Los escenarios que cualquier organización enfrenta y ha enfrentado siempre son, el escenario actual y el escenario futuro o deseado que tiene que ver con el anhelo de prestigio, consolidación, asegurar la rentabilidad de todo tipo, crecimiento con desarrollo entre otros. El actual tiene que ver con la situación de hoy, tanto interna y externa que bajo un buen diagnóstico podremos ver cómo estamos gestionando los recursos internos y con qué nivel estamos enfrentando las situaciones externas.
Planteo ante esto la siguiente interrogante: ¿estamos actuando por el camino correcto?, y si el recurso capacitación que estoy desarrollando me puede llevar hacia el escenario futuro que anhelo. Sin duda este análisis es exactamente lo que toda persona haría al igual que las organizaciones dedicadas a cualquier giro, pues de lo que se trata es orientar mejor el recurso capacitación por ende el aprendizaje, hacia los objetivos trazados.
Lo invito estimado colega docente o lector, a reflexionar sobre lo que en verdad significa aprender y sobre el ¿cómo lo estoy haciendo?, estoy completamente seguro que muchísimo les ayudará.
Responda al sí estoy aprendiendo, con el ¿Cuánto estoy aprendiendo y qué resultados estoy alcanzando? ¿Qué tengo que aprender ante un sin número de problemas versus recursos escasos ?, ¿Cómo debo aprender si todos no somos iguales y no tengo el tiempo pues el trabajo, la casa, los hijos y otros dificultan la tarea ?, y si estoy aprendiendo porque seguimos con los problemas, muchas veces los mismos. Finalmente ¿Cómo se aprende hoy?
Precisamente con estas interrogantes di inicio como facilitador en una escuela de negocios , a mi curso de Gestión Estratégica de la Capacitación y Desarrollo, dirigido a un grupo de empresarios en esta ocasión dedicados al giro educativo, y lo que buscaba realmente en dicha sesión introductoria , era comprender el verdadero significado del aprender y si el aprendizaje que venían haciendo en sus variados cursos de capacitación les estaba sirviendo para la gestión de sus negocios y para otras áreas de su vida.
Partamos de esta reflexión para orientar mejor lo que se aprende, ¡pues en verdad ¡se aprende para resolver problemas.
El aprendizaje y la capacitación parte de un diagnóstico que se hace a la luz las necesidades que se tienen, que por cierto hay que diagnosticarlas mediante el DNC. Se priorizan los problemas y analizan las causas, pues recuerde siempre que los problemas se corrigen atacando las causas. El aprendizaje se mide a través de indicadores alineados bajo la lógica siguiente del BSC (Balanced scorecard): se aprende para mejorar los procesos internos, por consiguiente, se medirán los indicadores “clientes”, finalmente esto conllevará al logro de los indicadores “ financieros”. La lógica no es a la inversa como muchos piensan.
Existen hoy diversas formas de capacitar y hay que tener presente a quienes se capacita, recuerde que no todos aprenden de la misma forma, pero si queremos que aprendan tal o cual tema necesario para su mejor desempeño o performance. No tenemos recursos para capacitarnos, pero si vemos el potencial y la experiencia de nuestros colaboradores, encontraremos personas preparadas y que gustosamente lo harían si gestionamos adecuadamente la motivación como recurso gerencial.
Sin duda hoy se requiere de un nuevo aprendizaje, aprendizaje alineado a enfoques estratégicos con una mirada de visión -misión como direccionamiento. Orientemos a este esfuerzo con conciencia de saber, saber hacer y ser. Midamos lo que se aprende porque no se puede mejorar lo que no se mide. Dejemos a un lado las limitaciones que impiden o limitan hacerlo. Gestionemos con nuevos modelos o paradigmas: Diagnosticar adecuadamente primero, aprender de todos, vivir la era del conocimiento y a las Tics hay que explotarlas, alinear el aprendizaje a la ruta de la visión-misión-valores y siempre recordemos que el valor no está en el saber, sino en lo que se hace con lo que se sabe, y lo que se hace con lo que se sabe, debe agregar valor.