Es de conocimiento general que actualmente vivimos en un mundo cambiante e innovador, en donde las empresas que no estén preparadas para adaptarse a los cambios difícilmente podrán sobrevivir.
Es necesario entonces, que las empresas puedan responder rápidamente a los cambios, con nuevas formas de gerenciar sus actividades con el propósito de adaptarse al avance tecnológico y poder competir en un mercado globalizado.
En los últimos años, cada vez más empresas vienen empleando una herramienta gerencial que les permite disminuir costos y reorientar sus recursos, contribuyendo así a alcanzar niveles de productividad, calidad y servicio satisfactorios, el denominado “Outsourcing” ó Administración Delegada.
Según Brian Rothery & Ian Robertson, el Outsourcing es “la subcontratación de servicios y productos en una alianza tal, con los proveedores elegidos, que éstos prácticamente se convierten en una extensión de los negocios de la organización”, es decir transferir tareas que una empresa hacía con personal propio a terceros. La idea de una empresa que emplea el Outsourcing es que la organización que se contrate para estas actividades quede contractualmente responsable de proporcionar el servicio a un costo igual o menor del que tendría actuando directamente.
Veamos dos criterios para emplear el Outsourcing:
1. Podríamos hacer Outsourcing a aquellas tareas secundarias al éxito de nuestro negocio; delegaríamos la administración a toda tarea que nos distraiga de las actividades medulares de nuestra empresa, es decir, evitemos distraernos con todo aquello que no es crítico para el éxito de nuestra organización.
2. Podríamos delegar la administración de todas aquellas tareas que no podamos hacer con máxima excelencia, es decir, todo aquello en lo que no sea el mejor del mercado, lo contrato.
Analicemos las actividades a través de las cuales agregamos valor a nuestro producto ó servicio y preguntémonos ¿en cual de estas actividades somos o podemos ser los mejores con nuestras propias capacidades internas?, en todas aquellas que no seamos lo mejor, tendremos luego que analizar si podemos económicamente llegar a serlo o caso contrario, hay que hacerle Outsourcing.
Finalmente, debemos señalar que el elemento clave para que el outsourcing tenga éxito esta en lo apropiado que sea el contrato con la empresa proveedora. Es importante pensar en el Outsourcing como una alianza, al extremo de ver al proveedor como un asociado y no como un simple proveedor tradicional. De allí la trascendencia de escoger adecuadamente a nuestro proveedor.