo hacer investigación cualitativa. Fundamentos y metodología. Métodos básicos. Ed. Paidós. México.
- Corbetta, P. (2007). Metodología y Técnicas de Investigación Social. Ed. McGraw-HILL/Interamericana de España, S.A. España.
- Kawulich, B. (2005). La observación participante como método de recolección de datos. Forum: Qualitative Social Research. Volumen 6, No. 2, Art. 43. [Artículo en Línea]. Disponible: https://docs.google.com/document/d/1tu1LWqiowuggVyjphLi5MOAzvz5QaV3nEfx1GLZ3e2g/edit [Consulta: 2014, julio 11].
- López, R., Deslauriers, J. (2011). La entrevista cualitativa como técnica para la investigación en trabajo social. Margen: revista de trabajo social y ciencias sociales (61) [Artículo en Línea]. Disponible: http://www.margen.org/suscri/margen61/lopez.pdf [Consulta: 2014, julio 12].
- Mayz, C. (2009). ¿Cómo desarrollar, de una manera comprensiva, el análisis cualitativo de los datos? EDUCERE. Artículos arbitrados. Año 13, Nº 44, p. 55-66 [Artículo en Línea]. Disponible: http://www.redalyc.org/pdf/356/35614571007.pdf [Consulta: 2014, julio 13].
- Mejía, J. (2011). Problemas centrales del análisis de datos cualitativos. Revista Latinoamericana de Metodología de la Investigación Social. Nº 1. Año 1. Argentina. pp. 47-60.
- Osses, S., Sanchez, I., Ibañez, F. (2006). Investigación cualitativa en educación: hacia la generación de teoría a través del proceso analítico. Estudios Pedagógicos (Valdivia), vol. XXXII, núm. 1, pp. 119-133. [Artículo en Línea]. Disponible: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=173514132007 . [Consulta: 2014, julio 14].
- Vargas, I. (2012). La entrevista en la investigación cualitativa: Nuevas tendencias y retos. Revista Calidad de la Educación Superior. Volumen 3, número 1, pp. 119 – 139 [Artículo en Línea]. Disponible: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3945773 [Consulta: 2014, julio 13].