La propuesta de Ken Blanchard en su libro Bien Hecho la consideramos sumamente importante y vemos como muy favorable aplicarla en todos los ámbitos humanos incluso en el trato con los animales como bien describe el texto. Entre las técnicas aprendidas que consideramos podemos y debemos incorporar en nuestro diario accionar con las demás personas para que obtengan un alto grado de desempeño podemos citar las siguientes:
Activar el Desempeño: Para activar el desempeño de nuestros colaboradores en las tareas que deben realizar debemos establecer metas claras y factibles y administrar el entrenamiento necesario, de esa forma estos conocerán qué se supone que deben hacer para obtener un buen desempeño.
Observar el Comportamiento: Esto es comprobar que los resultados que se están obteniendo son los esperados y dar la retroalimentación apropiada de acuerdo al comportamiento observado que en todo caso debe ser positiva o de re-direccionamiento cuando el desempeño obtenido no es el deseado.
La retroalimentación: O la respuesta que debemos adoptar ante el comportamiento observado debe ser de redireccionamiento o positiva.
El redireccionamiento: es la manera eficaz de abordar el comportamiento indeseable. La manera más adecuada para redireccionar una personas es describirle los errores cometidos sin reprocharla, mostrar el impacto negativo de ese error, si es necesario debemos culparnos nosotros mismos por no haber dado el entrenamiento de forma clara, revisar con esa persona la tarea en detalle y cerciorarnos de que ha entendido bien y expresarle la fe y la confianza que cada persona merece; con eso se logrará adoptar una actitud abierta hacia el aprendizaje.
En cuanto a la retroalimentación positiva se refiere a que debemos valorar cualquier progreso en la dirección correcta y elogiarlo; no es necesario esperar a que las personas con las que interactuamos hagan las cosas a la perfección, basta que hagan el más mínimo esfuerzo en aras de lograr la meta deseada para que iniciemos el proceso de retroalimentación positiva. Esta retroalimentación positiva puede hacerse a través de un elogio, una oportunidad de aprendizaje o incluso un ascenso, en el caso de los niños se refuerza el comportamiento positivo con un abrazo, permitiéndoles ver televisión, dándoles algo que les guste o concediéndole algún privilegio especial.
Otra cosa importante que hemos aprendido es que cuando una persona se cree más listo y se empeña en continuar con su comportamiento inaceptable en esos casos se trata de un problema de actitud y la respuesta de redireccionamiento tendrá muy poco efecto puesto que esas personas ya saben qué hacer, en esos casos debemos hacerles saber de manera clara que lo que están haciendo es inaceptable y el impacto que ese error acarrearía, diciéndole además la decepción, confusión o frustración que sentimos y terminar el dialogo con una reafirmación positiva de esa persona, esto permitirá que ésta vea que es su comportamiento lo inaceptable y no ella. Cada retroalimentación negativa tiende a perjudicarnos a nosotros como gerentes.
Debemos enfocarnos en las cualidades brillantes, nobles y maravillosas de las personas con quienes accionamos, esto permite que se obtengan cada vez más y mejores resultados deseados. Cuánto más atención prestemos a un comportamiento más se repetirá, aquello a lo que prestamos atención crece, lo que ignoramos se marchita, por tanto debemos aprender a ignorar o hacer caso omiso a los comportamientos indeseables aunque reconocemos que éstos son los que tradicionalmente han llamado nuestra atención.
La respuesta Bien Hecho no es la meta sino el camino hacia lograr que las personas con las que interaccionamos hagan lo correcto porque disfrutan haciéndolo por tanto después de dar muchas respuestas ¡Bien Hecho! Podemos comenzar a realizar comentarios como “Apuesto a que te sentiste bien cuando terminaste ese proyecto o esa tarea antes de la fecha límite”, o “Debes sentirte orgulloso de lo que hiciste con ese informe”, en caso de algún colaborador del cual sepamos se siente satisfecho por el desempeño alcanzado podemos alentarle diciendo “Cuéntame cómo se siente haberlo logrado” o “Cómo te sientes después de haber hecho un trabajo tan bueno”, luego debemos escuchar esa persona atentamente y reforzar su sentido de orgullo y logro.
La frase que según el libro la experta en Bien Hecho Anne Marie aprendió de su papá cuando era pequeña considero que debemos aprenderla por siempre, esta es: “Es estupendo estar en una posición de poder, pero no la utilices. La única manera como realmente podrás lograr que la gente haga lo que tú quieres es desarrollar una relación positiva y de confianza con los demás. Sé positiva con la gente y obtendrás resultados positivos”.
Por último queremos señalar que la obra Bien Hecho hace un aporte de inmenso valor a la familia, consideramos que este libro debe ser leído por todas las madres que como en nuestro caso particular necesitan orientación efectiva sobre la manera de conducir sus hijos favorablemente. Asimismo de manera muy enfática alertamos a los padres a leerla puesto que su aprendizaje es fundamental para que verdaderamente los hogares salgan gananciosos de las enseñanzas de su contenido. En este momento le haré entrega a mi marido de Bien Hecho y confiaré en Dios de que nuestros hijos salgan grandemente beneficiados.
Responsable: Nelly Taveras Ureña
Libro: Bien Hecho de Ken Blanchard, Thad Lacinack, Check Tompkins y Jim Ballard.