Obstáculos puedes encontrarte muchos, podríamos hacer una lista larga de circunstancias que dificultan emprender y crear tu negocio. Aunque dispongas de la información, la formación y las técnicas y herramientas necesarias, no significa que vayas a hacerlo. Muchos procesos se quedan en eso, en la idea de hacerlo.
Hay algunos que pueden desarrollar más la idea y llevarla a proyecto, pero tampoco les asegura que arranquen. No te ha pasado alguna vez de tener una idea, irla desarrollando y trabajando en tu cabeza, contarla por ahí a tu amigos, conocidos, compañeros. . .¿y de golpe un día te enteras de que se ha puesto en marcha algo que tu habías pensado pero que todavía le vas dando vueltas? A mi sí. La verdad es que pensar es “relativamente” fácil en el sentido de identificar una idea, un producto o un servicio para un público concreto y empezar a pensar en tener tu propio negocio.
Buscas información y todo lo referente al “cómo voy a hacer. . .” pero no acabas de arrancar, no te acabas de decidir y no comprender qué es lo que te está frenando a empezar. Hasta que te das cuenta de que si te miras en un espejo verás qué o mejor dicho quien te lo está impidiendo.
Hay varios factores internos que pueden estar frenando tu emprendimiento, vamos a revisar algunos y cómo puedes superarlos, aunque básicamente puede ser alguno de ellos o una combinación de varios, lo más importante es que tomes la decisión y te comprometas contigo misma, porque si tu compromiso tiene valor para ti encontrarás los cómos sin ningún problema.
1. ¿Y si no soy capaz? Esta pregunta que suelen hacerse muchos, esconde la falta de seguridad y confianza en ti misma. Si tu no crees en ti no lo van a hacer los demás, así que tienes que reforzar tu confianza y tu autoestima para que no tengas dudas de que evidentemente serás capaz. Toda esta serie de pensamientos limitantes que se convierten a su vez en creencias pueden hacerte mucho daño y sentirte pequeña, con poco valor y sin merecer éxito o reconocimiento. Estas preguntas te ayudarán: ¿Por qué no tengo que ser capaz? ¿Quién lo dice? Si lo dice otro, ¿En qué se basa? Si lo digo yo, ¿En qué me baso, en experiencias, alguien me lo ha dicho alguna vez? Si otros lo han conseguido, ¿Por qué yo no tengo que poder?
2. ¿Y si no me sale bien? Esta camufla nuestros miedos más profundos. Ya hemos hablado de miedos en alguna ocasión. Son suposiciones de circunstancias que no son reales y que vemos como posibilidades poniéndonos siempre en lo peor. Y yo te pregunto, o mejor pregúntate tu ¿Es mejor no intentarlo y quedarte como estas? ¿Es mejor quedarte siempre con la duda de lo que podías haber conseguido solo por no intentarlo? Y creo que no, y te lo digo porque he visto casos de mujeres que cuando han superado esos miedos y has creído realmente que podían algo han tenido resultados increíbles.
3. No tengo tiempo. No tengo dinero. El tiempo y el dinero son una cuestión de prioridades. El tiempo es el mismo para todos y cada uno de nosotros decide cómo, en qué y con quién quiere gastarlo o invertirlo. El dinero, aunque cada uno disponga de una cantidad distinta de dinero, he constatado que diferentes personas disponiendo de la misma cantidad de dinero, lo emplea en acciones distintas, así que sigo pensando que es una cuestión de prioridad. Hay gente que lo invierte en producir más o en formarse o en conseguir más y otra que prefiere gastarlo en ocio u otro tipo de cosas. Así que no es una cuestión de tener tiempo o dinero, sigue siendo una cuestión interna y esa excusa es la que te cuentas para justificar la verdadera razón. No pasa nada, pero sé sincera contigo misma.
4. Si que quiero hacerlo, pero ahora no es el momento. Esta objeción también es bastante común. El hecho de procrastinar (o sea de dejar las cosas para más adelante) es algo que todos hacemos en alguna ocasión. Solo tienes que vigilar que no se convierta en un hábito, un mal hábito y que evite que tomes decisiones cuando las tengas que tomar y no hagas cosas que tienes que hacer. Hay que establecer el grado de importancia y de prioridad en lo que tienes que desarrollar. ¿Cuán importante es para ti hacer eso? ¿Cuál es el precio de no hacerlo ahora? ¿En qué te está perjudicando? Nunca es el mejor momento para hacer algo, para cambiar de trabajo, para tener un hijo, para montar un negocio. . .el mejor momento es ese en el cual tú decides hacerlo, simplemente eso, y te lo digo después de cambiar de trabajo varias veces, de tener tres hijas y de montar varios negocios. No hay otra.
5. ¡Decídete! No hay nada peor que las dudas, como decía el maestro Yoda en la guerra de las galaxias: “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”. Tienes que tomarte el tiempo de tomar una decisión, pero es importante que lo hagas. Durante el tiempo previo donde dudas, te acechan todo tipo de miedos, incertidumbres, y sis. . . etc, pero cuando tomas una decisión, aunque a veces sigas notando las mariposas en el estómago, encuentras la forma de hacer aquello que deseas, porque si estás firmemente decidida y comprometida harás lo que tengas que hacer. Y con eso no me refiero “a lo que sea. . .”, me refiero a aceptar retos que te acerquen a tu objetivo, a crecer personalmente, a superar obstáculos y a creer de una vez que TU PUEDES.
Tienes que indagar si debajo de ese obstáculo que se interpone entre lo que eres y tienes hoy y lo que quieres conseguir se esconde algo más que tienes que trabajar, solemos justificarnos con infinidad de excusas para no hacer lo que CONSCIENTEMENTE queremos, pero tienes que saber que en el fondo son excusas, todos nos las hemos contado alguna vez.
Ya sabes, el poder de la decisión, si ésta es firme, es muy fuerte, aunque debas pasar el proceso. Parece simple, pero es que es así, no hay más secretos. Creer en ti misma y confiar en que evidentemente eres capaz te da poder para afrontar lo que te espera. Y si crees que necesitas apoyo, contrata un profesional que te ayude, alguien que pueda comprender lo que estás pasando porque ya haya pasado por ello y pueda ayudarte.
Yo estoy segura de que puedes conseguirlo, ¿tú no?