En muchas ocasiones, he encontrado organizaciones cuyos directivos parecen empeñados en obstaculizar la Calidad, a pesar de tener en público un discurso favorable hacia los sistemas de gestión de la calidad.
Teniendo a estos empresarios o líderes de empresas como destinatarios, es que propongo a continuación una serie de principios a considerar para obstaculizar la Calidad de una manera sumamente eficaz y eficiente:
Primer Principio: La Calidad es un proceso restringido sólo a algunas personas en la empresa
Los procesos de trabajo de la calidad no tienen porqué involucrar a todos los empleados, ni todos tienen que porqué entender y creer en un sistema de gestión de la calidad.
Después de todo, con que sólo sepan de esto el encargado de hacer los procedimientos y uno o dos gerentes, es más que suficiente, así que no tiene porqué asistir a esa reunión de capacitación.
Segundo Principio: Los Clientes no saben nada sobre la Calidad de nuestros productos
No hay que dejarse llevar por improntas populistas, como aquellas empresas que consultan permanentemente a sus clientes sobre la calidad de los productos que reciben. Quien mejor que la propia empresa para hacer un análisis completamente objetivo y preciso sobre la calidad de sus productos.
Tercer Principio: Calidad y Costo por caminos separados
Calidad y Costo son conceptos inconexos, sin relación ninguna entre ellos. No es serio creer que hacer algo mejor signifique el mejor modo de hacerlo más rápido y más económico.
Cuarto Principio: La Calidad no requiere trabajar en equipo
Con esfuerzos aislados es suficiente: algo se hace… y también se cubren las apariencias.
Quinto Principio: La Calidad no es una forma de administración
La Calidad requiere que las ideas del jefe se trasladen lo más rápidamente posible a las manos de los trabajadores, sin dar ninguna posibilidad de intervención a estos, ya que podrían generar alguna idea mejor.
Sexto Principio: La Calidad es una estética
De ninguna manera es una ética. No puede entenderse, como algunos aún sostienen, que la práctica de la excelencia sea lo correcto. Esto no motiva a nadie.
Séptimo Principio: La mejora continua es un mito
La empresa ya sabe cómo trabajar, con qué sentido se deberían incluir cambios?
Octavo Principio: Olvídese de sus proveedores
Seguramente, ellos también saben como trabajar, así que no tiene porqué evaluarlos ni seleccionarlos.