En la segunda mitad del Siglo XXI en un entorno incierto y cambiante en el ámbito económico y geopolítico, las organizaciones deben adaptarse a los cambios, pero para hacerlo exitosamente deben contar con una adecuada gestión administrativa, que les permita desarrollarse, invertir, fomentar la investigación en el desarrollo de nuevos productos o servicios a efectos de ser más competitivos en el mercado y ser cada vez más eficientes y eficaces.
Uno de los temas de amplio debate con respecto a la gestión administrativa en las organizaciones es que existe la percepción de que las empresas que son administradas por el Estado, son generalmente ineficientes e ineficaces. Sin embargo considero que esta percepción está equivocada, dado que la causa de una deficiente gestión en las empresas administradas por el Estado no radica en su naturaleza, sino en las malas prácticas de gestión administrativa, como lo son: la corrupción, el copamiento político en los cargos directivos, la inexistencia de la meritocracia, la carencia de gestión participativa, deficiente proceso de incorporación de personal, deficiente gestión de la administración remunerativa, entre otros.
Por consiguiente en diversos países del mundo cuando una empresa estatal funciona mal o presenta problemas, aparecen voces pidiendo reestructuración. A fin de analizar este tema, teniendo como precedente mi opinión sobre la causa de una deficiente gestión administrativa en empresas estatales, voy a tomar como ejemplo el caso de la empresa estatal peruana Petroperú.
Como es de público conocimiento luego de continuos casos de derrame de petróleo en el Oleoducto Norperuano, el presidente electo, Pedro Pablo Kuczynski, anunció que la estatal Petroperú será reestructurada cuando ingrese al gobierno, aunque dejo en claro que la petrolera no será privatizada y continuará en manos del Estado peruano.
“Necesitamos una reestructuración de Petroperú urgente porque ahora está cerrado el ducto, básicamente no se ha mantenido a tiempo y son cosas elementales en cualquier estructura corporativa”, enfatizó luego de un derrame de petróleo hace aproximadamente un mes.
En esa línea, Kuczynski aseguró que ésta no será privatizada, al contrario en su gestión, la estatal será modernizada para evitar que continué registrándose en la selva derrames de petróleo. “No vamos a privatizar Petroperú sino la vamos a modernizar”, señaló.
Sobre tales afirmaciones debo señalar que estoy de acuerdo de que Petroperú necesite de una reestructuración urgente, pero para ello debemos tener en claro que ésta reestructuración debe llevarse a cabo correctamente es decir de manera técnica y no política, recordemos que la estructura organizacional se refiere a la forma en que se dividen, agrupan y coordinan las actividades de una organización.
En tal sentido, la estructura de Petroperú como toda organización debe responder a la estrategia que se plantee, teniendo en consideración el entorno interno y externo, siendo un factor crítico de éxito: la flexibilidad y la capacidad de reacción rápida. Debe existir una estructura organizacional flexible capaz de evolucionar de acuerdo a los retos que el mercado presente, adelantándose a los posibles escenarios futuros.
Esto sólo es posible de lograr con personal capaz de trabajar en condiciones de incertidumbre y que se maneje muy bien en equipos multidisciplinarios. Por ello la importancia de valorar en este proceso al activo más importante de toda organización, el recurso humano.
Por ello podemos concluir, que al igual que Petroperú muchas empresas estatales en el Perú y el mundo, pueden necesitar una reestructuración para ser eficientes y eficaces, pero teniendo en cuenta que este proceso debe llevarse a cabo, respetando los principios técnicos de la gestión administrativa.