El rol de las PYMES en la recuperación de la recesión económica una mirada Argentina

1. INTRODUCCION

Compartimos casi uniformemente que cuando hacemos referencia a pequeñas y medianas empresas (pymes), implícitamente nos referimos a aquellas organizaciones cuyo objetivo primario es el lucro. Es decir, no está en discusión que es un ente conformado por personas que, con un conjunto de recursos, se dan una forma de organización cuyo fin es insertarse en un sistema contenedor, con el propósito de obtener un lucro.

También compartimos que este tipo de empresas se enfrenta, además, con el desafío del crecimiento. Por ello, se considera que es necesaria una política pública que fomente y defienda este tipo de empresa, desde sus inicios hasta que alcance el suficiente grado de madurez que le permita prescindir de todo tratamiento diferencial. La contribución de las pymes al crecimiento económico es reconocida tanto en los países industrializados como en vías de desarrollo.

Igualmente compartimos que, desde las décadas de los 80/90, existe en Argentina (y en Latinoamérica) un importante esfuerzo público y privado en apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresa. En los presupuestos federales y estaduales, en el capítulo Desarrollo de la Economía se preven recursos en apoyo a las empresas que nos ocupan.

En consecuencia, es válido interrogarnos qué ha cambiado en estos 20/25 años de fomento.

Qué transformaciones estructurales produjeron, que se vean reflejadas en una mejor calidad de vida. En otros términos, consideramos válido interrogarnos sobre la efectividad de estos esfuerzos.

2. HACIA EL CONCEPTO DE PYMES

Abundante literatura argentina y universal conceptualiza a las pequeñas y medianas empresas. Cada intento de definición utiliza sus propias variables de análisis, lo que en la realidad provoca una falta de uniformidad de los estudios realizados, conllevando la imposibilidad de delimitar con precisión el ‘’fenómeno pyme’’ y en especial las características que diferencian una micro, de una pequeña, de una mediana o de una gran empresa.

La diversidad de objetivos que persiguen los diferentes estudios y las políticas públicas (federales, estatales y locales) justifican esta falta de uniformidad. No obstante ello, creemos que existen algunos criterios y variables comunes, aunque varíen en sus rangos y/o indicadores.

Así nos encontramos con la utilización de criterios cuantitativos y cualitativos, e incluso alguna combinación de ellos.

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a. Aspectos Cuantitativos

Este criterio es predominante, casi exclusivo, en las definiciones de políticas públicas. El intento de lograr mayor objetividad justifica su utilización en el diseño de las mismas.

En cuanto a las investigaciones, éstas se ven favorecidas con el criterio cuantitativo, en especial cuando el análisis es eminentemente económico.

Esta realidad se da en Argentina como en el resto de Latinoamérica y en países desarrollados.

Las variables utilizadas, en general son tres: las ventas, el personal empleado y los activos.

Numerosos autores consideran las ventas como la variable más relevante, ya que la tecnología de punta puede permitir a una empresa contar con un pequeño número de empleados.

Otros consideran que, en realidad, la amplia mayoría de las pymes no tiene acceso a esas tecnologías y que no existe información precisa (o resulta ser dudosa) sobre los montos de ventas. Por lo tanto, estiman que la variable número de empleados es la más indicada.

La ley argentina nº 25.300 (de acuerdo a los montos ajustados por la Resolución 675/2002 SSEPYMEyDR), considerando el valor máximo de ventas anuales, clasifica a micro, pequeñas y medianas empresas según la siguiente discriminación por sector

Estos parámetros, utilizados en varios programas públicos, no son aplicados uniformemente. Por ejemplo, para la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), para acceder al régimen especial de monotributo, las empresas no deben superar ninguno de los máximos fijados de: ventas anuales, número de empleados, Kw consumidos y metros cuadrados cubiertos, estableciendo diversos topes que determinan categorías y niveles de pagos mensuales de impuestos.

La utilización mayoritaria de criterios cuantitativos no es exclusiva de Argentina. Según Arnaiz (2005) Brasil utiliza montos de ventas, México el número de empleados, la propuesta del Mercosur es de ambos, al igual que Chile, aunque su Corporación de Fomento de la Producción utiliza sólo el de empleo1.

b. Aspectos cualitativos

Como se comentó en el parágrafo anterior, los programas públicos no consideran (salvo alguna excepcionalidad muy puntual) estos aspectos.

Especialmente en los últimos cinco años en las investigaciones ha comenzado a utilizarse criterios cualitativos para definir a las pymes. El inconveniente que se nos presenta es que aún no existen estudios abarcativos de la realidad nacional, que es muy compleja y dispar, con grandes asimetrías. Los realizados se refieren a zonas muy delimitadas geográficamente.

No obstante ello, encontramos algunas variables que pueden utilizarse uniformemente, tales como:

  • Relación entre propiedad y gestión
  • Responsabilidad patrimonial en el éxito o fracaso (figura jurídica)
  • Estilo de dirección y planificación
  • Tecnología de gestión
  • Estructura
  • Utilización de mano de obra calificada
  • Dependencia de proveedores

Sin embargo, queda pendiente la necesidad de precisar sus significados, sus dimensiones (o subvariables) e indicadores.

Como comprobamos, hay un menor desarrollo de los criterios cualitativos (con respecto a los cuantitativos), que será necesario encarar para abordar la fenomenología pyme.

c. Incidencia de las pymes

Con fuente en la Agencia de la pequeña empresa (SBA) de Estados Unidos, Arnaiz (2005) expresa que en este país dos de cada tres empleos están siendo generados por las pymes, absorbiendo el 56% de los puestos de trabajo. La trascendencia de estos guarismos la indican los parámetros que utilizan para considerar pyme (valores que debemos relacionar con el PBI). Veamos algunos ejemplos: Servicios: ventas hasta 2,5 y 21 millones, según el servicio que se provea (Argentina hasta 7,2 millones); Ventas minoristas: ventas hasta 2,5 y 21 millones según el producto (Argentina hasta 28,8 millones); Construcción pesada: ventas máximas de 13,5 a 17 millones, según tipo, mientras la Construcción comercial especial: no puede exceder de los 7 millones.

También nos señala la importancia de las pymes en Japón, donde participan con el 74% del empleo, con el 52% de la producción manufacturera y un 25% de las exportaciones, considerándose pequeña hasta 20 trabajadores y mediana empresa la que ocupa menos de 300 o una capitalización menor a los 100 millones de yenes.

En Brasil, el 99% de los 4,1 millones de empresas formales son pymes, producen el 23% del PBI y emplean al 44% de la mano de obra. En México (1999) el 99,7% son mipymes generando el 42% del PBI y absorbiendo el 64% del empleo. En Chile (2001) también representan el 99% de las empresas. En Argentina han tenido una participación histórica de alrededor del 45% del PBI y del 65% del empleo, con una representación similar a las anteriores.

Según Ascúa (2005) en Alemania más del 99% de las empresas se hallan ubicadas en el rango que comprende a las pymes, aportando casi el 50% del valor agregado bruto y representan el 70% del empleo, en consecuencia hay un natural incentivo a invertir en capital humano para contar con recursos calificados y actualizados. El esfuerzo que las pymes alemanas dedican a la formación y entrenamiento queda demostrado al registrar el sector el 82% del total de puestos para prácticas de estudiantes (pasantías) para el período 1999-2003. Esta conjunción de esfuerzos con la educación también se manifiesta en la relación aprendices / total de empleados. Para las pymes los pasantes representan el 7% del total, mientras en las grandes empresas el 5,5%

Otras de las características que resalta el estudio son: la completa identificación entre propietarios y el management de la empresa (muy pocas pymes adquieren la figura jurídica de sociedad por acciones), la identidad del propietario y la responsabilidad personal en las actividades de la empresa, la 3 ARNAIZ, María del Carmen. Ob.Cit. Pág. 20/25 identidad del propietario y su responsabilidad contractual ante el financiamiento empresarial, responsabilidad patrimonial del empresario, relación personal entre el empresario y sus empleados, independencia o pertenencia a un grupo empresario controlante. La fuerte vinculación entre la conducta de la pyme y la de sus propietarios, influye en su comportamiento en el mercado y determina la importancia socio-política de las pymes alemanas.

Finalmente expresa que la concepción alemana crea un importante ‘’valor social’’ que no puede ser adecuadamente expresado en términos económicos o cuantitativos. Pero que a pesar de la importancia señalada, hay coincidencia de que las pymes están relegadas al momento de la discusión socio-política4.

d. ¿De qué hablamos cuando hablamos de pymes?, primera parte

Es la reflexión que nos debemos. Es la búsqueda del núcleo del fenómeno. Es la respuesta que nos está faltando para encontrar la explicación a la falta de efectividad de los esfuerzos de promoción y fomento. Es la respuesta que necesitamos para diseñar e implementar políticas públicas que realmente produzcan el impacto necesario para la mejora sustentable de la calidad de vida de la población.

Es necesario, inicialmente, empezar a descubrir al micro y pequeño empresario, que todo lo realiza en persona, que contrata personal y sólo delega tareas operativas, que no administra, solo opera en lo que sabe, que no genera alternativas en sus decisiones, porque carece de conocimientos, informaciones y/o tiempo para elaborarlas. Es un empresario que está solo.

Y cuando la empresa crece, por su intuición, su habilidad para descubrir el negocio, esos dilemas no se resuelven, por el contrario se agravan. Su conducción influye sobre sus trabajadores, sus familias, sus entornos.

3. LA RECUPERACION ECONOMICA ARGENTINA Y LAS PYMES

a. Las pymes al 2002

Para comprender el rol que les cupo a las pymes en la recuperación de la economía argentina, es necesario realizar, al menos, una somera descripción de la situación previa.

Durante los años noventa las economías de América Latina emprendieron procesos de reforma estructural y nuevas orientaciones de política económica. Se liberaron los mercados financieros nacionales, se inició el proceso de apertura comercial, liberalización de las corrientes de capitales y privatización de empresas estatales. Sin embargo los países de la región 4 ASCUA, Rubén. Ob.Cit.quedaron lejos de haber trazado un sendero de crecimiento intenso y sostenido. La realidad demostró que no siempre se logra el crecimiento mediante una apertura comercial (porque dependerá de la forma y el contexto), o con mayores exportaciones (porque estribará del tipo y sus potencialidades para generar encadenamientos dinamizadores del resto de la estructura productiva) o con la IED, inversión extranjera directa (ya que resulta del tipo, de los intereses que persiga y de los sectores donde se instala)5

En Argentina, la propagación neoliberal y la aplicación durante una década de un plan antiinflacionario (convertibilidad) como plan económico, originó que al inicio del presente siglo las pymes se encontrasen en un escenario excesivamente inestable donde predominaba una exorbitante incertidumbre.

Las dificultades concretas que debían enfrentar las desprotegidas pymes eran:

  • Cuatro años consecutivos de recesión
  • Caídas de ventas en proporciones alarmantes
  • Absoluta incapacidad de inversión y modernización
  • Estado con ineficiencia estructural
  • Grandes dificultades para acceder al crédito bancario y comercial (casi excluyente fuente de financiamiento pyme), con endeudamientos insostenibles
  • Fragilidad en la cadena de pagos
  • Condiciones competitivas desfavorables
  • Capacidad instalada ociosa, en los niveles más bajos desde su registro

b. Las pymes al 2005

El cambio de la política económica producido en el 2002, especialmente la salida de la convertibilidad, en un contexto internacional favorable, produjo un reacomodamiento de las variables económicas.

Según la CEPAL el 2005 reflejó nuevamente una expansión. El incremento del PIB fue del 9%, gracias a lo cual el país recuperó con holgura los niveles máximos registrados siete años antes.

Todos los componentes de la demanda mostraron aumentos significativos, en particular, la inversión. La mayor inversión se financió internamente. Se incrementó la incorporación de maquinaria y equipos, en sectores como industrias metálicas, materiales de construcción y productos químicos6. El consumo privado mostró un marcado incremento.

Se observó limitaciones en la oferta en varios sectores (textiles y confecciones, refinerías, fabricación de metales, algunas industrias químicas y metalmecánica6), que en ciertos casos obedeció a la falta de mano de obra calificada7

Si bien aumentaron las importaciones, las exportaciones alcanzaron niveles considerables, logrando un saldo comercial ampliamente positivo. La creación de empleo contribuyó a reducir la elevada tasa de desocupación. Aumentaron los salarios reales.

Las perspectivas para el 2006 apuntan a una prolongación del comportamiento expansivo de la actividad8.

Aunque algunos especialistas prevén un nivel inferior al 2005, el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC), publicó el 20 de abril último que el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), un indicador que se aproxima a la evolución del producto bruto, creció un 9,3% en el primer bimestre del 2006, con respecto a igual período del año anterior. Con estos resultados, la actividad económica acumula 39 meses consecutivos de crecimientos y mantiene el ritmo de avance por encima del 9% que alcanzó el año pasado. Para comprender mejor la magnitud del crecimiento, basta con recordar que según información del FMI, la economía que más creció en el 2005 fue China con el 9,5%. Precisamente, este organismo internacional corrigió su proyección de crecimiento 2006 para Argentina del 4,2% al 7,3%.

Durante el 2006 el crecimiento sigue apuntalado por la industria y la construcción. La actividad manufacturera en febrero/06 subió un 8,6% en relación a febrero/05, con un avance en el primer bimestre del 6,2%. Los sectores de mayor impulso fueron el automotor y todo el complejo dedicado a la producción de materiales de construcción.

Por su parte la construcción mejoró el 18,4% en febrero/06 respecto a igual mes del año pasado. Las exportaciones subieron un 17%9.

Habíamos comentado en párrafos anteriores que en general los sectores que se encuentran más dinámicos están conformados en su mayoría por empresas pymes10. Veamos su participación concreta en el período 2003/2004.

Según declaraciones del Subsecretario de Pymes y Desarrollo Regional, Lic.

Federico Poli, en el XIII Congreso sobre Pymes, realizado en 2004:

  • En los dos últimos años se crearon 2.000.000 de puestos de trabajo, de los cuales el 65% correspondió al sector privado y mayoritariamente por las pymes
  • Existe inversión en Argentina y el incremento se debe casi exclusivamente a las pymes
  • Hay una evidente recuperación económica, que se manifiesta claramente en el interior de nuestro país

El funcionario expresó ‘’Cuando uno mira a las pymes, en términos de inversión, ve que más del 40% de las empresas están invirtiendo. Además, el 63% de los empresarios pymes industriales considera que es un buen momento para realizar inversiones

Respecto a las exportaciones, en 2004 los casi U$S 34.500 millones constituyen un récord histórico, e implican un crecimiento del 17% respecto al año anterior. La dinámica de las exportaciones con mayor valor agregado, representadas por las manufacturas de origen industrial (MOI), muestra durante el primer semestre del año un incremento del 31% respecto de igual período del año anterior. Estas son las exportaciones en las que las Pymes tienen preponderancia y muestran un comportamiento más virtuoso que las exportaciones a nivel general’’.

Por su parte, en el mencionado Congreso, el Coordinador del Area Comercio Exterior de la Ssepyme, Lic. Gustavo Svarzman, entre otras cuestiones resaltó que las pymes generan y representan:

  • 73% del empleo
  • 60% del valor agregado
  • 42 puestos de trabajo por cada millón de dólares exportado, mientras lasgrandes sólo 20 puestos por igual monto.
  • 97% de las empresas (de las cuales 890.000 son micro y pequeñas empresas – mypes)

A su vez, el Director del Instituto de Investigación de la Pyme de la Universidad de Morón, Dr. Horacio Irigoyen, afirmó que:

  • En 2004 aparecieron 1500 nuevos exportadores; las Pymes crecieron 19% mientras las grandes empresas 12%
  • Unas 12.000 pymes justifican 10% de exportaciones argentinas Complementando es importante resaltar que el financiamiento de la inversión en el sector industrial se está realizando mayoritariamente con capital propio.

Con respecto a lo ocurrido en el 2005, el INDEC informa que el aumento de la producción, la utilización de la capacidad instalada en la industria, se ha incrementado de un nivel promedio del 56% en el año 2002 al 65% en el 2003, alcanzando el 70% en el 2004. En el período enero-octubre/2005 el promedio de la utilización de la capacidad instalada fue del 71%

El mismo informe indica que en el año 2005 se han concretado y/o se encuentran en proceso de ejecución inversiones que tienen como objetivo la ampliación de la capacidad instalada en la industria, además de las realizadas para mejora del producto, de la comercialización, reducción de costos e incremento de las exportaciones. Los proyectos de inversión en la industria, si bien tienen características muy diferentes según los rubros y son de distinta envergadura, abarcan un amplio conjunto de actividades. La difusión de los proyectos de inversión se ve beneficiada por el crecimiento de un amplio conjunto de pymes en los últimos años11 (las negritas son nuestras)

c. Las pymes y su impacto económico

Las cifras indicadas nos muestran claramente que el rápido proceso de recuperación de la economía argentina, fue posible gracias a que aún persistía un número importante de pequeñas y medianas empresas, que lograron sobrevivir a la década del 90, lo que les generó un training especial y que se distinguían por sus dinámica de adaptación, de aprovechamiento de su capacidad ociosa y voluntad de reinversión en sus actividades principales.

La intuición siguió siendo el principal motor de los negocios.

Investigaciones realizadas permitieron detectar dos tipos de empresas con las características señaladas y sobre las cuales, podemos inducir, se apoyó la reactivación.

El grupo mayoritario está conformado por las que podemos denominar empresas reactivas cuyas particularidades son: el principal directivo posee poca instrucción en materia de gerenciamiento y comercialización, los empleados y colaboradores directos se hallan dentro del grupo familiar, no poseen una clara definición de funciones y responsabilidades, la capacitación que reciben mayoritariamente es operativa y de producción, evalúan la gestión en relación a las ventas a los actuales clientes, el mantenimiento de los costos y la actualización de la maquinaria. El horizonte en la gestión es el corto plazo. Estas empresas dependen fundamentalmente de las condiciones del contexto. Su capacidad de adaptación y reacción les permite aprovechar rápidamente las nuevas oportunidades, pero no generan fuertes cambios e impactos en su entorno cuando éste es negativo o no tan favorable.

El grupo minoritario formado por empresas proactivas (las denominamos así para diferenciarlas de las anteriores), con estrategias implícitas, poco compartidas, planeación no formal pero con un horizonte de mediano plazo, con objetivos claros, el espacio para el análisis y la reflexión va tomando su lugar, reciben algún tipo de asesoramiento además de los tradicionales impositivo y legal, indagan nuevas oportunidades sin apartarse del negocio principal y buscan reducir la incertidumbre12.

La clasificación realizada nos parece imprescindible, si pensamos en el largo plazo y con propósitos que superen la recuperación económica.

4. ¿RECUPERACION O DESARROLLO?

Consideramos que es ampliamente aceptado el rol que les correspondió a las pymes en la recuperación argentina. El interrogante que se nos plantea ahora es si esa recuperación es sostenible en el tiempo y en términos socioeconómicos si es sustentable para iniciar un proceso de desarrollo integral, que se vea manifestado en una mejora continua de la calidad de vida.

Tal vez sea necesario analizar qué entendemos por crecimiento y qué por desarrollo, y cuál sería el rol de las pymes en ellos.

a. Crecimiento

I) Aproximación conceptual

Por crecimiento entendemos al mejoramiento cuantitativo de una realidad, sin que existan significativas modificaciones estructurales. Es decir, el crecimiento provoca un aumento en la actividad, pero el perfil de la economía no es modificado sustancialmente.

II) El ‘’fenomenal’’ crecimiento argentino en la década del ’90

El crecimiento de la década de 1990 nos ha dejado una riquísima vivencia y a producido una clarificación en las ideas económicas.

En el período 1990-1998, el PBI per cápita creció aproximadamente al 9% anual. La productividad tuvo una mejora acumulada superior al 30%. La IED (inversión extranjera directa), según el BCRA, rondaron los U$S 40.000 M, mientras el Ministerio de Economía calcula en 55.000 M. Entre 1991 y 1994 el consumo y la inversión crecieron cerca del 50%.

El resultado de este fenomenal crecimiento, conjuntamente con otros factores, fue:

  • Los mayores índices de desocupación en la historia de nuestro país
  • Más del 50% de la población debajo de la línea de pobreza
  • Más del 30% de la población en condiciones de indigencia, debajo de la línea de subsistencia
  • Una regresión en la distribución del ingreso
  • Aumento del grado de precariedad laboral
  • Destrucción del aparato productivo nacional, mediante la sustitución de producción nacional por bienes extranjeros provenientes de países con mano de obra barata (dumping social).
  • Extranjerización de la economía
  • Altos índices de corrupción; Argentina comenzó a ocupar los primeros lugares en los ranking mundiales.
  • Una economía que margina
  • Una salud pública debilitada y un sistema público colapsado
  • Un sistema educativo que perdió su rumbo, con el nivel inicial teniendo como principal preocupación la alimentación del educando y utilizando todos sus medios para tal fin.
  • Una justicia desprestigiada y la política degradada.

III) La ilusión de la inversión extranjera

Según Machinea y Vera (2006) la forma que adquiere el vínculo entre la IED y el crecimiento no es clara, ya que depende del tipo de IED y de las características particulares de los países receptores, las que pueden hacerlos más o menos propensos a incorporar los efectos potencialmente benéficos de la IED. De hecho, la experiencia de la región es que en el sector primario, y en particular en la minería, los encadenamientos han sido mínimos. También es cierto que en muchos casos la falta de encadenamientos y la ausencia de investigación local son al menos en parte motivados por una débil capacidad de las firmas locales y la ausencia de capital humano. De allí la importancia de las políticas productivas. En síntesis, la IED no tiene correlación directa de efecto positivo para el crecimiento, ya que dependerá del tipo de inversión (horizontal o vertical, magnitudes y demás características), de los intereses que la inversión persiga y de los sectores donde se instala13.

En Argentina la IED se ha extendido a la construcción, el agro, el turismo, el sector inmobiliario y especialmente en los servicios públicos, en la producción energética, en minería, distribución comercial interna, servicios bancarios e industria manufacturera.

Mientras hasta la década del 90 las IED incrementaban el patrimonio nacional, pues estaban orientadas a la creación de una empresa nueva o a la ampliación de una existente, a partir de los 90 hubo un cambio de estrategias en las empresas transnacionales, que dirigieron sus inversiones a la compra de empresas públicas privatizadas y privadas, lo cual derivó en un proceso de extranjerización y descapitalización.

El problema más grave se manifestó en que todas las empresas produjeron reducción de su planta laboral, lo que en un contexto que privilegiaba a la gran empresa y perjudicaba a las pymes, originó el difundido crecimiento de la desocupación, con las notorias consecuencias no sólo económicas sino esencialmente sociales, culturales e incluso familiares.

b. ¿De qué hablamos cuando hablamos de pymes?, segunda parte

El análisis realizado pretendió demostrar las enseñanzas que nos dejó la década del 90 en nuestro país, que podemos resumir:

  • La importancia de las pequeñas y medianas empresas para la economía
  • Su insoslayable trascendencia en el crecimiento
  • La necesidad de crearles un contexto favorable
  • Entender que el contexto favorable no garantiza el crecimiento
  • Consecuentemente, toda la estructura gubernamental debe estar ‘’pensando pyme’’
  • Que es necesario un enfoque sistémico, con esfuerzos compartidos y coordinados.

c. Desarrollo

Kliksberg (2004) nos presenta el cuadro de la ‘’pobreza paradojal’’ relacionando las capacidades de producción general y/o de alimentos que tienen los países latinoamericanos, pero que sin embargo presentan altas tasas de pobreza (44%), afectando con mayor crudeza a los niños de menos de 5 años (58%) y de 6 a 12 años (el 57% son pobres), con el 36% de los niños menores de dos años en ‘’alto riesgo alimentario’’. La desnutrición en edades menores a los 5 años causa déficits en el desarrollo intelectual, enfermedades respiratorias agudas, enfermedades infecciosas en general y puede terminar como sucedió en Tucumán (Argentina) en muerte. De 6 a 12 años puede traer raquitismo, déficits en el crecimiento, vulnerabilidad y perturbación de las funciones del sistema nervioso. Según la Organización Panamericana de la Salud, 190.000 niños mueren al año por enfermedades prevenibles ligadas a la pobreza14.

En cuanto a educación afirma el autor que mientras los países avanzados están logrando que todos sus niños completen desde el preescolar hasta el secundario, en Latinoamérica 1 de cada 5 va al preescolar, y si bien casi todos comienzan la primaria, el 37% de los jóvenes desertan de la escuela y aproximadamente la mitad en la primaria. Las altísimas tasas de deserción y repetición afectan fundamentalmente a los niños pobres.

En cuanto a la familia comenta que el equilibrio emocional, el desarrollo afectivo y psicológico, la adquisición de una cultura de salud preventiva, el desarrollo de las cualidades intelectuales básicas, depende de la familia, que es la institución decisiva en la vida y según se sabe hoy de gran peso en el desempeño institucional y macroeconómico de los países. Hoy la familia está en involución15

Las desigualdades en educación contribuyen a la generación de desigualdades en salud, que posteriormente vienen a afectar las posibilidades de trabajo y las condiciones socioeconómicas básicas, traduciéndose luego en problemas en la educación y en la familia. “Se configura así un círculo perverso de pobreza.” 16 Con estos datos, imaginemos la situación de nuestros países a 10, 15 ó 20 años.

Aproximación conceptual

Consideramos al desarrollo como el mejoramiento cualitativo, integral y sostenido de la población en todos sus niveles socioeconómicos. Estimamos que el crecimiento no es necesariamente condición indispensable para iniciar un camino de desarrollo, aunque sí lo facilita.

d. Competitividad Sistémica

Tal vez para explicitar con más claridad que las pymes necesitan un acompañamiento que no alcanza con crearles un contexto favorable, recurrimos a la concepción de la competitividad sistémica, que organismos internacionales trabajan (vgr. CEPAL).

Esser et al afirman que la competitividad no surge espontáneamente al modificarse el contexto o recurriendo a una mejora micro (por ej. en la empresa). La competitividad es el resultado de un conjunto de fuerzas que interactúan compleja y dinámicamente provenientes del Estado, las empresas, las instituciones intermedias y la capacidad organizativa de la sociedad

Siguiendo con la terminología utilizada en esta concepción, significa que la competitividad de un país o una zona de él y de cada una de sus empresas, dependerá de factores que se agrupan en cuatro niveles: Meta, Meso, Macro y Micro, que orientativamente especificamos a continuación.

Nivel Meta – Capacidad nacional de conducción

Comprende:

Definición de una visión clara y conocida

Formación social de estructuras como requisito para la modernización de la economía.

Patrones de organización social capaces de fortalecer las políticas de localización basadas en el diálogo.

Orientación para la acción en patrones complejos de organización y conducción.

Sistemas articulados abiertos y receptivos al aprendizaje

Factores

Socioculturales

Escala de valores

Patrones básicos de organización política, jurídica y económica

Capacitad estratégica y política

NIVEL MESO

– Selección de sectores y políticas

Comprende:

  • Formas de interacción innovadora entre empresas, Estado e instituciones intermediarias.
  • Desarrollo de clusters/núcleos industriales y redes institucionales a nivel regional y nacional.
  • Capacitación y perfeccionamiento.
  • Investigación y tecnología.
  • Políticas comerciales.
  • Sector financiero e inversiones industriales.
  • Dimensión de la política ecológica

Factores

  • Política de infraestructura física
  • Política educacional
  • Política de salud
  • Política ambiental
  • Política tecnológica
  • Política infraestructura industrial
  • Política regional
  • Política selectiva de importación
  • Política impulsora de exportación

NIVEL MACRO – Aseguramiento condiciones macroeconómicas Comprende:

  • Mantenimiento del equilibrio en la economía interior.
  • Mantenimiento del equilibrio en el comercio exterior.

Factores

  • Política Presupuestaria
  • Política Monetaria
  • Política Fiscal
  • Política de Competencia
  • Política Cambiaria
  • Política Comercial

NIVEL MICRO – Prácticas de nivel global

Comprende:

  • Determinantes de la competitividad a nivel de empresa.
  • Nuevos conceptos organizativos en el desarrollo de producto.
  • Nuevos conceptos organizativos en la producción.
  • Desarrollo de redes.
  • Tamaño de empresa y competitividad.

Factores

  • Capacidad de gestión
  • Estrategias empresariales
  • Gestión de la innovación
  • Mejores prácticas en el ciclo completo del producto (desarrollo, producción, comercialización)
  • Integración en redes de cooperación tecnológica
  • Interacción de proveedores y productores
  • Logística empresarial

e. ¿De qué hablamos cuando hablamos de pymes?, tercera parte

En consecuencia, podemos concluir que cuando se discute sobre cuestiones económicas-sociales, o específicamente sobre generación de empleo, crecimiento de la economía, aumento de las exportaciones, competitividad, cadenas productivas, desarrollo regional, política comercial, integración regional, etc. se está discutiendo sobre pequeñas y medianas empresas (y su impacto económico y social)

5. LAS PYMES Y EL DESARROLLO

a. Las Pymes y la familia

El origen de las pequeñas empresas en Argentina es familiar. Diversos estudios realizados en diferentes zonas del país indican que las pymes consideradas familiares superan el 70% del total.

Ese origen justifica que empresa y familia constituyen un vínculo indisoluble, y en la etapa de profesionalizar la gestión es el obstáculo mayor.

El estilo de conducción del pequeño empresario está basado en la confianza en sus dirigidos. En consecuencia, a través del vínculo señalado, es obvio para ellos que sus primeros colaboradores deben provenir de su familia.

Esta situación genera un estilo de conducción y un clima laboral especial, que los propios directivos califican como “una gran familia’’. Se va estableciendo una cultura organizacional muy emparentada con los valores, símbolos y hábitos de la familia.

Por el fenómeno de la habituación o sociabilización, la incorporación de nuevos integrantes no modifica esta situación, hasta que la empresa no sufre la crisis de crecimiento, generalmente cercana a su paso a mediana empresa, aunque luego conserva rasgos de su etapa primigenia, ya que hay una fuerte estructura social conformada.

Esta estructura social explica la extensión de la empresa a otros ámbitos donde cada integrante actúa. La pyme como sistema abierto tiene influencias más allá de lo económico, adentrándose en lo social, cultural e inclusive en lo familiar de sus integrantes (propietarios y dependientes)

b. Las pymes y la calidad de vida

Si a lo expresado agregamos que la intensidad de los negocios hoy obliga a volcar esfuerzos y tiempo más allá de lo deseable individualmente, e inclusive de lo aconsejado por las ciencias de la salud, debemos coincidir sobre la importancia de que la empresa asuma como su responsabilidad trascender el concepto de generar un clima laboral adecuado, reemplazándolo por otorgar una vida laboral saludable.

c. Las pymes y la tecnología

Las grandes empresas incorporan tecnologías desarrolladas en los países avanzados. Ellas se caracterizan, entre otras, por ser expulsora de mano de obra, engendrar dependencias y pagos de algún tipo de regalías.

Le corresponde a las pymes una incesante búsqueda de nuevas oportunidades en una economía globalizada (espíritu entrepreneur), mediante la investigación o innovación de nuevas tecnologías productivas y adaptación de las existentes a la situación contextual. Su vinculación con las universidades y otros centros del sistema científico y técnico se vuelve imprescindible.

Igualmente incorporar tecnologías de gestión forjadas para su realidad.

6. EL DESARROLLO, UNA CUESTION DEL TERRITORIO

Silva Lira (2005), plantea que en un mundo cada vez más globalizado los gobiernos locales y regionales de América Latina deben asumir nuevos desafíos. Dos de ellos son: a) de crear o mejorar capacidades competitivas y b) transformar los sistemas productivos locales. La manera de vincularlos es considerarlos cuando se diseñen políticas locales, pero primordialmente instalar una cultura territorial que los integre.

Coincidiendo con la concepción de competitividad sistémica, manifiesta que no son las empresas las que compiten sino que se establece la competitividad territorial. Por ello, sugiere internalizar en las empresas el sentido de ‘’empresas del territorio’’ y desterrar el de ‘’empresas en el territorio’’ o ‘’ubicadas en’’. Como existen territorios desigualmente preparados para enfrentar estos desafíos, aconseja distintos tipos de intervención en términos de políticas públicas locales y regionales tendientes a mejorar las capacidades competitivas18.

Es claro que las ‘‘empresas del territorio’’ mayoritariamente (o exclusivamente) son pymes.

a. La universidad

A las Universidades, como parte integrante del SCyT (Sistema Científico y Técnico) les cabe uno de los papeles centrales en el proceso de desarrollo. Por ello, consideramos que deben:

  • Contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad, formando profesionales capaces de dar soluciones inteligentes a los problemas que se presentan, con visión de futuro, basado en principios éticos y morales
  • Aceptar que existe una crisis de valores, de conocimientos y de aprendizaje
  • Admitir que se han relegado los procesos de innovación tecnológica y científica, porque a las grandes potencias les interesa tenernos como consumidores y no como innovadores.
  • Sembrar valores de Responsabilidad, Puntualidad, Lealtad, Disciplina, Eficiencia, Solidaridad, Compromiso, Civismo, Justicia, Integridad, Perseverancia
  • Impulsar la investigación pura y aplicada.
  • Producir una reingeniería del pensamiento, reeducando y readecuando su escala de valores para formar emprendedores capaces de desarrollar destrezas y conocimientos que puedan desenvolverse en un mundo cambiante lleno de adversidades
  • Luchar contra la pobreza y la exclusión, incentivando el trabajo y la competitividad nacional y zonal.
  • Privilegiar la ‘’creatividad’’ y disuadir la ‘’repetición’’
  • Comprometerse localmente en actividades solidarias
  • Desarrollar innovaciones y tecnologías a partir de las posibilidades locales (esto es lo que tenemos, aquí y ahora)
  • Fomentar comportamientos emprendedores en individuos con los que se alterna (cursos formales o extensión)
  • Con respecto a los ‘’empresariables’’ potenciar aspectos propios de la personalidad:
  • deseos de independencia (empleo vs empresa)
  • no aversión al riesgo y al esfuerzo
  • innovación y espíritu emprendedor
  • deseo de “crear” frente a la alternativa de “participar”
  • quebrar la vocación al ‘’autismo’’
  • motivación y compromiso con todos (comunidad y empleados)
  • liderazgo y trabajo en equipo

En síntesis las universidades deben adecuarse, de formar al ‘’supergerente’’ para la ‘’superempresa’’ a formar ciudadanos profesionales, imbuidos de la problemática nacional y de las pymes en particular, y un mayor compromiso con el desarrollo sostenible, mediante una integración de los sistemas técnicos-científicos, de los organismos gubernamentales, de las organizaciones de la sociedad civil, de empresas y de la comunidad en general.

b. Los profesionales asesores de pymes

Estimamos que todos los actores de la sociedad argentina están en deuda con las pequeñas y medianas empresas.

En cuanto a los profesionales asesores de pymes, consideramos que deben:

Poseer

  • – calidad técnica y científica,
  • – conducta y principios éticos,
  • – conciencia nacional y regional
  • – espíritu emprendedor
  • Procurarse una capacitación continua, buscando una visión más integral de la problemática pymes, y dentro de ella su especialización.
  • Poseer un enfoque estratégico para la gestión de la pyme y de su inserción profesional en la misma,
  • Lograr conocimientos sobre la realidad global, regional, nacional y zonal
  • Abordar su trabajo, además de lo técnico específico, bajo una óptica psicosocial.
  • Fomentar el comportamiento emprendedor para el empresario
  • Impulsar el espíritu asociativo en las pymes
  • Desarrollar innovaciones a partir de la realidad en la cual actúa.
  • Comprometerse localmente en actividades asociativas y solidarias
  • Internalizar la responsabilidad social que como profesional le cabe actualmente
  • Promover la comprensión de la responsabilidad social de las pymes.
  • Trabajar en equipo y preferentemente interdisciplinariamente.
  • Ampliar su oferta de servicios profesionales (romper el esquema impositivo-laboral-contable-legal)

c. Las Instituciones Profesionales

Incluimos a los Colegios y Consejos Profesionales, a Sindicatos y toda otra agrupación con similares fines.

Obviamente también les corresponde asumir su cuota de compromiso con el devenir de nuestro país. Para ello, se sugiere:

  • Que los Consejos Profesionales, además de actividades específicas de gobierno de la matrícula, deberán poner mayor énfasis en la profundización y actualización de conocimientos de sus matriculados, como medio indispensable para asegurar las competencias que requiere el ejercicio de la actividad profesional.
  • Para ello, implementarán programas de especialización, con perspectiva de administración estratégica para pymes
  • Ciclos de actualización, con igual perspectiva
  • Un mayor acercamiento a las entidades que nuclean a los pequeños y medianos empresarios
  • Propuestas incesantes de políticas públicas, en los tres niveles: nacional, provincial y municipal.
  • Las asociaciones de trabajadores deberán institucionalizar ámbitos de discusión entre ellas y las cámaras empresariales que posibiliten un trabajo continuo sobre temáticas comunes, a fin de hacer de las fuentes de trabajo proyectos sustentables.

d. Los Centros y Cámaras empresariales19

  • Formación de equipos técnicos para asistir a las empresas, a fin de promover a éstas a un salto cuali-cuantitativo
  • Articulación por parte de las instituciones, entre empresarios y los estamentos estatales con fines de promover y brindar servicios relacionados con la modernización tecnológica y la innovación. Ej., Fontar, Programas de consejeros tecnológicos y otros
  • Promoción y articulación de los programas que brindan consultorías y asesoramientos a las empresas para su reestructuración y mejora de su gestión. Ej., Programa Consejeros Empresarios para la Reconversión, Programa de Reestructuración Empresarial, Programa Fortalecimiento de las Pymes y otros.
  • Promover la cooperación interempresarial y constitución de redes y/o clusters
  • Promover las exportaciones, a través de utilización de programas oficiales, diseñando misiones comerciales, participación en Ferias y una estrecha conexión con los organismos especializados
  • Promover la vinculación y transferencia de las Unidades Académicas del medio

e. Políticas y estrategias públicas19

  • Definición política de una estrategia de desarrollo por parte de los estados nacionales, provinciales y municipales
  • Definición de vectores de desarrollo
  • Implementación de líneas activas de desarrollo que concurran en función de esta definición
  • Implementación y promoción del compre local
  • Conformación de Sociedades de Garantía Recíprocas, para permitir el acceso del empresario al crédito
  • Simplificación del sistema impositivo para las pymes
  • Creación del marco jurídico para la formación de nuevos empresarios
  • Mejoramiento de los servicios públicos a través de la implementación de programas de calidad en los estados
  • Estímulo a la generación de nuevos puestos de trabajo
  • Seguridad pública
  • Seguridad jurídica
  • Control de la competencia desleal
  • Combate del contrabando
  • Promoción y estímulo, con beneficios impositivos a pymes que inviertan en la capacitación y entrenamiento de sus dirigentes o en la de su fuerza laboral
  • Promoción la capacitación y entrenamiento a través de líneas existentes y otras a implementarse

Estas y otras propuestas pueden ser materializadas en nuestro ámbito en proyectos de leyes y/o ordenanzas presentados en el marco del espacio ciudadano que otorga la constitución

7. CONCLUSIONES

Comprender el complejo mundo en que vivimos y anticipar las tendencias futuras, es una tarea permanente que deben asumir los diferentes actores sociales, desde los gobiernos en sus distintos niveles, hasta las entidades intermedias, los empresarios en general y especialmente los entrepreneur, que nuestros paises están necesitando imperiosamente.

En la Argentina el sistema económico no cumple con los mínimos requisitos que se pretenden para cualquier forma de organización, es decir no garantiza a la población un mínimo nivel de vida digno, dado que las políticas neoliberales que se aplicaron luego de la década del ´70 no priorizaron el interés común ni buscaron el desarrollo socioeconómico sostenido e integral del país sino que provocaron una tercerización precaria de la economía con desarticulación del aparato industrial, una mayor concentración económica de todas las áreas en manos de un puñado de grandes grupos empresarios y una inserción pasiva y subordinada de la Argentina.

Y de lo que no queda ninguna duda, es que ya nada será como antes. Pero lo que nos suceda a cada uno de los países integrantes del sistema capitalista mundial, el lugar que hemos de ocupar dependerá antes que nada, de lo que se haga desde ahora. Nadie nos regalará el futuro, si nosotros mismos no luchamos por crearlo.

Pero ese futuro dependerá especialmente de la actividad privada y en primer orden de las pequeñas y medianas empresas, ya que al Estado (en sus tres niveles) nada más se le puede pedir, salvo el iniciar un proceso de reconversión, que por nuestra idiosincrasia será lento y empinado.

En otras palabras, el empresario, y especialmente el emprendedor, se convierte en pieza clave para la transformación pretendida.

Hay que hacer un gran esfuerzo para que las empresas de escasa dimensión contribuyan a un adecuado funcionamiento de la economía y de la sociedad en su conjunto. Pero también se debe ser realista en el sentido de que existen empresas que jamás serán competitivas, y en consecuencia no deben ser protegidas de ningún modo.

En Argentina, las décadas del 70, 80 y 90 nos dejaron vivencias profundas y grandes transformaciones sociales, económicas y fundamentalmente del conocimiento.

Hoy nos corresponde, rescatar esas vivencias, ese proceso de aprendizaje vivencial, reconocer los cambios que se produjeron y adquirir e internalizar los nuevos conocimientos e incluso los nuevos paradigmas, para que en una etapa superior podamos producir nuestras propias guías de acción, nuestros propios paradigmas, los que respondan a la sociedad que queremos, a la sociedad que sepamos construir, a la sociedad que nos ganemos, en definitiva a la sociedad que nos merezcamos.

Finalmente, utilizando el llamado del Prof. Daniel Dei en el XVIº Encuentro de Docentes de Administración General, imaginemos un nuevo horizonte de comprensión de los temas que nos preocupan…

El aporte no debe evitar la complejidad de los mismos ni la polémica racional. Más aún, que alentemos un pensar fuerte y una voluntad decidida entre nosotros para que nos ayudemos a hacernos cargo del cambio personal y profesional que nuestro país, nuestras provincias y nuestros municipios están necesitando.

Debemos pretender la transformación y fundamentalmente debemos tener la ilusión de gestar cambios sustantivos y ser protagonistas.

No estamos ante un dilema, del que no podemos esperar si no algo peor de lo mismo; estamos ante la oportunidad de tomar decisiones verdaderamente estratégicas sobre nuestro futuro.

Un nuevo enfoque del management no puede surgir de fórmulas compradas en un mercado en el que el know how es una mercancía, porque las virtudes no son objeto de transacciones. Así como nadie puede comprar la autoridad moral, sino que ella es un atributo que es reconocido y otorgado por los otros, la posibilidad de un nuevo modo de gerenciamiento público y privado debemos buscarla en el despliegue de la libertad personal que somos capaces de promover en el encuentro con quienes nos acompañan en un mismo proyecto de vida, de cualquier orden. Un proyecto compartido para mejorar la calidad de vida de la comunidad en la que nuestra organización opera, cumpliendo primera e intensamente con las obligaciones primigenias (el rol) y luego con las demás obligaciones sociales

BIBLIOGRAFIA REFERENCIADA

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MACHINEA, J.L. y VERA, C.. Comercio, Inversión Directa y Políticas Productivas. Documento CEPAL. 2006

MILOCCO, Gualberto; FONT, Jorge; NORO, Miguel y otros. El contexto y el rol del empresario emprendedor. Ed. Homo Faber. Marzo 2003

SILVA LIRA, Iván. Desarrollo económico y competitividad territorial. Revista de la Cepal nº 85. Abril 2005

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Milocco Gualberto. (2006, septiembre 2). El rol de las PYMES en la recuperación de la recesión económica una mirada Argentina. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/rol-pymes-recuperacion-recesion-economica-argentina/
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Milocco Gualberto. "El rol de las PYMES en la recuperación de la recesión económica una mirada Argentina". gestiopolis. septiembre 2, 2006. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/rol-pymes-recuperacion-recesion-economica-argentina/.
Milocco Gualberto. El rol de las PYMES en la recuperación de la recesión económica una mirada Argentina [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/rol-pymes-recuperacion-recesion-economica-argentina/> [Citado el ].
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